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La razón por la que encontré la felicidad por Nasky

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Notas del capitulo:

Veamos si ahora si, después de que borro la otra

Suspiro viendo el cielo, es raro ver las nubes desde arriba hacia abajo, vuelvo a suspirar, sigo sin entender que hago montada en un avión, ya era feliz haya, lejos de todo, lejos de todos.

-          ¿Papá? – pregunto temblorosa su cara me da un poco de miedo

-          ¿Esto es cierto? – extiende su mano con la fotografía que muestra un beso con mi novia- ¡contesta! ¿es cierto? – grita, mamá me ve de lejos

-          Si- lo veo a los ojos después de ver la imagen- suspira con gran decepción y da la vuelta

Si mal no recuerdo, fue la última vez que me vio, vieron; después de eso, ninguno de los dos volvió a poner su vista en mí y por supuesto ni una palabra; vuelvo a suspirar, me pregunto si me los encontraré “¿Por qué tuvo que contactarse conmigo?” Me inquiero irritada pasando mi mano por mi cara, ¡esto es demasiado frustrante!

-          Señorita ¿le ofrezco algo? – me pregunta la aeromoza

-          No gracias- respondo sin siquiera verla

Se que mi regreso ya era inminente, mi investigación ya ha terminado después de 5 años, pero aún estaba haciendo tiempo para no regresar, solo que…

-          ¡Doctora! ¡Doctora! - grita el niño todo apurado, no sé cuántas veces les he dicho que no soy doctora- ¡le llaman! - me le quedo viendo ¿quién puede hablarme aquí en lo recóndito del planeta? – que es urgente- bufo y me levanto con pesadez para comenzar a caminar saltando a los chiquillos que están alrededor de mi

-          La historia la termino después- les digo, ellos asienten con una sonrisa y comienzo el camino hasta el cerro en donde está el único teléfono del lugar ¿realmente esperarán a que yo llegue allá o colgarán?

“Esa llamada…” vuelvo a pasar mi mano por la cara con frustración, creo que estoy sintiendo nauseas “¿Por qué carajos me mandó llamar? ¿No podía quedarse sin buscarme como lo ha hecho hasta ahora?”

            Solo me mira sin decir nada, ni una sola palabra, ve mis maletas, me ve de nuevo, alza la ceja y se va

“¿Qué le costaba seguir en silencio? ¿Por qué me puso a mí de contacto?” Vuelvo a pasar mi mano por mi cara, creo que debo de dejar de hacer eso o me borraré la cara “¿y si los veo?” Bufo, no creo estar preparada para volver a verlos.

 

El vuelo por supuesto fue de lo más horrible, ni pude descansar, aparte de que odio volar (razón por la cual no había salido del lugar de mi investigación y de mi asilamiento social).

Tomo mi maleta, creo que tendré que comprarme ropa para aquí… “¿Cuándo tengo que presentarme en la universidad? ¡Dios! ¡tantas cosas!” Vuelvo a bufar y camino para tomar un taxi

-          Al hospital Santa Elena- pido al taxista que me barre

-          Claro- comienza el camino

 

-          ¿La señorita Miranda? - preguntan al teléfono

-          Ella habla- contesto viendo cómo me dan espacio en la chocita, mínimo aquí respetan eso, aunque supongo que de todos modos todos los lugareños pueden escuchar el chisme o se enterarán del chisme

-          Su hermana ha sufrido un accidente y usted es su contacto en los formatos del seguro

-          ¡¿Qué?!- no sé qué me impacta más, que mi hermana haya tenido un accidente o que yo sea su contacto

-          Ella se encuentra demasiado mal y en verdad es necesario se presente- comenta apenada la mujer, suspiro, esto debe ser una broma- los doctores no dan buenas noticias- suspira, el corazón se me estruja en el momento ¡demonios! ¡es mi hermana al fin y al cabo!

-          ¿Qué hospital? – pregunto y amablemente me da los datos- estoy fuera del país- empiezo dudosa- creo que tardaré- me interrumpe

-          De verdad es urgente, no creo que le quede mucho tiempo- eso me detiene de golpe las ideas

-          Comprendo- me tiembla la voz, veo alrededor, el dueño de la choza asiente y sale del lugar, creo que entendió que debemos apresurar mi regreso- por favor, hagan todo para salvarla- susurro con el nudo en la garganta

-          Lo estamos haciendo, ella está luchando y cuando está consciente pregunta por usted- ¡cielos! Ella casi nunca preguntaba por mí a menos que algo no estuviera nada bien

-          Gracias por avisar y esperar en línea- susurro tratando de contener las lágrimas

-          La estaremos esperando- termina la llamada

 

“Espero sea una broma, así la mando directo a la fregada, ruego que sea una broma, no…” detengo mis pensamientos, no quiero pensar en más

-          Llegamos- veo el imponente lugar, sin duda le invirtió a su seguro médico. Pago y bajo con todo y maleta, ni debí traer maleta, aquí no voy a ocupar nada de la ropa con la que vivía allá

Entro al hospital, pregunto por mi hermana y me dan indicaciones, camino al lugar y cerca veo a una niña (con golpes en el rostro, un brazo enyesado y demasiados mallugues) hablando con una enfermera que sonríe. Tomo aire, veo el picaporte, siento el sudor de mis manos, tomo mucho aire y abro sin siquiera tocar.

La imagen me destroza, tiene golpes por todos lados, yesos en brazo y pierna, se nota que tiene suero y supongo varios medicamentos, le están ayudando a respirar, pero afortunadamente no está entubada; de repente abre los ojos sacándome un terrible susto

-          Carajos- murmuro

-          Te estaba esperando- habla tan débil

-          Diana no hagas eso- replico lento, se nota como la comisura de su labio se levanta un poquito y vuelve a bajar sin fuera

-          Miranda- pronuncia mi nombre

-          ¿Cómo carajos tienes un accidente de este vuelo? - camino con temor hacia ella y pongo mi mano en su frente

-          Cuídala- dice- es mi tesoro

El médico entra y se nos queda viendo

-          ¿La señorita Álvarez? - asiento- que bueno que ya esté aquí, hay muchos documentos que llenar, me indica la salida, mi hermana al parecer ya cerró de nuevo los ojos- ella tiene sedantes- me aclara al ver mi cara de preocupación- también hay que hablar con la trabajadora social

-          ¿Por qué carajos hay que hablar con una trabajadora social? ¿en dónde están mis padres? ¿Por qué soy yo su contacto? - bueno, ya que a mi hermana no puedo hacerle las preguntas me desquito, aparte ¿una trabajadora social? Ni que fuera menor de edad; el doctor toma aire y sonríe ¿será bipolar?

-          ¿Sabe? Su hermana sí que la conoce bien- se ríe y yo lo veo molesta- dijeron que preguntaría eso y me dieron lo necesario para contestar ello- creo que estoy afectada del viaje, no entiendo ni madres

-          No me gustan los chistes- digo sería, pero eso a él parece causarle más gracia ¿en este hospital contratan payasos? Tomo mucho aire, no puedo caer en la colera ahorita, primero tengo que averiguar qué pasa con mi hermana y que es lo que debo seguir

-          Así que llegaste- su voz me saca de mis pensamientos, Susana, la mejor amiga de mi hermana me habla desde atrás

-          Primero la trabajadora social- nos pide el doctor- después aclararé todo lo relacionado con la salud de su hermana- se pone serio, demasiado serio

-          No, primero mi hermana ¿Cómo está? ¿Qué paso? – los dos suspiran

-          Un camión se les atravesó- ¡Un camión! ¿Se les?

-          ¿Se les? – los veo- ¿su marido cómo está? - ¿Por qué carajos no están mis padres aquí?

-          Su marido muerto- me contesta crudamente Susana dejándome pasmada- el murió hace como 3 años en un asalto- estoy boquiabierta, nunca me enteré- tu hermana no quiso molestarte, no después de cómo te dio la espalda- mi mente queda en silencio, de mi boca abierta solo entra aire, ni puedo pronunciar nada

-          ¿Con quién más iba? – balbuceo- ¿Por qué está tan dañada?

-          Ella esquivó- me ignora y sigue con la historia- pero había un barranco y por proteger a Eliana es que sufrió más daño

-          ¿Eliana? - ¿alguna amiga?

-          ¡Doctor! ¡mamá abrió los ojos! - la niña grita desde el cuarto de mi hermana…

-          ¡¿Mamá?!- grito, el doctor me ignora y corre a donde la niña

-          Si, tu sobrina Eliana, se enteró que estaba embarazada como un mes después de que te fuiste- Susana me responde empujándome para ir al cuarto

-          ¿Qqq  qqq  qqq- no sale nada de mí - ¿Mis papás?

-          Tu hermana tuvo una fuerte discusión con ellos, no se hablan, técnicamente se desconocen- una enfermera saca a la niña de la habitación en lo que otros más entran, la niña me ve atenta ¡es tan linda! Sin duda tiene mucho de mi hermana, aunque también de su papá, en realidad nunca me cayó bien, pero dicen que de los muertos no se dice nada malo y al parecer lo único bueno que hizo está aquí al frente mío

-          Quiere hablar con usted- el doctor me llama, paso

-          Cuídala- me pide mi hermana

-          Mis papás- ella niega

-          Tu

-          Mami- la niña la llama subiendo con cuidado a la cama y le agarra la cara con su mano buena- tienes que ponerte bien

-          Mami va a dormir amor, tu tía te va a cuidar- la niña me ve, yo las veo, los doctores y enfermeros están atentos (espero que sea por chismosos y no algo más)- ahorita mami va a dormir, dame mi beso- la niña obedece, Susana se la lleva y mi hermana cierra los ojos, todos los aparatos empiezan a sonar, ellos comienzan a moverse y yo veo todo en cámara lenta

 

Creo que todo se volvió negro o blanco o el limbo o qué diablos sé yo

-          Señorita ¿me está escuchando? - la trabajadora social me pregunta

-          Es que- tomo un trago de agua, para ser honesta después de que todo sonara me sacaron del cuarto y ahora estoy aquí con ella- ¿yo con una niña?

-          Es en lo que su hermana se pone mejor- la veo duramente y ella se pone nerviosa- o pase lo que pase, si su hermana fallece usted queda como titular permanente, ella arregló todo legalmente para que así sea

-          Mis padres van a querer quitármela- le aclaro y por fin la otra persona habla

-          Como le dijo, todo está en legalidad para que eso no pase, la niña se quedará con usted- la abogada sentencia

-          Quiero vomitar- me ven alarmadas

-          El baño está por allá- me señala la trabajadora

-          Eso o la niña va con la trabajadora social y vivirá…- ni la dejo terminar

-          Bien, ya entendí, eso jamás pasará- le dejo en claro- no sé nada de niños, ni tengo casa, ni…- en la madre ¡no tengo nada!

-          Su hermana dijo que puede usar su casa- me quedo fría

-          Cierto, hay una habitación para ti, siempre la tuvo- Susana llega diciendo

-          ¿Qué carajos? - me paro, pero el temblor de las piernas me obligan a sentarme de nuevo

-          Por la niña no deberías decir malas palabras- los doctores nos interrumpen y todas volteamos atentas

-          La niña está en un cuarto al lado de su mamá, se quedó dormida, una enfermera las está cuidando- suspira- su salud está bien, tendrá que hacer terapia cuando le quitemos el yeso, pero gracias a su hermana no tiene nada más que raspones y el brazo roto, la ventaja es que los niños se recuperan rápido- suspiro aliviada, Susana sonríe- en cuanto a su hermana- su voz se enseria- ella entró en coma- me quedo en blanco- en estos casos es lo mejor, pero desafortunadamente no hay para cuando despierte o si despierte

-          ¡Diana del mal! – empuño mis manos

 

Vamos corriendo y su risa resuena por el patio de la casa

-          Diana, Espérame- le pido tratando de alcanzarla

-          Mir, apúrate- brincotea por todos lados

 

-          Miranda- Susana pone su mano sobre la mía y mis ojos por fin dejan salir las lágrimas que, entre el shock y todo, no había sacado

 

-          Debes de dejar de llorar por todo- seca las lágrimas de mis ojos- mira, no pasó nada- ve mi raspón con cara de tragedia

-          Eres muy mala mintiendo- se ríe al ser cachada

-          Vamos a que mami te cure- me ayuda a levantarme

 

-          ¿Su salud? – todos se me quedan viendo – los demás golpes y todo

-          Los daños son graves, seguimos haciendo lo que podemos, en realidad es un milagro que estuviera consciente hasta su llegada- se sincera, la condenada me estaba esperando... y... no la culpo, dejar a un hijo... ¡rayos! ¡no puede morirse! Los ojos se me llenan de lágrimas

-          La niña ¿Qué tanto sabe? – todos se me quedan viendo y luego se ven entre ellos

-          Sabe que mamá no está bien y lo que Diana le dijo, que dormirá- Susana es la que me responde

-          ¡Carajo! ¡Cuando despierte Diana va a tener que explicarme mucho! - Susana sonríe triste y acepta

-          Lo tendrá que hacer- responde la mujer, aunque la mirada del doctor no me da muchas esperanzas

-          Bien- creo que es mejor agarrar al toro por los cuernos- ¿Qué es lo que sigue?- la de servicio y la abogada se me quedan viendo- lo siento, pero no todos los días tengo una hermana en coma, una sobrina que al parecer tengo que cuidar y hacerme cargo porque ahora soy su tutora- a cada palabra que digo me cae el peso de darme cuenta que es en lo que ahora estoy metida más allá del quigote- ver vivienda, regresar a mi trabajo- creo que la presión se me está yendo al suelo con cada palabra- ¡demonios!- creo que ahora si quiero vomitar- ¿Cómo carajo voy a hacer todo?- veo a Susana con todo el miedo de mi ser- la niña tiene que ir a un psicólogo ¿verdad?- la trabajadora es quien asiente

-          Y usted también- me aclara

-          Primero es que hables con ella y esta es la oportunidad perfecta- señala con la mirada a la enfermera que la trae- nosotros nos sentaremos allá- todas se paran y dejan la mesa, el doctor solo se va

-          Hola- me saluda la niña

-          ¿Quieres un helado? - propongo y ella asiente, vi el menú de la cafetería del hospital en la que estamos… creo no aclaré eso, bueno, detalles, el punto es que aquí tienen helado

Compro el helado y nos sentamos en una de las mesas, Susana, la abogada y la trabajadora nos ven desde lejos, no sé porque sospecho que todas esas son amigas.

-          Mmmm- dice ella viéndome, la veo, tiene la mirada de su padre, pero ese brillo de mi hermana, una terrible combinación, pobre de quien se enamoré de ella, va a caer rendido

La veo, no tengo la menor idea de que hablar con ella

-          ¿Vas a regresar a tu investigación? – ella comienza la conversación y me sorprende, está demasiado tranquila

-          ¡¿Eh?! No- el brillo en sus ojos crece

-          ¿No nos vamos a ir lejos de mami? - cielos, eso me parte el corazón

-          Mi trabajo fuera terminó, ahora tengo que estar en la universidad haciendo investigaciones aquí- comienzo a aclararle- no me mudaré y no te mudarás- culmino, su sonrisa crece enormemente y sus ojos irradian felicidad- espera- como que por fin mi cabeza hace clic- ¿sabes que te quedarás conmigo? - cuestiono asustada, ella ve su helado y comienza a comerlo

-          Si, mami habló conmigo de esto antes, dijo que si algo le pasaba, vendrías a cuidarme y estar todo el tiempo que ella necesite estar aquí- suspira con tristeza- mami duerme- se le ve el bajón- y solo puede dormir aquí en el hospital- creo que se está aguantando las ganas de llorar- Susi me dijo que solo podía dormir aquí porque los doctores estarían cuidándola- no sé si amar u odiar a Susana, pero por el momento mi inconsciente toma a la niña en sus brazos y la envuelve en ellos

-          Yo sé que no nos conocemos- suspiro- yo soy tu tía

-          Miranda- se separa para decir mi nombre y sonreír

-          Si- ¿Cómo debo de halarle de mí? mi hermana y yo no somos unidas y antes tampoco, creo que solo de niñas ¿Diana me habrá siquiera mencionado?

-          Mami siempre me hablaba de ti y me contaba historias de todas las cosas buenas que hacías y hacían- se ríe- también de sus travesuras- me quedo boquiabierta ¿Diana de verdad hizo eso? – yo quiero ser como tú de grande- dice con emoción y mi corazón se estruja todo, tomo a la niña en brazos, la siento sobre mí y la abrazo

-          Yo creo que serás mejor que yo- y me prometo cuidar de mi sobrina

-          Pequeñas- Susana llama nuestra atención, levanto el rostro frunciéndolo, a esta no se le quita la costumbre de llamarme así

-          No soy pequeña- gruñe mi sobrina, la veo y creo que tiene la misma expresión de molestia que yo, regreso la vista a Susana que nos ve divertida

-          ¿Ya viste que se parecen? - se burla la descarada

-          ¿Venías a decirnos algo? – le corto su diversión

-          Si, es hora de irnos- suspira viendo a la abogada y la trabajadora que están tomando sus cosas para también irse

-          ¿Y mamá? – Eliana pregunta

-          Mamá- suspiro- mamá tiene que seguir durmiendo aquí, nosotros no podemos dormir aquí- comienzo a explicarle- pero iremos a tu casa a dormir

-          Y la escuela y que tu tía vea lo de su trabajo aquí- la niña arruga el entrecejo

-          No quiero ir a la escuela- reniega abrazándose a mí, veo liada a la niña y luego a Susana ¿Qué debo hacer?

-          Pero en la escuela están tus amiguitos- Susana comienza a hablar tomándola de la mano y bajarla, luego me hace seña de que la siga- tu maestra que quieres mucho- sigue el recorrido hasta el estacionamiento

-          ¿Mañana vendremos a visitar a mamá? – pregunta ya en el carro Eliana, las dos me ven

-          No linda- no sé qué tan bueno sea que esté viendo a mamá en ese estado, digo, es su madre. Diana ¡pinta Diana! (suspiro), espero pronto despierte, su hija la necesita mucho- mañana hay escuela- Eliana hace puchero- yo tengo que ir a la universidad

-          ¿Yo puedo ir a la universidad contigo para conocer tu trabajo? - pregunta con cara de cachorrito (aunque si lo pensamos, los niños son nuestros cachorros), ¡ahahhhh!

-          Bien, solo mañana, después hay que regresar a la escuela- le aclaro siendo lo más “dura” que puedo ¿Cómo alguien es “duro” con los niños? ¡cielos! Los padres la tienen difícil ¡Voy a necesitar lecciones de eso! Creo que esta niña me va a hacer como se le dé la gana, escucho una risita de Susana

-          Si- alza la mano como promesa

-          Bien- musito

-          Yo que pensaba mañana recogerte con Jess- Susana dice, la niña la ve atenta

-          ¿Jess? - pregunto

-          Es su hija y mi mejor amiga- estoy boquiabierta

-          ¡¿Tienes una hija?! -exclamo, ella me ve ofendida

-          Tengo dos, Jess y Sam- giro a ver a mi sobrina

-          Linda, creo que debes pensar bien tus amistades- le recomiendo

-          Su hija no es como ella- me aclara mi sobrina- su hija es bien educada, no como tía- aprieto la boca para no atacarme de risa- mamá también le dice eso y que por eso deja que seamos mejores amigas, de lo contrario no lo dejaría- no aguanto más y me ataco de la risa

-          Que grosera eres- Susana me ve feo

-          Y ¿Quién fue la pobre víctima? - pregunto aun con la resaca de la risa

-          No es ninguna víctima, para ti es señor guapo esposo de la linda Susy- me le quedo viendo con cara de ratón electrocutado

-          Aja- rodeo los ojos

-          Su esposo se llama Edmundo- mi sobrina responde viendo el camino

-          ¡¿Te casaste con Edmundo?!- grito, Susana me ve horrible

-          Ya te dijeron- responde hastiada

-          ¿Qué le hiciste al pobre e indefenso hombre? - ya me lo imagino con una llave de brazo para aceptar, tal vez drogado o siendo acosado por ella

-          Yo no le hice nada- me ve feo y luego sonríe- el a mí no puedo decir lo mismo- le doy un golpe en el brazo

-          Hay niños y, sobre todo, son cosas que nadie quiere saber- la regaño- pero él era tan serio y tímido, no me los imagino como pareja- de verdad que no

-          Tío es serio- me responde mi sobrina a quien ahora veo atentamente, se ve agotada

-          ¿Quieres que te abrace? – le pregunto, creo que se le están cerrando los ojos

-          No soy una bebé- se queja

-          No eres una, los abrazos son para todas las edades- se me queda viendo y me ignora tan… ¡así como lo hacía su padre! ese hombre de verdad me irritaba mucho, lo bueno es que no estuve más que el primer año de noviazgo de ellos, después perdimos contacto- ¿Eliana?

-          Mande- bosteza

-          ¿Quieres que contacte a tus abuelos? - Susana descuidada frena toscamente, la veo horrible, si no es porque traemos el cinturón nos estampamos en los vidrios

-          Papá no tenía papás- se me queda viendo, creo que esta niña está acostumbrada a que Susana maneje horrible

-          Me refería a mis padres- digo en voz baja

-          No, esos señores no me gustaron- hasta Susana voltea a verla sorprendida

-          ¿Por qué no te gustaron? Bella- pregunto

-          Una vez fuimos a verlos de lejos- bosteza- cuando nos vieron se acercaron y vieron feo a mamá, no me gusta que nadie vea feo a mamá, no los quiero, mamá me dejó contigo- me ve fijamente con el ceño fruncido- ¿no me quieres contigo? – me quedo helada

-          Yo no sabía que no tenían relación, pensé que sí y por eso lo propuse- trago con dificultad al tratarme de explicar- yo cuidaré de ti siempre- hago la promesa, la niña sale de su asiento y se va conmigo a que la abrace

-          Bueno- se relaja y cae dormida

-          Mmmm, yo quería llevarlas a mi casa primero- suspira Susana- ¿en verdad ibas a contactar a tus padres? – me escruta de reojo

-          Eliana no tiene la culpa de nada y si, pensaba contactarme con ellos para ver ¿porque carajos no estuvieron con mi hermana y mi sobrina? - me vuelvo a molestar- ¿Qué pasó?

-          No sé los detalles, pero ellos tuvieron una discusión muy fuerte- suspira- tanto que perdieron total contacto unos con otros- estoy boquiabierta, Diana era su adoración y más por no ser lesbiana- tanto que no supieron que tenían nieta hasta que pasó lo que Eliana te mencionó- me quedó fría

-          ¿No le dijeron o hicieron nada esa vez a la niña verdad? – espero que no, una niña nunca tiene la culpa de nada

-          No, solo las vieron con desprecio, se voltearon y se fueron, por lo menos eso me dijo tu hermana- suspiro, tengo ganas de ir a golpear a mis padres

-          ¿Por qué están tan seguros de que no vendrán por la niña? Dudo mucho que les haga gracia que se quede con su hija lesbiana- murmuro

-          Simplemente no creo que lo intenten- se encoje en hombros- pero, aunque lo intentaran, tu hermana dejó todo preparado en caso de algo similar o de que ella falleciera- controla la voz, se nota que también le cuesta

-          Esperemos eso no pase y pronto despierte- deseo con todo mi ser.

Llegamos a unas casas -condominios- departamentos o qué demonios sé yo que rayos es esto, pero aquí estamos y debo aceptar que son bastante bonitos

-          Deja abro la puerta, tu mientras carga a Eliana- la tomo para salir del carro cargándola (no es que sea difícil puesto que se quedó dormida en mis brazos) y me muevo siguiendo a Susana- entra

-          ¿Aquí? – me quedo viendo la entrada es muy linda la casa

-          Si- entramos y prende las luces- ven, te digo cuál es su cuarto- me guía al cuarto de Eliana y la pongo en su cama cobijándola

-          Se ve agotada- me le quedo viendo desde la puerta- ¿Cuándo tenemos que ir al doctor para lo de su brazo? – cuestiono

-          En unos días tienen revisión, pero creo que el yeso es dentro de un mes- suspiro- ven, vamos a hablar en la cocina- reviso por última vez con la vista que se encuentre bien y voy tras Susana

-          Tiene una casa muy linda- me quedo admirando su cocina, mi hermana era un desastre en todo

-          Bueno, creció, maduró, se casó- me le quedo viendo, su marido también era un desastre- y tuvo una hija que la animó a hacer más cambios- explica con una sonrisa poniendo la cafetera

-          Eso explica más todo- sí, muy buen gusto, aunque solo tuvo mal gusto para el marido que escogió, que… en paz descanse

-          Ah, y viene una señora dos veces por semana a recogerle la casa- me río

-          Eso tiene total sentido- me entrega la taza con café

-          Mucho más sentido- suspira con una sonrisa triste- me da mucho gusto tenerte aquí- pone su mano sobre la mía dándome palmaditas- Diana siempre que podía hablaba de ti, siempre una parlanchina de su hermanita, eso jamás se le quitó en todos los años que llevo conociéndola y tú y yo sabemos cuántos años son esos- la veo feo- ya sabes, tu andabas en pañales

-          ¡Claro que no! - esta inventadora de historias, la fea se ríe- si mal no recuerdo fue cuando tenías acné en la cara- se toca la cara y suspira

-          Aquellos ayeres, pero luego me puse hermosa y ahora más- me guiña el ojo- ¿no lo crees?

-          Nunca fuiste mi tipo- me da un golpe en el hombro

-          Eso no quita que aceptes mi belleza- suspiro

-          Sabes que lo eres- creo que si no cedo no dejará de fregarme

-          Que linda, pero tengo esposo y lo amo mucho- tenía que salir con sus cosas- bueno, entrando en todo- suspira- cuando estabas con Eliana terminé de hablar con el médico- la veo atenta- tiene una ligera inflamación cerebral o algo así explicó, los golpes en su cuerpo son muy serios, afectó varios órganos, se le están suministrando medicamento para tratar todo ello, al momento ya no ha tenido derrames y en la cabeza todo indica que tampoco

-          No suena nada bien- tomo fuertemente la taza con las dos manos

-          No, pero que haya entrado en coma fue lo mejor para poder tratarla- mueve sus índices en la taza, esa es señal de que esta nerviosa- le prometí a tu hermana hace mucho que estaría para ti en cuanto me necesitaras a cualquier cosa de la casa y de la niña- pocas veces he visto a Susana hablar tan seria y hoy es uno de esos días- te mostraré la casa y todo lo que hay en ella, en este refri- señala- está mi número, el de mi casa y el de Edmundo- carraspea- que no le puedes llamar para coquetear- la veo aburrida

-          No me gustan los hombres- gruño y ella sonríe

-          Solo me gusta dejar todo en claro- pone su cara pretensiosa- revisé que hubiera comida para estos días, aquí tienes un cuarto para ti que está justo al lado del de Eliana, el de tu hermana es el del fondo, tendrás que compartir baño con tu sobrina, estas casas apenas y tienen patio, los vecinos están muy cerca y casi todos se conocen- se queda pensando- a decir verdad- me ve- a tu sobrina todo mundo la conoce- asiento- tienen un área de juegos común- se levanta y va hacia una de las ventanas en donde me señala en donde es el lugar- aquí hay vigilancia las 24/7 pero a tu hermana le gustaba estar con su sobrina cuando jugaba, viéndola de reojo para no inmiscuirse

-          Que protectora- musito y ella se ríe

-          Si, pero bueno, es lo único que le queda de Hugo- se encoge en hombros- estas son las llaves de la casa- me las entrega- las de tu hermana las colgué en la entrada, estas siempre fueron destinadas para ti

-          Pensé que eran las tuyas- se ríe

-          Yo tengo las mías, tu hermana tenía las suyas de mi casa, solo que siempre avisamos cuando vamos- suspira- estas son las llaves del carro de Hugo que necesitarás para usar en lo que reponen el carro de tu hermana- me le quedo viendo- fue pérdida total- mis ojos se cristalizan- vayamos al sillón- la sigo y se sienta a mi lado- este celular es para ti, sé que no tienes, aquí está mi número y tiene todas las aplicaciones necesarias, esto te lo manda Edmundo- veo el aparato- dijo que algo así sería tu tipo, como sé que se llevaban bien no le dije nada, solo que también le recordé que él era mío- me abraza más fuerte y besa mi cabeza- lo que sea que necesites y cuando sea que necesites avísame, estoy para las dos- sus ojos se ponen llorosos

-          Ella tiene que estar bien- termino rompiéndome

-          Lo estará, tengamos fe- me abraza para casi fusionarnos en lo que seguimos llorando, creo que yo no era la única que no había sacado todo

 

-          Conocí a alguien- mi hermana llega aventándose a mi cama

-          Mínimo cierra la puerta y ¿no crees que es a Susana a quien debes contarle? - nosotras ni hablamos

-          Lo voy a conocer mejor y si creo que es el indicado…- sus ojos van y vienen con emoción

-          Creo que estás loca- bufo tratando de concentrarme en mis estudio- estoy estudiando, ¿simplemente no puedes irte ya?

-          Se llama Hugo- le vale madres mi petición

-          Bien por él- tomo aire, solo espero que mi habilidad de estudiar e ignorar los demás no la haya perdido, tenía años que ella no venía a mi habitación- la puerta ya sabes en donde está- volteo a verla y la granuja está dormida- genial, ahora tendré que dormir con ella- suspiro y regreso a mis estudios


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