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La razón por la que encontré la felicidad por Nasky

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Notas del capitulo:

Lo sé, lo sé, nada la semana pasada, pero hoy es temprano, espero les gsute, aún no tengo nada del proximos capítulo, así que puede que nos leamos hasta dentro de quience días, pero igual me sorprendo y los sorprendo XD

Saludos, lindo inicio de semana

Me siento contra la espada y la pared, todos nos ven, Susana con la mirada de “por favor no la riegues”, me toco el corazón, escarbando los recuerdos para sacar algo bueno de Hugo y poder decírselo a su hija ¿Qué tenía de bueno Hugo?

-          Hola pequeña- llega saludando intentando sacudir mi cabello con esa sonrisa de que lo hace para joder

-          Tu novia está allá, aléjate- no lo mando al diablo porque sé que mi mamá está al pendiente de “no ser grosera”

 

-          Cuñadita linda, te traje un detallito – estira la mano con una caja

-          Diana, tu novio intenta seducirme – le advierto a mi hermana, los dos se ríen, mi hermana toma la caja

-          Ya te dije que a mi hermana no le gustan este tipo de bromas, pero podemos hacérsela a Susana al rato- le guiña el ojo y el hace puchero

-          Hubiera sido divertido ver su cara- el cabrón todavía se hace la víctima

 

Mmmm, que debo decir de mi cuñado…

-          Cuñada, hoy es un gran día- llega gritando

-          Bien por ti- paso con mi libro camino a mi cuarto

-          ¿Qué tal si te presento a un amigo? -  propone- es guapo, buena gente- siento como mis padres están emocionados con esto- agradable

-          Tu amigo- lo corto- puede esperar a conocerme cuando termine mi doctorado, no tengo tiempo para nada más- suelto cortante y subo las escaleras, espero haya entendido que va a esperar mucho porque apenas comencé la universidad

 

-          Que coincidencia encontrarnos en la calle, pensé que no salías- el confianzudo me abraza en lo que dice, le quito el brazo bruscamente y lo veo asesina

-          Mira Hugo- comienzo cortante- no sé qué confianza crees que tienes conmigo, pero “tu cerca de mí” es a un metro y sin contacto físico, busca a mi hermana si quieres eso- me ve sorprendido, creo que nunca se esperó que fuera tan tajante- tú me vuelves a tocar y yo que te dejo sin tu pistilo- sonrío- si es que sabes a que me refiero y por favor, deja de joderme en la casa porque la aplico ahí mismo- veo como disimuladamente une sus piernas- que tengas buen día, el mío es mejor cuando no te veo

Aunque esa vez mi hermana llegó entre enojada y divertida a mi cuarto, ahora que lo pienso Diana era bien mugrosa con eso, hasta podría asegurar que ella lo aconsejaba para “que me cayera bien”, aunque también sé que él era bien jodente

-          Tu papá era sonriente- para todo sonreía, aunque más cuando se trataba de molestar gente (incluida yo)- amable – con mis papás era un pinche barbero- y platicador- nunca se callaba, siempre tenía que decir algo, aunque el 90% fueran puras idioteces que hasta a mi mamá desesperaba (y eso que ella lo amaba)- una vez – me quedo pensando en lo que tengo la atención de todos- alejó a unos hombres que me estaban molestando en la plaza.

-          ¿Te defendió? – la discreta de Susana pregunta - ¡¿y te dejaste?! – la veo asesina

-          ¿Qué pasó? – pregunta Eli interesada

-          Eli, Hugo y yo no nos llevábamos tanto- no sé porque se ponía celoso cuando Diana me prestaba atención, aunque yo odiaba que estuviera atrás mío

-          ¿Por qué? – pregunta con inocencia y mi mente dice “porque era insoportable, ruidoso, pesado, etc”

-          Porque teníamos diferentes formas de pensar- le sonrío- pero esa vez, los chavos querían que yo comiera con ellos y no sé de dónde salió tu papá- su sonrisa crece- se acercó a mí y dijo “ah, que bien que me esperaste aquí, gracias”, luego vio feo a los otros – debo decir que Hugo tenía una mirada que daba miedo, como de traficante (me río internamente), tal vez si lo era- y se fueron

-          ¿Qué pasó después? – pregunta ahora Isa, hasta Edmundo está interesado

-          Nunca me contaste- me reclama mi amigo

-          Nada, caminamos a la salida, agarré mi camión, el subió también, le dije que el acoso estaba penado a lo cual reímos- creo que es de las pocas veces que reímos juntos sino es que la única- dijo que iba a ver a mi hermana – lo cual lo dudo, pero aprovechó el viaje- y regresó a ser el, auch- siento un pisotón en el pie y veo a Susana con una mirada de advertencia- el

-          ¿Qué te pasó tía? - mi sobrina pregunta preocupada y Edmundo se ríe

-          Moví el pie y me pegue con la mesa- le explico

-          Qué bueno que papá te rescató- se pone contenta- ¡vamos a jugar! - y con eso se lleva a los demás niños

-          Pues, así como rescatarme no, ya iba a mandar a la volar a todos los babosos esos, pero se le agradece

-          Me sorprende- Susana saca helado- siempre pensé que jamás se reirían juntos- me le quedo viendo

-          ¿No te sorprende que me cuidara? – ella niega con la cabeza

-          Sabía que eras demasiado importante para Diana, no dejaría que nada malo te pasara solo por ella- y la sorprendida termino siendo yo

-          Por cierto- dice mi suegra

-          ¿Si Grace? – Susana la mira, mi cerebro hace clic, ¡nadie me dijo como se llamaba!

-          ¿Qué les han dicho de Diana? – Susana, Edmundo y yo suspiramos

-          Lo bueno es que todo su cuerpo se está recuperando muy bien, demasiado bien- se ven

-          Lo malo es que aún no despierta y Eli está comenzando a desesperar- todos vemos a mi sobrina jugar- quiere a su mamá ahí con ella

-          Es normal, ¿habla con Diana? -pregunta mi suegra

-          Si, luego hasta nos corre- le responde Isa y todos reímos- solo para decirle quien sabe que cosas- Susana ríe más, no sé porque sospecho que ella si sabe, haré que me cuente

-          Toda una pillina – comenta mi suegro- los niños son tan bonitos- dice y gira a ver a sus hijas que se hacen las desentendidas en lo que su esposa se ríe y le da un manotazo

-          Ya tienes a Eli, Jess y Sam de nietos, no las presiones- juegan entre ellos, ¿Isa querrá hijos? Yo no sé si quiero, nunca lo tuve contemplado.

La tarde siguió entre pláticas y pláticas, estuvo bastante entretenido, pero el anochecer estaba ya a la vuelta de la esquina y lo que sea de cada quien, los niños ya estaban agotados; así que ordenamos todo, subimos las cosas a los respectivos automóviles y partimos después de despedirnos.

-          Quiero jugar más- reniega mi sobrina bostezando

-          Claro, mañana juegas- le respondo e Isa la abraza (me dejaron de chofer)

-          Hoy- sigue enfurruñada en lo que Isa hace esa risita leve

-          ¿A dónde vamos ahora? – me pregunta

-          A casa

-          ¿Isa dormirá en la casa también? – vuelve a bostezar

-          Isa tiene cosas que hacer cariño, no sé si pueda- las veo por el retrovisor de reojo, Eli le está haciendo ojitos de gato

-          ¿Verdad que si puedes? – y ahí es cuando yo ya sé que va a pasar

-          Si puedo- Isa besa la cabecita de mi sobrina y me río, la tiene donde quiere

-          Bien- vuelve a bostezar ahora viendo a la ventana- así dormimos las tres juntas- y es lo último que dice porque cae dormida, veo a Isa que tiene los ojos cuadrados y me da risa

-          Ni estará despierta cuando nos acostemos- me río

-          Pero despertará a reclamar- suspira nerviosa

-          Uy que miedo- bromeo y me ve feo para después sacar una sonrisa

-          ¿Dormiremos en la sala entonces? – pregunta coqueta

-          Mmmm, mi cama es grande- ahora que lo pienso, ¿Por qué entonces siempre amanezco con Eliana enterrándome los pies, codos o manos?

-          ¿Eh? – escucho y al verla está toda roja, sonrío

-          Eli puede dormir en medio de ambas y listo- estiro mi sonrisa

-          Tttt tuuu tttttuuu- aprovecho el alto, me giro a verla y le planto un besito bastante incómodo por la posición

-          Gracias por el día, me encantó- digo bajito y me giro para seguir manejando

-          Yo también la pasé muy bien- siento como deja un besito en mi mejilla

¿Cómo es que un simple beso en la mejilla me puede emocionar tanto? Sigo el camino a la casa y estaciono.

-          Ven pequeña- tomo a Eli en mis brazos

-          Yo cierro el carro- escucho y comienzo a avanzar, se adelanta y toma las llaves que traigo en la mano para abrir la puerta

-          Muchas gracias- me detengo en la puerta y la veo, suspiro, como tengo ganas de besarla- ¿te quedarás? -le pregunto esperando un sí

-          Eli se enojará conmigo si no me quedo- sonrío a su respuesta, la verdad es que hasta pasé de no ir a dejarla apropósito

Llevo a Eli a mi cuarto y le cambio la pijama para después ponerla en medio de la cama, aunque sé que se va a mover y quien sabe en donde esté dentro de 5 minutos; salgo y me encuentro a Isa ya con la pijama puesta, se ve tan linda con la misma pijama iguales a las de mi niña

-          ¿gustas un té? – le ofrezco y acepta siguiéndome a la cocina

-          Si quieres yo lo hago en lo que te pones la pijama- propone

-          Mmm, no, mejor ya que vaya a dormir- pongo el agua a calentar en la tetera- siéntate

-          Gracias- se sienta en el banco de la isla, preparo los tés, le paso su taza y me siento a su lado- ¿Qué te pareció mi familia? – pregunta tímida

-          Tus papás son muy agradables, a tu mamá le gustan mucho las plantas- digo recordando- me invitó un día a su casa para que vea sus plantas- me río y ella entrecierra los ojos- tu papá tiene mucha paciencia con los niños

-          Si- se ríe- demasiada- toma té- mamá también, ahora no jugó tanto con los niños, normalmente juega mucho con Eli cuando la ve

-          ¿Tus papás ven seguido a Eli y Diana? – hay tanto que no sé

-          No seguido- niega con la cabeza- pero algunas veces coincide que Eli estaba conmigo cuando me hablaban y las invitaban a comer- sonrío, mis padres no quisieron ser abuelos por lo que sea que fue con Diana, pero Eli tiene sus propios abuelos ahora

-          Vaya- tomo mi té y siento su mirada- me hubieras dicho que el dueño era tu papá, tal vez no le di una buena impresión- se ríe

-          Yo dudo mucho eso- suspira

-          ¿De verdad? – pregunto acercándome a ella

-          Ssssss sssi- veo sus mejillas sonrojarse, vaya, de verdad es tan linda, con razón tiene encantada a mi Eli

 

Isabella

 

La siento tan cerca, veo como pasa su lengua por sus labios humedeciéndolos, esos labios tan bonitos y ricos.

-          ¿Dormirás con nosotros o en la cama de Eli? – me pregunta con un tono que me estruja el corazón, pero tengo miedo de regarla – Eli seguro será feliz al ser lo primero que ves- agrega la tramposa

-          No puedo no darle esa felicidad a Eli- claro, Eli, tú y yo ¡será hermoso despertar al lado de estas dos hermosuras! Y sonrío ante el recuerdo

 

Siento unas manitas en mi cara y abro el ojo, ahí veo a Eli tocando mi cara con curiosidad y una sonrisa

-          Buenos días pequeña- la saludo tomándola, veo alrededor y me doy cuenta de que me quedé dormida con ella en su cuarto ¡ya es de día!

-          Buenos días bellas durmientes- la Sra Diana abre la puerta saludando- a usted hay que cambiarle ese pañal- hace caras tomando a Eli en sus brazos, Eli tiene poco de apenas poder sentarse solita

-          Buenos días- saludo viendo como le cambian el pañal

-          Creo que debemos tenerte una pijama para cuando vengas, ¿dormiste bien? – me pregunta- ¿te dejó dormir mi pequeña inquieta? – le besa la barriga y Eli muere de risa contagiándomela

-          Si, dormí bien, ni cuenta de cuando me dormí – se ríe, es la primera vez que duermo aquí

-          Si, cuando vinimos para llevarte las vimos muy dormiditas que nos fue imposible romper ese momento- toma a la niña en sus brazos- te tomé foto- me enseña la foto en el celular ¡nos vemos tan lindas! – al rato te la mando, por ahora- la observo- mi esposo nos hizo el desayuno, vamos

-          Gracias- me sale un poco tímida pero la acompaño

 

Eli era tan pequeñita, única y hermosa

-          Espero no moverme mucho- susurro para después sentir sus labios en los míos en un rocecito

-          Eli se mueve mil veces más- se ríe casi en mi boca- lo siento, solo para poder aguantar más- me besa y correspondo

-          Vamos- me separo, ¡que si seguimos no creo poder parar!

-          Si- suspira y me sonríe

Pone las tazas en el lavatrastes y me jala, solo siento las mariposas revolotear en todo mi ser al contacto con su mano. Al llegar a la habitación la veo tomar su pijama ¿no se cambiará aquí verdad?

-          Puedes tomar el lugar que gustes en la cama, si es en donde está Eli solo tienes que moverla- se ríe en lo que da media vuelta y sale

Giro para ver cómo está Eli, el cuarto y regreso a Eli

-          Señorita, usted es un tornado durmiendo- me río, está entre la mitad de la cama y una horilla toda chueca

La cama es una queen, observo la cama, mmmm, mejor pongo a Eli en medio, no vaya a ser que mi inconsciente en la noche ataque a Miranda y no me pueda contener después. Así que acomodo a Eli en medio y me acuesto del lado en donde no veo las cosas de Miranda; al entrar Miranda en el cuarto me sonríe

-          Está es una excelente imagen- me sonrojo- mañana domingo es para descansar ¿descansarás con nosotras o tienes algún pendiente? – ah, si no lo preguntara con ese tono sería más fácil poner una excusa que ni quiero poner

-          Ninguno, como dijiste es domingo- respondo viéndola

-          Eso es excelente- me contesta viéndome fijamente- buenas noches Isa- besa mi frente y se acomoda

-          Buenas noches Miranda- siento su mano sobre la mía que abraza a Eli y entre la oscuridad puedo distinguir su sonrisa ¡¿Cómo voy a poder dormir ahora?!

 

Aunque tardé un poco en dormir, debo decir que su mano que al principio me puso nerviosa, después fue la que me dio paz, con eso me relajé y pude dormir; debo decir que dormir con el aroma de Miranda y Eli mezclados es lindo, es como un sueño del que me gustaría no salir jamás.

Abro los ojos y me encuentro con una imagen preciosa, Eli con la mano bien estirada presionando la cara de Miranda que al parecer ya se acostumbró, me giro a tomar mi celular y tomo la fotografía, seguro ya que despierte la Sra Diana se la muestro y le encantará.

Espero realmente que la Sra Diana pronto despierte, sé que Miranda ha sido la fuerza y base de Eli, pero ella la extraña muchísimo, siempre que la vamos a ver se le nota la esperanza de encontrarla ya despierta y cada vez que la ve dormida su carita se entristece.

Beso la frente de Eli y la jalo hacia mí para que Miranda no la tenga así (aunque me sigue dando risa), abrazo fuerte a Eli, como me gustaría poder protegerla de todo, es tan pequeñita, mínimo era muy pequeñita cuando su papá falleció y aunque también fueron momentos muy difíciles poco a poco todo pasó, en ese momento fue cuando más conviví con ellas, creo que prácticamente viví aquí y comprobé que tan fuerte era la amistad de la Sra Susana y su esposo con ella.

 

Veo a la Sra Diana aún acostada, derrumbada abrazando a su pequeña en la cama, llevo dos días sin moverme de aquí desde el día del velorio

-          Amiga- la Sra Susana entra dejándome afuera- yo no sé en qué estado estaría en tu situación, no hay quien sienta más dolor en este momento y por esta perdida que tu- toma a Eli en sus brazos y me hace una señal para que pase- pero debes saber que tienes muchas personas que están para ti, dispuestas a hacer lo que sea que necesites y que si me das permiso te traigo de las orejas a tu hermana – se acuesta a su lado y la abraza

-          ¿No me dirás que la vida sigue y que tengo una hija por la que seguir? – pregunta en los brazos de su amiga entre llanto

-          ¿Para qué? Si eso tu ya lo sabes- se ríen de mala gana

-          No llames a mi hermana, está en algo muy importante- comenta entre llanto y la Sra Susana resopla

-          Tu eres más importante que sus malditas plantas- se exaspera, pero veo como la Sra Diana aprieta más a la Sra Susana- bien, no lo haré, solo te digo que si me tengo que mudar con mi familia aquí lo haré- vuelven a reír de mala gana

-          Yo puedo estar con ellas todo lo que se necesiten- se me sale y me ven

-          Gracias- escucho a unísono y las dejo solas mientras cuido a Eli

Le tomó bastante tiempo ir al día a día y que poco a poco su sonrisa regresara, lo cierto es que quien le robaba las sonrisas y las risas era Eli, sin duda fue la motivación más grande que tuvo para salir adelante, eso y el apoyo de la Sra Susana y el Sr Edmundo, siempre estuvieron para ellas, nunca quitaron el dedo del renglón para ellas.

-          ¡Isa!- me habla Eli con emoción pero aún un tanto amodorrada

-          Hola princesita bella- la saludo

-          ¡Dormiste conmigo! – me abraza

-          ¿Y yo no cuento? – se queja Miranda con voz pegajosa y apenas abriendo los ojos

-          ¡Dormimos juntas! – grita Eli y me río

-          Tú lo pediste- finge quejarse Miranda, claro, Eli lo pidió y ella lo secundó todo lo que pudo

-          Si- contesta orgullosa mi pequeña- así debería ser siempre- se estira- ¿Qué vamos a desayunar? – pregunta parándose

-          Mocosa, ¡es domingo! -exagera la voz Miranda- es día de dormir todo el día

-          Dormir todo el día es aburrido- se queja Eli saliendo del cuarto y causándome risa

-          Es niña, no creo que pueda hacer eso – me río

-          Menos teniendo los padres que tiene- la veo estirarse ¿siempre se verá así de sexy al despertar?

-          ¿Acaso tus padres no eran así? – le pregunto entre risas y me doy cuenta de lo dicho, no debí decir eso

-          No, bueno, mamá un poco- dice pensativa sin que le haya afectado hablar de ello- en eso me parezco a mi papá, es más tranquilo- me ve con una sonrisa

-          ¿No te molesta hablar de ellos? -toca mi mejilla acariciándola

-          No, no todo fue malo- se ríe- es bueno despertar viéndote – dice provocando mil cosas en mí- vamos o capaz que comienza a hacer el desayuno ella y no quiero saber aún como será eso – se levanta dejándome ahí ida entre las mil ideas que ahora se acumulan en mi mente.

 

-          Vamos a salir- grita Eli

-          No, es domingo- se queja Miranda que está en el sillón

-          Vamos a salir, estoy aburrida- se enfurruña Eli

-          Ayer salimos y jugaste mucho- Miranda la ve con advertencia

-          Aquí es aburrido

-          Si te la has pasado jugando entre Isa y yo- Miranda cruza los brazos

-          Puedo llev- la mirada de Miranda me detiene

-          Vamos al súper, hay que comprar cosas- se levanta con un suspiro de por medio- ve a ponerte zapatos

-          Siiiii- Eli corre a su cuarto

-          Lo siento- me disculpo por meterme en la discusión

-          ¿De qué? – se acerca a mí y pone su mano en mi cintura - ¿tienes que comprar algo para tu casa? – me pregunta cerquita

-          Eli nos va a ver- susurro, sonríe traviesa y se aleja un poquito, pero sigue a la espera de mi respuesta- tal vez- respondo a su pregunta y me quedo pensando que es lo que me falta en la casa

-          Tía- llega Eli sacándonos un susto, pero ella ni cuenta se da- la casa de Isa es muy bonita y la de su mamá también, tiene un jardín bien grande, muchas plantas y un perro bien bonito- le va contando en lo que la jala para ir al carro, lo cual me da risa y las sigo.

 

Miranda pone en el asiento del carrito a Eliana y me da la opción de llevarlo

-          Es como si fuéramos una familia- dice Eli viendo de un lado para otro a ver que llama su atención, Miranda y yo nos vemos, a mí me gana el sonrojo y a Miranda le saca una sonrisa - ¿podemos tener esos dulces?

-          No, no venimos por dulces, tú eres muy peligrosa con azúcar en tu ser- tomo el carrito y lo voy llevando junto a Miranda- hay que llevar esto de la lista- Miranda saca una hojita y me la enseña

-          Podemos empezar por ese pasillo- propongo, asiente y comenzamos el recorrido de las compras

-          Pero podemos comprar ese cereal- señala Eli

-          Te debí de dejar en la casa- me río con la cara enfurruñada de Eli

-          A las niñas no se les deja solas – se cruza de brazos

-          Pues pórtate bien- le contesta Miranda

-          Por favor- las reprendo con el tono y la mirada

-          Bien- las dos contestan bajito

-          Eli, tu tía ya tiene contemplado un cereal, espera a que llegue el momento ¿okey? – me ve y no muy feliz acepta- ahora hay que ir por esto primero- le señalo lo de la lista

 

Pues… ir a las compras no fue tan malo, terminamos comprando helado napolitano que comimos después de ir a un puesto de quesadillas para comer.

-          Mañana hay que llevar a Eli a su rehabilitación- me dice Miranda en lo que cenamos

-          Lunes y jueves- le recuerdo y lo anota en su agenda, yo ya lo hice

-          Bien, martes y viernes es con tu hermana- mueve los dedos en el tenedor

-          Si, solo queda miércoles, sábado y domingo sin nada- no suena mal, para mi estar con ellas tanto tiempo es bueno, digo, estar con Eli

-          ¿Qué haremos el sábado? – pregunta Eli

-          El sábado Isa trabaja- Miranda le alborota el cabello

-          Entonces el domingo, así el sábado juego con Jess- me río, eso es tan su mamá

-          ¿Y por qué no el miércoles de Jess? -Miranda la cuestiona

-          Porque el miércoles es ir con mamá- entonces las dos anotamos eso en la agenda de cada quien

-          Bien, no tengo nada que decir a ello- se rinde Miranda

-          El sábado puedes tu descansar en lo que Susana cuida a los niños- le hago ver a Miranda

-          Si, puede ser- se queda pensativa- eso o adelanto trabajo- se recarga cansada en la silla

-          Ya acabé- Eli se baja de la silla y yo veo la hora

-          Ya me tengo que ir- les digo y Eli pone cara de tristeza que me rompe el corazón

-          Nada de caras tristes, nos acompañó mucho tiempo y se quedó a dormir con nosotras- la regaña

-          Pero puede dormir con nosotras siempre- Eli sigue con sus caras, que la verdad yo no me quejo con su propuesta, pero ¡es muy pronto!

-          Ciertamente- volteo sorprendida a ver a Miranda y sonríe- pero mañana nos va a acompañar a tus ejercicios- Miranda juega sucio -así que ve por un suéter para que la acompañemos- Eli sale disparada- el día que no puedas solo tienes que decirme…

-          Voy porque quiero, tengo tiempo y me gusta estar con Eli- la interrumpo

-          ¿Solo con Eli? – me pregunta acercando su cara peligrosamente y me sale la risa nerviosa

-          No- sonríe de oreja a oreja

-          El sábado ¿te gustaría salir a comer solo nosotras? - ¿es una cita? – pregunto porque sé que en la veterinaria solo estás hasta medio día y como ves, tenemos agenda llena

-          Pero podemos salir con Eli- pego con mi dedo en las anotaciones

-          Si, pero también quedamos de conocernos- me va a dar algo

-          Me encantaría comer contigo el sábado- le doy un besito en la mejilla y me separo para agarrar mis cosas, que ya escucho los pasitos de Eli

-          Excelente- sonríe de oreja a oreja- Eli, vamos a ir caminando

-          Sip- responde poniéndose en la puerta, lista para salir

-          ¿No prefieren quedarse? Yo les llamo- y me cortan a unísono

-          Nooo

-          Bien, me llevan, pero en el carro- frunzo el ceño

-          Bien- contesta vencida Miranda y agarra las llaves del carro, eso a Eli no le afecta con tal de ir a dejarme

 

Miranda

 

Veo a mi sobrina hacer los ejercicios que el terapeuta le indica y tomo nota de lo que debemos seguir haciendo en casa, dijo que las primeras semanas serían dos veces por semana, pero que la siguiente sólo una vez ya que muchos ejercicios se van a hacer desde casa.

Creo que Eliana es muy valiente y muy fuerte, cada vez que la veo superar un ejercicio o con todo lo que le ha pasado, sé que tiene sus momentos en donde no quiere hacer nada (y sobre todo en la escuela) o está de genio insoportable como su madre (Dios nos ampare cuando sea adolescente)

-          Muy pensativa – me dice Susana pasándome un té

-          ¿Qué haces aquí? – me le quedo viendo y tomando el té

-          Vine a ver como les va en sus terapias – su mirada no deja a Eli, el instructor e Isa; sí, porque Isa es quien está ahí al lado - ¿Cómo engatusó a Isa para eso? – la veo aburrida

-          Como si le costara mucho trabajo a mi sobrina- le contesto irónica y con la ceja levantada, ella se ríe

-          ¿Y tú ya puedes convencerla tan rápido o aún no? – ahora si me ve

-          ¿Convencer a quién? – me hago la sonsa

-          Tal vez si me cuentas, te puedo ayudar cuidando a Eli- lanza la red con carnada pesada

-          El sábado ¿quieres cuidar que las niñas jueguen en tu casa en lo que yo salgo? – de todos modos, se va a enterar, ni para que hacerme la difícil

-          ¿Qué gano? – le brillan los ojillos

-          ¿Qué quieres? – suspiro derrotada

-          Información- sonríe de oreja a oreja – de como va tu conquista, ya sabes, como te va en tu comida con Isa – atrapada

-          Bien- refunfuño y sonríe victoriosa - ¿Qué no deberías estar cuidando a tus hijos? - le pregunto

-          Están con su papá, todo está bien- toma su café

-          ¿Te molesta que vaya a ver a mi hermana? – pregunto viendo el reloj, siento que esto va para largo

-          No- Susana me ve incrédula – adelante

Omito el decirle algo y voy a verla, ahí sigue toda dormida, con una cara mucho más compuesta de cuando llegué. Creo que aquí lo único que le falta es despertar

-          Diana, tienes que despertar- le hablo fuerte- ya está bueno de descansar, tú no eres de estas mujeres, abre esos ojotes tuyos de una buena vez, párate y ve con tu hija que tanto te extraña y necesita- la regaño y paso mi mano por su frente- también me haces falta- y no te digo que para contestar todas mis preguntas o capaz jamás despiertas con tal de no responder- Diana de verdad, si despiertas pronto hago las paces contigo de buena gana- suspiro, le doy un beso en la frente como muchísimos años atrás ella me los daba y salgo un poco frustrada, ¡no sé estar con ella!

 

Ayer después de despedirnos de Susana y mandar saludos a los niños y a Edmundo, dejamos a Isa en su casa y nosotros nos fuimos a la nuestra, Eli estaba muy cansada, así que simplemente flojeamos un poco, cenamos y nos quedamos dormidísimas en la sala, ya después me tocó trasladarnos a mi cuarto y hoy… ¡hoy voy terriblemente tarde para la cita con la psicóloga! Y lo peor de todo es que un policía me está haciendo la seña de que me detenga

-          Sus papeles por favor- mínimo dice por favor

-          Claro, disculpe es que- veo su cara de aburrimiento y de que le vale marinolas lo que yo pueda decirle, así que abro el compartimento del carro y saco los papeles junto con mi licencia de conducir, pero al sacarlos se caen otros papeles- aquí tiene, recojo los papeles y los pongo en el asiento; le mandó mensaje a Isa para que se vayan yendo con su hermana, que yo llego ahí

El hombre se tarda una eternidad en revisar mis papeles, todo para salirme con:

-          Todo en orden, tenga más cuidado de favor- se da la vuelta y se va, suspiro, me salvé de una infracción

Conduzco hasta el consultorio, me estaciono, veo los papeles, los tomo y ahí encuentro un sobre con mi nombre “Para Miranda” y si no me equivoco es la letra de Hugo, seguramente me estoy haciendo ideas ¿Cómo podría el haberme escrito una carta y dejarla ahí? Ni que fuera adivino, el ya lleva muerto mucho tiempo (que en paz descanse); así que la guardo en el compartimento nuevamente, ya después veré de que va eso.


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