Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Me Gustas por Iztaxochitl

[Reviews - 22]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Después de un descanso, aquí les traigo un nuevo capítulo que espero que disfruten mucho.

 

Gracias por leer!

 

Amor para todos!

–¿Cómo les fue?– preguntó Yugi a Joey y Seto, quienes iban llegando después de hablar con uno de sus maestros. El rubio sonrió de oreja a oreja.


 


–Sacamos sobresaliente– Joey levantó un cuaderno frente a los ojos del tricolor, en donde claramente se veía una felicitación de maestro por haber hecho tan buen trabajo.


 


–¡Felicidades Joey! ¡Felicidades Kaiba!– Yugi les sonrió con sinceridad. Joey sonreía tanto que parecía que brillaba, y el castaño estaba relajado a su lado.


 


–Gracias Yug. La verdad es que hacemos un buen equipo– Joey volteó a ver a Seto con agradecimiento, y el castaño le sonrió de vuelta.


 


Habían pasado un par de semanas desde que se hicieron novios. Habían trabajado bastante para pulir ese trabajo, resultando es que el maestro quería verlos en privado. Al principio Joey se sintió nervioso, por lo que su sorpresa fue grande ante la felicitación del maestro. Kaiba estaba satisfecho con lo logrado por él y su chico, y Joey no cabía de felicidad.


 


En esos días, Joey había compartido con Yugi el hecho de que él y Kaiba estaban oficialmente saliendo y eran novios. Claro que el tricolor ya sabía que hasta vivían juntos, pero le dio gusto ver a su amigo tan feliz y radiante.


 


Iban saliendo de la escuela cuando Yugi volteó a verlos.


 


–¿Quieren ir por unas hamburguesas para celebrar? Yo invito– la oferta de Yugi era tentadora para Joey. Pero justo cuando iban a responder, Atemu los abordó.


 


–Hola– fue su simple saludo, y todos voltearon a verlo. –Kaiba, ¿podemos hablar un momento?– el castaño asintió y tanto Joey como Yugi se les quedaron viendo a la distancia. Yami hablaba de algo que no alcanzaban a escuchar, y Seto escuchaba con atención.


 


–¿De qué crees que estén hablando?– soltó Joey sin pensar. Yugi volteó a verlo aún cuando Joey tenía clavada la mirada en el castaño.


 


–No tengo idea, Yami no me dijo que iba a venir– el rubio sintió algo en la boca del estómago que no había experimentado antes. –¿Estás bien?– Yugi estaba preocupado por su amigo.


 


–Sí, no te preocupes Yug– pero su voz se había tornado sería y su semblante también.


 


Yami y Seto hablaban de algo cuando Kaiba sacó su teléfono para hacer una llamada. Esto llamó la atención del rubio ya que Kaiba solía ser atento cuando conversaba con alguien. Unos incómodos minutos después, Seto le dijo algo más a Yami y luego ambos caminaron hacia Joey y Yugi.


 


–Tendré que declinar la oferta de las hamburguesas; será otro día. Vayan ustedes y diviértanse– dijo Seto viendo a Yugi, y después se volteó con el rubio. –Te veo en el departamento en la noche. Si necesitas que pase por ti a algún lugar solo avísame e iré de inmediato.


 


–¿A dónde vas?– la voz de Joey salió un poco extraña, y Kaiba lo notó, solo que decidió no hacer incapié en ello es ese momento; debía moverse rápido a solucionar un asunto prioritario.


 


–Iremos a Kaiba Corp– dijo Seto con seguridad.


 


–¿Iremos?– preguntó Joey, extrañado.


 


–Atemu irá conmigo. No te preocupes cachorro, te veo en la noche– Seto revolvió el cabello rubio con cariño y acto seguido se retiró hasta su auto. Yami se despidió con la cabeza y se fue tras de él.


 


–¿Qué está pasando Yug?– Joey volteó a ver a Yugi después de que el auto de su novio desapareciera.


 


–No tengo idea– Yugi levantó las manos en señal de no esconder nada. –Supongo que Kaiba te explicará en la noche, y Yami a mí también– Yugi escuchó al rubio suspirar; lo notó raro. –¿Estás bien Joey?– el aludido volteó a ver a su amigo por primera vez desde que había aparecido Atemu.


 


–Sí, no te preocupes. Es solo que me extrañó la situación. Ya hablaré con Seto por la noche– Yugi le sonrió a su amigo, quien le devolvió la sonrisa.


 


–¿Entonces quieres celebrar con unas hamburguesas?– el rubio asintió.


 


–Suena bien– dijo Joey. Pese a que Joey estaba sonriendo, algo no estaba bien y Yugi lo sabía. Antes de que apareciera su otro yo, Joey estaba radiante. Ahora parecía alegre, pero estaba seguro de que en su interior no estaba bien. Pero mientras Joey no decidiera abrirse con él, no podía hacer nada.


 


–Vamos entonces. Podríamos invitar a Tristán, Duke y Tea– el tricolor empezó a caminar a la par de su amigo, quien parecía pensar en eso.


 


–Es buena idea, entre más seamos es más divertido– Joey sonrió, pero Yugi dudaba que se la pasara tan bien; al menos esa impresión le daba.


 


Y vaya que no estaba equivocado. Conocía a su amigo, y pudo notar que aunque se la pasó riendo y platicando, algo no andaba bien. Algo lo molestaba, o lo hacía sentir mal. En algún momento se sintió algo frustrado por no poder hacer algo más por Joey. Se repitió a si mismo que solo podía ayudarlo si él se abría, pero como Joey no dijo nada, solo estuvo al pendiente.


 


Cuando terminaron de comer fueron al arcade que estaba a la otra cuadra. Pasaron la tarde jugando y compitiendo. Durante un rato, a Yugi le dio la impresión de que Joey había olvidado eso que lo traía intranquilo.


 


Pero cuando llegó la hora de irse, lo volvió a ver pensativo y algo ido.


 


–Nos vemos después en la escuela. Mañana tengo una reunión y no iré– dijo Duke a manera de despedida.


 


–Vaya, nos vemos pues, señor importante– bromeó Tristán, sacando un bufido del pelinegro que hizo reír a los demás. –Yo también me voy, pero los veo mañana. Acompañaré a Tea a su casa porque es algo tarde– Yugi asintió. Por un momento pensó que Joey haría una broma, pero no pasó.


 


Momentos después se despidió Tea y luego se quedaron solos Yugi y Joey.


 


–¿Qué tienes Joey?– la voz del más bajito llamó la atención del rubio.


 


–Todo bien Yug, no te preocupes– pero Yugi negó con la cabeza.


 


–No mientas Joey, algo tienes. Has estado ausente casi toda la tarde, como absorto en tus pensamientos. Sabes que puedes confiar en mí y contarme lo que sucede– la mirada de Yugi no transmitía reproche ni nada parecido, pero a Joey pareció pesarle.


 


–Es solo que... no sé, me siento extraño con eso de que Yami se fue con Seto– el rubio se sonrojó suavecito, y Yugi parpadeó un par de veces.


 


–¿Es por eso que has estado así todo el día?– Joey asintió.


 


–Es que se me hizo demasiado raro que Yami apareció de repente, pide hablar con Seto, y de un momento a otro se van juntos– Joey había fruncido el ceño, y Yugi podía jurar que ni siquiera se había dado cuenta.


 


–Joey, estás celoso– la voz de Yugi salió con toda tranquilidad. Joey se quedó perplejo, pensando en esa afinrmación.


 


–¿Yo, celoso? Para nada, es que solo me llamó la atención– el rubio negó con la cabeza, y Yugi empezó a reír.


 


–Estás celoso Joey, no era una pregunta. Se te ve desde lejos– el rubio se sonrojó, pero soguió negando con la cabeza, no queriendo aceptar esa realidad. –¿Por qué te molesta tanto estar celoso?– Joey paró, tratando de encontrar una respuesta a esa pregunta.


 


–No es que me moleste, es que no estoy celoso– Yugi soltó la carcajada.


 


–Joey, me parece que Kaiba te gusta mucho más de lo que te das cuenta, o de lo que estás dispuesto a admitir– el rubio se sonrojó con violencia ante la afirmación de su amigo.


 


–Kaiba, me gusta, por eso somos novios– el pequeño tricolor asintió.


 


–Sí, pero apuesto a que es él quien da las muestras de amor con regularidad– Joey lo vio como si le estuviera hablando de un problema matemático.


 


–No entiendo a qué te refieres.


 


–Sí, me refiero a que es él quien te besa y te abraza. Y si es que han llegado a algo más, ha sido por su iniciativa, no la tuya– el rubio se puso como tomate.


 


–¿Qué cosas dices? Nada de ESO ha pasado entre él y yo– Yugi rio.


 


–¿Y cuál es el problema? Te gusta, le gustas, están saliendo, y te ha demostrado de muchas maneras que eres importante para él. ¿Cuál sería el problema de que te acostaras con él? No es como si pudieras salir embarazado– Yugi hablaba del tema de manera tan natural que le asustó a Joey. –Tampoco está mal que sientas celos; Kaiba te gusta y es tu novio, es normal– Yugi lo confrontó con la mirada, y Joey no supo qué decir.


 


–Yo...– Yugi negó con la cabeza.


 


–Quizás no estás mentalmente preparado para admitir lo mucho que te gusta, o que te has enamorado de él. Nada más ten todo esto en cuenta, porque cualquier día de estos Kaiba querrá comerte, si es que entiendes a lo que me refiero– el rojo del rostro de Joey no disminuía; estaba algo sobrepasado con la situación.


 


–Seto no ha intentado nada... no aún, al menos– Yugi sonrió.


 


–De seguro te está dando tiempo. Hasta hace poco, no sabías que podías verlo como alguien agradable. Ahora están juntos, pero estoy seguro de que no se atrevería a hacer algo con lo que tú no estés de acuerdo. Sea como sea, recuerda, no hay nada malo en que quieras hacerlo con él– Joey volteó hacia otro lado, rehuyendo la mirada de su amigo.


 


–Eso lo tengo bien claro Yug. Lo he pensado muchas veces. No me asusta ese hecho en si– Joey volteó y encaró de nuevo a su amigo.


 


–¿Entonces?– preguntó Yugi, y el rubio levantó los hombros.


 


–No lo sé. No es que me asuste la idea, pero me da algo de... creo que son nervios– Yugi lo miró fijamente.


 


–¿Temes no ser suficiene en la cama con él?– el rubio se sorprendió del lenguaje usado por Yugi, aunque tuvo que admitir la realidad.


 


–Bueno, algo hay de eso. Yo no tengo experiencia con nadie y...– Joey se calló cuando vio a Yugi negar con la cabeza.


 


–No cabe duda que eres un cabezota Joey. Seto te ama, tú mismo me has dicho que te lo dice y demuestra a cada rato. Él estará feliz de estar contigo, sin importar la experiencia que tengas– Joey suspiró ante las palabras de su amigo.


 


–Te confieso que he llegado a pensar que Yami sería mejor para él– Yugi suspiró, y frunció el ceño.


 


–No importa lo que tú pienses, Joey. Importa lo que él siente. Y él te quiere a ti, y tú lo quieres a él. Deja de dudar. Y si tienes dudas, háblalas con él, no conmigo. Yo te escucho siempre, lo sabes, pero eso es algo que debes tratar con él, y llegar a una solución con él. Seto Kaiba es tu novio, no yo– Joey reflexionó por un momento las palabras de su amigo.


 


–Tienes razón Yug. La verdad es que sí me sentí un poco celoso de Yami, y no logro entender el por qué– Yugi rio de nuevo.


 


–Pues porque quieres a Kaiba; estás enamorándote de él– el rubio se sonrojó de nuevo.


 


–Bueno, vámonos que se hace tarde– Joey recuperó su sonrisa, y ambos emprendieron marcha.


 


Yugi acompañó a Joey hasta el departamento que compartía con el CEO, y después partió a su casa.


 


Joey tuvo mucho rato para pensar en lo que había hablado con Yugi mientras esperaba al castaño. En algún momento se quedó dormido en el sillón mientras esperaba.


 


 


 

Notas finales:

Hermoso día!

Bonita noche!

 

Amor para todos!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).