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Sé que sólo soy yo. por Ash_Ashford

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Notas del fanfic:

PD. Los personajes pertenecen a Eiichiro Oda.

Comenten que pareja les gustaría ver.

Notas del capitulo:

Pareja: Coby x Luffy Contiene: Lemon.

Me divertí mucho haciendo este capítulo. El objetivo principal era prácticar el escribir lemon y siento que medio salió. 

Esta pareja me parece muy menospreciada, a mi me gusta mucho. 

Espero que les guste.

Sé que sólo soy yo.

Capítulo uno: La admiración sobrepasa.

Tendría aproximadamente cinco horas bajo el sol. Todavía puedo sentir el aire caliente sobre mi nuca, todavía recuerdo el color rosado del cielo en las últimas horas de la tarde, por esas horas el entrenamiento ya había terminado pero igual que todos los días yo quería seguir un poco más. Al igual que el resto de veces que entrenaba, mi cabeza dolía un poco, mi vista intentaba desesperadamente ver sin necesidad de los anteojos y podía sentir todo el sudor escurriendo por mi cuerpo pero no me iba a detener. Sabía que el señor Garp me estaba viendo, divertido y comiendo una dona probablemente, pensando en que debería de parar y descansar un poco pero sin hacer nada para detenerme. Así era él, se preocupaba mucho más por sus discípulos de lo que decía. Me preguntaba si Luffy-san había pasado por el mismo entrenamiento en su niñez.

Por ese entonces había pasado unos 8 meses desde que lo había conocido. A pesar de sólo estar con él por menos de una semana el joven me dejo una impresión lo suficientemente marcada para convertirse en mi modelo a seguir. Su determinación, su fuerza de voluntad y ese amor por soñar me hizo avergonzarme de lo pequeño y patético que era. Todavía hoy, a pesar de todos los años que han pasado desde la primera vez que vi esos ojos grandes y burlones puedo sentir ese dejo de vergüenza por haber desperdiciado tanto tiempo en el barco de esa vieja bruja sin hacer nada al respecto. Luffy me salvó, no sólo de la vieja bruja, también me salvó de mí mismo, de mis miedos y mi falta de acción. Tal vez esa fue una de las razones por las que me enamoré de él.

Aquella tarde seguía cayendo y de un momento a otro todo se volvió oscuro. Desperté después, en la enfermería.

:-¿Qué pasó?

:-Te desmayaste por un golpe de calor. –Me contestó la enfermera a mi lado. Detrás de ella se encontraba el señor Garp.

:-El doctor dijo que debías reposar tres días para seguir con una buena salud. Pero yo te digo que sólo tienes un día de reposo, así que disfrútalo y la próxima vez piensa bien antes de sobre esforzarte, idiota.

:-Perdone señor, ¡no volverá a pasar! –Dije tan energéticamente como pude.- Disculpe, ¿cuánto he dormido?  

:-12 horas

:-Mentiroso, Coby-san sólo lleva aquí diez minutos.

:-Bwahahahahaha bueno, tienes el resto de la noche y mañana para descansar, no lo desperdicies. –Dijo mi superior mientras se alejaba. El abuelo era igual de enigmático y raro que el nieto.

Dormí un par de horas y después de comprobar que estaba lo suficientemente bien me dejaron ir a mi habitación. Las habitaciones de los aprendices eran camarotes compartidos con otra u otras personas. Mi camarote estaba hasta el fondo de la estancia de habitaciones y era tan pequeño que sólo cabíamos yo y Helmeppo cosa que agradecía porque tener un poco de privacidad en ese cuartel era toda una osadía. Por ese entonces Helmeppo había sido asignado a una pequeña misión de guardia en una isla cercana (el señor Garp lo había enviado sólo a él porque según sus palabras “A ese flacucho todavía le faltaban agallas”) así que por primera vez desde el comienzo de mi entrenamiento tenía todo un día para mí con la certeza de que ningún ronquido iba a despertarme por la noche. Era una sensación bastante acogedora, pero no podía evitar sentirme inútil. “Si ese entrenamiento hubiera sido una batalla muchos compañeros hubieran muerto por mi culpa” me repetía a mí mismo una y otra vez. Luffy-san no se hubiera desmayado por algo tan insignificante. Al cabo de un breve momento me sorprendí pensando en qué estaría haciendo Luffy-san en ese momento. Después de Arabasta (el señor Garp nos había contado la verdad a Helmeppo y a mí) no se había escuchado nada de él. Muchos años después el mismo Luffy-san me contaría la historia de cómo con el Merry go disfrazado de ave, los Muguiwaras conquistaron los cielos. Pero el joven Coby no tenía ni idea de ello y temía por la vida de su modelo a seguir. “¿Y si se encontró con algún otro shichibukai y murió?, No, los periódicos habrían dicho algo. ¿Y si lo secuestraron? No, su recompensa no es tanta. ¿Y sí, y sí?” Cansado de mi pesimismo me obligue a dejar de pensar en ello y confiar en Luffy-san y sus habilidades. Eran alrededor de las 10 de la noche, la hora común para ir a dormir de los aprendices de menor rango, pero no tenía sueño. Después de intentar estudiar los lineamientos de la marina por centésima vez (sin éxito en particular esa vez) mis pensamientos volvieron a Luffy-san. ¿Cómo se vería ahora? ¿Habría cambiado algo? Yo había cambiado. Había bajado 10 kilos para después recuperar 5 en puro músculo. Mi abdomen comenzaba a verse trabajado y aunque todavía tenía un camino bastante largo por recorrer, mi cara era menos redonda que antes. Tal vez él hubiera crecido o se habría bronceado más. Me lo imaginaba un poco más corpulento y con su cabello lacio un poco más largo. Probablemente olería a mar, a brisa marina. Con sus manos grandes siempre inquietas, brincando de aquí para allá. Con su camisa sin mangas y abierta del pecho. Sus abdominales marcados bajando hasta el pubis probablemente cubierto de una alfombra negra, que bajaba un poco más hasta… Cuando caí en cuenta de las cosas que estaba empezando a pensar mi mano ya estaba masajeando una muy grande erección. La solté de inmediato y sentí una culpa abismal. Nunca antes me había masturbado y mucho menos había pensado en Luffy-san de esa manera. Fui de inmediato al baño y me metí en las regaderas con miedo de que algún compañero me viera en esa penosa situación. Al cabo de un rato y de muchos pensamientos sobre perritos muertos pude relajarme. Fui a dormir pensando en pararme a la misma hora de siempre e intentar estudiar. Pero intentar tener un sueño tranquilo fue imposible. Al día de hoy no entiendo que fue lo que paso, tal vez el saber que tenía todo el día suficiente para descansar o tal vez que Helmeppo no estaba en la habitación pero nunca en mi vida tuve tantos sueños húmedos como en esa noche. Luffy besándome, abrazándome, tocando, lamiendo, entrando, gimiendo y cada vez que estaba cerca del orgasmo en el sueño me despertaba sudoroso, aterrado de mi propio subconsciente y con una erección muy bien desarrollada, pero sin haber acabado.

Terminé despertando 6 horas después de lo que solía, con un cansancio extremo y un hambre abrumadora. El resto del día fue prácticamente yo intentando huir de mis pensamientos nada correctos sobre Luffy-san. ¡Maldición hasta lo había imaginado usando una falda! Cansado de huir decidí enfrentar mis problemas como probablemente el mismo Luffy-San hubiera hecho desde el principio. Mirando a ambos lados antes de cerrar la puerta para cerciorarme de que nadie viera me encerré con llave decidido a no abandonar la habitación hasta que mis pecaminosos pensamientos desaparecieran. Cerré la ventana y las cortinas y me quede sólo con la tenue luz de la lámpara de mesa. Sabía que tenía que masturbarme, pero no quería aceptarlo. Al menos no quería hacerlo con Luffy-san. Busqué debajo del colchón de Helmeppo y encontré lo que buscaba: revistas porno. Observé la portada: Una bella chica rubia con unos prominentes senos observaba al frente mientras usaba lo que parecía ser un uniforme de la marina muy pequeño y con falda en lugar de pantalones. Sin pensarlo mucho la abrí al azar y me topé con un primer plano de una vagina muy húmeda al lado de un pene muy grande. Muy muy grande. Mi mirada y atención se concentraron en el pene ¿era normal tener algo así de grande? Si le metía eso a la chica la iba a matar, pobrecilla. ¿Luffy podría estirar así su pene? Sacudí la cabeza de inmediato, y pase a la siguiente página, pero fue inútil, terminé pensando en Luffy-san de igual forma y pasó lo mismo con la siguiente y la siguiente. Al final terminé de ver toda la revista y sólo me había puesto duro por pensar en Luffy-san. Me resigné.

:-Sí hay un Dios, que me perdoné por lo que voy a hacer. Y Luffy-san, tú también perdóname por favor.

Ya que finalmente me había resignado, como si fuera una cruel jugarreta del destino mi mente se quedó en blanco. Traté de pensar abruptamente en Luffy-san haciendo algo obsceno pero la vergüenza no me dejo en paz, así que después de un rato de intentarlo me decidí por hilar algún tipo de historia en mi cabeza.

Me había mandado a una misión al Grand line, y me encontraba con Luffy quien se había convertido en el héroe de alguna otra isla. Era justo como lo había imaginado, un poco más fornido, más bronceado y con el cabello un poco más largo. Después de festejar y pasarla bien con todos el me pedía que lo acompañara al bosque y así lo hacía. Solos los dos en el bosque, alejados de los demás. Luffy-san me tomaba de la mano y me jalaba hacía él, me decía que me había extrañado, que no podía dejar de pensar en mí, que mi cambio de apariencia le parecía sexy. Luffy-san me susurraba al oído mientras empezaba a abrazar mi cuerpo. Yo podía sentir como mi temperatura se elevaba, como mi respiración se alteraba. Luffy-san ponía su mano en mi pecho, me decía que se podía sentir mis abdominales, pero que prefería verlos, así que comenzaba a desabrochar los botones del uniforme de la marina mientras me veía directamente a los ojos, esos ojos suyos tan burlones siempre ahora parecían ser coquetos. Terminaba de desabrochar la camisa y se agachaba un poco, su mano recorría de arriba abajo mis abdominales, podía sentir sus manos juguetear con mi piel, hasta que una de ellas se posaba en uno de mis pezones y con la otra mano Luffy-san me agarraba de la nuca y empezaba a besarme, podía sentir su aliento cuando se despegaba para respirar. La humedad de su boca, su lengua sobre la mía, la mía sobre la suya mientras me pellizcaba con delicadeza los pezones. Se sentía tan bien. Mis manos empezaban a tomar más confianza, pasaban del cuello y nuca contrarios al trasero, y luego a la grande erección de Luffy-san. “Mmmm eres un chico más travieso de lo que pareces” decía. Se separaba de mí y bajaba sus pantalones, yo veía ese bulto debajo de su ropa interior y sabía lo que debía hacer. Me ponía de rodillas y lo tocaba, el bulto palpitaba debajo de mi mano, acariciaba un poco más fuerte, podía sentir un poco de humedad traspasar la tela de algodón, y lo besaba. Podía oír un pequeño gemido saliendo de Luffy-san. Quería escucharlo más, quería más de Luffy-san, así que bajaba la ropa interior, su erección era incluso más grande que lo que se veía debajo de la ropa. Lo admiraba por un momento para después lamerlo suavemente, Luffy-san volvía a gemir. Me encantaba su sabor, quería más. Lamia más fuerte, desde la base del pene hasta el glande y sentía como Luffy-san temblaba. Lo introducía todo a mi boca, a duras penas entraba, lo sentía hasta mi garganta y Luffy-san gemía y se retorcía. Lentamente empezaba un vaivén donde entraba y salía, sentía como Luffy-san tomaba mi cabeza y empezaba a marcar el ritmo “Mmm Coby, así, más rápido, sí, así” Decía entre gemidos. Cada vez movía sus caderas más y más rápido, podía sentir su pene palpitar dentro de mí, cada vez más rápido, cada vez gemía más fuerte y yo cada vez estaba más duro hasta que se venía en mí. Podía sentir el sabor de Luffy-san dentro de mí, y entonces yo llegaba al éxtasis por haber servido bien a Luffy-san.

Entonces abrí los ojos y un charco mediano de semen estaba en el piso a un metro de mí. Había llegado al cielo, pero ahora me sentía tan mal como un esbirro del infierno. Limpie la mancha y fui a bañarme. Pero desde de ese entonces no hubo ninguna otra cosa en el mundo que me hiciera venirme que no fuera pensar en Luffy-san. Y lo peor no fue eso. Lo peor fue darme cuenta que ninguna otra persona, incluso después de tanto tiempo fue capaz de cautivar mi corazón como lo había hecho Monkey D. Luffy, pero al menos por aquel día, mi perversión había sido calmada.

Notas finales:

Estoy 100% de que esta historia en particular va a tener al menos 3 partes.

Comenten cual pareja les gustaría ver :)

 


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