Se logró el objetivo principal de encontrar el lugar dónde se guardaban los huevos de dragón, así que Noah y su grupo se trasladaron a las plazas que estaban esparcidas por la ciudad antigua. Afortunadamente, había una fuente que tenía agua muy clara así que se lavaron la cara y las manos y se tomaron un descanso de algunos breves minutos. Mientras repartían los bocadillos que había traído Viola y preparaban el té, Luang se escondió detrás de Eldred y se negó a salir. Probablemente porque se había sentido muy tímido después del beso.
"Luang es adorable." Viola presentó una taza con un té especial para hacer que no tuvieran acidez estomacal después de comer demasiados dulces. "¿No lo cree? No importa cuánto lo mire, no me canso de él".
"¿Qué fue eso? No te pongas coqueta con mi prometido".
El dedo de Viola tembló de tal manera que el té se derramó.
"¿Qué está diciendo? No se porte así delante del niño, no es bueno para su educación".
"Lu no es un niño ordinario, ni siquiera es un humano como nosotros. Su estilo de vida es diferente al nuestro y por consiguiente su inteligencia también."
Viola no dijo nada al respecto.
"Su Alteza... ¿Realmente va a casarse con Luang? Es posible que no llegue al celo nunca".
Preguntó el estricto caballero de escolta. Noah se quitó las gafas de colores y miró al hombre como si le pidiera que no discutiera con él.
"Bueno, ¿Qué me estás diciendo? ¿Que no tiene sentido estar con alguien como él? Tal vez ese sea el caso, pero creo que estar o no en celo no lo define como persona. Mientras pueda hacerlo feliz, está bien para mí".
La mirada de Eldred estaba fija en el dorso de la mano de Noah y él se dio cuenta de esto de inmediato. Fue molesto. Es decir, estaba planeando tener un día divertido hoy y ahora se sentía como si los ánimos estuvieran bajos.
"¿Qué harías si Luang se volviera un adulto? ¿Podrías soportarlo?"
"Wow, Viola, me impresionas. Para alguien que defiende al niño todo el tiempo, es una pregunta muy fuerte."
Luang lo miró a la cara, todavía medio oculto:
"¿Qué va a pasar cuando me vuelva un adulto?"
La sonrisa de Noah se volvió impresionante. A pesar de que había vivido durante 12 años, Luang no parecía saber sobre el verdadero significado de la pregunta que le habían hecho sobre él. De todos modos, ningún adulto diría algo desagradable frente al niño ni siquiera para hacer una broma.
"Te lo diré cuando crezcas".
Después de tomar una comida ligera y descansar, Noah tomó de la mano a Luang y miró hacia el edificio que estaba más apartado de los otros. Había encontrado algunas herramientas mágicas antiguas y pedazos de círculos mágicos que fueron destrozados, pero igual quería tenerlos para recolectar la información necesaria para su próximo estudio de campo.
Por la noche, de camino a casa, subieron por las mismas escaleras largas que cuando llegaron, volvieron a lavarse las manos y disfrutaron un poco de comprar en los puestos más populares antes de regresar al área de teletransportación. Todo lo que tenían que hacer ahora, era tomar un pequeño bote que los llevaría de regreso a la mansión en poco tiempo. Sin embargo, en el camino hacia el muelle, Noah pareció ponerse de mal humor cuando una dama se le paró en frente:
"Bueno, ¿No es su alteza, el señor Noah?"
"Y usted es la señorita Pearl. Es extraño verla en un lugar como este".
"Estoy segura de que es el destino. Siempre he quería ver a Noah de esta manera tan casual."
Noah y ella estaban cara a cara así que debió haber sido una emboscada. Sin embargo, ¿Cómo supo exactamente que Noah pasaría por aquí?
"Tú... ¿No quieres dar un paseo conmigo mientras tanto?"
"Lo siento, pero mi prometido está cansado justo ahora. Quiero volver a la mansión y descansar."
Los ojos de la señorita Pearl se volvieron hacia Luang por primera vez así que el bultito entre sus brazos tembló y su cara se presionó contra su pecho.
"Ah, ya veo. Este pequeñito es el famoso "cachorro de dragón" del que tanto hablan ¿No es cierto? Bueno pero, igual comprometerse con un niño de esa edad es demasiado terrible."
¿Qué demonios estaba diciendo esta mujer cuando Luang estaba allí escuchando? Eso era lo desagradable.
"Bueno, paso a retirarme."
"No, no. Déjame prestarte mi carruaje al menos. Si tienes un prometido tan pequeño, lo menos que puedo hacer es permitirte un lugar seguro para descansar."
Era una mujer joven y hermosa y ya que confiaba absolutamente en su encanto, pensaba que podía aprovecharse fácilmente de eso para hacerlo caer. Pero cuando estaba a punto de abrir la boca para rechazarla, la nariz de Noah comenzó a arder con un dulce aroma.
"..."
"¿Noah?"
Noah se sorprendió cuando le golpearon las mejillas con una mano diminuta. Increíblemente, el olor lo distrajo lo suficiente como para olvidarse de si mismo y de lo que estaba haciendo. La señorita Pearl también miró a su alrededor:
"De alguna manera, huele dulce... Tal vez es por la temporada de flores."
Con una mirada severa, el caballero de escolta fue a revisar la zona para asegurarse de que no hubiera problemas. Luego apareció de nuevo, pero un poco más alterado que la primera vez:
"¡Este es el olor de un Omega en celo!"
"¡Señor! Señor hay que irnos."
Los caballeros de la escolta comenzaron a gritar antes de intentar sacarlo del camino. Un Omega generalmente se quedaba en casa cuando se acercaba su celo así que esto era extraño sin importar por donde se le viera.
Muchos de los usuarios del equipo de teletransportación, que utilizaba monedas de oro, eran personas ricas. Para decirlo de una manera más clara, se trataba de aristócratas. Y muchos de los aristócratas eran Alfa por lo que si no se hacía nada, estallaría un incidente relacionado con el prestigio del país en el que dirían que los nobles del Reino de los Nueve habían asaltado a un Omega en grupo.
Noah abrazó el pequeño cuerpecito caliente y suave entre sus brazos e inhaló su aroma al máximo. Entonces sintió que el interior de su cabeza, que se estaba nublando, se refrescó un poco.
"Viola, toma a Lu. Llévale de regreso a la mansión".
"¿¡Señor!?"
Noah le pasó a Luang a Viola, y luego se volvió hacia el caballero de la escolta que tenía más cercano.
"Dame una espada".
"Mi señor, incluso si no tenemos permitido hacer que usted se ensucie las manos, lo haré si me lo ordena".
El caballero de la escolta se apresuró a ofrecer su espada.
Noah comenzó a abrirse paso en dirección al Omega, quien desafortunadamente había entrado en celo en un lugar lleno de Alfas.
"Mi señor, ¿¡Qué va a hacer!? Por favor, regrese. ¡Es peligroso!"
La voz aguda de Viola se escuchó desde atrás. Era tan ruidosa que Noah tuvo que sujetarse las sienes con las manos. Pero, a medida que se acercaba a la fuente del olor, sus pensamientos parecieron desaparecer completamente. La parte inferior de su cuerpo estaba caliente y era completamente difícil seguir caminando como si no pasara nada. Sin embargo, respiró profundamente y subió las escaleras hasta que llegó a la playa. Allí, una cantidad impresionante de aristócratas ya se estaban reuniendo en el medio de las escaleras así que, empujando y aventando a todos hacia adelante, se agachó y jaló el cuello del noble que estaba gruñendo.
"¡Suelta mi ropa!"
"¡No puedo hacerlo! Si quieres estar con él, espera hasta que termine su celo. Hacer esto no es de hombres".
El noble, que estaba delante, pareció tan furioso que intentó golpearlo con los puños. Pero Noah atacó con una espada envainada. Luego les gritó a los que estaban en la parte de atrás:
"Soy Noah, el hermano del rey de los nueve. Estoy aquí para salvar al Omega en celo. Si dejamos que todos aquí hagan lo que quieran, entonces nuestro reino será inmundo".
Con el Omega en su espalda, Noah golpeó sin piedad al aristócrata que intentaba irrumpir para hacerle daño. Sin embargo, su mente decía "Quiero hacerlo." "Realmente me muero por morderlo" Era un deseo que hacía que su cerebro se sintiera adicto. Sin embargo, cuando pensaba en este país y, por extensión, en su hermano, comenzaba a sentirse más seguro de que no podía dejarse tragar por el deseo.
Noah bajó corriendo las escaleras, sosteniendo al Omega semidesnudo entre los brazos. Se lanzó al bote más cercano, quitó la cuerda y pateó el muelle para que el bote pudiera soltarse y navegar. Pero cuando se sintió aliviado de haber escapado del peligro, descubrió que sus brazos se entrelazaron alrededor de los suyos y que sus piernas y las suyas estaban combinadas. El Omega, que se preguntaba si estaba a punto de desmayarse, se tumbó en el fondo del bote y miró a Noah con una cara bastante contrariada. Llevaba ropa cara así que aunque pensó que era un plebeyo, debió haber nacido aristócrata también. Era brillante y hermoso y la piel que se asomaba a través de sus lágrimas era sexy y aterciopelada. Sus ojos azules, como el cielo que se extendía sobre sus cabezas, estaban dominados por el celo así que se volvieron turbios. La garganta de Noah sonó. Tomó las piernas del Omega, las envolvió alrededor de su cintura y dejó que la mitad inferior de sus cuerpos estuvieran en contacto. El hombre sacudió las caderas en su dirección.
"Por favor... Abrázame. Ah, me siento tan caliente que me estoy volviendo loco. Ayúdame, ponlo. Por favor. ¡Por favor, ponlo dentro!"
Su aroma estaba fluyendo hacia su cavidad nasal. Su corazón comenzó a perderse ante la tentación y se sintió como si no tuviera que luchar más y no tuviera que aguantarlo tampoco. Noah suspiró y comenzó a frotar la punta dura y feroz de su pene contra el trasero del Omega. Ni siquiera pareció recordar que estaba expuesto al público, así que incluso comenzó a bajarse la ropa.
Cuando se dio cuenta, ya estaba en su habitación. Se acostó en la cama, sintiendo que le dolía la cabeza porque aparentemente se había golpeado en alguna parte. Y como si hubiera estado al tanto de él todo este tiempo, su sirviente se acercó rápidamente en cuanto notó que movía los dedos.
"¿Cómo se siente, señor?"
"Me duele la cabeza... Y no tengo memoria de lo que pasó."
"Utilizamos el sello que nos dio para estos casos, "la magia del sueño". Y... En ese momento su cabeza se golpeó contra el suelo."
"Entonces yo... ¿No le hice nada a ese Omega, verdad?"
"Los escoltas del Omega querían que les diera las gracias".
Noah negó con la cabeza.
"Creo que cualquiera en mi posición hubiera actuado igual. ¿Llegó Lu a casa sano y salvo? ¿Está bien?"
"Sí. Él y usted vinieron juntos en el mismo carruaje".
"Maldición. Debería haber vuelto a casa primero. Seguro estaba muy asustado".
"No se preocupe. Creo que se habría puesto peor si los hubiéramos separado".
Noah presionó su palma contra sus sienes izquierda y derecha.
"¿Lo vio? ¿Vio lo que hice?"
"No lo hizo en absoluto".
Pero nadie podía asegurarlo ¿Y si lo vio? ¿Qué pensó Luang cuando vio a Noah apoyado en un Omega sobre un pequeño bote? Tenía que ir y explicarle que no tenía intención de hacer nada en ese momento. Que él no era así.
"¿Dónde está Lu? ¿En su habitación?"
"No, está con el Omega en la sala de estar".
Noah tenía miedo. ¿El Omega estaba en esta mansión? ¿Seguía en celo?
"¿Por qué trajiste al Omega?"
"Estaba asustado, señor. Es el hijo del barón Blackburn. Acaba de tomar sus supresores así que no se preocupe por las feromonas".
Siempre había supresores en esta mansión, por si acaso. Además, eran tan caros que no se vendían tan ampliamente como lo hubieran querido. Noah suspiró.
"Quiero ver a Lu. Llámalo, dile que venga conmigo."
"Creo que no vamos a tener que llamarlo. Ha estado viniendo por su cuenta todo el tiempo. Mire".
En el espacio entre la puerta abierta, podía ver a Luang parado de puntillas y agarrando el pomo de la puerta como si quisiera empujarlo.
"Ven aquí, bebé. Ven."
Noah empujó la parte superior de su cuerpo y puso los pies completamente en el suelo. Y como además de eso abrió los brazos, Luang saltó a su pecho sin dudarlo ni un segundo.
"Mi hermoso Lu. Estaba preocupado por ti."
"Su Alteza, Noah".
Noah entrecerró los ojos. El Omega, el que ayudó en el muelle, se había parado en la puerta abierta de la habitación.
"Pareces estar a salvo ya... Lo siento, pero recién me estoy despertando, así que por favor me gustaría que te mantuvieras lejos de la habitación".
Como dijo Eldred, el supresor parecía funcionar, pero seguía oliendo. Y el leve olor estaba despertando su estado de alerta.
"Lo siento. Es solo que realmente quiero agradecerles. Si su Alteza Real Noah no me hubiera ayudado, habría muerto allí. Muchas gracias".
Noah levantó al bebé en su regazo. Sintió que podía mantener su razón mientras estuviera con Luang.
"¿Por qué estabas en un lugar tan lleno de gente durante el celo? No te culpo, pero fue un poco molesto."
Además, estuvo a punto de cometer una infidelidad frente a su prometido.
"Un Omega la pasa mal, entiendo, pero un Alfa también pasa un horrible momento. Llevaba a mis sirvientes, a Lu, no quiero sermonearte, pero deberías ser más consciente de ti mismo."
Sin embargo, Luang tiró de su camisa antes de que siguiera hablando.
"Noah Sama, no te enojes ¿Sí? Es un Omega como yo y no le había pasado antes así que... ¡Así que no sabía!"
"... Eso no es excusa, pero entiendo que el celo puede comenzar de repente. Puedes estar tranquilo porque van a pasar muchos días hasta que el próximo te comience."
Noah le habló con tranquilidad y luego le dijo que no saliera excepto cuando fuera absolutamente seguro para él. Después, el Omega se presentó adecuadamente, le dijo que se llamaba Christian y que definitivamente tendría mucho cuidado en el futuro. Noah odiaba a los Omega, pero no pretendía culparlo por esto.
"Bueno, no te voy a obligar a vivir encerrado, pero ten cuidado. No quiero que te pase nada terrible."
La mirada de Christian cambió de Noah a Luang así que el niño enterró el rostro contra su pecho.
"En fin, ¿Quieres quedarte a pasar la noche? Tengo una habitación de invitados arriba".
Christian negó con la cabeza.
"Está bien. Me voy a casa. Pero sería genial si pudieras llamar a un carruaje por mi".
"Claro, te prestaré un carruaje".
"Lamento haber tomado todo su tiempo, alteza. De verdad."
Christian hizo una reverencia y desapareció sin decir nada más. Noah exhaló, besando la cabecita de Luang antes de acomodarle amorosamente el cabello.
"¿Estás bien?"
"Estoy... Un poco deprimido porque te mostré algo horrible. Quiero decir, Lu... No toqué a Christian. Te lo prometo."
Luang suspiró, todavía con el rostro en el pecho de Noah.
"Bueno."
Noah sonrió. Este pequeño niño era más maduro que cualquier persona que hubiera conocido antes. Era amable y absolutamente hermoso. Fue tonto preocuparse tanto.
"Lu es el mejor del mundo en términos de ternura. Estoy seguro de que vas a derretirme cuando seas grande".
"... ¿Y si no me vuelvo grande?"
Noah sonrió.
"Bueno... Lu ya es perfecto ahora. Además, me ayudas a repeler a algunos insectos."
"¿Insectos?"
"Sí ¿Recuerdas lo que dijo la señorita Pearl esa vez? ¿No te pareció molesta?"
Luang negó de inmediato. Su cabello nacarado se había pegado a su piel y fue peor porque insistía en mantener la cabecita presionada contra su pecho. Dijo que no le molestaba, pero igual no quería mostrar su cara.
"Ya sé, ¿Y si hacemos una fiesta? Quiero presumir mi compromiso con Lu a lo grande y mostrarle al mundo lo serios que somos y que no tenemos lugar en nuestra relación para que entre nadie más".
Escuchó un grito extraño desde dentro de sus brazos y luego lo vio levantar la cabeza.
"¿En serio?"
"En serio... Quiero hacer una gran fiesta para presumir a mi Luang."
Sus deditos temblorosos tiraron de las mangas de Noah.
"Pero... Tengo miedo."
"No va a pasar nada, cariño. Es más, vamos a adaptar un traje para ti que coincida con el mío ¿Está bien? ¿Quieres que lo diseñe? Para que todos vean de un vistazo que estamos muy satisfechos con este compromiso".
Luang parecía impaciente con la historia.
"Pero, pero tengo una escama aquí. Mira".
"Oye, Lu es lindo sin importar lo que tenga en el cuerpo".
El rostro de Luang se puso rojo en un instante.
"Gra... Gracias."
Esa noche, Noah fue con Luang a su habitación para dormir juntos. Y quizá porque cenó mucho, durmió profundamente sin soñar ni una sola vez. Al día siguiente, Noah sufrió de un intenso dolor muscular que le resultaba bastante incómodo así que entonces comenzó a llevar a Luang a su propia habitación cada día. Sin embargo, el niño rodaba mucho y cuando se despertaban por la mañana, se encontraba con que estaba sobre su pecho o con que ambos estaban en el borde del colchón y a punto de caer. A veces Noah también abrazaba a Luang como si fuera un peluche y en otras tantas lo tenía sujetó de un brazo.
Y de esta manera, las ojeras desaparecieron alrededor de los ojos de Noah y su piel se volvió considerablemente más suave. Esta era la nueva rutina diaria de Noah: Después de desayunar con Luang todas las mañanas, iba a su trabajo en el taller y tomaba un breve descanso con una taza de té que le llevaba viola a las 10 en punto. La mesa del lado del lago se movió a la mansión porque de esta manera podía ver a Luang jugando en el jardín. Después del almuerzo, ambos se reunían para preparar su fiesta y hacían un cronograma detallado del evento. Además, antes de que su hermano leyera el plan, tenía que hacer arreglos y enviar invitaciones, seleccionar alimentos y bebidas para preparar, vajilla para usar, encargar nuevos trajes y accesorios también. ¡Había muchas cosas que hacer!
En su hora de cenar, después del baño, a menudo volvía a encerrarse en el estudio para pasar toda la noche allí, pero ahora pasaba tiempo relajándose con Luang.
El recuerdo de hace seis años, el que pensó que sería inolvidable para siempre, pareció desvanecerse rápidamente. Ahora que lo pensaba bien, Noah vivía lejos de todo lo que era cálido, brillante y animado. Esto se debía a que se sentía culpable por su hermano y por su esposa y completamente enfermo por sus pensamientos. Noah pensó que ahora, su futuro se veía tan sólido como una roca.