Comenzó a decirse que el anillo de diamantes amarillo, robado de la sala del tesoro, se encontró en las pertenencias personales de Karina cuando la encontraron de camino a otro país. Después de regresar al castillo, Lanan, a quien le dijeron eso antes que a nadie, miró el rostro de Touma con una expresión bastante contrariada.
"Yo... Estoy seguro de que Karina es egoísta, pero... De allí a decir que es una ladrona..."
"Entiendo lo que quiere decir, pero es verdad. Los hechos son claros".
Bajó las cejas.
"Es... Es mi hermana."
Lanan se sentó en la silla y se quedó en silencio durante mucho tiempo. Riku había ido al jardín de niños así que decidió esperarlo y abrazarlo tanto como pudiera en un intento por devolverle todo el amor que pudiera. Era, como una disculpa por marcharse. Sin embargo, Karina era muchísimo más importante ahora. Estaba capturada y encarcelada en la torre más al norte del castillo. Tenía que verla.
"Karina..."
Con el permiso de Habat y Aush, Lanan visitó a su hermana menor. Estaba atrapada en una pequeña habitación húmeda y oscura y utilizaba un vestido y un peinado bastante desorganizado.
"Hermano..."
Los ojos que se volvieron lentamente hacia él, estaban tan vacíos que Lanan corrió hacia ella sin pensarlo ni un momento. Pareció que había perdido el valor y cambiado a ser otra persona de la noche a la mañana.
"¿Por qué hiciste eso? ¿¡Por qué robaste el anillo!?"
Lanan se sentó junto a la cama donde estaba, sosteniendo los delicados hombros de su hermana con fuerza. Su cuerpo temblaba un poco, haciendo que Lanan se sintiera aún más ansioso por toda esta situación. Karina, quien sedujo a un sirviente más joven y robó el anillo de Dasha cuando limpiaba la sala del tesoro, admitió obedientemente el hecho. El criado ya había sido decapitado por ayudarla a entrar.
"Porque... Yo quería a Dasha".
Lanan la reprendió: "¡No puedes robar solo por esa razón!"
"¡Porque lo quería! Cuando me fuí de casa, te lo di pero... Aún así, era su anillo y era mío. Me encantaba porque tenía el recuerdo de Dasha. Después de todo, si sentí algo por él."
"Karina..."
Cuando lo dijo, lloró como un bebé y se cubrió la cara con ambas manos.
"Créeme, por favor. Yo si amaba a Dasha. Pero él no se quedó conmigo por mucho que se lo pidiera. ¡Y luego murió...!"
Dijo Karina desde el fondo de su corazón. Contó que si amaba a Dasha pero que él se mostró reacio a quedarse con ella y en su lugar, se fue a la siguiente ciudad como si fuera el viento.
"Di a luz a Riku porque era hijo de mi persona favorita. Pero no podía criar a un niño sola. Cada vez que veía a Riku, se volvía doloroso. Dasha no estaba cerca..."
Y la casa donde vivía con Lanan se derrumbó. Dijo que deambuló y comenzó a trabajar como sirvienta en una ciudad a la deriva. Entonces, escuchó que Dasha estaba muerto y recordó el regalo que le había dado al final.
"Por eso entré al castillo, para robar el anillo de Dasha. El... El anillo estaba lleno de recuerdos de nosotros dos. Yo no, no quería venderlo o algo de eso solo... Era una forma de tener un recuerdo de él."
"Hermana..."
En una fecha posterior, se concedió el deseo de Karina y se le entregó el anillo. Pero un mes después, Karina fue sentenciada a "deportación" y se le ordenó subir al carruaje que la llevaría al Reino de Zara. Sin embargo, seis días antes de esto, se fue sin despedirse y la encontraron muerta en un lago.