5. Escucho tu voz.
Shermy salió para ir a clases, su padre apenas abría la tienda y su madre regresó al dormitorio, se alistaba para después hacer unas compras.
Stanford se colocó los audífonos conectados a la grabadora y micrófono que instaló en en esta. Avanzó por la casa intentando registrar algo sin éxito, ajustó el aparato las veces que creyó necesarias y volvió a probar. Así varios minutos hasta que se sintió tonto, regresó al dormitorio. Dejó de prestar atención al periódico que tapizaba el piso. Se sentó de nuevo en la cama y suspiró. Tomó nuevamente el diario de debajo de la cómoda para revisarlo una vez más. Entonces se paralizó. El aparato seguía encendido y registrando...
-Hey Seis dedos, estás en graves problemas. Cuando Shermy sepa que revisas sus cosas no te sorprendas si encuentras ranas en tus bolsillos a partir de hoy.-
Regresó la grabadora, para comprobar que lo que escuchó acababa de ocurrir. Así fue. Se tapó la boca y se dobló muy acongojado.
-¿Hey qué te sucede?
-Puedo oírte Stan, pero no te veo-
Stan miró atónito a Ford.
-¿Por qué haces silencio? ¡Ayer no paraste de hablar con Shermy! ¿Es así? Hablan a escondidas, sin que nadie lo sepa. ¡¿Cuándo pasó?!
-¿Ford? ¿Enserio puedes escucharme?- La voz de Stan sonó tan conmovida que fue doloroso.
-¿Dónde estás? ¿Por qué no puedo verte? ¿Es cierto? ¿Eres un fantasma?
-Sí, algo así.-
Ford se puso de pie.
-¡Debí visitarte en el hospital!, pero me daba mucha vergüenza. ¡Perdóname! ¿Cuándo fue que moriste? ¡¿Por qué nadie ha dicho nada?!
-No soy yo-Siguió Stan con tristeza- Es un tipo llamado Bill Clave, un demonio. Hice un trato con él y resulte engañado, se quedó mi cuerpo como pago por un favor. Pero sí, morí el día anterior a la feria de ciencias, el verano antes de que empezaras la universidad.-
Stanford no podía creerlo.
-Llevas años….
-Aquí sí. Sólo Shermy puede verme.-
-¿Por qué Shermy no dijo nada? Yo pude….
-Yo se lo pedí. Qué fuera un secreto.
-¿Por qué Stan?- Ford no podía entenderlo, si Shermy le hubiera contado, tal vez él…
-Al principio estaba resignado. Y cuando me dí cuenta de que Shermy podía verme y escucharme, desesperado y egoísta intenté hacerme ver y escuchar a través de él pero eso sólo trajo problemas. Mamá ya estaba muy lastimada. Tenía un hijo internado en el manicomio, si su hijo menor también resultaba un enfermo mental, que veía y escuchaba lo que los demás no habría sido devastador. Cuando lo comprendí, acorde con Shermy que no lo contaría.- Aún así Ford no estaba de acuerdo. ¿Egoísta? ¡Ocultarselo era egoísta! ¡También era su hermano! No solo de Shermy. Inspiró profundo para tranquilizarse.
-¿No podías decirme a mí?
-Lo intente hasta el cansancio-
Entonces Ford sintió un ligero estremecimiento recorrer su cuerpo. Y no había forma de saberlo, pero estaba seguro de que Stanley lo abrazaba.
Su sospecha fue confirmada cuando la puerta del dormitorio fue súbitamente abierta. Shermy regresó de la escuela, entró pero se frenó, parecía apenado. Stanford lo miró extrañado.
-Yo...yo… ¡Sin excusa específica!- Y se marchó.
-Yo le enseñé eso- Ford sonrió. No se había dado cuenta del tiempo, ya era hora de comer.
…………………….
Ese día, más tarde.
-No finjas Shermy.
-Ya le conté todo.-
Para el chico también era un choque emocional, que Stanford lo supiera y no ser el único. Porque aunque no lo pareciera, llevar en su conciencia la existencia de Stanley y no poder hacer nada para ayudarlo era una carga muy fuerte para un chico de secundaria.
Stanford llevaba encima el equipo de audio que inventó y con el que podía escuchar a Stan. Ahora mismo arreglaba unos anteojos conectados a cables y en los cuales instalaba pequeñas piezas con ayuda de una pinza muy fina.
Shermy bufó de exasperación, había hablado durante años, y luego lo calló. Los doctores pensaban, que si la madre fingía ser psíquica, obviamente el niño se inventaría algo así. Que sólo fue una etapa del duelo, y después todo volvió a la normalidad….pero nunca fue así.
A Stanford le dolía que su hermano menor no confiara lo suficiente como para decírselo, pero lo cierto es que, tan ocupado como estaba lo habría mandado a examinar antes que escucharlo. Tuvo que ser hasta este dia. El día que tomó vacaciones por ruegos de su madre.
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Se sentía como si acabara de recuperar algo muy preciado que no recordaba tener. Los lentes de visión térmica sólo captan una mancha azul en la habitación. Esa mancha está junto a él y se trata de Stanley. No entendía porque era de color azul. Cuando su presencia se sentía tan cálida. Es como si recordara cuánto amo a su hermano.
Sintió un poco de culpa. No se dio cuenta de que al luchar por sus ambiciones, se desentendió de ellos. .
Ford miró la revista a su lado. Shermy dejaba libros, periódicos y revistas abiertos para que Stanley los leyera. Los únicos poderes sobrenaturales de los que pudo hacerse durante todos esos años consistían en prender y apagar luces, incluso el televisor. Sin necesidad de usar interruptores, pero en cuanto objetos sólidos, no era capaz de mover ni una liviana hoja de papel.
Ahora lo que seguía. Una explicación. Stanford le pidió a su padre el auto. Había un viaje por hacer.
Continuará....