Habían pasado un poco más de dos años desde su llegada al BIC como asesor en los distintos casos, pero, aunque su llegada fue producto de su desesperación por hacer algo para encontrar al asesino de su familia conocido como Red John, muchas otras cosas habían cambiado respecto a su vida, como dejar en el pasado su trabajo como ‘psíquico’ estafando a las personas con solo observarlas con atención; pasó a ser asesor conocido en la agencia por su peculiar forma de resolver los crímenes por todo Sacramento. Otro cambió en su vida, era su nuevo equipo de trabajo, con Lisbon al mando, y Rigsby y Van Pelt como compañeros, y su agente favorito Kimball; aunque perdió a su amada familia, encontró en ellos una peculiar familia en la cual cada uno se amoldaba a los otros de una forma sorprendente, ya que, soportaba todas su ocurrencias y metidas de pata.
Porque lo que no notaron los cuatro integrantes de su grupo cuando vieron por primera vez al rubio, era la singular personalidad de este, claro que en ese momento Patrick se encontraba en una nebulosa de dolor; pero después de aprender a lidiar como sus distintas actitudes, desde su brutal sinceridad a la hora de hablar con los sospechosos, como su manipulación para lograr que los otros hicieron lo que quería, hasta descubrir sus más profundos secretos a la hora de resolver un caso, sus compañeros conocieron una personas totalmente diferente, entre la amabilidad y la escucha; a la bromas y comentarios sarcásticos. Así que, si algo debía agradecer era no haberse quedado en una eterna soledad, especialmente de un agente de rasgos asiáticos que en ese momento se encontraba entrando a la gran oficina con dos bolsitas de papel para el almuerzo.
Ese era otro de los grandes cambios en su ‘nueva vida’, la actitud aparente de frialdad, seriedad y estoicismo de Cho. Era obvio para el, un experto en leer a las actitudes y acciones de las personas como para no haber notado los cambios que poco a poco se han hecho evidente en su mente, comenzó desde su primer encuentro, su preocupación y un tono un poco más amable que mostraba con él, no era las palabras, era más bien que buscaba no ser brusco o tosco para expresarse, pues con el resto de las personas de la estación tenía su habitual tono frío y seco.
Como también, en los momentos en los momentos donde corría peligro, los cuales eran a diario por sus planes a último momento y sin decirle a nadie, cuando algún criminal sacaba un arma, cuando lo tomaban de rehén por ser tan descuidado o cuando recibía algún golpe por su indiscreción, el agente se encontraba protegiéndolo colocando su cuerpo delante, o actuando de manera rápida para que no resultara hérido y salvarlo de su captor, o simplemente acompañándolo cuando lo internaban en un hospital si su cuerpo terminaba muy magullado.
Todas esas actitudes, que a simple vista podían resultar como un buen trabajo en dupla, para Patrick era evidente la preocupación constante pasó a ser una mirada cariñosa con un toque amor durante algunos segundos, pero solo eran destellos pues era como si el agente lo notara también pasaba a una mirada de preocupación y miedo, un miedo anterior, como si recordara algo doloroso “un amor pasado que también perdió, como yo” pensó para sí mismo.
Mientras aceptaba la bolsa de papel con un sandwich y su taza particular de té, se quedo divagando en lo que el mismo sentía respecto a Cho, pues aunque nunca se le había insinuado de alguna forma, no podía quejarse que sentía algo tibio en su pecho cuando el agente realizaba esos pequeños detalles, como estar pendiente de su alimentación, o llevarlo a su casa para cuidar de él cuando salía de algún hospital, ayudarle en las trampas y escenarios que se inventaba para capturar sospechosos y después reír de lo ocurrido, algo poco común en el agente si no se sentía en confianza, confianza, eso era lo que también sentía cuando se encontraba a su lado, podía dormir tranquilo a su lado y nada le pasaría.
Eran demasiadas cosas en las cuales pensar, debía averiguar más sobre su querido compañero, ya que hasta ahora no conocía ninguna persona a nivel romántico en la vida del agente desde que llego a trabajar con él, quién había sido de su interés antes que el. También, debía inventarse algo para que ese tempano de hielo hiciera algo respecto a ellos, pues la idea de iniciar algo junto a él no le desagradaba para nada, y los celos era una buena forma para reaccionar.