Minwoo daba vueltas, la pesadilla le empujaba de nuevo en esa fría y húmeda jaula. El guardia se puso sobre él, riendo mientras se conmocionó Minwoo. Sólo ahora Minwoo no estaba en su forma de coyote, pero sí de humano. Se agachó, envolviendo sus brazos alrededor de sus piernas.
El aire se llenó con el olor a piel quemada, los shifter en las otras jaulas gritando.
Los ojos de Minwoo se abrieron, un fuerte grito rasgó su garganta mientras yacía allí en un sudor frío. Sus ojos se adaptaron a la habitación y se acordó de qué él ya no estaba encerrado en esa jaula espantosa. Se dio la vuelta, pero no importaba, Minwoo intentó sentarse, las heridas en su cuerpo escocían. Es curioso cómo no habían herido cuando se había despertado por primera vez hace dos días, pero ahora que sabía que estaban allí, cada herida, rebanada, y la marca de arma blanca palpitaba dolorosamente.
"¿Estás bien?" Chan Mi preguntó desde una silla de la esquina. Sus delgadas piernas estaban metidas debajo de ella, una manta delgada cubría el regazo. Tenía los ojos hinchados, sugiriendo Minwoo le había despertado de un sueño profundo.
Minwoo tiró de las mantas hasta la barbilla mientras miraba a la joven. "Por Dios, Chan Mi. ¿Por qué no te vas a casa? Yo puedo cuidar de mí mismo. Pareces mierda”.
Ella le dedicó una cálida sonrisa mientras desarrollaba sus piernas, se puso de pie, y luego se estiró. "Voy a leer una historia." Chan Mi agarró un libro que estaba en el tocador. "Esto debería ayudarte a que tu mente fuera de... ya sabes."
"¿Quién es él?", Preguntó Minwoo, pensando en el hombre que había llevado su muy corta la respiración-el hombre que había llevado a Minwoo al cuarto de baño.
Los ojos de Chan Mi cayeron al libro mientras alisaba su mano sobre la cubierta. "Vas a tener que ser un poco más específico, Minwoo."
Ella estaba jugando tímida con él. Chan Mi sabía exactamente quién Minwoo había estado refiriendo. Ella tenía que hacerlo. ¿Cierto?
"La única persona que he visto desde que estoy aquí." Él dio una palmada en la manta mientras él frunció el ceño. Después de dos días de negarse a abandonar su lado, Minwoo había comenzado a mostrar poco a poco su rostro de nuevo. Fue difícil tener una conversación bajo las sábanas, y ella había bromeado y burlado con él, ayudando a Minwoo a bajar la guardia a su alrededor. "Y ¿por qué no me dices dónde estoy?"
Ajustar el libro a un lado, Chan Mi se acercó a la cama y se sentó. Sus dedos empezaron a torcerse en su largo pelo negro, los ojos fijos en el suelo. "Es mi tío, Junjin."
"Bueno, tú dices tío Junjin que entre aquí en este momento. Quiero respuestas" Minwoo apretó los dientes ante la idea de estar encerrado en esta sala. A pesar de que estaba decorado lujosamente, era todavía una jaula. Ya había tenido suficiente de ellos para toda la vida.
Una abrumadora urgencia ondulada a través de él para ir a casa.
Lo que iba a hacer a partir de ahí, se daría cuenta más tarde.
La boca de Chan Mi se crispó cuando lanzó su pelo. "Confía en mí cuando te digo Que ordenarle que hacer no sería bueno para tu salud”.
Minwoo abrió la boca para decirle que él sabía Junjin era su compañero, lo había olido cuando el hombre se lo había llevado al baño hace dos días, pero algo le hizo mantener ese conocimiento para sí mismo. "No me importa. Sólo dile que venga aquí”.
Si el hombre quería actuar como Minwoo no existiera, entonces Minwoo podría actuar como un idiota. Tiempos desesperados medidas desesperadas.
"Es tu cuello." Chan Mi puso de pie, mirando hacia abajo a él. "No digas que no te lo advertí. Él es el líder de los elfos de la sombra y antiguo comandante de los Centinelas. No se puede conseguir nada más aterrador que él. "entonces ella sonrió. "Pero él es bueno conmigo."
Con eso, ella rebotó fuera de la habitación. Minwoo realmente no le importaba si Junjin despreciado que lo manden. Después de dejar a Minwoo el cuidado de un adolescente, Junjin podría aspirar el grande peludo trasero.
Después de media hora había pasado sin Junjin o Chan Mi, la sangre de Minwoo comenzó a hervir. Pensando en la pesadilla sólo alimentaba la ira, por lo que es más caliente por el segundo. Después de cuarenta y cinco minutos de espera, Junjin finalmente llenó el umbral. Él apoyó el hombro en el marco, sus ojos dispares barriendo sobre Minwoo.
Toda la bravuconería Minwoo había sentido se escabulló cuando el aura amenazante llenó la habitación. Había decidido mentalmente sobre lo que iba que decir, pero ahora su mente estaba totalmente en blanco. El hombre tenía que estar cerca de dos metros de altura. Su cuerpo no estaba demasiado musculoso, pero el oleaje fuerte de la carne entonado definitivamente destacado. Esos ojos todavía molestaban a Minwoo, al igual que las uñas largas del hombre que terminaban en puntas afiladas. Su largo, pelo negro sedoso estaba trenzado sobre su hombro como una serpiente silenciosa que llegó hasta el final a su cintura.
"¿Por qué eres tan difícil con Chan Mi?" La pregunta fue planteada en un tono bajo y tranquilo, como si Junjin estaba pidiendo un tipo de informe.
"Porque", Minwoo comenzó cuando su bravuconería regreso, un poco. "Me has dejado solo durante dos días enteros."
"No solo," Junjin corregió.
"¿Llamas a un adolescente para cuidar de un hombre herido, totalmente crecido no es quedarse solo?" La amargura se elevó lentamente a través del pecho y en la garganta, como el gas caliente. Ya mentalmente con cicatrices, desfigurado, y ni idea de dónde estaba, fría distancia de Junjin no estaba ayudando a Minwoo. El coyote de Minwoo gimió por su compañero, pero lo ignoró.
"Chan Mi es muy capaz." Junjin apartó del marco. "¿Había algo que necesitaba?"
Sí, la mente de Minwoo suministra, quería que termine esta pesadilla y para descubrir que mi estancia en el Hotel Infierno nunca tuvo lugar. "Claro que sí." Su tono cambió a un tono alegre. "La puerta, por lo que puedo conseguir estar fuera de este lugar."
"Eso va a ser un problema", respondió Junjin. "No estás en condiciones de cuidar de ti mismo por su cuenta."
"¿Así que me estás manteniendo aquí en contra de mi voluntad?"
Chan Mi entró con una bandeja llena de alimentos. El aroma llenaba el aire y el estómago de Minwoo comenzó a retumbar.
"Eso prácticamente lo resume todo", dijo Junjin antes de salir de la habitación.
Junjin podría pensar que él podía sostener a Minwoo prisionero, pero eso no significaba Minwoo tenía que darse la vuelta y mostrar su vientre. Iba a salir de aquí y no iba a mirar hacia atrás. Le dolió como el infierno de que su compañero le estaba dando la espalda, pero Minwoo sabía que iba a sobrevivir. No tenía otra opción.
Asegurándose de que Chan Mi estaba profundamente dormida, Minwoo empujó la manta a un lado. Minwoo gruñó mientras miraba la toalla verde apoyada en la mesita de noche. ¿Por qué no habrían de darle nada de ropa?
Después de envolver la tela alrededor de su cintura, la cintura, Minwoo bajó por el suelo, rezando ninguna de las tablas chirriaba al llegar a la puerta. Dio a Chan Mi una mirada fugaz, envolvió sus dedos alrededor del mango niquelado y tiró hacia abajo y luego hacia el interior, dando un paso hacia el pasillo. No se molestó en cerrar la puerta del todo, miedo de hacer demasiado ruido.
Minwoo quedó allí por un momento, como un ceño arrugó la frente. Un pasillo largo, lleno de sombras oscuras, se extendió a cada lado, dejándolo sin saber qué dirección tomar. Se quedó mirando un florero sentado en un pequeño soporte de madera a través de su puerta. Minwoo esperó, como si una brillante flecha de neón de pronto aparecerá y le orientará en la dirección correcta.
Decidiendo que iría izquierda, Minwoo mantuvo sus pasos suaves sobre las tablas del suelo de madera. Su corazón se aceleró, golpeando tan fuerte en sus oídos que preocupaba que lo escucharan. La idea cayó en la cuenta de que si Junjin era el líder, no sólo podría haber guardias alrededor de la casa, o por lo por lo menos, caminando por el perímetro exterior.
No tenía ni idea, pero él no estaba renunciando. Alojarse aquí no era una opción para él.
¿Y volver a casa es mejor? una voz en su cabeza le preguntó.
Eres un monstruo cortado maldita sea. ¿Cree usted que el Sr. Walker va a seguir dejando usted trabaje como cajero? Entonces, asustaría a todos los clientes corriendo y gritando.
Minwoo se detuvo. Su voz interior era cruel, sino que siguiendo la verdad. Si volvía a Villa Kim, no había una oportunidad en el infierno que él sería capaz de mantener su trabajo, y a su vez, nadie lo contrataría. Él sería un vagabundo sin hogar, mendigando por el cambio sólo para conseguir una hamburguesa o unos guantes cálidos. Pero él no podía quedarse allí. No cuando estaba enjaulado, una vez más. Un escalofrío se apoderó de su cuerpo como Minwoo pensó en esas jaulas. Tenía que llegar para ayudar al hablador Charlie y los otros. Y tenía que averiguar qué había pasado con Taevin. ¿Cómo podía haberse olvidado de ellos? Una razón más por la que tenía que salir de aquí. Si nada más, Minwoo tenía que hablar con Jongin sobre ese lugar lleno de horror. Podría haber sido el pensamiento de ese almacén, pero a Minwoo, el aire en el pasillo se sentía más pesado que en su dormitorio. El silencio era espeso como una manta y ensordecedor a sus oídos.
Una puerta se abrió y Minwoo congeló. Dos hombres salieron. Se puso rígido, aterrorizada de los dos gigantes azules, antes de reconocer a uno de ellos como Junjin.
Pero conociendo a uno de los chicos era su compañero no se detuvo se encontró deseando que se hubiera quedado en su habitación o había salido bien en lugar de la izquierda. Pero ya era demasiado tarde para cualquier tipo de deseos.
"¿Qué demonios?" Gritó el hombre de pie junto a Junjin, abriendo mucho los ojos y luego estrechamiento. El hombre ya era bastante aterrador, azul y torres sobre Minwoo. El brillo implacable en las oscuras profundidades de sus ojos no ayudó a descongelar el interior de Minwoo. El desconocido se volvió hacia Junjin, apuñalar a un largo y delgado dedo hacia Minwoo. "¿Puede explicar por qué tiene un shifter desnudo de pie en su vestíbulo?"
"Él tiene una toalla" Junjin señaló secamente. Los ojos de su compañero se deslizaron a Minwoo. La expresión en las dijo para Minwoo permanezca tranquilo.
Minwoo tenía que hacer teniendo en cuenta que estaba demasiado asustada para hablar no hay problema.
"Junjin," dijo el hombre, con el rostro azul bañando con un matiz de luz roja, que lo hace lucir un poco morado como la ira cruda llenó sus ojos.
"Lo estoy considerando como una mascota", dijo Junjin.
Minwoo dio un paso tambaleante hacia atrás, su aliento golpeando fuera de su pecho. Junjin podría haber extendido la mano y le dio un puñetazo y le habría dolido mucho menos.
Aunque el elfo Sombra había estado ignorando por completo Minwoo desde que había despertado, la declaración contundente hizo su pecho se siente como un enorme agujero en bruto fue abriendo hacia arriba.
"¿Sabes cómo nos sentimos acerca de shifter después de lo hizo Kiseop. Deshazte de él". El hombre con Junjin rastrillado sus ojos hacia abajo de Minwoo y Minwoo deben tener quemado por la mirada llena de odio. "Es un fenómeno. Mira todas sus cicatrices. ¿Cómo puedes mantener a una criatura tan patética en su casa? "
"Cuida tu lengua", dijo Junjin, un gruñido sordo apretado en su pecho. Junjin intimidaba lo suficiente, pero la mirada oscura que cruzaba su rostro era un tanto aterradora y siniestra. "puedes ser uno de los miembros del consejo, pero no se olvide con quien estás hablando."
Los ojos del hombre embotados. "ponle un Collar entonces para que todos sepan que es su mascota."
Minwoo se giró para irse, pero los dedos encrespado alrededor de su brazo, sosteniéndolo en su lugar.
"¡Déjame ir!" Minwoo pateó Junjin, golpeando en la espinilla del hombre. La medida sólo hizo dedos de los pies de Minwoo latieran de dolor, pero su humillación era profunda y él simplemente no le importaba.
"Peleador" el extraño dijo con un brillo en sus ojos que revela lo mucho que estaba disfrutando de esto. El desconocido recordó a Minwoo el guardia que lo había torturado. Tenían esa misma mirada desapasionada en sus ojos.
"Dejanos", Junjin ordenó al hombre cuando su agarre se hizo moretones. Minwoo quedó inmóvil, entrecerrando los ojos al extraño, y luego Junjin. Ambos le hicieron caso.
"Muy bien." El hombre giró sobre sus talones y se alejó a toda prisa.
"Bastardo, probablemente, va a anunciarlo a todos en la tribu", Junjin murmuró antes de girar los ojos en Minwoo.
"Te lo mereces", argumentó Minwoo, torciendo el brazo y la esperanza como el infierno de que las uñas afiladas de Junjin no perforan su carne. "Usted debería haberme enviado a casa cuando te lo pedí”.
"En cambio" -Junjin arrastró Minwoo regreso por el pasillo "acabas de alerta cada miembro de mi tribu de tu presencia. No me sorprendería si se movilizan ahora, dispuesto a matarnos a los dos”.
Minwoo no sabía nada acerca de los elfos de la sombra aparte del hecho de que existían, pero incluso a él lo que estaba diciendo Junjin parecía bastante duro. "¿Ellos nos mataría sólo porque tienes un shifter en su casa?"
En lugar de llevar a Minwoo de regreso a la habitación que había sido su prisión durante días, Junjin lo arrastró a una oficina. El elfo de la sombra lo mantuvo hasta que llegaron a un escritorio de roble barnizada grande. Minwoo tiró más duro en su brazo cuando vio Junjin tiró un collar tachonado negro del cajón de su escritorio.
"¡No!" Minwoo tiró y tiró, mordiendo y pateando para alejarse. No estaba con toda su fuerza, ni mucho menos. Sus intentos de obtener su libertad él se desgastaba rápidamente, haciéndole jadear mientras sus ojos se centraron en la gruesa pieza de cuero. Con un fuerte tirón, Junjin lo acercó. "Si no usas esto, los dos estamos muertos."
"Entonces mátame ahora", gritó Minwoo, el tono de su voz se elevaba. Tiró de nuevo, mordiendo con fuerza en el antebrazo de Junjin antes de ser clavado en el escritorio. Minwoo odiaba a sí mismo por dejar que las lágrimas cayeran de sus ojos. Odiaba a Junjin por lo que él estaba tratando de hacer, lo que hizo.
No le importaba a él que los dos iris diferentes llenos de remordimiento y arrepentimiento. En ese momento, Minwoo odiaba a todos y a Junjin quien puso el collar en su cuello, con un pequeño candado.
Después de eso Minwoo volvió a su dormitorio, Junjin regresó a su oficina. Deslizó su mano sobre el escritorio, el envío de los contenidos volando hasta el suelo, estrellándose en la alfombra. Él rompió la lámpara, revocó la estantería, y luego golpeó su mano a través del arco en forma de ventana.
Eun Su precipitó en la oficina y luego se detuvo, mirando a Junjin como si no estuviera seguro de lo que debía hacer. "¿Junjin?"
"¡Vete a la mierda!" Junjin cogió una algo de la estantería y la arrojó a Eun Su. El centinela se agachó y luego asintió con la cabeza, dejando Junjin con su alboroto.
Junjin no podía conseguir sacar esa mirada de su cabeza. Minwoo había tenido tanto miedo, tanto miedo, todavía Junjin había obligado su cuello a él sólo por que ese bastardo pomposo, , no iba a volver con una multitud furiosa.
"Eres un cobarde y un pedazo de mierda", le espetó a sí mismo mientras se deja caer sobre los cojines del sofá. Junjin acunó su cabeza entre las manos, sin preocuparse de que uno de ellas goteaba sangre. Sería tan fácil de quitar el collar y decirle a toda su tribu que le besaran su culo. Pero no era tan sencillo. Por un lado, como bien entrenado como Junjin estaba, no podía luchar contra un pueblo entero. Pueden temerle, pero no dejaría que algunos vinieran en la noche y el establecimiento de su casa estaría ardiendo mientras él, Minwoo, y Chan Mi aún estuviera con vida.
Lo que ellos no sabían era que Junjin no quería que su pueblo le temiera. El respeto era lo que buscaba, pero ¿quién respetaría a un mutante? Su propia madre se había burlado de Kiseop cuando entrego a Junjin la tribu. Ella le dijo que iba a fracasar miserablemente, que iba a destruir su forma de vida.
Segundo, Junjin le encantaba la zona pantanosa más que nada. No podía imaginar vivir en otro sitio. Deseó poder permitir a Minwoo vagar libremente, conocer a la gente de Junjin y ver lo encantador que este lugar realmente era. No todos los elfos de sombra eran despiadados cuando se trataba de personas ajenas. La mayoría lo eran, pero un puñado pensaba que las viejas costumbres eran anticuadas. Por desgracia, la mayoría se pronunció a esta sociedad, y que la mayoría dijo apareamiento fuera de su raza sea una sentencia de muerte
Sintiéndose jodido acerca de qué hacer, Junjin agarró una botella de whisky de un estante que había escapado de su ira y tomó un largo trago ojos de color cobre llenos de terror absoluto, una vez más brillaron por su mente. Junjin apretó la mandíbula, empujando desde el sofá y recuperar la llave de uno de los cajones del escritorio. No estaba seguro de lo que iba a hacer al respecto Minwoo, pero él no iba a doblar la voluntad del hombre a costa de su compañero.
Maldicion, verdad que había forzado ese collar en Minwoo.
Dejo la botella, Junjin regresó al dormitorio de Minwoo. Chan Mi estaba acurrucada en la silla, con los ojos muy abiertos mientras lo miraba.
Junjin inclino la cabeza hacia la puerta, diciéndole que se vaya.
Se puso de pie y salió corriendo cuando Junjin se acercó hacia la cama para ver Minwoo despierto. Tenía los ojos inyectados en sangre, pero todavía llenos de tanta ira. Su cabello castaño estaba despeinado y una gran parte estaba colgando en los ojos del shifter, que lo hace lucir el doble de aprensión.
Junjin mostró al hombre la llave antes de llegar a la cerradura.
"No lo hagas." Minwoo se apartó. "No quiero que me toques."
Junjin estudió la cara llena de cicatrices de Minwoo. El cuchillo usado por él carnicero había cortado a través de una mejilla pálida. No fue un gran corte, pero era muy notable. Otra marca corrió desde la esquina de su ojo derecho de debajo de su mandíbula.
No por primera vez, o incluso la décima, Junjin se preguntó qué tan mal estaba Minwoo sufriendo en el interior. Los pensamientos de Junjin de repente giraron de nuevo a una época en la que estaba en el entrenamiento, cuando el entrenamiento muchachos con él había querido derrotar a la mierda de Junjin por ser diferente, por tener diferentes colores de ojos y largas, uñas negras y afiladas. Por tener una puta madre y por tomar a la formación como pez en el agua cuando la mayoría de ellos tuvieron problemas sólo para obtener los movimientos correctos.
Él sabe lo que Minwoo estaba pasando si no hubiera estado tratando de mantenerlo alejado, negándose a acercarse. Junjin había luchado-y todavía lo hacía-con sus emociones desde la llegada de Minwoo. ¿Cómo podría un hombre que no sabía nada del amor, cuyo corazón estaba encerrado en hielo, mostrar sensibilidad hacia otro? Junjin había formado lazos de medio culo con unas pocas personas-como Eun Su, Dae Kwang, y Chan Mi-pero ni siquiera los tres sabían mucho de él. Junjin guardó para sí la mayor parte del tiempo, hablando muy poco, pero observando todo.
Kiseop es la única persona que te conoce mejor que nadie. Y el hombre vivía en Villa Kim, un lugar lejos de aquí. Junjin no visitaba a su amigo a menudo. Kiseop tenía su propia vida ahora.
Junjin levantó la mano, la mostró la llave a Minwoo.
Cuando el hombre se negó a tomarlo, Junjin la dejó caer sobre el colchón al lado del shifter. La mirada de Minwoo dijo que Junjin fue el lobo feroz que estaba disfrazándose de Caperucita Roja y que una vez que agarra la llave, Junjin atacaría.
"Te lo quitaré." El tono de Junjin fue un poco duro, pero la verdad fue de disgusto que sentía consigo mismo. No tenía nada que ver con Minwoo.
Sentándose, Minwoo le arrebató la llave de la mano. Con mucha rapidez él tenía la llave insertada en el candado.
El collar desapareció y luego Minwoo lo lanzó a través del cuarto. El collar se golpeó contra la pared antes de deslizarse detrás de la cómoda.
Minwoo era la llave para Junjin por verlo de caer al suelo.
Una declaración, Minwoo tomó una posición en contra de la injusticia de lo Junjin había hecho, y se notaba un tono oscuro, una sensación de triunfo que se mezclaba con el dolor. Los ojos de Minwoo no estaban llenos de alegría aunque había eliminado con éxito el collar. Sus ojos hablaban del dolor que estaba sufriendo, la soledad que sentía, y Junjin sabía esas emociones demasiado bien.
Minwoo no pidió ser llevado a casa como Junjin asumió que lo haría. El hombre se puso de pie junto a la cama, con la espalda rígida, con la cabeza bien alta, pero sus ojos... Dios, esos ojos.
Hablaron con Junjin en formas que le hacía sentirse incómodo, que le recordaban demasiadas de las crisis que él mismo tenía vividas durante los siglos.
"¿Qué vas a decirle a tu compañero?" La pregunta goteaba con ácido.
Antes Junjin pudiera abrir la boca para responder, las tablas del suelo crujían a las afueras de la puerta del dormitorio.
Continuara...