Gravity Falls, Oregon.
Había viajado esperando reconciliarse con Ford pero fue en vano. Durante la pelea Stanford le propinó un buen puñetazo.
-¡Hey amigo, reacciona! -Una voz chillona lo trajo en sí- La conmoción cerebral no fue tan fuerte.
-¿Qué?
-¡Hey espera! ¡No te despiertes! Es un sueño lúcido, no hay necesidad de despertar. Recordarás todo. Mi nombre es Bill. Ahora hablemos de negocios Stanley. - Una luz, no un ojo. Una figura se manifestó. Un triángulo dorado lo veía y le hablaba. Entendiendo que se encontraba inconsciente, Stan no tuvo miedo pero sí curiosidad.
-¿Cómo sabes mi nombre?
-Sé mucho de ti. Ford no para de hablar.
-¿Ford te contó de mí?
-¡Ah sí!, lo sé todo, sobre el gemelo idiota que le arruinó su chance de ir a la universidad.
-¡Esa no fue mi intención! ¡Yo no…!
-¡Oye relájate! Solo repito lo que me contó Ford. ¿Por qué no me cuentas tu versión? Mejor aún, ¿Por qué no encontramos una solución?
-¿Solución? Pero…-Este es un sueño disparatado, a Stan se le humedecieron los ojos, porque no había ninguna solución- ¡Mi hermano, me odia!- Esa es la verdad.
-¡Pero podemos arreglarlo!
-¿Cómo? ¡No tiene arreglo! Lo que pasó...
-Es fácil, bastaría con volver a ese tiempo y mismo lugar.
-¿Pero qué tonterías…-Se quedó perplejo al encontrar que ya no estaba en la cabaña, estaba en el... -¡Gimnasio!- Tardó en reconocerlo. El Gimnasio de la preparatoria. La feria de ciencias. Estaba reviviendo aquel fatídico día. El día que todo se arruinó -Pero…- Entonces escuchó un ruido. La puerta se abrió y entró alguien. Era.
-¡Soy yo!- Stanly se miró así mismo. Años atrás, cuando era un adolescente problemático, enojado que refunfuñaba, se acercaba y gritaba a la máquina de movimiento perpetuo de Ford. Enseguida reaccionó corrió hacia sí mismo pero Bill, el triángulo lo detuvo.
-¡Ah, ah, ah! ¿Trató? Una cosa por otra.- Le ofreció su mano envuelta en llamas azules. Stan miró a su yo del pasado y luego al demonio, le dio la mano, Bill lo soltó y Stan corrió.
-¡Aléjate de allí! ¿Estás triste? ¿Estás furioso? Mejor desquítate con alguien más. ¡Conmigo!- Logró sacarlo a rastras del Gimnasio, justo a tiempo, antes de que dañará la máquina.
-¿Oye cuál es tu problema?- Cuando el joven reparó en su agresor se quedó quieto y callado, porque, aun con los años pudo reconocerse. Permaneció perplejo.
Stanley, el mayor lo soltó y suspiró muy aliviado, porque lo detuvo a tiempo. Ahora todo se arreglaría, tenía fe en que sería así. Sonrió muy contento, feliz de que había logrado retribuir a Ford. Entonces notó que no podía sentir las manos ni pies. Miró sus extremidades y cuerpo, todo él estaba desapareciendo frente a un muy aterrado Stan. La risa de Bill retumbó por todos lados.
-¡Bien hecho fez!, ya que no arruinaste el futuro de Ford, entonces no es necesario que sigas existiendo. ¡Ya no existes! ¡Nunca exististe!-
Stan adolescente permaneció temblando en su lugar, cayó al suelo cuando el demonio triangular se manifestó al frente.
-¿Viste cómo desaparecías? ¡Seguro estás traumatizado!- El otro Stanley había desaparecido sin dejar pista.- Pero no dejemos que eso arruine la conversación. ¡Hora del pago Stanley!-
Continuará.....