Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Stagnant por Kunay_dlz

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

miércoles 30, junio 2021.

Stagnant
II
Colores
 
 


 
Luego desperté dentro de un castillo diferente a Howgarts; los colores eran más claros a pesar de una pesada cortina que bloqueaba los rayos del sol directamente en la habitación, el techo estaba un poco más bajo pero tenía más espacio, la cama enorme, el escritorio y lo que parecía un ropero eran de madera obscura aunque las sábanas que me cobijaban y las cortinas además de otros objetos eran color púrpura, tenía puesta un pijama de dos piezas color verde y también noté que podía ver claramente aún sin los anteojos que usé toda mi vida que hasta llegaba a olvidar que los tenía puestos, sentía mi cabello algo largo pero no me llegaba ni a los hombros aunque sí tenía mucho flequillo. Salí de la cama, por muy cómoda que estuviera mi pulso seguía aumentando, en el ropero solo había playeras blancas y un tipo de conjunto negro; pantalones con flanjas color crema a los costados, una chaqueta larga de doble frente igual con dos hileras de botones plateados y franjas crema en los brazos y costados además que contaba con una capucha afelpada. En la parte baja había botas negras y pesadas, por fortuna pude encontrar calcetines y al fin me vestí. No iba a andar por ahí en pijama.  
   
Los pasillos eran inmensos, un tanto obscuros a diferencia de la habitación que estaba abandonando... era temprano, no es cierto, las pocas ventanas que pasé se notaba el sol muy en lo alto y bastante intenso, dejé de caminar como si me escondiera pues no se veía ni una sola persona en el tiempo recorrido. No sé cómo reaccionar, ¿miedo? no me serviría de nada... ¿desconcierto? quien no estaría confundido de despertar en un lugar desconocido e incluso la ropa disponible jamás la había visto, ningún mago habría usado esto... ¿tal vez debería estar enojado? tampoco me serviría la furia en una situación desconocida. Estaba decidido a no sentir nada hasta encontrar algunas respuestas pero, podía sentir que mis ojos de aguaban, mis manos temblaban y tuve que llevarlas a mi boca pues un estaba por soltar un gemido.
 
Escuché pasos acercándose del pasillo de la izquierda, retrocedí un par de pasos y entré a donde quiera que fuera esa puerta sin seguro me llevara, la cerré con cuidado y recargándome en la obscura madera me dejé caer al suelo, frío y recubierto de lo que parecían tapetes... era un cuarto de servicio, muy desordenado por cierto. Aguanté mi respiración mientras esos pasos se acercaban y deseaba que se fueran de largo, se fueron tras unos minutos y esta vez lágrimas escaparon de mis ojos, seguí ahogando mis gemidos y trataba de controlar el terror que me inundaba. ¿dónde estoy? ¿dónde estaba el señor White? ¿debía escapar, salir afuera? ¿a dónde iría? ¿cómo pido ayuda? ¿dónde está mi barita? ¿todavía puedo usar magia?¿por qué me sentía tan solo?
 
--¿está todo bien? --escuché que decían del otro lado de la puerta asustándome tanto que salté y mi cabeza rebotó en la madera.
 
--Eso no se oyó bien, ¿sigues consciente? --dijo la voz nuevamente.
 
No era la voz de alguien que conozca pero no puedo negar que se escucha "amable" el portador de la voz. ¿debería contestar? sequé mi cara de los fluidos que la recorrieron.
 
--Tomaré eso como un sí. Escuché que llorabas, ¿me puedes decir qué fue lo que causó tu llanto? --volvía a preguntar el que estaba del otro lado.
 
Me mordí el labio, abrí mi boca y salió un suspiro cansado.
 
--Está bien, puedes decírmelo y te prometo que no tendrás problemas ¿está bien? Hablaré con el responsable y solucionaremos lo que sea. --dijo con su voz tranquilizadora.
 
Casi me recordaba a la señora White y en raras ocasiones a la enfermera de la escuela, tal vez él podría decirme lo que quiero saber.
 
--¿Qué tal si me dejas entrar? Podemos hablar ahí dentro, en tu fortaleza, y también podrías ayudarme a esconderme de mis guardianes ¿sí? --eso ya escuchó desesperado.
 
Quien quiera que fueran sus guardias él no está muy contento que lo encuentren... abrí la puerta y tomando su brazo lo halé hacia mí, él con cuidado se giró y cerró la puerta tan rápido y silencioso que de no haberlo visto no creería que fuera posible. Se escucharon pasos apresurados, voces inentendibles el quejido de alguien que ha sido golpeado... con razón, quien está frente a mí con su oído pegado a la madera no quiere que le encuentren.
 
--En verdad los aprecio pero este no es un buen momento para su nivel normal de locura. --le escuché murmurar.
 
Entonces no lo molestaban, pensé.
 
Con cuidado se volvió hacia mí, su traje elegante se maltrataría en este lugar, su rostro era distinto a los rostros que había visto antes, sus facciones eran sutiles, sus ojos caramelo eran cálidos y su cabello que estaba en varias direcciones no parecía un nido de pájaros como lo era el mío. Pero, su expresión al verme, era asombro. Se notaba que iba a decir algo pero, otra vez, como si recordara la promesa que me hizo antes entrar parpadeó y estoy seguro que preguntó lo que no quería preguntar en realidad.
 
--Muy bien, ¿puedes decirme quién te hizo llorar? --su voz era suave, me gustaba -- ¿fue Xanxus?
 
--...¿no? --ni siquera sabía quién era Xanxus. ¿Qué era un Xanxus?
 
Su rostro parecía ir perdiendo el color.
 
--¿Fue Squalo? --negué solo con mi cabeza --¿Bel o Mammon? --negué otra vez --¿Levi? --negué --¿Fran hizo otra de sus bromas? --negué una vez más --¿fue Collonelo, Lal, Verde... Reborn? --negué con cada nombre que él decía.
 
Suspiró y yo bajé mi mirada, tal vez, dejarlo entrar no fue tan buena idea. Aunque...
 
--No lo sé, --dije bajito --yo no, no conozco a quienes ha mencionado.
 
--No los conoces. --repitió, tras masajear su frente con su mano derecha me miró nuevamente --Dime lo último que recuerdas, por favor.
 
Al menos no se veía molesto, se veía más bien cansado.
 
--Yo... estaba con el señor White y la señora White, creo, fuimos a la plaza donde el año pasado el señor White me llevó en mi cumpleaños y me compró un cuadro donde él y yo fuimos retratados por un artista que ahí estaba y... eran las vacaciones de verano y convencí al señor White de llevarme nuevamente y la señora White nos dijo... dijo, que pronto llegaría un bebé a la casa...
 
--¿un bebé? estabas contento entonces, tendrías un hermanito, ¿no es así?
 
--...no, yo, estaba contento por el señor White, había estado solo por mucho tiempo, pero también estaba asustado porque el señor White ahora sí tendría una familia completa y yo tendría que buscar otro lugar donde quedarme... y luego, algo me quemaba, dolía mucho y...
 
--¿y... qué pasó después?
 
--Desperté en un lugar extraño. No quería asustarme, pero fue difícil, la ropa es extraña y los pasillos también, no había nadie más pero no estaba seguro si era mejor o rea peor por seguir sin saber nada. --tallé mis ojos con fuerza, ya había llorado una vez, no quería volver a hacerlo.
 
--Y me escuchaste, te asustaste más y es que te escondiste ¿no es así?
 
--Sí. 
 
--¿Estás seguro que no puedes recordar nada más?... quizá tu nombre.
 
--¿mi nombre? --volví a tallas mis ojos, algo me lastimaba --Harry.
 
--Harry, es nombre... no italiano. ¿te sucede algo, Harry, qué sientes en tus ojos?
 
--Me pican.
 
Lo escuché acercarse y con cuidado tomó mis manos para bajarlas, luego sentí que tomaba mi rostro y observaba mis ojos, ya no veía bien, todo estaba distorsionado o borroso.
 
--Tienes lentillas, y son de color... creí que tus ojos eran color púrpura naturalmente. --susurraba --¿quieres que las arregle o quieres que las quite, aunque sin ellas y sin anteojos disponibles no podrías ver claramente a menos...
 
--¿qué son lentillas? Me pica, quítelas por favor. --pedí.
 
Fue incómodo pero las sacó, también me explicó lo que eran... y yo que pensaba que ya no tendría que usar anteojos. Supongo que más adelante usaría lentillas por lo invisibles que son.
 
--Listo. Volvamos a tu habitación y busquemos el recipiente de estas lentillas, son buena calidad y con color, sería una pena que se dañaran. --pausó su explicación --Tus ojos son verdes, ahora sí pareces un "Harry".
 
--Usted... ¿me conoce, con otro nombre?
 
--Así es.
 
--¿cómo es eso posible?
 
--Bueno, te conocí con otros ojos y otro nombre, pero también me gustaría conocerte como solo Harry, ¿qué te parece? juntos podemos averiguar como pasaste de ser "Harry" a ser "Skull".
 
--... a ser ¿qué? ¿Skull? ¿qué clase de nombre es ese?
 
--Es con ese nombre que te conocí, que varios te conocimos, unos desde hace más tiempo que otros. 
 
--Bueno, jamás tuve amigos así que, si pude tener al menos uno siendo "Skull" entonces, entonces no estuvo tan mal.
 
Lo que sea que él iba a decir fue interrumpido por varios pasos apresurados, quizá personas corriendo y haciendo eco se escuchaba un Juuuuunndaaiiiimeeeee o algo parecido. Fuimos interceptados por una mancha borrosa de figura obscura, algo de color rojo debajo de donde estaría su cabeza y una mancha gris en lo que sí sería su cabeza. En verdad no veo nada. Sentí que esta nueva persona se acercaba demasiado hacia mí, tomando unos pasos a la derecha logré esconderme tras de... ¿uhh? no sé su nombre.
 
--Gokudera-kun, por favor tranquilízate. --pedía quien me ha estado explicando las cosas.
 
--Como puedo tranquilizarme, Juundaime si desapareció de la vista de todos y más en este lugar infernal donde todo podría pasar desde una pelea por hablar fuera de lugar o muy fuerte y recuerde que estos asesinos siguen tras de su cabeza juundaime.
 
Eso no me lo esperaba.
 
--Gokudera-kun, no digas más, por favor... podrías buscar a todos y llevarlos al comedor, dile a Xanxus y Reborn que es muy importante, necesito que estén tranquilos y sin peleas, hay algo que debemos tratar. --hablaba mi guía.
 
Su voz, aunque no tan dulce como cuando me habla, daba a entender que no aceptaría una negativa de parte de "Gokudera-kun". No noté que estaba temblando hasta que él puso sus manos a mi alrededor.
 
--Tranquilo Harry, te seguiré explicando el cómo te conocí como Skull y responderé a todas tus preguntas y te prometo, que escuches lo que escuches, no permitiré que te lastimen, ¿está bien?
 
Asentí, era imposible no confiar en el dueño de esta voz.
 
--Disculpe, yo... no sé su nombre. --murmuré.
 
--No te lo he dicho, es cierto... me llamo Sa... bueno, me llamo Tsunayoshi Sawada Di Vongola.
 
--Tu-¿qué? --era difícil de pronunciar y más difícil de recordar.
 
--Tsunayoshi pero, mejor llámame solo Tsuna. --se apiadó mi guía otra vez.
 
Algo de lo que dijo este "Gokudera-kun" seguí en mi mente a pesar de cada paso que daba. Tragué en seco.
 
--¿Tsuna? --debería preguntar.
 
--¿Harry? --contestó.
 
--Si estamos, si desperté en este lugar "lleno de asesinos" entonces, eso quiere decir que yo...
 
--Vamos, lleguemos a tu habitación pero antes, ¿podrías probarte estos anteojos? Son de Gokudera-kun y nos los ha prestado para ver si te sirven. --me dijo lentamente, seguro fue cuando yo estaba temblando y que no me di cuenta.
 
Tsuna colocó anteojos rectangulares en mi rostro y... 
 
--Aún se ve algo borroso pero sí puedo distinguir figuras. --dije mientras trataba de ver desde la ropa que traía puesta hasta el final del pasillo donde estaba una ventana.
 
--Eso es bueno, más tarde conseguiremos unos que sean de tu graduación. --no avanzamos tanto cuando abrió una puerta que... sí era de donde había despertado.
 
Tsuna se movió por el lugar como si lo conociera aunque el hombre de hace un momento me dio a entender que no pasaban mucho tiempo aquí. De lo que parecía un cuarto de baño sacó una pequeña maleta, me pidió permiso de hurgar en ella antes de abrirla y buscar en varios compartimentos, me asombró la ropa más extraña que ahí estaba guardada.
 
--¿En verdad esto es ropa? parece más una segunda piel. --dije tratando de imaginar el cómo alguien podría no usar más que esto.
 
--Es un traje especial, de motociclistas, es muy resistente, aerodinámico y esencial en lo que era tu trabajo como Skull, eras un Stuntman realmente resistente a la muerte y de tantos accidentes en uno de ellos activaste tus llamas de la última voluntad.     

 
--¿Llamas?
 
--Existen siente tipos de llamas, cada llama tiene un color y propiedades especiales que hace a su portador alguien realmente fuerte. Estas llamas no son conocidas por todo el mundo, de hecho solo unos pocos son capaces de usarlas en su máximo potencial, quienes logran despertar su llama son reclutados por una sociedad secreta que tiene como ley no mostrarlas a los que llamamos "civiles". Esta sociedad secreta rige el bajo mundo, nos llaman Mafia.
 
 
 
 
···Continuará...
Notas finales:

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).