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Cartas o notas de amor
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Aquel internado en Rusia era aburrido y tedioso, por decir lo menos.
Kai detestaba estar ahí, pero no tenía muchas opciones luego de haber desobedecido a su abuelo, Voltaire. El hombre continuaba siendo su figura de autoridad, lo quisiera o no. Pudo haber ignorado sus órdenes en el Torneo de Beyblade, mas no podía ignorarlas en su "hogar", siendo así como terminara obedeciendo la orden de pasar una temporada en ese severo internado.
Resultó un cambio considerablemente drástico a lo vivido los últimos meses.
Ya no estaba viajando por el mundo en compañía de su equipo. Ya no pasaba agradables momentos junto a ese pequeño grupo de chicos. Ya no escuchaba el escándalo de Tyson… Bien, quizás no todo era tan malo. Aunque… Sí había algo que le desagradaba bastante, y eso era el no poder ver ni saber nada de alguien en quien no dejaba de pensar.
Durante una aburrida clase de geografía comenzó a escribir distraídamente en su cuaderno.
"Echo de menos esa mirada felina"
Sólo una pequeña frase en una esquina inferior de la hoja.
La clase terminó y cerró el cuaderno, pasando a la siguiente clase con monotonía y sin mayor muestra de interés.
"No puedo dejar de pensar en ti. Lo intento, de verdad, pero… no, no puedo"
Otra anotación, ésta vez centrada en la parte superior.
No escribió más cosas así por el resto de ese día, y cuando la noche llegó buscó los cuadernos para arrancar las hojas, cosa que hizo sin miramientos. Sin embargo, estando al borde de romper el papel… Simplemente no pudo hacerlo.
Guardó aquellas hojas en una sobre azul y ocultó éste.
En los días siguientes todo aquello continuó repitiéndose una, y otra, y otra vez, convirtiéndose en un extraño ritual que lo avergonzaba demasiado. ¡¿Qué demonios le pasaba?!
Vio a unos chicos jugando beyblade y…
"Me gustaba entrenar contigo. Eras un fuerte rival, siempre admiré tu fortaleza, aunque nunca pude decírtelo. Creo que tampoco importó, porque, de algún modo, siento que tú lo sabías. Me hubiera gustado enfrentarte en serio al menos una vez, pero ahora… Ahora ya ni siquiera creo volver a jugar beyblade"
Las pequeñas notas fueron aumentando su contenido con el pasar de las semanas y los meses. Incluso continuó escribiendo cuando volvió a Japón.
"Consideré una locura cuando llegué: Ir a buscar al idiota de Granger sólo para averiguar si sabía algo sobre ti. Seguramente te encuentras bien y tranquilo. Seguramente no piensas ni un segundo en mí, mientras que yo me he convertido en un idiota que escribe "notas de amor" a un imposible. Todo esto es tú culpa.
El único consuelo que tengo es que nadie sabrá lo patético que soy"
—¿Qué escribes? ¿Una carta de amor para alguien?
Se sobresaltó y cerró el cuaderno de golpe ante la voz de Wyatt a sus espaldas. Ese entrometido castaño. Si no le agradara lo haría huir con una tétrica mirada, aunque… Tal vez sí le dirigió una de esas miradas, sólo que el chico era lo suficientemente ingenuo para no tenerle tanto miedo como debería.
—¿Hay alguien que te gusta?
Ignoró la pregunta, así como ignoró al chico mientras se levantaba del pupitre. No le dio la más mínima atención al salir del vacío salón y dirigirse a su habitación.
Un par de días más y entonces un extraño apareció para retarlo a una beybatalla. Todo ocurrió demasiado rápido a partir de esa noche. Wyatt robó a Dranzer para enfrentar a Dunga, casi matándose en el proceso. Él mismo enfrentó a ese chico y terminó en un empate que le hizo recuperar el deseo de beybatallar.
Luego de dejar a su compañero en la enfermería de la escuela se dirigió a su cuarto para cambiarse de ropa.
Antes de abandonar el lugar vio sobre su escritorio un cuaderno y una pluma.
Titubeó unos minutos, mas finalmente se decidió: Escribiría una vez más. Sería la última vez que plasmara sus sentimientos en el papel, procurando dejarlos encerrados ahí con el fin de no llevarlos consigo ahora que probablemente volvería a ver al causante de ellos.
"Un chico me retó a una beybatalla. Sé lo que escribí hace tiempo: No volvería a beybatallar. Pero ese chico… Es fuerte y quiero enfrentarlo de nuevo. Quiero vencerlo. Además, tengo el presentimiento de que los Bladebreakers van a verse involucrados de nuevo y eso quiere decir que… que volveré a verte. No puedo seguir con esto, no puedo seguir así. Estoy enamorado de ti, Rei. Todo este tiempo te he pensado y te he extrañado como a nadie. Te he escrito notas y cartas que sé que nunca leerás. Te he querido en silencio sin siquiera admitirlo y no sé si eso me hace un cobarde o un valiente, aunque supongo que ya no importa, no ahora que estoy dispuesto a sellar estos sentimientos en este trozo de papel. No puedo mantenerlos conmigo, sería… riesgoso. No quiero que te des cuenta de esto porque no quiero perder tu amistad. Esta será la última nota y espero que también sea el final de estos sentimientos.
Nos veremos pronto, amigo"