Los siguientes días se volvieron más fríos. Sung Hak se alegró de haber llevado a Baram y Sul Hu a comprar ropa adecuada para el clima. Es cierto que podría haber gastado mucho, pero la abolladura a su tarjeta de crédito había valido la pena. Incluso había adquirido un buen número de juguetes para Sul Hu, junto con su propio iPad. Kidoh había cargado el iPad con un montón de juegos apropiados para la edad del cachorro.
Dong Wan todavía no tenía noticias de su contacto en la estación de policía, y la señora No Eul no se encontraba en ninguna parte. Eso tenía a Sung Hak incómodo. Si el contacto de Dong Wan no había llamado, eso significaba que Jian Ci estaba todavía por ahí.
-Necesito hacer una parada rápida -Sung Hak, dijo mientras sacaba su camioneta del estacionamiento de la tienda de comestibles. -Necesito conseguir algunos suministros para la cena.
-¿Puedo tener dulces? -preguntó Sul Hu desde el asiento trasero- He sido bueno.
El pequeño cachorro lo hizo. A lo largo de las compras, Sul Hu había estado en su mejor comportamiento. -Te diré algo -dijo Sung Hak- Come toda tu cena, y lo que escojas es todo tuyo.
-¿Por qué no puedo tenerlo ahora? -El labio inferior de Sul Hu se deslizó hacia fuera, y Sung Hak casi cede.
-Porque si comes comida chatarra ahora, no vas a comer la cena -dijo Baram.
-Uh-huh -respondió Sul Hu- Voy hacerlo. Lo prometo.
A lo largo de la tienda, Sul Hu repitió a Baram y Sung Hak la promesa de cenar. Sung Hak no estaba seguro de cómo los padres lo hacían. La mendicidad le estaba volviendo loco, y él estaba dispuesto a dar al niño lo que quisiera si el pequeño individuo dejaba de alegar su caso.
-Aquí. -Sung Hak empujó una caja de cereza Pop Tarts en Sul Hu-.Tómalo.
Baram cogió la caja. -No hasta después de la cena.
Sul Hu cruzó sus pequeños brazos y los fulminó con la mirada.
-Estoy confundido.
Sung Hak había abierto la boca para explicarle cuando se dio cuenta de cómo Baram se puso rígido. Su cara se había puesto pálida, y sus labios se separaron. Tenía los ojos ligeramente abiertos mientras miraba más allá de Sung Hak.
Girando, Sung Hak vio a un hombre de pie al final del pasillo. Su cabello era de color marrón, sucio, y colgando en sus hombros. Llevaba pantalones vaqueros gastados y una chaqueta de mezclilla desgastada. Quien quiera que fuera el tipo, él los miraba con ojos oscuros y fríos.
Baram tragó lo suficientemente alto como para que Sung Hak escuchara. -J-Jian Ci.
-Quédate con Sul Hu.
Sung Hak se dirigió por el pasillo, listo para rasgar a la hiena aparte. Pero cuando llegó al final, el hombre había desaparecido. Sung Hak escaneó todo su alrededor, pero Jian Ci no estaba a la vista. Se volvió y miró hacia atrás por el pasillo para ver a Baram sosteniendo a Sul Hu en sus brazos.
Los policías no habían capturado a Jian Ci. Su presencia en el almacén lo confirmaba. Desde que el bastardo resbaladizo eludió a la policía, Sung Hak decidió que descubriría donde el tipo se estaba escondiendo y se encargaría por sí mismo del problema. Él no iba a tener su vida familiar manchada. Baram y Sul Hu habían pasado ya suficiente.
* * * *
A la mañana siguiente Sung Hak y Baram fueron a observar un lugar justo en la calle principal del centro. Había sido un regalo del cielo que la persona que alquilaba el espacio hubiera decidido no renovar su contrato de arrendamiento. El agente de Sung Hak le había llamado y le dijo que llegara allí enseguida antes de que el espacio fuera agarrado.
Salieron dejando a Sul Hu con los hermanos de Sung Hak. Dong Wan había llevado a Sul Hu a la tienda y le mostró al cachorro los coches. Sung Hak no estaba seguro de si a Sul Hu le gustaban o no, pero lo único que importaba era que su pequeño cachorro estaba a salvo.
-¿Qué opinas? -Sung Hak hecho un vistazo a la habitación vacía. Era lo suficientemente grande como para mesas, un mostrador, y había un montón de espacio en la parte trasera para la cocina. El agente de Sung Hak le había dicho que todo el equipo de la panadería había sido vendido, pero había un montón de líneas de gas y los enchufes eléctricos para poner una cocina.
-Tiene potencial -dijo Baram mientras permanecía de pie en el centro de la habitación-. Ya puedo imaginar las mesas y cabinas. Creo que el mostrador debe ir aquí.-Su compañero se acercó a la parte izquierda de la habitación-. Encajaría perfectamente, y se podría utilizar vidrio para que la gente viera lo que va a pedir.
Sung Hak sonrió. Él se acercó por detrás a Baram y envolvió sus brazos alrededor de su compañero. -Me gusta la forma en que ya has visualizado la instalación.
Baram apoyó la cabeza sobre el pecho de Sung Hak. -Para ser honesto, puedo ver las plantas y decoraciones, también.
-Entonces está decidido. -Sung Hak besó la mejilla de Baram- Tú haces el diseño para el restaurante, y yo voy a hacer el diseño de la cocina.
-¿De verdad? -Baram se volvió en los brazos de Sung Hak-. ¿Tú me dejarías diseñar tu restaurante?
-Bien. -Sung Hak se rascó la barbilla- Quiero decir, ya que vas a ser el propietario de la mitad, es justo.
-Espera, ¿qué? -Los ojos de Baram saltaron mientras su mandíbula caía- ¿De qué estás hablando?
Sung Hak caminó hacia el otro lado de la habitación, examinando los pisos y paredes. Se estaba tomando un poco de espacio por si acaso Baram explotaba. -Somos compañeros, Baram. Compartimos todo.
-Pero no tengo dinero para poner en esto. -Baram se quedó allí mirando a Sung Hak como si hubiera perdido la cabeza- No puedo tomar la mitad del negocio cuando no he hecho nada para ganarlo.
-Confía en mí, lo ganarás. -dijo Sung Hak- Manejar un restaurante no es un juego de niños.
Baram cerró la distancia. Sung Hak se preparó. No estaba seguro de lo que su compañero estaba a punto de hacer. Se rio cuando Baram se arrojó en sus brazos. -¿Estás seguro de que eres real?
-La última vez lo comprobé. -Sung Hak bromeó- Y si no lo soy, entonces, sigue alucinando porque no quiero volver a pasar un día sin ti.
Baram lo miró a través de sus espesas pestañas castaño.
-Dices las cosas más dulces, oso huggy.
-¿Oso huggy? -Sung Hak rio hasta que le dolía el costado. Se secó los ojos con la palma de las manos y habló cuando su risa se apagó- Me gusta.
Baram deslizó la lengua por el labio inferior de Sung Hak. -¿Y ahora?
Con un gruñido de hambre, Sung Hak tiro a Baram a la cocina. El piso necesitaba un buen fregado, y se veía un poco triste y aburrido allí con ningún equipo. Pero al igual que Baram había imaginado como el comedor se vería, Sung Hak pudo ver cómo quería que la cocina se viera. Examinó la puerta de atrás y decidió que necesitaba un mejor bloqueo. También quería instalar un maldito buen sistema de alarma. Estaban en el centro de la ciudad, y aunque la mayor parte de la zona era agradable, Sung Hak no quería correr ningún riesgo.
-Sólo necesito que este lugar pase la inspección y creo que podemos empezar a ordenar las cosas. -Sung Hak se volvió a Baram- Tengo un par de catálogos en casa si quieres mirarlos cuando volvamos.
Los ojos azules de Baram se iluminaron. -Trata de detenerme.
-También tenemos que decidir un menú.
Baram levantó las manos. -No sé cómo hervir el agua. Voy a dejar la cosa de la cocina a ti.
Lanzando su brazo alrededor del hombro de Baram, Sung Hak miró por encima de la cocina. -Creo que lo vamos a hacer muy bien. Entonces supongo que hemos encontrado un lugar. -El orgullo se hinchó dentro de Sung Hak. Después de semanas de caza para el lugar correcto, finalmente lo había encontrado- Voy a llamar a mi agente y le haré saber que queremos esto.
Girando en los brazos de Sung Hak, Baram lo abrazó. Se miraron el uno al otro antes que Sung Hak bajara la cabeza y hundiera su lengua en la boca de Baram. Se comió los gemidos que escapaban de Baram, su polla endureciendo ante el sonido. Cuando rompió el beso, Baram jadeaba.
-Debemos bautizar este lugar. -Sung Hak rebotó sus cejas de color claro. -Podemos hacer un antes y un después.
Los ojos de Sung Hak se entrecerraron cuando Baram se puso de rodillas, le desabrochó los pantalones y aspiró la polla de Sung Hak por su garganta. Jódeme de siete formas a partir del Domingo. Agarró un puñado de cabello de su compañero y tiró mientras sus caderas se disparaban hacia adelante en ráfagas cortas. -Mierda, Baram.
Baram chupó, lamió, y tarareó en toda la polla de Sung Hak. No pasó mucho tiempo para que Sung Hak bajara por la garganta del hombre. Él vio las estrellas mientras estaba allí tratando de recuperar su porte.
Cuando su cerebro finalmente se reinició, miró hacia abajo para ver la polla de Baram en su mano, cubierta de su semilla.
-Mierda.
Baram se puso de pie sonriendo. -El antes está oficialmente cuidado.
Sung Hak tomó la mano de Baram y la lamió antes de meterla de nuevo en sus pantalones. -Va a ser mi turno de caer de rodillas la próxima vez.
-Trato. -Baram besó a Sung Hak- Ahora vamos a llegar a casa.
Después de arrodillarme en este piso sucio, necesito una ducha.
Sung Hak bloqueo el lugar, teniendo una última mirada antes de que los dos se dirigieran hacia su camioneta. Cuando llegó el lado del conductor, vio un coche al otro lado de la calle. No estaba seguro de lo que le llamó la atención, pero reconoció al conductor como Jian Ci.
Con un gruñido profundo, Sung Hak comenzó a cruzar la calle, pero tuvo que hacer una pausa cuando un camión de reparto pasó por delante de él. En el momento en que el camión estaba fuera del camino, el coche había desaparecido.
* * * *
Dong Wan se sentó en su despacho escuchando la música que venía a él desde la tienda. Sus hermanos estaban sentados allí, hablando todos a la vez. Dong Wan levantó la mano para silenciarlos.
-He confirmado lo que me dijo Crest. Ninomiya Shinji está, sin duda, pensando en la expansión de su negocio. Tomó un montón que escarbar, pero Crest tenía razón. Wang Hao es el jefe del cartel de la droga.
Sung Hak maldijo. -¿Así que él está haciendo un trato con este shifter león para vender más drogas en Sugar Creek?
-Parece que sí -dijo Dong Wan- Y tenemos que averiguar un plan para detenerlo antes de que el acuerdo sigua adelante.
Dong Wan había estado tratando de llegar a un plan, pero Shinji estaba bien vigilado. Lo que decidieran hacer, tenía que ser preciso y rápido. Ellos tendrían muy poco tiempo para atacar antes que los hombres de Shinji se dieran cuenta de ellos.
-Vamos a averiguar su agenda -dijo Sung Hak- A partir de ahí, podemos poner las cosas en movimiento.
La mirada de Dong Wan se precipitó a Hoojoon. Tú y Sang Do.
Con un gesto de asentimiento, Kidoh dijo -Considérame la sombra de Shinji.
* * * *
Había tardado dos semanas en conseguir que el inspector revisara el lugar, y Sung Hak había tenido suerte. Por lo general, tomaba más tiempo, pero conocía a un tipo que conocía a un tipo.
-¿Es oficial? -preguntó Baram cuando entraron en el comedor- ¿Es nuestro?
-Síp. -Sung Hak palmeó su chaqueta donde el arrendamiento yacía en el bolsillo interior- Estamos oficialmente endeudados.
-Huele a orina aquí -dijo Kidoh al mirar alrededor. Tenía en los brazos a Sul Hu, negándose a poner al cachorro abajo.
-Bacinica -sonó Sul Hu.
Sung Hak tiró de Sul Hu de los brazos de Kidoh y lo puso sobre sus pies. Nakta, Se Hyuk, y A-Tom se dirigían al interior, y Yano ya se habían ido a la cocina para mirar a su alrededor.
-Algunos suministros llegarán el lunes -dijo Sung Hak, ignorando el comentario de Kidoh.
-También tengo un equipo que viene para ayudar a que este lugar esté listo y funcionando. -Algo de la instalación eléctrica necesitaría ser sustituida, y Sung Hak tenía a alguien de la compañía de gas llegando en la mañana del lunes para revisar las líneas. Una de las líneas había sido apagada debido a una pequeña grieta en la tubería.
-¡Oh, Dios mío! -Se Hyuk entró por la puerta y se dio la vuelta- Este lugar va a parecer increíble una vez que se adecue.
-Todavía huele a orina -se quejó Kidoh- Espero que el olor desaparezca en el momento de empezar a cocinar.
-¿Por qué no te vas? -Sung Hak dio a su hermano una mirada sucia- Deja de llover en mi desfile.
-No está mal -dijo A-Tom-. Tiene potencial.
-La ubicación es excelente -dijo Nakta- A diez minutos de casa. Agradable.
Envolviendo su brazo alrededor de Baram, Sung Hak tiró de su compañero cerca. Dejó escapar un suspiro tembloroso. Por fin había encontrado un lugar, y había pasado una inspección. Su sueño estaba finalmente en marcha, y estaba nervioso. Pensar en ser dueño de su propio negocio era una cosa. Pero que realmente sucediera era a la vez emocionante y estresante.
-Está bien -dijo A-Tom- Vinimos, vimos, conquistamos. ¿Ahora podemos ir a un lugar que ya esté en marcha y conseguir algo de comida?
-¡Comida! -Sul Hu levantó su brazo- Nuggets de pollo, por favor y gracias.
Con una sonrisa, Sung Hak esperó hasta que todos salieron en fila antes de cerrar la puerta de su sueño y unirse a su familia fuera.
* * * *
Baram sabía que algo malo pasaba cuando Dong Wan lo llamo a él y a Sung Hak a su oficina. Él sintió que estaba en la escuela primaria cuando se llama a la oficina del director. Se quedó allí sentado inquieto mientras miraba de Dong Wan a Sung Hak.
-¿Hice algo mal? -preguntó Baram cuando Dong Wan se sentó detrás de su escritorio.
-No, -dijo Dong Wan- no lo hiciste. Pero lo que tengo que decir es serio.
Tragando, Baram asintió.
-Recibí una llamada de mi amigo en la comisaría de policía. Baram se animó. - ¿Jian Ci fue capturado?
Eso le quitaría carga a su mente. Después de ver a Jian Ci en la tienda de comestibles, Baram casi tuvo un ataque al corazón. El hombre había sido más que cruel cuando él había salido con la madre de Baram. En verdad, Baram no veía como su madre soportaba al tipo. Todavía lo enojaba cuando pensaba en cómo había defendido a Jian Ci en lugar de a su propio hijo.
-La Sra. No Eul fue encontrada muerta en su casa -dijo Dong Wan. Él puso sus dedos entrelazados sobre su escritorio mientras miraba a Baram.
El corazón de Baram se desplomó. La señora No Eul había hecho todo lo posible para conseguir a Baram y Sul Hu de nuevo juntos. Ella siempre había sido todo negocio, pero justa. ¿Cómo podría alguien así engendrar un niño demonio?
-Hay más -dijo Dong Wan.
Baram no estaba seguro de si podía tomar más. Sul Hu, finalmente, se había instalado y estaba feliz. Así era para Baram. Él era uno de los dueños de un restaurante, su hijo estaba de vuelta con él, y la vida parecía estar mirando hacia arriba. Se preparó y tomó una respiración profunda. -¿Qué más hay ahí?
-La señora No Eul no presentó la documentación necesaria antes de irse a la clandestinidad -dijo Dong Wan- En lo que se refiere al estado, Sul Hu fue secuestrado.
Baram sintió que la sangre de la cara se le iba. La bilis subió a la parte posterior de su garganta. -¡Eso es una locura!
-He contratado a un abogado, pero tratar de explicar lo que ocurrió realmente va a ser duro. No tenemos ninguna prueba. ¿Te dio algún papel?
-No -Baram se retorció las manos mientras las lágrimas se reunían en sus ojos. Esta era una pesadilla completa. No había manera en el infierno que estuviera llevando a Sul Hu de nuevo a ese lugar.
-Él no va a volver -espetó Baram- Voy a correr con Sul Hu primero antes de dejar que se lo lleven lejos de mí.
-Nadie está tomando a Sul Hu -dijo Sung Hak. El hombre se mostraba confiado, pero Baram no estaba tan seguro de que pudieran impedir a los policías sacar a Sul Hu de su casa. Fue arrojado de nuevo a la noche en que se habían llevado a su hijo. La noche en que su madre le había dicho que era Baram quien había hecho avances hacia Jian Ci. Un agujero frío y vacío comenzó a formarse en el centro del pecho de Baram. Esto era irreal.
-El abogado va a venir esta tarde -dijo Dong Wan- Haremos lo que sea necesario para mantener a Sul Hu aquí.
-¿Y si el abogado insiste en que Sul Hu tiene que ser devuelto a ese lugar? -preguntó Baram- Los policías tienen “la sartén por el mango”, y yo no voy a dejar que se lleven a mi hijo.
-Es por eso que tú y Sul Hu estarán en casa de mis padres -dijo Dong Wan- Si se llega a esto, mis padres los van a sacar de Sugar Creek hasta que podamos aclarar esto.
-¿Podrían obstruir la justicia? -preguntó Baram, sorprendido de que la familia de Sung Hak rompería la ley con el fin de ayudarlos a él y a su hijo.
-Pequeño -Sung Hak dijo mientras agarraba la mano de Baram -déjame resumir esto para ti. Eres uno de nosotros. Igual que Sul Hu. Haremos lo que tengamos que hacer con el fin de asegurarnos de que Sul Hu no sea llevado.
Baram se lanzó hacia Sung Hak, abrazando a su compañero mientras las lágrimas caían. -Gracias.
-Tienes que ir a empacar una bolsa -dijo Dong Wan- Sung Hak te llevara a ti y a Sul Hu a la casa de nuestros padres.
Limpiándose los ojos, Baram asintió. Soltó a Sung Hak y corrió hacia la puerta.
continuara...
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