Hace unos días, se enteró que a los niños pequeños como Riku no se les permitía participar en la ceremonia de entrega de medallas ni a las celebraciones que se llevarían a cabo después. Pareció ser algo común en el Reino de Randina, por lo que Lanan hizo una serie de medallas con origami para dárselas a los niños y hacer que no se sintieran mal. Luego, en la sala de juegos que estaba decorada como un gran salón de eventos, Riku y los hijos de sus vasallos recibieron las bonitas medallas y una paleta envuelta con papel de oro. Fue Aush, no Habat, quien entregó las medallas, pero los niños estaban tan encantados con el regalo que se les dio de repente que comenzaron a cantar, bailar y saltar para imitar la celebración.
"Me alegro de que todos estén contentos, señor Lanan".
Dijo Touma, que había llegado a ayudarle a prepararlo todo para la ceremonia de entrega de medallas infantil.
"Así es. Pero esto también es gracias a Touma, porque te quedaste decorando la sala de juegos hasta la madrugada. Muchísimas gracias".
"¡No diga eso! Solamente ayudé a concretar la maravillosa idea de Lanan. Ni siquiera me moví."
Tenía una personalidad muy humilde, pero eso no quitaba el hecho de que Touma hubiera preparado la mayor parte de la ceremonia de entrega de medallas para niños en lugar de Lanan, quien estaba ocupado con la ceremonia de entrega de medallas real.
Después de esto, comieron dulces como baklava, delicias turcas y malvaviscos hechos por Lanan. Incluso se dieron el lujo de jugar un poco hasta que su corazón finalmente se calmó y su sonrisa salió naturalmente. Sin embargo, mientras leía "La aventura de Jazmín", un sirviente lo llamó para que ya pudiera asistir a la celebración.
"Sí, espera. Estaba pensando en darte esto."
"..."
Aush, que había salido junto con él de la sala de juegos, se detuvo en medio del pasillo y buscó en el bolsillo que estaba dentro de su túnica. Entonces, le ofreció a Lanan un pequeño estuche de maquillaje adornado de oro y joyas azules.
"¿Esto es...?"
"Ahora que eres miembro de la familia real, tendrás que prestar atención a las cosas que utilizas. Eres un hombre omega hermoso, así que te verías muy bien utilizando un bindi . Sería, como la primera vez que nos conocimos."
"¿Te acuerdas?"
La primera vez que conoció a Aush, estaba tratando de venderse a un burdel. Fue la primera noche que estuvo allí y ciertamente, ese día, Lanan se puso un punto rojo en la frente por primera vez en su vida. Él no lo utilizaba, pero en los círculos sociales, había muchos hombres Omega que se lo dibujaban para verse elegantes.
"Gracias. Lo usaré con cuidado."
Cuando abrió el estuche, pudo ver que dentro había un hermoso maquillaje carmesí de alta calidad. Acariciándolo con el dedo anular de su mano derecha, Lanan se lo puso en los labios mientras se miraba en el espejo compacto. Luego, también dibujó un pequeño bindi.
"¿Qué tal…?"
Cuando le preguntó a Aush, el hombre solamente sonrió.
"Fue un regalo terrible."
"¿Por qué terrible...?"
"Porque esto hace que tu belleza se duplique... Y así más personas pueden apuntar hacia ella".
"Ese no es el caso. La única persona extraña a la que le gusta un Omega como yo, es a Aush".
***
La celebración era deslumbrante. Lanan, que solo había estado en el salón durante el día, admiraba que se viera tan hermoso por la noche. El candelabro de estilo occidental que colgaba del techo brillaba intensamente y la delicada pared de mosaicos, recién pulida, se veía tan hermosa que dio la impresión de ser una joya. El piso de mármol hacía que el lugar donde se reunían las damas y los caballeros fuera muchísimo más elegante y digna de lo que aparentaba ser y la música, era lenta y organizada.
(Me siento fuera de lugar ...)
Realmente no podía sentir que fuera su celebración, y mientras su sirviente lo acompañaba para todos lados, Lanan terminó por sentarse en la silla que le habían acondicionado junto al trono. Originalmente, este era el asiento de Aush, pero el papel principal de hoy era todo a cargo de Lanan, por lo que Aush pareció conformarse con sentarse en la silla de terciopelo preparada a su lado.
"Lanan-sama".
"¿Si?"
Poco después de que llegara a su asiento, se encontró con que había una enorme multitud de mujeres y hombres rodeándolo.
"¿Por qué no bailas conmigo?"
"¿Qué?"
Lanan parpadeó ante la repentina oferta.
"No, baila conmigo"
"¿Qué dices? Soy yo quien bailará con el hermoso Lanan-sama".
"Ah, uh... Yo no..."
Estaba confundido porque nunca había estado en este tipo de situación, así que su sirviente tuvo que ayudarlo:
"Señor Lanan, por favor elija a su pareja. Todos quieren bailar con usted porque es el personaje principal de la celebración".
Todo el lugar estaba gritando. Si se trataba de la familia real, era costumbre elegir solo a la persona que le gustaba e ignorar al resto. Pero, siendo él, lógicamente sintió que eso sería muy cruel y un tanto grosero. Lanan decidió bailar con todas las personas que se ofrecieron a ser su compañero de pista. (Incluso si mañana se quedaba tumbado debido a una terrible mialgia.) Por lo tanto, la primera persona con la que se encontró, fue con un joven marqués de la misma edad que él. El marqués habló con entusiasmo sobre las cosas que se habían convertido en un tema candente entre los aristócratas desde la llegada de Lanan, y lo elogió tanto que se puso de un color rojo brillante. La siguiente persona fue una mujer alfa que recientemente había hecho su debut social, la tercera persona con la que trató era un hombre considerablemente mayor que dirigía una empresa comercial y que se enorgullecía de decir que estaba ocupado todos los días porque él mismo iba al extranjero a comprar sus productos de lujo y, finalmente, el cuarto fue un hombre con una atmósfera extraña que pareció ser un alfa también ¿Tenía aproximadamente la misma edad que Aush? Sin embargo, le tocaba el cuerpo como si fuera un horrible pulpo.
"Eso... No creo que sea correcto."
Lanan se sorprendió y se puso rígido cuando sus caderas fueron tocadas durante el baile.
"¿No está bien? ¿Por qué dices eso? ¿No te gustaría consolar tu cuerpo solitario después de perder a tu novio?"
"¿Qué? No. Yo no..."
Fue cuando lo sintió.
"Disculpe".
Un brazo se estiró por detrás y separó a la fuerza el cuerpo del hombre del de Lanan.
"¡Aush!"
"Lanan es mi importante cuñado. Por favor, absténgase de mostrarse tan grosero con él precisamente el día de su fiesta."
Mientras lo abrazaba para proteger a Lanan, sus ojos azules parecieron brillar intensamente. Como si realmente hubiese logrado hacerlo enfadar.
"¡...!"
El hombre pareció sentir su ira a la perfección, así que se quedó atascado con una cara increíblemente pálida. Aush siguió de frente a él:
"Entonces, si ya entendiste, nos retiramos."
Aush agarró la muñeca de Lanan y salió del salón por la puerta que estaba justamente detrás del trono. En ese momento, volteó la cabeza y miró que Habat tenía algo que decirle, pero cuando se dio cuenta, Aush ya lo había arrastrado lejos de allí y había bloqueado todas las formas de que pudiera ir a verlo.
"Yo... ¡La fiesta sigue en marcha!"
"No me importa eso. ¿Estás diciendo que tengo que aguantar los celos y hacer como si nada hubiera pasado? Para nada."
"¿Estás celoso?"
Y tan pronto como se cerró la puerta, presionó a Lanan contra la pared y contestó:
"Así es. Estoy enojado con ese tipo y estoy celoso de todas esas personas a las que les ofreciste la satisfacción de bailar contigo. Soy el único que debería hacerlo."
"No recuerdo haber escuchado que fueras el único que tenía derecho de bailar conmigo. Además, es de mala educación negarse."
"¡Pues no me gusta!"
"Pero... ¡Hmm!"
Las palabras que quería decir, fueron bloqueadas por los labios de Aush y desaparecieron hasta ahogarse. Su cavidad bucal fue devorada y se le hizo hasta difícil ponerse a respirar. Sin embargo, cuando la lengua se le entrelazó dulcemente con la suya y su punta fue succionada con fuerza, el estímulo y el calor recorrieron su espalda.
(Ah, no puede ser... Se siente bien.)
"Ah, espera..." Sus labios se separaron mientras tiraba de su túnica. "El maquillaje..."
Debido al intenso beso, el rojo que estaba usando se transfirió a los sensuales labios de Aush. El hermoso joven rubio de ojos azules y piel morena, ahora tenía una enorme mancha carmesí corriendo hacia su barbilla. Y sí, pareció que sus piernas se doblarían solo con verlo estar así.
(Aush no solo es genial, sino también hermoso...)
Cuando quedó cautivado por su encanto hechizante, la mano de Aush se colgó de su ropa y el cinturón azul oscuro se desenredó de repente.
"¡Ah!... ¿Aush? ¿Qué estás haciendo?"
Se sorprendió tanto que intentó detener desesperadamente las manos que estaban tratando de quitarle la ropa. Sin embargo, sus muñecas fueron agrupadas por encima de su cabeza y presionadas contra la pared.
"¡Realmente no puedes hacerlo! En un lugar como este... ¡Oh!"
Su ropa interior se bajó con bastante destreza y todo el cuerpo de Lanan se puso rojo de vergüenza. Además, cuando sus calzoncillos se desplazaron para que salieran sus genitales, pudo notar que todavía estaba tan encogido que podía tomarlo con un par de dedos.
"No, no ¡Aush!"
"Silencio, Lanan. De lo contrario, alguien podría sospechar y venir aquí."
Incluso si no escuchaba con atención, podía saber que el ajetreo y el bullicio del pasillo de al lado estaba aumentando de nivel. Esta era una sala de espera para que la utilizara el príncipe, pero aunque era poco probable que entrara gente, los sirvientes de alto nivel como Salaan y Touma podían llegar incluso sin presentarse antes. Si hacía ruido, era posible que hasta lo hiciera su padre. Cuando apretó los labios, Lanan miró a Aush y sonrió.
"Eres un buen chico." Y besó las mejillas de Lanan con una sonrisa que pareció llena de desesperación. "Recientemente, hemos estado ocupados preparándonos para la ceremonia de entrega de medallas. Y aun así, vienes y comienzas a comportarte así frente a mi. Definitivamente vas recibir un castigo. Y solamente yo te lo voy a dar."
"Ah, solo intentaba que los invitados se sintieran bien."
"Eso no me interesa."
"¿Por qué?"
Luego, con una sonrisa cautivadora, Aush acercó su rostro al suyo y tocó nariz contra nariz.
"Porque tu mente, cuerpo y sonrisa, tus pequeñas manos y la forma de tu piel, todo es mío".
"Ah..."
Sus genitales estaban apretados con tanta fuerza que un dulce cosquilleo pareció comenzar a recorrerlo. Lanan soportó desesperadamente la voz que estaba a punto de derramarse, incluso si eso significaba comenzar a morderse la boca.
"Resiste, cariño. Porque quiero hacer algo más desagradable".
Aush levantó la boca y lo miró, derramando lujuria desde sus ojos azules. Cuando soltó las muñecas de Lanan, comenzó a mover lentamente la cabeza para abajo...
"¿¡Qué...!?"
En el momento en que preguntó, la caliente cavidad oral de Aush comenzó a tocar sus genitales y, sin darse cuenta, lo tragó tanto que Lanan tuvo que sujetar su cabello rubio con ambas manos.
(¡No! ¡Estoy tan avergonzado!)
Escuchando la locura de la fiesta a través de la pared, Aush había empezado a chuparlo mientras comenzaba a hacer un sonido terriblemente obsceno.
"Hmm... Mmm ¡Dios!"
Aun conociendo que Lanan estaba intentando ocultar su voz, Aush no detuvo el movimiento de su lengua ni una sola vez. Más bien, pareció estar disfrutando de la situación de tener el pene de su amado dentro suyo.
"Ah, no..."
La primera corrida de Lanan fue deliciosamente borrada a través de su garganta y luego, las paredes de su carne parecieron ser empujadas con su lengua hasta un punto en que sus rodillas empezaron a temblar como si estuviera muy enfermo.
"No... Por favor. Espera... Espera."
"¿No es demasiado pronto para hacer un sonido? Quiero tratarte un poco mejor..."
Mientras decía eso, la punta de su pene fue tocada con la yema de un dedo para mostrarle como el semen formaba hilos contra él.
"Aush-sama es un pervertido... ¡Eres tan cruel!"
La maldición que se derramó de sus labios, debido a una vergüenza difícil de soportar, pareció haber contribuido a su deleite.
"Si estoy celoso, soy un pervertido y soy cruel, creo que es por culpa tuya."
El dobladillo de su túnica comenzó a enrollarse.
"¡No, no puedes hacer eso! Esto es realmente..."
Adivinó lo que iba a hacer a continuación, así que tomó la cabeza de Aush y desesperadamente tiró de su cabello para adelante. Sin embargo, después de eso, insertó un dedo largo repleto de semen en el agujero de su culo.
"Oye..."
No pensó que podría meter su dedo mientras estaba de pie así que el esbelto cuerpo de Lanan literalmente saltó.
"Ah, no, no. Espera, por favor espera..."
El dedo se dobló hacia adentro y el lugar donde fue empujado, lo hizo moverse completamente hacia arriba. Sus rodillas temblaban y sus caderas parecieron tener un vaivén perfecto. Al mismo tiempo, su boca se volvió feroz y Lanan no pudo soportarlo por más tiempo. Sosteniendo desesperadamente sus labios con ambas manos, comenzó a gritar.
"Ah, ah..."
Aush abrazó el cuerpo que sintió a punto de caerse.
"Lo siento, ¿Fue demasiado?"
"..."
"Te amaré como es debido para disculparme. Así que no me mires con ese tipo de cara. Me hace sentir fatal".
"Eres terrible..."
Odiaba estar en un lugar como este, donde no sabía cuándo y quién entraría... Pero realmente deseaba que lo amara y que lo besara y también que comenzara a hacerle el amor. Su cuerpo no era lo suficientemente fuerte y era fácil de manipular. Tampoco era bueno diciendo que no.
"Los adornos de tu cabello se ven preciosos." Mirando hacia abajo desde arriba, sonrió con amor. "Este atuendo se ve genial en ti. Es una pena que se manche, pero sería un desperdicio aún mayor quitártelo".
Mientras lo decía, Aush lentamente quitó el botón de su larga túnica y luego, le tocó un pezón...
"¡Um!"
El pezón que se había vuelto completamente rígido debido al acto anterior, fue amasado con suavidad con la yema de su dedo. Tocó su areola, la recogió, la acarició y luego la contuvo con su boca.
"Hmm ¡Hmmm! Dios..."
"Eres realmente adorable, mi amor. Y tienes un color tan lindo..."
Los pezones se le pusieron de pie debido a las manos de Aush, igual a si Lanan fuera tan pervertido como lo era él. Sin embargo, no había estado convencido de serlo sino hasta que descubrió que el semen se desbordaba siempre que comenzaba a oírlo hablar así. Era como si le gustara ser intimidado hasta volverse un desastre.
"¿Ya tienes una erección? Tu cuerpo es realmente goloso".
"No digas eso".
"Lo digo, porque amo al Lanan que tiene un cuerpo que no se puede resistir a mi."
"Aush..."
"Por supuesto, también amo tu corazón."
Habló profundamente mientras sus brazos se quedaban entrelazados alrededor de su cuello.
"Ah..."
Su calor duro y feroz fue presionado contra el interior de sus muslos y al final, su garganta pareció gritar sin saberlo.
"¡Apúrate! Solo... Ah..."
No era casto decir tal cosa, pero Aush había dicho que también le gustaba su yo que era desagradable.
"Aush-sama… Penetrame. Por favor... Ya no lo soporto"
"Lanan…" Entonces, le tapó la boca con un dedo porque ahora era él quien estaba sintiendo que no podía aguantarlo. "Está bien, te daré lo que quieras. Tengo toda la vida para satisfacerte".
Con una sonrisa maravillosa, Aush se quitó el Kufiyya y se aflojó la ropa interior.
"Ah. Eres tan grande..."
Aush se rió cuando lo dijo.
"Pero Lanan ama que esté grande".
"Sí, también amo... La mente y el corazón de Aush."
"Estoy realmente triste por no ser tu primer hombre. Si pudiera retroceder en el tiempo, me gustaría haberte conocido antes que Dasha."
A Lanan le dolía el corazón cuando lo escuchaba decir eso. Realmente deseaba decir que era su primero, que era la persona que amó por primera vez y el hombre al que deseaba dedicarse. Sin embargo, tan pronto como dijera esto, la relación entre los dos terminaría. Él, que tenía una personalidad recta, no perdonaría al hombre que lo había estado engañando todo este tiempo solo porque tenía miedo.
"Ah, ah..."
El agujero trasero, que fue manipulado antes, lo tragó suavemente hasta llegar al fondo. Aunque lo había hecho muchas veces ya, cada vez que lo usaba era como si su cuerpo estuviera lleno de una nueva y brillante paz.
"Estás muy apretado y caliente, mi amor. Me estoy muriendo. Estoy a punto de rendirme contigo".
"Ah, no... Aush-sama. No vayas tan rápido."
Los suaves y maduros pliegues de su ano fueron frotados violentamente con su pene, y el placer del sexo se precipitó hasta llegar Incluso hasta su pecho. Además, dio en un buen punto y fue arrojado por un rayo que atravesó todo su cuerpo hasta hacerlo ver estrellas.
"Aush. Aush..."
"Lanan, te amo. Eres mío. Eres solamente mío".
"Ah, ah, ah, ah...."
Sus caderas fueron empujadas profundamente un par de veces hasta que Lanan escupió un grito bastante vigoroso. Entonces, sintió que la parte más interna de su cuerpo estaba caliente y húmeda y descubrió también que Aush había eyaculado dentro de él. Mientras tomaban un fuerte respiro, se tocaron los labios como si todavía les faltara tiempo para conocerse, y finalmente tomaron un respiro que les llenó de aire los pulmones.
"... ¿Qué debo hacer?"
"¿Qué?"
"Te robé lejos de la celebración". Aush de repente se calmó y dijo: "Deberías volver".
"¿Ahora me dices eso?"
"¿Cómo que ahora?"
Le preguntó Aush a Lanan, mientras levantaba el flequillo que tenía pegado a su frente.
"La ropa maravillosa que el rey me dio se ensució con el semen de Aush".
"Ah..."
Cuando ambos se dieron cuenta, esta vez empezaron a reír.
"¿Entonces quieres ir al dormitorio?"
"Bueno, ya no puedo ir a la celebración con una apariencia tan sudorosa. Estoy seguro de que todos se divertirán sin mí".
Podía ser porque finalmente se liberó de la tensión de la ceremonia de entrega de medallas pero, después de esto, mientras se vestía de nuevo, Lanan limpió el semen esparcido en el hermoso bordado bijou como si nada hubiera pasado.
"Es mejor lavar esto".
Lanan asintió con la cabeza a las palabras de Aush, porque era cierto que si alguien veía su ropa con ese semen pegado, la relación entre los dos se revelaría.
"Le diré a Salaan, porque él sabe que estamos saliendo."
"¿¡¡¡!!!?"
Aush continuó hablando, diciendo que después de todo, era su sirviente y su amigo más cercano.
"El quiosco, en el que te sostuve por primera vez... Pues fue Salaan quien hizo que nadie se acercara."
"¿¡Qué vamos a hacer!?"
"... ¿Seguir teniendo sexo?"
En la primera noche en el quiosco, no fue una coincidencia que todo estuviera tan tranquilo y calmado. Y gracias a eso, su rostro pareció a punto de estallar otra vez.