Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo no vivido por Yae

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

-

 

 

 

Aquella mañana Itachi despertó bastante temprano, luego de su breve conversación con Sasuke al menos pudo dormitar en intervalos más espaciados. Así que sujetando sus largos cabellos y acomodando su ropa caminó hacia el comedor.

Ligero ajetreo de platos y vasos escuchó antes de asomarse a la cocina del lugar.

 

—Buenos días, Itachi-san —el ANBU saludó con un ligero vistazo, volviendo a concentrarse en la comida del desayuno.

—Buenos días.

Sin el menor interés en ayudar al sujeto, Itachi giró sobre sus talones para acomodarse en el kotatsu donde se supone iban a comer. Le resultaba muy difícil recordar sus nombres y era por mera cortesía que estaba evitando cualquier interacción adicional a las requeridas.

 

Los demás no tardaron en bajar, Naruto y Arisa como los más escandalosos y Sasuke por detrás, saludando parco en cuanto lo vio.

—Dormí muy bien, dattebayo —exclamó emocionado sentándose a su lado, antes de que Sasuke lo hiciera en frente.

 

Después de la comida y la escasa conversación todos se dirigieron a cumplir sus respectivas responsabilidades, Itachi caminó entre las lodosas calles para llegar a su destino, a sabiendas que Naruto y Sasuke habrían de estar ayudando en otro lugar de la aldea. No cuestionaría la ausencia de los ANBUS, al estar casi seguro de que ellos tenían como tarea principal el controlarlos…

El espiarlos, reportar cualquier actividad sospechosa al instante, Itachi no quería imaginarse que, de darse el caso, más de un escuadrón aparecería en el instante en que sean catalogados como “peligrosos”, quizá aguardando a las afueras del poblado.

Un suspiro ruidoso no pudo contener.

Detestaba aquel tipo de control, una molestia general iba produciéndole comezón en el cuerpo.

—¿Vienes a ayudar?

La pregunta lo hizo sobresaltarse, un hombre ya algo anciano y canoso parecía observarlo con recelo.

—Si —asintió dando una leve reverencia por educación. No podía darle su nombre, en cuanto soltase el apellido Uchiha seguramente todo el poblado reaccionaría agresivo.

Tal vez debió considerar algún nombre falso, aunque no se le ocurriese nada.

—Allá —el hombre no cuestionó más, señalando el tejado de una de las casas —aún quedan lugares que parchar.

Itachi asintió, yendo por algunos clavos y el martillo, utilizando la escalera para poder subir, ignorando la mirada desconfiada que ahora le dedicaban. Prefiriendo no tardar en ponerse a completar la tarea asignada.

 

 

—No me interesa.

—¿Quieres quedar ciego?

—Es mi maldita decisión, Itachi.

 

 

Sasuke había reaccionado muy enfadado cuando mencionó que estaba dispuesto a cederle sus ojos…

O el único que quedaba…

Su pequeño hermano lo observó solo un par de segundos antes de negarse ofendido, aunque su relación con Sasuke ya no fuese hostil, habían demasiadas desavenencias que tardarían mucho en saldar. Su preocupación era sincera, pero en ocasiones era difícil definir si Sasuke estaba reteniéndolo a su lado solo por hermandad.

Aferrándose con ligero resentimiento para tener la certeza de donde se encontraba en todo momento, resultado de tantos años de abandono…

Si, es probable que Sasuke aun lo odiase.

A Itachi le resultaba muy difícil ignorar todo el daño causado a su hermano, divagando en demasiadas ocasiones en cada interacción, tratando absurdamente de mantenerse como el hermano mayor. Porque era consciente de que no tenía ni un mínimo de potestad para desempeñar aquel papel, nunca más.

—¿Son de Konoha?

Respingó ante la pregunta, dirigiendo su atención hacia el hombre mayor que aun cortando la madera con la sierra parecía haberle hecho.

 

—Si.

Solo el sonido de madera siendo cortada y el aserrín cayendo se oyó por unos segundos.

—Tsk. Maldita Konoha —murmuró bajo.

Pero no lo suficiente para que Itachi no lo hubiese escuchado, debería mostrarse molesto, pero no era así, la aldea de la hoja era un claro ejemplo de avaricia y ansia de poder, manteniéndose al frente de las demás aldeas a cualquier costo, ocultando nefastas acciones para “guardar las apariencias”.

Siempre lo ha sabido, aun así… protegería su antiguo hogar, quizá por amor… o quizá por una espeluznante obligación tan adherida en sus huesos, que era ineludible. Como si estuviese programado para actuar como una especie de perro guardián, al que al anochecer echaban fuera para no estorbar.

Una sensación molesta fue produciéndole mayor comezón.

—Ojalá se marchen pronto, no necesitamos ayuda de Konoha —habló esta vez mas alto, dedicándole una mirada molesta, como si el ninja frente a él fuese un enemigo.

Si tan solo supiera…

Itachi no se molestó en responder, dedicándose enteramente a terminar con su labor, clavando los grosos clavos en las vigas, uno tras otro hasta que el sonido era tan repetitivo que le permitió huir de su siempre ruidosa conciencia. No fue hasta cerca de medio día que Naruto llegó al lugar, solo vistiendo una camiseta y una radiante sonrisa impresa en su rostro sudoroso.

—¡Oye I-

Naruto detuvo su saludo de manera abrupta ante el carraspeo repentino de Itachi y la forma en que lo chitó.

—E… a… —vaciló aun con una mano levantada, sintiendo recién la mirada del otro individuo en la escena—. I… I… ¡Isao-chan! Tu-tu hermano está esperándonos para ir a comer dattebayo.

Itachi parpadeó varias veces al escuchar el nombre “falso” que Naruto inventó en su desesperación, Kakashi debió de darles indicaciones más específicas. Pero al menos pareció ser suficiente para que el hombre que no dejaba de observarlo con desconfianza dejase de prestarles exagerada atención.

—Enseguida los alcanzo, Nao-kun —y devolviendo el “favor” no se le ocurrió un nombre temporal más adecuado para el ninja que lo esperaba sin dejar de sonreír.

—Si, si, ese es mi nombre, Nao, Nao —repitió casi mandando al trasto su pequeña actuación.

Así que Itachi se dio prisa en despedirse para sacar de allí a Naruto, apenas teniendo tiempo de lavar sus manos, arreglando su cabello en tanto caminaban en dirección de la pensión donde se estaban quedando.

—Es probable que las personas de aquí no reconozcan nuestras identidades, pero es mejor no arriesgarnos.

—Creo que a Sasuke le quedaría bien Shoji —Naruto ignorando su explicación llevó ambos brazos tras su cabeza, una suave brisa meciendo sus blondos cabellos, bastante más cortos.

Itachi lo observó un par de segundos antes de volver su mirada hacia el camino, nunca se cansaría de agradecer a quien tenga que hacerlo, que Naruto siga compartiendo lazos de… amistad… con Sasuke.

El resto de la tarde lo pasó en la pequeña parte trasera de la pensión que podría pasar por un jardín, aunque solo estuviese cubierta de escaso césped, aquel quizá podría ser un buen lugar para criar un par de gallinas y conejos, absorto en sus pensamientos tardó un par de segundos más en percatarse de que Sasuke se acercaba. Solo pudo permitirse un parpadeo antes de girar e intentar sin éxito que la ropa que había arrojado a su rostro no lo impactase de pleno.

—¿Las medicinas no están funcionando? —preguntó áspero.

Y aun así tuvo que revisar las sábanas que le habían aventado para saber a qué se refería Sasuke, notando recién una pequeña mancha de sangre allí, seguramente era de la noche anterior, donde en medio de tantas divagaciones sintió algo del regusto metálico pasearse por su boca.

—Lo están haciendo muy bien de hecho —aclaró— olvidé cambiarlas—. Soltó como vaga excusa al no atreverse a decirle que en realidad ni siquiera se percató de ese diminuto incidente.

—Mentiroso.

La filosa mirada de Sasuke por un instante consiguió inquietarlo, quizá por menos de un segundo, pero una sensación demasiada nítida como para pasarla de largo. Si, Sasuke parecía conocerlo bastante bien, incluso con todos aquellos años de distanciamiento que acarreaban, o quizá solo se debía a su total sinceridad…

Diciéndole directamente que no podía creerle de nuevo, que cualquier cosa que soltase de su boca la pondría en tela de duda.

—Ah… —musitó quedito poniéndose de pie— en verdad están funcionando Sasuke, pero no llevo tomándolas mucho tiempo—. Quiso ser condescendiente, pero los titilantes ojos de Sasuke parecían querer refulgir en rojo, una advertencia que no estaba logrando captar, Itachi sintió un ligero dolor de cabeza. Sasuke podía actuar demasiado voluble a ciertas horas del día… 

Si, ya las había contabilizado demasiado bien, frunció el ceño.

—Estoy escuchándote, solo tienes que decirlo.

Sasuke abrió la boca, listo para decir algo, deteniéndose en el último instante, mordiéndose el labio inferior en cambio.

—Ya lo habrás notado —dijo al fin— todos aquí parecen detestar Kohoha. Es un absurdo que Kakashi nos enviara aquí.

Itachi asintió—, la mayoría de los poblados alejados siempre tendrán resentimiento hacia las aldeas más grandes y… 

—Aunque no seamos los únicos genocidas, los más escandalosos han salido de Konoha —Sasuke completó interrumpiendo su ligera pausa, apático soltó un bufido, sentándose en uno de los trastos de madera desparramados por ahí.

Itachi asintió en silencio.

—¿Ya oíste los ridículos alias que Naruto se inventó? Si que es un dobe —prosiguió apartando la mirada— con mantener nuestros apellidos fuera de conversación no deberían reconocernos.

—¿Es que no te gusta Shoji? —una tenue sonrisa asomó en los labios de Itachi antes de sentarse también, sobre el escaso césped arrimándose ligeramente hacia su hermano menor.

—¿Pero qué dices, Isao? 

Y sorprendiéndolo, Sasuke le siguió el juego, la sombra de una sonrisa estampada en el blanco rostro. 

Ver el simple gesto le resultó gratificante, como un intento bien logrado, un paso avanzado, se sintió bien… estaba bien.

 

 

(…)

 

 

Los demás días fueron una mecánica repetición del anterior. Despertar luego de una noche repleta de divagaciones, para ir a colaborar en algún lugar.

Ayudar con refacciones o simplemente espantar a los ladronzuelos que quisiera aprovechar la vulnerabilidad del lugar para intentar robar, Itachi comenzaba a desesperarse al no poder deducir aun la razón principal porque los hubiesen enviado allí. Decir que simplemente fue para “ayudar” era demasiado idílico como para que fuese verdad, suspiró acomodándose mejor en aquella rama del robusto árbol donde se encontraba, no le molestaría vivir de aquella manera, realizando tareas de campo para sobrevivir.

Lo único que detestaba era saberse vigilado.

Solo necesitando enfocar su dañada vista un poco, para hallar la dirección aproximada de donde alguno de los ANBUS seguramente estuviese observando.

Juzgando…

Cerró los ojos unos segundos, disfrutando de la fresca sombra que lo cubría. Sin si quiera atreverse a quedarse dormido, aunque fuese poco probable, no podría arriesgarse a caer debido a sus atrofiados reflejos, un piquete de dolor en su pierna izquierda le hizo espabilar, llevando su diestra hacia la cicatriz que lentamente iba sanando.

Al menos ya no necesitaba las muletas.

—Debes tener muy buena vista, dattebayo.

Itachi dirigió su mirada hacia abajo, hallando a Naruto con una resplandeciente sonrisa.

No lo había sentido acercarse.

—¿No estabas con Sasuke? —preguntó incorporándose del todo.

—Si, pero el muy bas… —carraspeó— me dijo que tenía cosas que hacer y no me dejó acompañarlo.

Entonces Itachi volvió a dirigir su atención hacia donde se supone estaba el ANBU.

Pero ya no pudo percibir nada.

Podría estar escondiéndose muy bien o quizá…

—¿No vas a bajar?

De nuevo la voz de Naruto le hizo espabilar, el muchacho rubio aun sonreía suave. Itachi se tomó algunos segundos para medir la distancia, aun el ligero dolor incomodaba una de sus piernas, no deseaba caer en un salto tan simple. Resopló bajito antes de bajar y aunque pudo caer con habilidad, se inclinó de mas debido a la molestia en la pierna.

—¿Estas bien?

Sin embargo, tuvo que erguirse antes de ser ayudado por Naruto.

Seguramente la imagen de ninja peligroso que labró por años ya estaría destruida ante ojos de muchos. No es como si le importase realmente, tan solo que muchos hábitos eran difíciles de dejar atrás.

—Estoy bien —comenzó a caminar de regreso a la pensión, comiéndose las dudas de lo que pudiese haber sucedido con el ANBU, esperando que Sasuke no tuviese algo que ver.

—¿Puedes ayudarme con algo?

Respingó ante la pregunta, girando en el acto, Naruto le sonreía nervioso, rascando su cerviz.

—¿En qué?

—Las compré al venir, pero Sasuke no quiso ayudarme a buscarlas.

Algo curioso Itachi siguió a Naruto que fue internándose entre los árboles hasta que un pequeño “cloc” se oyó. Abrió más los ojos cuando vio una blanca gallina picoteando el piso.

—Eran tres, pero se salieron de la caja y ya no pude encontrarlas´ttebayo —explicó yendo a tomar la gallina en brazos, que extrañamente lucía bastante dócil—. ¿Puedes cuidarla para que no se escape en tanto busco a las demás?

Y sin esperar una respuesta fue a depositar al ave en brazos de Itachi.

—Gallinas —murmuró seriamente confundido del por qué Naruto había comprado a las aves. ¿En verdad pensaba matarlas, desplumarlas y luego comérselas?

—¿Verdad que están gordas? —divertido amplió su sonrisa, cuando la espantada gallina se acurrucó mas en brazos de Itachi, como si hubiese entendido que iban a comérsela —está muy bonita, dattebayo.

Al sentirla temblar, Itachi consideró que con los huevos que pusiera debería bastar.

—Cuídala por mi —encargó de ultimo antes de perderse entre los arbustos buscando al resto de su compra.

—Si, estas gorda —le habló al ave, levantándola para verla mejor, pero solo un “cloc” recibió en respuesta. Itachi suspiró algo más relajado.

 

 

(…)

 

 

Si le preguntasen si deseaba algo en aquel instante, Itachi no sabría que responder. Sentía haber cumplido, aunque sea de manera poco satisfactoria, todos sus propósitos en la vida.

Así que la mayor parte del tiempo sentía solo poder deambular hasta que alguien requiriese su existencia, como si fuese solo una ilusión, que algún enfermo pudiese ver de tanto en tanto. Un verdadero despojo de lo que alguna vez fue, el zombi rehabilitado que solo comienza a moverse en una dirección cuando hallaba a quien atacar.

Hubiese sido mejor si tan solo Sasuke lo hubiese dejado morir.

No obstante, si su pequeño hermano deseaba castigarlo tan solo manteniéndolo con vida, Itachi tampoco protestaría, no es que se sintiese con potestad de hacerlo. Pero admitía sentirse más cansado con el paso de los días, tal vez debido a las medicinas, habiendo pasado años consumiendo fortísimos fármacos para mantenerse en una pieza durante los años en akatsuki, continuar llenando su torrente sanguíneo de aquellas drogas ya era demasiado agotador. Como si estuviese siendo tragado por la silenciosa muerte con lentitud.

Suspiró en medio de la oscuridad de su habitación, aguardando porque el cansancio pudiese dejarle dormitar, alejarlo de su pesada conciencia, así fuese por unas horas. Se encogió tanto como pudo para cubrirse con las sábanas.

Sin embargo, el golpeteo en su puerta no lo extrañó.

Ya había adivinado de quien se trataba.

—Adelante —murmuró bajo, sin estar seguro de si lo habían oído.

Y fue Sasuke quien no tardó en entrar, cubierto con el sobretodo negro.

—No creo haberte despertado —aseguró.

—De hecho, estaba esperándote.

Sasuke enarcó una ceja cuando Itachi se incorporó de súbito, dejando claro que solo estaba actuando.

—¿Los mataste? —cuestionó casi sonriendo, Itachi comenzaba a resentir otro dolor de cabeza.

—No, si alguno de esos ninjas desaparece es probable que no tarden mas de unas horas en mandar a una tropa de imbéciles a capturarnos.

Si bien el tono usado por Sasuke no podría considerarse como de enfado, era más como si hubiese soltado un ladrido. El gruñido de un animal herido que vuelve a sentirse acorralado…

Itachi detestaba ver aquel semblante y oír aquel tono, pero se sabía incapaz de conseguir que lo cámbiese, pensó entonces por un breve instante que quizá… tal vez, podría llamar a Naruto. Sus manos presionaron las sábanas y se mordió la lengua antes de sugerir aquello—. Solo tienes que ignorarlos, dudo que intenten algo mas que mantener informada a Konoha.

—¿A Konoha? —Sasuke torció una sonrisa ligeramente espeluznante, haciendo obvio que no podría estar hablando en serio —a esos ancianos, a Kakashi si tenemos la suficiente suerte y no. No la tenemos.

Soltando un bufido agotado fue a sentarse al lado de Itachi.

—¿Qué quieres hacer?

—Nada, no hay nada que hacer por ahora. Solo vamos a pretender que hay un montón de cucarachas rondando y que, de momento no podemos aplastar —bufó dejándose caer hacia atrás, aunque fuese sobre las piernas de Itachi.

E Itachi quedó paralizado un par de segundos, sin saber como reaccionar. Pocos acercamientos físicos había tenido con Sasuke desde hace años, que no incluyesen una presa para luego clavar una espada en alguna parte de su cuerpo o un intento de estrangulamiento…

Pero a tiempo contuvo el ligero impulso que lo invadió, su vacilante mano se acercó demasiado a los brunos cabellos de su hermano menor, en una caricia fantasma.

—Eres pésimo con esto —Sasuke habló seco antes de incorporarse.

—Lo soy —admitió.

—Pero estas mejorando.

 

 

 

(…)

 

 

Fue la gallina que Naruto le “encomendase” la que provocó que aquella mañana despertara antes. Ligeros picotazos en su puerta lo forzaron a salir, hallando a la blanca y regordeta ave picoteando sobre la tierra.

—Adivinaste bien, esa es mi habitación —le habló colocándose de cuclillas y la gallina no tardó en correr a su lado, cacareando un par de veces.

Luego del desayuno, nuevamente se dirigió a esa construcción, recibiendo aquella desconfiada mirada por parte del sujeto que la dirigía.

Quizá ya lo sabría.

Aunque fuese poco probable.

—¿Cuántos años tienes? Te ves bastante joven.

La pregunta llegó tan casual que Itachi sintió no estaba dirigida a él, así que tuvo girarse por completo para confirmarlo.

—Veintitrés.

—Oh.

 

Y no se dijo más.

Hasta que fue medio día e Itachi se dispuso a salir, lavando sus manos y mojando un poco su cabello antes de hacerlo, percibiendo claramente la amenaza súbita mientras terminaba de arreglarse, y de no haber sido por su innata habilidad que aquel bloque de madera que le arrojaron, habría impactado en su cabeza.

—¡Eres tú!

Un grito furioso oyó antes de retroceder para que aquel tipo no llegase a tocarlo, resultando en una presa infructuosa y un puñetazo risiblemente fácil de esquivar. Sin embargo, la mirada iracunda que le dedicaron se le antojó conocida, esa que podía observar en infinidad de personas cuando estaba en alguna misión, ya fuese como ANBU o miembro de Akatsuki.

Odio justificado.

Aquel recién llegado presionó los dientes con fuerza y antes de siquiera intentar otro ataque, fue sujetado por el anciano, que hacia unas horas había preguntado la edad de Itachi.

—¡Kenji, tranquilízate! ¡¿Qué es lo que te sucede?! —aplicando toda su fuerza trató de detenerlo.

—¡Es él, es el maldito bastardo que mató a Juliet!

Itachi retrocedió un par de pasos ante la acusación, intentando vanamente de ubicar aquel nombre… había matado a tantas personas… pero no deberían haber sobrevivientes que pudiesen identificarlo.

—¡La mataste! ¡Eres un maldito Uchiha Itachi, mataste a tu propia familia!

Entonces algo hizo clic, Itachi observó a su alrededor, seguro de que pronto mas personas se acercarían. Y en el instante que soltaron a Kenji por la repentina revelación, tornando su único ojo funcional de carmesí, sumergió al fúrico aldeano en un simple genjutsu que lo dejó inconsciente en el acto.

—Eres… eres…

Con el enorme riesgo de tener por completo su identidad revelada, poca atención le prestó al punzante dolor que iba emergiendo en sus sienes, resultado tal vez de forzar nuevamente a su chakra para manifestar por una milésima el sharingan, algo que hace un par de años solo requeriría un suspiro de su esfuerzo, parecía ahora casi tan tortuoso como haber combatido con el susanoo durante horas. Debía darse prisa y silenciar también a aquel anciano.

No obstante, la acción fue frustrada cuando lo sujetaron por detrás, por completo en alerta y con el sentimiento de estar en peligro, se giró con rapidez… una maniobra aprendida y que desempeñaría casi por inercia… sujetar un kunai para clavarlo en su adversario y liberarse del agarre.

Utilizar más chakra en una técnica de sustitución no era opcional.

Aun así, su mano fue sujetada a media acción, con más rapidez quizá.

—No soy tu enemigo.

La voz lo detuvo de súbito, como si hubieran congelado todos sus músculos, incapaces de obedecerle. A riesgo de caer de no ser por los brazos que ahora lo rodeaban por completo. Y dada su posición fue imposible que notase la mirada afilada de Naruto, dirigida al anciano. Una orden muda, antes de que más personas se acercaran debido al pequeño escandalo montado.

Itachi solo volvió a ser consciente de su entorno cuando una de aquellas manos que lo encerraban ahora cubría sus ojos, la ligerísima humedad escurriendo de allí al fin fue evidente.

Estaban sangrando… aquella insignificante ofensiva ocular realizada y el dolor posterior parecía haberse convertido en hondas sobre el agua, azotando su cuerpo sin piedad. Boqueó llevando también sus delgadas manos a sus ojos, cubriendo la de Naruto, sin estar seguro de si quitarla y salir de allí. Probablemente derrumbándose luego de un par de pasos o encogerse para intentar sobreponerse a aquella creciente aflicción.

—No te preocupes, está bien`ttebayo.

Murmuraron a su oído.

No estaba bien, aquel vacío en su pecho fue más notorio de repente. Las voces en su cabeza, mas claras y los reclamos de su familia dejaron de ser diáfanos susurros de fondo, para transformarse nuevamente en gritos desesperados imposibles de ignorar.

Otra vez se sintió como un monstruo.

Estaba tan cansado…

¿Por qué Sasuke no lo dejaba morir?

 

 

 

 

Notas finales:

Saludos, siento la demora, pero he tenido 0 tiempo y ánimos de continuar mis fics. Es gracias a la actividad de una página (Lila Negra en Facebook) que he conseguido terminar este capítulo y ya vamos finalizando el siguiente. Dando una releída rápida a los dos primeros capítulos noté lo desordenados que se ven, voy a tratar de hacerles algunas correcciones.

Para aclarar, Sasuke solo tiene un brazo.

Itachi solo puede ver con un ojo, si bien el otro no quedó por completo blanco como en el anime/manga luego del enfrentamiento contra Kabuto, digamos que es un gris tirando a blanco.

Naruto si usa el brazo prostético.

 

Si es que tuviesen alguna duda o sugerencia, háganmela saber. Muchas gracias por el apoyo, espero este capítulo les haya resultado interesante.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).