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La razón por la que encontré la felicidad por Nasky

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Notas del capitulo:

Ahora si lo terminé a tiempo ^^, espero les guste, lindo inicio de semana

Isabella

 

-          Hoy Jess y yo jugamos con una muñeca nueva que tía Susy le compró- nos viene contando Eli en lo que entramos a la casa y veo la cara de espanto de Miranda

-          ¿Estaba bonita la muñeca? – le pregunto a Eli apretando discretamente la mano de Miranda para que se relaje, ¿no le gustarán las muñecas?

-          Si, ¿luego podemos ir a ver juguetes? – pregunta dejándose caer en el sillón

-          Mañana hay que ir al súper, podemos pasar a la juguetería de ahí- Miranda le dice algo apenada

-          Siiiiiii- Eli se abalanza sobre Miranda y me gana la ternura- voy a l baño- y nos deja abandonadas causándome risa

-          ¿No te gustan las muñecas? – le pregunto bajito a Miranda en lo que nos sentamos y prende la televisión

-          Si, son bonitas, tenía algunas e incluso jugaba con mi hermana con ellas cuando éramos niñas- responde sin dejar de ver que hay en la televisión

-          ¿Entonces porque tu cara de espanto hace rato? – le pregunto y sonríe negando con la cabeza

-          Me di cuenta de que no le he comprado nada- se sonroja

-          Tiene muchas cosas- le recuerdo y sonríe

-          Lo sé, pero nada de su tía- agrega con un sonrojo que se le ve tan lindo

-          Ah, entonces este será muy especial- tomo su mano y nos quedamos viendo

-          Espero que sí- responde lento sin dejar de verme y acariciando mi mano con su pulgar

-          Tengo sed- se queja Eli desde el pasillo haciéndonos pegar el salto y soltándonos de las manos

-          Voy a servirte agua- me pongo de pie y camino a la cocina, no quiero que me vea la cara de nervios, ¡casi nos ve!

-          ¿Qué vamos a cenar? – Eli le pregunta a Miranda y la voz suena muy fuerte como… volteo y vienen atrás de mi ¿Por qué vienen atrás de mí?

-          ¿cereal? – le pregunta Miranda y ahí si me giro

-          Tiene que cenar bien- las veo duramente

-          Cereal es cenar bien- dicen a la par, ¿la Sra Diana le habrá criado para parecerse o es a lo que dicen que viene en el ADN?

-          Quesadillas y leche- las veo fijamente en lo que frunzo las cejas

-          ¿Con limón? – pregunta Eli

-          ¿Con salsa? – le sigue Miranda y si estuviera aquí la Sra Diana diriá “¿con Maggy?”

-          Sí, pero les toca deshebrar el queso- resoplo- tomo un vaso para Eli, le pongo agua y se lo doy

-          Va, voy a sacarlo- Miranda va al refrigerador para sacar todo lo que se necesita de ahí y yo saco recipientes para lo que necesitaremos además de platos, vasos, chocolate, azúcar y té.

-          En lo que caliento las tortillas ustedes se encargan del queso, les acerco el recipiente, Miranda sienta a Eli en la isla y comienzan a deshebrar en lo que platican y las escucho.

La verdad es que es una imagen demasiado bella como para no dejarlo pasar y tomarle foto, así que en lo que están descuidadas las fotografío y sigo con el comal, la estufa y las tortillas.

 

 

Miranda

 

-          ¿Sabes tía? - mi sobrina me secretea

-          ¿Qué? – le pregunto en el mismo tono en lo que deshebramos el queso y nos comemos un poco más

-          Isa se ve muy bonita cocinando aquí en la casa- sonríe y de reojo la vemos muy concentrada

-          Si ¿verdad? – encantadora diría yo

-          Y nosotros aquí ayudándole es como si fuéramos una familia- dice simplemente con una sonrisa y siguiendo en el trabajo, pero haciendo que mi corazón marche a toda máquina y mi imaginación vuele

-          ¿Tu crees? – espero no escuche los latidos de mi corazón

-          Si, a mí me gusta que ustedes estén juntas conmigo, ojalá se casen- y me deja en shock ¡¿La niña sabe algo?!

-          Creo que ya es suficiente queso- Isa toma el recipiente con queso y se lo lleva para hace las quesadillas en lo que Eli y yo nos comemos un poco más de queso y lo guardo

La cena… la cena estuvo deliciosa, unas quesadillas difícilmente no son deliciosas y preparadas por todas nosotras… “como si fuéramos una familia” como dijo Eli... cielos, me emociona mucho pensar así, pero aún es pronto y lo mejor de todo es que a Eli no le molesta ¿me animará para pedirle a Isa que sea mi novia? ¿será mi secuaz? Espero que sí, sería lindo.

-          Hora de dormir- Isa manda a Eli

-          Si, todas juntas- brincotea esta- ¿pero vemos una película? – pregunta con ojos de cachorrita

-          Bien, pero nada de miedo- luego nadie va a dormir por culpa del miedo de mi sobrina

-          Si- y aquí estamos en el sillón viendo la peli, Eli sin vergüenza hizo que Isa y yo nos sentáramos juntas (no me quejo) y ella se acostó para poner la cabeza en las piernas de Isa (que envidia)

-          Ya se durmió- me susurra Isa casi a mitad de película y me fijo

-          Si, ya está bien dormida- veo la mano de Isa que no deja de hacerle piojito, con razón se quedó bien dormida- ¿tú quieres seguir viendo la tele? – le pregunto viendo la hora, son las 10

-          Si, pero otra cosa- le doy el control y me pongo de pie

-          Ok, voy a dejar a esta princesa durmiente- la tomo en mis brazos y me la llevo a la cama, esta vez pongo almohadas para que sienta que no está sola y regreso con Isa que puso una serie (creo)

-          Hoy fue un gran día- sonríe y recarga su cabeza en mi hombro en cuanto me siento a su lado

-          Si, mucho- sonrío y la escucho bostezar, lo cual me da risa- pero largo

-          Si, no me había dado cuenta de que tan cansada estaba- suspira, levanta la cabeza y me ve – gracias, me la pasé muy bien

-          No hay de que, también lo disfruté mucho- beso sus labios- vamos a dormir, mañana Eli nos va a traer de un lugar a otro con los juguetes- le digo en lo que reímos y me roba otro beso

-          Bien.

 

Abro los ojos y lo que veo son dos pares de ojos observándome, ambos acompañados de preciosas sonrisas

-          Buenos días tía- mi sobrina me cae encima

-          Buenos días- le beso la cabecita- ¿Qué quieren desayunar? ¿cereal? – mi sobrina asiente y se ríe

-          Creo que si por ustedes fueran desayunarían y cenarían solamente cereal- nos regaña Isa- haré huevo ¿tienen jamón? – me pregunta en lo que se levanta de la cama y yo con las ganas que tengo de tomarla de la cintura y volver a acostarla a mi lado, aunque… hoy tampoco dormimos una al lado de la otra, teníamos un remolino en medio

-          Si, debe quedar o si no salchichas- bostezo y me siento

-          Jugo, yo quiero jugo- mi sobrina se monta en mi espalda

-          Bien, jugo- me levanto con una sanguijuela bien pegada a mi espalda

-          Yeeiii, después a arreglarnos e ir a los juguetes- ya veo mi día bien caótico

-          Excelente- la apoya Isa saliendo del cuarto ¿y mi beso de buenos días?

-          Eli ¿ya fuiste al baño? – le pregunto dando los primeros pasos

-          No, quiero hacer pipi- la dejo en el baño y alcanzo a Isa en la cocina que ya empezó a tomar lo que va a necesitar, pero la tomo de la mano y la jalo hacia mi

-          Buenos días- le doy un besito de piquito, me sonríe

-          Buenos días- se sonroja y se pone a preparar el desayuno en lo que la observo

 

Hace mucho que no paso a la sección de juguetería, ¡estas cosas son enormes! Y hay tanta cosa, es increíble que haya tanto juguete, hay unos que hablan solos nada más porque pasas por ahí, ya ni chuky en mis tiempos.

-          Esta es la que tiene Jess- nos enseña Eli

-          ¿Y tú quieres una igual? – se ríe

-          No- y se va

-          ¿Entonces que quiere? – le pregunto a Isa en lo que se ríe

-          Deja que vea y en donde se quede más tiempo le preguntas- mmmm, esto no es divertido, en eso debo decir que Diana y yo éramos igual, lo veíamos y sabíamos, pero esta niña parase muy indecisa, o a lo mejor es que ahora existen muchos más que en mis tiempos

Hasta que la veo acercarse a una cocinita

-          ¿te gusta cocinar? -le pregunto

-          Me gusta ayudarles cuando cocinan, así como ayer- me río

-          Pero en la cocina de la casa siempre puedes ayudarme

-          Ayudarles, ayudarles- me corrige la sinvergüenza viendo a Isa que está muy entretenida viendo los juguetes

-          Ayudarnos- la dejo ganar

-          Pero podría jugar con Jess- sonríe

-          ¿En la casa de Jess o en tu casa? – me ve como si hubiera dicho una tontería, así como pocas veces su padre tuvo la oportunidad de verme

-          En la mía- me río- pero hay otras que se ven más bonitas, con mami luego las veíamos- se entristece

-          Que te parece si luego vamos a otras jugueterías y me dices cuando la veas- le propongo

-          Si- sonríe- ¿vamos por la comida? – me extraña que quiera terminar con la visita de los juguetes- quiero unos dulces- me toma de la mano y jala a Isa, me río, ya se me hacía raro

-          El carrito- nos recuerda Isa

-          ¿Te quieres subir? – le pregunto a Eli y me alza los brazos.

 

-          Ya estaba preguntando por ti- le señalo a Isa con la mirada a mi sobrina que apenas se baja del carro toda engurruñada- pensamos que no llegabas- sonríe desasiendo el enojo de mi sobrina

-          Que exageradas- suelta entre sonrisa y abrazando a mi sobrina- ¿lista para los ejercicios?

-          Si- le responde feliz- debiste quedarte con nosotros también ayer- la regaña

-          Pero, aun así, tu tenías escuela antes y nosotras trabajo- le explico en lo que saco sus papeles del auto- pero si podríamos pasar por ella -saco el bonche de papeles ya sin ver que traigo y veo a Isa

-          Podríamos ponernos de acuerdo- comenta coqueta sin soltar a Eli que ya empezó a caminar

-          Podríamos- termino de cerrar el carro y las sigo para la rehabilitación de Eli.

Al llegar entrego los documentos necesarios y veo que de verdad me traje cosas que no, suspiro y me voy a sentar para observarlas, la verdad, es que Eli se niega rotundamente a que yo haga los ejercicios con ella, solo quiere a Isa y solo Isa, hasta Susy lo intentó y la mandó a volar igual que a mí.

Tomo los papeles y los reviso, hasta encontrar de nuevo la carta. Al estar en mis manos me pica, veo al frente y ellas comienzan con las indicaciones, así que, bajo la mirada, y como decían en el pueblo en donde estuve “al mal paso darle prisa”, la abro, aunque aún estoy tentada a mandarla a la fregada, pero bueno, Hugo ya no está aquí para que vea mi berrinche, tomo mucho aire y comienzo a leer.

 

Mirandita:

 

Sé que de quien menos esperas recibir una carta es mía y lo entiendo, pero te pido le des una oportunidad hasta el final, en donde en cada palabra que ponga estaré aceptando que soy el imbécil más grande que siempre dijiste que era y que posiblemente vengas a golpearme como me merezco, pero, sé que valdrá la pena.

Comenzaré diciendo que tu hermana no tiene ni la más mínima idea de esta carta ni de que he estado investigando en que recóndito cerro te has metido (tal vez sea en la profundidad de un abismo en donde está una población extraña con plantas tan extrañas como te gustan y como tu), pero aquí estoy, tengo unas semanas de saber en donde carajos estás y solo he estado viendo como diantres escribirte esta carta y esperando un ENORME milagro para que no la mandes al carajo antes de leerla.

Bueno, directamente a lo que tengo que ir, tú siempre dijiste que era un imbécil, y sí, lo soy, lo malo es que el día que se me ocurrió ser el más imbécil del mundo y que tu hermana se dio cuenta, ese mismo día el mundo para ti también se derrumbó y por mi culpa Diana no pudo estar para ti, así que soy doblemente imbécil porque por mi culpa te perdió, tu, lo ahora segundo más importante de su vida, en ese entonces, lo más importante de su vida, porque debo decir que yo siempre he sabido que tú siempre has estado antes que yo en su mente y en su corazón, razón por la cual también me gustaba molestarte (sí, celos de niño tonto), pero ¿qué querías? yo quería ser su todo y ella siempre te anteponía a nosotros, aunque no puedo negar que tu hermana me amaba y gracias a Dios me sigue amando (tuve un acercamiento a Dios).

Te platicaré que después de la boda todo fue perfecto, tu hermana como mi esposa, siendo la mujer tan preciosa y fuerte, era un sueño tan perfecto que claro, solo un idiota la riega y ese idiota soy yo; tú sabes que no soy un ser perfecto (sé lo que piensas) y sabes que soy más que amable, soy coqueto algunas veces y me pasé, en algún momento el juego de “amable” se me fue de la mano con una compañera de trabajo y seguí el juego (juro que en ningún momento en mi mente estuvo la idea de serle infiel a tu hermana) pero seguí con la coquetería como si nada, hasta que un día la compañera de trabajo me besó… (por supuesto no fue un beso de piquito), ese mismo día tu hermana fue por mí al trabajo y nos vio.

Corrí tras de ella, pero ya sabrás que cuando tu hermana está dolida, enojada o encabronada da más miedo que el diablo, intenté hablar con ella a pesar del miedo (era más grande el miedo de perderla debo aceptar) y terminamos discutiendo, si, el imbécil de yo aun tuvo la estupidez de discutir y por supuesto me mando al carajo; salió de donde estábamos y cuando regresé a casa por supuesto que no la vi.

Sé que en ese momento fue a tu casa, ella quería estar contigo, tanto fue así que ni buscó a la pegoste de su amiga Susy, sino que fue directo a ti, pero cuando llegó y te vio con las maletas, pensó que te ibas a un viaje de la universidad y por eso prefirió no detenerte en algo que sabía te gustaba tanto; terrible fue cuando se enteró de que no era así y no sé qué fue peor para ella, si mi infidelidad o tu desaparición, se peleó con tus padres, les reclamó el que fueran todos unos anticuados, ellos pelearon tanto con ella, creo que todo lo que no te dijeron a ti se lo dijeron a ella y todo lo que no les dijiste ella se los refregó, hasta que terminó dejando la casa de tus padres quedando en terribles términos

Todo el infierno que vivió tu hermana por mi culpa, tu no querías saber nada de ella, ella no quería molestarte aparte de estar desecha, ella también había perdido su familia; lo bueno es que tenía a su mosquetera con la que estuvo viviendo unos meses en lo que yo le rogaba que me perdonara, hasta le juré que iría por ti para que compusieran las cosas, pero me fue peor, me amenazó con que si me acercaba a ti desataría un infierno en mi vida (creo que en mi vida la he visto defender a algo o alguien como a ti).

Debo decir que, una de las razones de ir por ti era que me dieran una tunda bien dada para que tu hermana me perdonara, pero después de lo que me dijo ni ganas me quedaron, aparte sé que tienes la mano medio pesadita y hubiera quedado más desfigurado de lo que estoy… no era buena idea.

Me costó océanos, tiempo, dedicación y tantas cosas para tener una oportunidad con tu hermana, yo sabía que otra mujer como tu hermana jamás en las mil vidas de reencarnación y esas madres iba a poder encontrar, la amaba tanto que sentía como mi vida se acababa de no poder estar a su lado (ahora la amo más y ni imaginarme no poder vivir nuestra vida juntos); para tu conocimiento, abandoné la coquetería para solo mi esposa, le soy 150% fiel a tu hermana, la respeto y ánimo para alcanzar sus metas y sueños.

Soy consciente que por más que haga cosas nunca podré solucionar el dolor causado, aún más porque no te tiene en su vida y tu no quieres tenerla en la tuya, pero Miranda, tu hermana te ama tanto, fueron víctimas de las circunstancias y de idiotas (como yo) que las hicieron tener vidas separadas, ella te ama tanto y te extraña como no tienes una idea.

Pero te contaré el porque me terminé decidiendo a escribirte y buscarte, ahora ya somos padres, tienes una sobrina tan pequeñita y hermosa que te derrite el corazón, te conquista con su preciosa sonrisita, se parece tanto a Diana y es tan perfecta, espero fervientemente que no tenga nada de mí para que sea aún más perfecta de lo que ya es, a decir verdad, tiene unos mohines que tú haces (eso a veces le quita la perfección). Creo que mi hija tiene todo el derecho de disfrutar de su única tía, tú de conocerla y ser tía; tienes derecho a saber la verdad y que puedas hacer las paces con Diana, hablar y reconocerse como debe de ser.

Nuestra casa siempre está para recibirte (tienes tu propio cuarto, con cosas que Diana compro para ti porque apuesta que cuando regreses tu ropa ya no te servirá), prometo no molestarte y mucho menos joderte nunca más y ser el cuñado que me permitas ser (espero unidos, pero me acato a lo que decidas), si decides venir a darme una tunda… la recibiré sin quejarme, aunque tu hermana termine regañándonos a los dos.

Bueno, sin más, tu cuñado que, aunque no lo creas te quiere y aprecia Hugo

Pd: tu sobrina acaba de bostezar y se ve hermosa, aunque la niñera ya vino por ella.

 

Termino de leer la carta y… veo al frente, Isa se me queda viendo, tomo aire para controlarme, le hago seña (con la cara más calmada que tengo) de que ya vuelvo, ella asiente y me voy camino a ver a la que no me puede dar ni una ¡estúpida! Explicación.

-          ¡¿Qué carajos significa esta carta?! – le pregunto a mi hermana agitando las hojas- ¿Cómo que el imbécil ese se le ocurrió ponerte los cuernos? – lo bueno es que el cabrón ya está muerto - ¿y porque carajos no me dijiste nada? – caigo en la silla ya con la voz un poco descompuesta- Diana estúpida- lloro- ¿sabes lo sola y abandonada que me sentí? – pongo mis manos en mi cara y siento las horribles hojas, las azoto en el sillón.

Volteo a verla y ella sigue igual, lo cual me da más coraje

-          ¿En que chingados estabas pensando Diana? – le pregunto encabronada, tomo aire y recuerdo, creo que de verdad en ese entonces no la hubiera escuchado, me enoja más que la muy… me conozca tanto- Diana, pudiste buscarme y hablar- después de todo, aunque me hubiera tardado hubiera cedido a hablar con ella- tal vez hubiera regresado antes- pongo mi mano en mi frente- o tal vez ni me hubiera ido- y me río, ni yo me lo creo- bueno, si me hubiera largado, pero en mis vacaciones hubiera venido, tal vez, posiblemente- que nefasto

Hugo sí que era un imbécil de primera, ¡le dije que nunca la lastimara! Ay, me dan ganas de patear al cabrón, solo una cosa, una cosa le pedí y el güey no pudo hacerla, seguro el cabrón se dejó morir para no tener que enfrentarme

-          Aparte ¿sabes que hizo tu estúpido marido? – tomo la carta- el wey pone “Mirandita” con lo que me purga que me digan así y todavía más él, casi estoy escuchando su voz con ese tonito de estar chingando- la veo, seguro estaría muerta de la risa dándome toda la razón y burlándose- carajos Diana- me dejo estar en el sillón- ¿cómo fue que nos distanciamos? – no es que fuéramos uña y mugre de niñas, en realidad somos muy diferentes- supongo que eso fue, lo diferentes que éramos

Demasiado diferentes, pero hay hermanos que son muy distintos y aun así son cercanos.

-          Sabes, esa noche mis padres simplemente no dijeron nada, creo que desde que se enteraron no me dirigieron la palabra- me quedo pensando – creo que hasta ya olvidé su tono de voz- me río de la ironía- ¿Por qué carajos te peleaste con ellos? ¿acaso estás tonta? – suspiro- bueno, cuando algo se te metía en la cabeza no había poder humano que te hiciera cambiar- me pongo de pie y ahora me siento en la silla que está al lado de su cama- Diana tonta- tomo su mano entre mis manos y dejo caer mi cabeza a su lado- ¿Por qué es tan complicado todo? – no digo más al sentir el nudo en mi garganta- lo peor de todo es que creo que Hugo no pudo mandarme esa carta porque se murió- lloro, lloro de coraje, de impotencia, de no haber estado ahí para ti, de que el tonto ese se haya muerto sin que arregláramos todo (entre ello la madriza que le iba a dar)- que injusto todo y ahora tu aquí así- pongo su mano sobre mi cabeza, como cuando me consolaba de niña- tan injusto… tu tonto marido

El tiempo pasa y poco a poco me voy calmando, creo que iré a visitar a mi cuñado, mentarle la madre y darle gracias por decirme la verdad. Escucho unos susurros y al ver la puerta veo a mi sobrina con Isa

-          ¿Tienes un momento especial con mamá? – me pregunta tímida

-          Si, pero será más especial si te unes a nosotras- le estiro la mano mientras que con la otra acomodo la mano de Diana en su sitio

-          ¿Lloraste? – me pregunta preocupada, Isa se queda en la puerta

-          Un poco, a veces es bueno llorar

-          Si, Camila dice que es bueno- me da risa, esta es una igualada

-          Psicóloga Camila- la corrijo

-          Cami dice que es bueno- le vale madres

-          Es bueno y más cuando es con las personas correctas- le beso la mejilla ¿Cómo una niña te puede devolver el ánimo y las energías? - ¿Cómo te fue? – sonríe

-          Muy bien- contesta satisfecha y veo a Isa

-          Nos fue excelente- da el primer paso hacia adentro y Eli le estira la mano que yo anhelo imitar- tenemos a una excelente luchadora- Isa le toma la manita

-          Siéntate con nosotras- le pide mi sobrina

-          Pero solo hay una silla- se ríe Isa

-          Tía puede con las dos– y no puedo omitir mi sonrisa

-          Eli, eso no es posible- Isa comienza a reír de nervios

-          Tía ¿verdad que si puedes? – se me queda viendo

-          ¿Tú crees que pueda? – que diga que sí, que diga que si

-          Sip- responde segura

-          Pues probemos- los ojos se Isa se agrandan y el sonrojo llega a sus mejillas, así que tomo su mano y la jalo

-          Pero yo cargo a Eli- toma a Eli y se sienta en mis piernas mientras que las abrazo a las dos

-          No hagas fuerza, no me aplastan- le susurro al oído

-          ¿Contenta? – le pregunta reprendiendo a Eli

-          Sip- mi sobrina disfruta esto y yo también- me gusta estar así- aprovecho para oler a Isa, que rico huele - ¿vamos a casa? – me corta el momento e Isa se ríe

-          Si, vamos- pero las aprieto a las dos

-          5 minutos más- pido y se quedan quietas concediéndome la petición

 

 

Isabella

 

Entramos a la casa con Eli dormida, parece que el ejercicio la venció, así que Miranda la lleva al sillón, la acuesta, le pone una cobijita y le da un beso en la cabecita en lo que preparo té en la cocina.

-          Gracias por acompañarnos- me abraza por la espalda y recarga su cabeza en mi hombro

-          No hay nada que agradecer- me giro sin detener el que me abrace- ¿todo bien? – le pregunto tomando su cara en mis manos y sonríe

-          Haces lo mismo con mi sobrina- se ríe- sí, creo- se acerca a mi nuevamente y huele mi cabello

-          ¿Qué pasa? – desde los ejercicios que la vi leyendo unos papeles estoy preocupada, hizo tantas caras y apenas se contuvo cuando me avisó que regresaría

-          Mmmm- me abraza más fuerte- encontré una carta de Hugo en su carro- me dice con pesadez y me pongo atenta

-          ¿Un un una carta del Sr Hugo? – me sale el tartamudeo - ¿para la Sra Diana? – se ríe

-          Es casi tu cuñada y le sigues llamando Señora Diana- siento su nariz rozar mi cuello- ¿te costará trabajo tutearla? – creo que me estoy desconcentrando

-          No lo sé- acaricio su cabello- tal vez- me aprieta a ella

-          La carta era para mi- me sorprendo

-          ¿Qué no ustedes estaban peleados? – se vuelve a reír

-          Yo no lo soportaba, el disfruta hacerme enojar- la tetera suena y con pesadez nos separamos.

Apago la tetera y sirvo los tés, pero antes de sentarme ella me toma en sus brazos de nuevo

-          Me gusta mucho tu aroma- huele mi cabello y siento mis rodillas debilitarse, pero su agarre me sostiene

-          A mí el tuyo- se ríe

-          Hugo te mencionó, así como que no quiere la cosa- exhala en mi hombro provocándome un calosfrío.

-          ¿Mencionarme? – me extraño, pero luego me acuerdo de cómo era él, impredecible, totalmente impredecible, algo que a la Sra Diana le encantaba

-          Si, dijo que te llevabas a Eli en brazos- se ríe- ¿te quedarás hoy también? – me pregunta ¡esto es trampa!

-          ¿Tú quieres? ¿no será una molestia? - ¿sabrá que es una enorme tentación su contacto físico?

-          Solo si tu no quieres quedarte- bien, admito mi derrota y la abrazo

-          Si quiero- le doy un beso en la mejilla- ¿quieres hablar de la carta? – susurro peinando su cabello

-          Me cuenta lo que pasó hace tiempo- suspira y toma mi mano mientras no deja de verme a los ojos- me explica varias cosas que mi hermana por tonta se guardó- toma aire y se detiene antes de decir algo, hasta que toma valor- creo que la carta fue escrita poco antes de que muriera- oh

-          Recuerdo que un poco antes andaba algo misterioso y lo encontraba escribiendo seguido pero los papeles terminaban hechos bola en el basurero- se ríe

-          Seguro para no escribir alguna estupidez- me contagia la risa - ¿no revisaron nunca el carro? – niego con la cabeza

-          Tu hermana nunca se atrevió, el único fue el Sr Edmundo, pero no creo que haya hecho algo a profundidad- achica su mirada

-          Edmundo del diablo- murmura y me causa risa - ¿tomamos té? – acepto y nos sentamos, no sin antes dejarle otro besito más en la mejilla

   

Ese día la abracé todo lo que pude cuando estábamos en el sillón, es tan tranquila, tan diferente a su hermana y sobrina.

-          Mis papás regresan la próxima semana para que ahora tengan a su hija con especialidad- me molesta mi hermana- seguro habrá comida- se ríe

-          Me hubiera gustado que esté la Sra Diana- le digo triste

-          Cuando despierte y esté bien te refestejamos- reímos- por mientras tienes a tu casi novia- me sonrojo- y tu casi sobrina- se ríe

-          Eli es…- se me queda viendo- ¿Qué sabes de la carta que encontró Miranda? – abre los ojos con sorpresa

-          ¿Qué te contó? – pregunta, pero me detiene- espera, aun me queda una sesión con ella, no puedo romper mi código- suspiramos en derrota

-          ¿Cómo que una sesión? - ¿ya no la va a atender?

-          Problemas de intereses- hago un “O” con la boca- así que la atenderá un amigo

-          Ok- veo al cielo- que sea uno bueno

-          Ay que linda, viendo por la salud emocional de tu novia- me pellizca la mejilla

-          Déjame- le veo feo después de mi manotazo fallido- a veces eres molesta- se ríe

-          Ese es el deber de una hermana- se enorgullece

-          Estoy segura de que ese no es- suspiro

-          ¿Y que me cuentas de tu cita? – sonrío

-          Fue genial- me emociono de nuevo- pasó por mí y fuimos a un restaurante en el que iba en sus tiempos universitarios – me río- aunque sospecho que si no fuera por Eli aún comería ahí diario- siento que Miranda es así, mi hermana se ríe

-          No lo dudo, creo que Eli le ayuda a no hacer solo trabajo e investigación y abrirse a más- nos reímos

-          Algo así decía el Sr Hugo y la Sra Miranda- suspiro

-          ¿Te contó que dice la carta? – me pregunta y niego con la cabeza

-          Se veía que estaba asimilando muchas cosas- suspiramos

-          Luego de la comida ¿qué hicieron? – regresa al tema

-          Bueno, en la comida hablamos de lo que nos gusta, nuestros tiempos de carrera, me contó un poco de su tiempo de investigación, de sus amistades de aquí y yo también- sonrío de sólo recordarlo

-          Que lindas- mi hermana me ve emocionada

-          Luego caminamos un poco y después fuimos por Eli que no me dejó irme a mi casa- me sonrojo

-          Eli es una excelente aliada- se ríe- ¿dormiste con ella en su cuarto? – me sonrojo y me ve pícara

-          Dormimos las tres en la cama queen de Miranda, con Eli al medio- le explico

-          Ah, definitivamente Eli es una aliada excelente- entrecierro la mirada

-          No le des ideas a la niña- levanta las manos en son de inocencia

-          Es mi paciente, jamás lo haría, ya que no sea mi paciente será otra historia- se ríe, la veo severamente, espero no intente nada malo – lo sé, lo sé, se que es tu niña favorita, bueno ya que nazcan tus hijos veremos como va todo- se queda pensando- aunque falta para eso, pero creo que no habrá muchos cambios al respecto

-          Creo que tu tendrás a mis sobrinos antes de que yo hijos- me río- bueno, eso si es que tengo- susurro

-          ¿Acaso Miranda no quiere hijos? – se me queda viendo

-          No lo sé, no hablamos de eso- se queda pensando y sonríe

Bueno, apenas se están conociendo, supongo que es muy pronto para saber- le suena la tripa- vamos a comer aunque no sea una cita tan perfecta como la que tuviste- se burla y la sigo


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