Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ser acariciado por monstruos (Traducción finalizada) por yuniwalker

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cuando se despertó, estaba completamente solo en una cama. Pudo reírse de si mismo como las otras ocasiones mientras pensaba "de nuevo me desmayé". Pero entonces, Hideo recordó el sexo que tuvo antes de perder el conocimiento. Algo diferente. Más fuerte. Y entonces se dio cuenta de que no podía existir tal cosa como pensar "otra vez" tan tranquilamente porque, en primer lugar, no fue algo que le gustara del todo.
La sangre se drenó de su cara con tanto impulso que hasta pareció hacer un sonido.

"Dolió..."

Mirando al lado de la cama, descubrió que no había señales de Satanakia. Solo había un mar de sábanas frías y almohadas que se extendían por todas direcciones. Como de costumbre, su cuerpo se sentía más ligero y suave, pero también increíblemente vacío. Pensaba que tenía que encontrarlo rápido y disculparse con él por ocasionar que se sintiera deprimido. Sabía que iba a llegar y ofrecerle un montón de palabras de perdón por hacerle perder el conocimiento, pero más que eso, estaba preocupado por esa voz que escuchó justo antes de desmayarse. La triste, que decía que no quería perderlo.

"Espero que no lo esté pensando demasiado..."

Con un suspiro profundo, finalmente se sentó en la cama. Satanakia estaba parado justo en el arco de la puerta.

"¡Ay! Oye, que susto. Me sorprendiste".

Reaccionó así por reflejo, pero Satanakia solo siguió a Hideo con su mirada y no dijo ni una sola palabra. Es más, estaba tan inmóvil que parecía una estatua de piedra.

(¿Todavía está enojado?)

Incómodo, Hideo observó cuidadosamente a Satanakia: Era normal que sus ojos se vieran somnolientos, con pestañas largas completamente apelmazadas... Pero sus párpados estaban un poco caídos y le dio la impresión de que no había dormido nada en toda la noche. ¿Lloró? Era difícil saberlo, pero pareció estar deprimido al respecto.

Obviamente quería decir algo, pero no sabía cómo empezar. En primer lugar, nunca había estado en una situación así con alguna de sus parejas por lo que no era una exageración decir que estaba confundido.

"Am..."

Hideo respiró hondo.

"Satanakia, yo quería... Decirte que espero que puedas perdonarme".

Al escuchar las palabras de Hideo, Satanakia de repente levantó la cabeza. Esta vez, fue una cara de sorpresa que fue fácil de entender. En el fondo de su mente, estaba completamente seguro de que incluso la cara de una cabra podía ser muy expresiva en ocasiones.

"¿... Por qué? No tienes razón para disculparte."

Habló en voz baja, quejumbrosa y angustiada, y por eso mismo no pudo evitar querer acariciarlo un momento para darle consuelo. Hideo gateó en la cama y trató de acercarse a él.

"La hay. Te lastimé".

Cuando Hideo dijo eso, Satanakia volvió a abrir los ojos otro tanto y se quedó sin palabras.

"...¿Estás diciendo que me lastimaste? ¿Tú a mí?"

Los humanos utilizaban expresiones como "Las palabras cortan más que los cuchillos" pero los monstruos no. Ciertamente estaba contrariado incluso aunque Hideo parecía tan convencido en querer remediar su equivocación.

"No quería que te pusieras triste, de verdad que no. Odio verte así, Satanakia. Y no me gusta que parezca como si nos estuviéramos distanciando."

Por ejemplo, si tuviera que elegir entre la vida en el mundo humano y Satanakia, Hideo definitivamente estaría en un dilema. Quería volver a casa pero también deseaba estar con Satanakia. Podía parecer codicioso, pero no creía que fuera cuestión de simplemente elegir uno para abandonar otro. Si fuera por él, se llevaría a Satanakia a casa y le diría que pretendiera ser un humano para estar todo el tiempo unidos. Pero no había forma de ir allí así que no tenían esa opción.

"Quiero que sepas que yo..."

Pero mientras hablaban, tocaron la puerta tres veces. Cuando Satanakia dijo que podían pasar, el mayordomo entró en la habitación, se deslizó hasta el lado derecho del demonio y le susurró al oído tan bajito que Hideo no pudo escuchar. Luego Satanakia dejó escapar un profundo suspiro, como si se estuviera hundiendo en el suelo, y se puso de pie:

"Lo lamento, sé que mi amigo te causó problemas le última vez, pero..."

"¿Amigo?"

"Este es mi mejor amigo, Baphomet. O ex mejor amigo."

"Lo de esa vez fue una equivocación. No soy tan estúpido como para meterme con alguien importante para Satanakia." Luego agregó "Solo estoy aquí para hablar de negocios, así que no te preocupes".

La cabra, quién había intentado burlarse de él en el baño la noche de la fiesta, apareció ahora frente a él. Era seguro que tenía la completa intención de ser gracioso, pero Hideo no se rió.

"No tengas miedo."

"No tengo miedo."

Respondió con seriedad, se acomodó y simplemente miró a su lado ¿¡¡Qué estaba tratando de hacer Satanakia!!?
Baphomet mismo no parecía particularmente peligroso, y Satanakia probablemente lo protegería para que no le hiciera daño, pero no sabía por qué tenían que estar en la misma habitación después de lo que hizo.

Observando a Hideo a través de sus ojos con capacidad de 360 ​​grados, Satanakia comenzó a hablar en voz baja sin hacer contacto visual con él.

"Antes, te expliqué sobre el "agujero" que conecta Pandemonium y el mundo humano".

"Lo recuerdo. Uno que se abre naturalmente pero del que no se sabe dónde aparecerá. Lo hace cuando es invocado por un humano, y también por monstruos que se alimentan de personas".

Satanakia asintió.

"Sí, pero esperar a que se abra un "agujero" de forma natural es una pérdida de tiempo. No sé si tengamos la oportunidad. Es más, hay casi cero posibilidades. Podría abrirse aquí en un segundo o podría abrirse hasta dentro de mil años. Así es como es".

Como siempre, los ojos de Hideo parecieron moverse de un lado para otro. No estaba siguiendo el hilo de la conversación y por eso mismo estaba comenzando a ponerse muy nervioso.

"¿De qué estás hablando?"

Cuando preguntó, Satanakia se quedó en silencio por un momento. Como si estuviera intentando tragar algo difícil.

"... Si quieres volver al mundo humano, solo queda una posibilidad".

"..."

"Un "agujero" hecho por un monstruo que se alimenta de humanos."

Después de escuchar eso, Hideo finalmente entendió el motivo por el qué Baphomet estaba aquí.

"En otras palabras, ¿Tú eres ese monstruo?"

Cuando volvió la cabeza en su dirección, Baphomet, que había estado en silencio hasta ese momento, sonrió: "Los humanos son mi comida principal".

Dios mío ¡Un devorador de hombres! Estaba horrorizado incluso de estar en el mismo espacio que él. Y aunque el miedo estaba en su rostro, igual sonrió profundamente como si no pudiera dejar de burlarse.

"Te dije que hoy era trabajo. No es como si quisiera comerte frente a mi amigo. Además, me alimento únicamente de la lujuria humana".

Lujuria apasionada, en otras palabras.

"Oh, ¿Algo así como un demonio sexual?"

"A veces se me llama así, pero soy muy diferente del llamado súcubo o íncubo."

"Su principal ocupación es aparearse con seres humanos femeninos."

Dijo Satanakia ¿Pero que quería hacer al darle la bienvenida a un demonio tan problemático en el castillo?

"¿... Qué pasa, Satanakia?"

Baphomet intervino suavemente, levantando la mano para poder hablar:

"He traído humanos al mundo de los demonios en el pasado, pero nunca he tratado de hacerlo al revés. No puedo garantizar que funcione".

"..."

"Además, tenemos que tener en cuenta la diferencia de tiempo entre el mundo de los demonios y el mundo de los humanos. Allá, todo va muy, muy lento y aquí todo corre a toda velocidad ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que te secuestraron?"

"¿Eh? Yo no..." Hideo torció la cabeza. "... No lo sé exactamente, pero han pasado unos meses desde que comencé a escribir mi diario. Enumeré todo desde que Satanakia comenzó a enseñarme el lenguaje demoníaco, así que creo que han pasado unos cuatro meses en total."

Baphomet inclinó la cabeza. Entonces tuvo un mal presentimiento.

"Ni siquiera puedo imaginar cuánto tiempo ha pasado allí. Al menos, creo que no puedes volver a tu época".

Baphomet aplastó las esperanzas de Hideo con un tono simple.

"... No entiendo..."

En primer lugar, ya iba a apostar mucho porque ni siquiera sabía si podía regresarlo a salvo. ¡Ahora tal vez ni siquiera iba a lograr ir a su época! En caso de que milagrosamente cayera en Japón, las personas en el mundo humano que Hideo quería volver a ver ya no existirían.
Su madre le contaba la historia de un hombre que pensó que iría al Palacio Ryugu con la tortuga que salvó, pero el tiempo pasaba muy rápido en comparación con el que corría a su alrededor así que perdió a sus padres, amigos y su propia juventud con el paso del tiempo en esa tierra. La historia de Baphomet fue muy similar a eso.

(¿Mi padre, madre, hermanos y hermanas ya están muertos ahora?)

No pudo creer eso. Realmente no lograba asimilarlo. Y si ver con sus propios ojos el hecho de haber sido llevado al mundo de los demonios no lo había hecho perder la cabeza, esta nueva información le hizo sentir increíblemente triste.

El demonio, leyendo astutamente la repulsión que brotó del corazón de Hideo, susurro con una cara fea:

"Pero si todavía quieres probarlo, puedo ayudarte. Por supuesto que necesito una paga, pero Satanakia podrá pagarlo de inmediato".

Con una mirada, los ojos de cristal de esa cabra observaron el rostro de Satanakia atentamente. Él asintió en silencio.

"Si Hideo lo desea, pagaré el precio."

(Espera un minuto)

"¿De qué estás hablando?"

Tuvo muy poco tiempo para pensar qué hacer, pero volvió su rostro hacia Satanakia de inmediato y dijo:

"Satanakia ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué haces algo cómo esto?"

"Fuiste secuestrado, Hideo. Solo estoy diciendo la realidad. Puedes irte de mi lado porque no pudo darte lo que quieres y yo lo entiendo, de verdad que lo hago. Pero..."

"¿... Cómo qué no puedes darme lo que quiero?"

"En primer lugar... No soy una mujer hermosa. No sé si te has dado cuenta, pero soy un animal"

Hideo sonrió involuntariamente. Ese hombre no era un humano. Es más, era uno de los demonios más grandes en todo este mundo, y de todos modos estaba frente a él diciendo que le preocupaba no ser una mujer hermosa. Le gustaba mucho cuando se ponía así. Terco. Era tierno y quería abrazarlo y decirle que era un tonto por montar este show, pero no podía porque Baphomet estaba todavía allí. Le hacía sentir como un estudiante de primaria acosando a una chica que le gustaba.

"Entonces, ¿Te rindes conmigo?"

"Yo..."

"Si se pudiera ¿Te gustaría que me vaya? ¿Quieres que te deje en paz y finja que nada de esto paso?"

"Hideo."

"¿Quieres que vaya al mundo humano y me case con una mujer?"

"¡Claro que no quiero eso!"

Satanakia alzó la voz como si no lo hubiera pensado. ¡Y "Pas"! ¡Comenzaron a caer truenos fuera de la ventana! Fue tan repentino que saltó sobre la cama. Pero no sintió miedo. En realidad, hasta se rió.

Enamorarse de Hideo, un pequeño ser humano, y ser sacudido por el vaivén de su propio corazón, le hacía sentir especial. También era divertido que estuviera tratando de hacer un plan descuidado solo porque esto era nuevo para él y tenía miedo.

"Entonces dime lo que quieres, Satanakia. Sé honesto".

El realmente le gustaba mucho. Hideo lo pensó mientras esperaba que hablara con él.

"Creo que es mucho más efectivo ser honesto con alguien que te ama que comerte la cabeza cada vez pensando que voy a marcharme o a irme corriendo tras una mujer".

Satanakia abrió mucho los ojos y se quedó en silencio. Para él, que era un hombre de puro razonamiento, era ciertamente más difícil ser honesto con sus sentimientos que desentrañar la verdad del mundo.

Extendiendo sus manos en su dirección, Hideo acarició la nariz de Satanakia mientras lo llamaba por su nombre.

"Satanakia..."

Su voz era tan suave que incluso él mismo comenzó a avergonzarse. Satanakia bajó la cabeza y gimió debajo de su cabello blanco y negro, que había caído hasta cubrir sus ojos.

"Dime..."

"... Por favor no te vayas. Quédate a mi lado, Hideo."

"Sí."

Hideo asintió y abrazó sus hombros de una manera mucho más fuerte que la primera vez. Inmediatamente después de despertar, quería hablar con él sobre lo que había pasado en la cama pero, ahora pensó que eso ya no importaba después de haber llegado hasta aquí.

En respuesta, Satanakia dejó de moverse:

"¿De verdad vas a quedarte conmigo solo por decir eso?"

"Bueno, es gracioso porque en lugar de parecer un plan para tratar de devolverme al mundo humano, esto pareció más bien, un plan para hacer que me rindiera y me quedara contigo".

Al escuchar el punto de Hideo, el demonio cabra dejó escapar una voz desconcertada que decía:

"¡Yo no haría eso!"

"Pero está bien. Incluso si hubiera la posibilidad de llegar a casa a salvo e incluso si me garantizaran que mi familia iba a seguir allí, ya no te vería. No tendría sentido para mí volver si tú no estás."

Estaba completamente seguro de que Satanakia había contratado a Baphomet y lo había hecho mentir para evitar que Hideo se fuera a casa.
Sin embargo, la razón por la que quería quedarse aquí, incluso conociendo el truco tan tonto, fue porque lo había pensado bien. Y el amor por él era tan grande,  y venía desde el fondo mismo de su corazón, que definitivamente no quería marcharse.

"Pienso que mi padre, madre, hermanos y hermanas están allí esperando por mi". Mientras decía esto, todavía tenía lágrimas en los ojos. "Pero estoy satisfecho mientras tenga su recuerdo. Lo digo, porque quiero que entiendas que la razón por la que no podría seguir a Baphomet o a algún otro demonio ahora, no es porque no pueda ir a casa o porque no tenga la posibilidad, sino porque me gustas, Satanakia. Es porque... Eres mi elección".

"Entonces, ¿Esa es la conclusión?"

Con una sonrisa, Baphomet se aseguró de lo que estaba diciendo:

"Sí. Lo siento por hacerte venir hasta aquí".

"Está bien" Dijo Baphomet. "Gracias a eso, pude ver algo interesante. De verdad estás completamente enamorado. Incluso aunque es un humano."

"Estoy muy enamorado de él."

Satanakia levantó la cabeza en los brazos de Hideo, quien seguía acariciándolo en la cabeza.

"Frente al amor, todos se vuelven esclavos".

Repitió lo que le había dicho a Andras así que Baphomet se rió a carcajadas, como si no pudiera soportar tanta vergüenza.

"Los tercos y obstinados se complementan bien".

Tan pronto como dejó su asiento, justo después de decir eso, Baphomet desapareció de la habitación hasta solo dejar los ecos de su fuerte risa.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).