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La razón por la que encontré la felicidad por Nasky

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Notas del capitulo:

Espero les guste el cap, ^^ tardé el mes, pero estos caps son difíciles de eescribir,

Saludos, lindo inicio de semana

Miranda

 

Sus manos al quitarme la blusa y la falda se sienten suaves y cariñosas, aparte, aún sigo absorta en su cuerpo, en esa forma en la que cayó tan suavemente el vestido dejándome verla fue… ¡lo mejor que me ha pasado!

-          ¿Un baño juntas? – me propone - ¿o eso crees que apagaría todo? – me sugestiona con su sonrisa coqueta y le regreso la sonrisa

-          Ni los bomberos me apagan ahorita- se ríe de mi estupidez, me estira la mano y me dejo llevar al baño

La veo quitarse las ultimas prendas, pone el agua a temperatura y yo no dejo de observarla ¡comiéndomela por completo! ¡soy toda una pervertida! ¡ay! ¡pero está bien buena!

-          ¿No entras? – pregunta con su preciosa sonrisa que me roba el aliento

Así que rápidamente me quito las últimas prendas sintiendo su mirada bastante penetrante y eso hace que me ponga nerviosa, titubea un poco y se mete a la regadera con la mano estirada para que la alcance, se la tomo y entro con ella para lo primero por hacer es besarla y no objeta, el agua nos cae, debo decir que está ligeramente fría para mi gusto, pero tenerla así, a puro cuero es mejor. Nos separamos sin aliento, esto de besos y agua no es lo mejor para poder respirar.

-          Lavarnos – musita, veo alrededor y tomo el jabón

-          ¿Por donde quieres que empiece? – le pregunto pícara y la veo sonrojarse

-          ¿No… estabas… cohibida? – interroga nerviosa y sonrío

-          Con uno solo de tus besos se me quita- comienzo a enjabonar su cintura y la siento estremecerse

-          Ah- responde en lo que se deja

-          Debo decir que si estoy nerviosa- sigo con su espalda- el hecho de no haber tenido nada con nadie desde que me fui hasta ahora y que con quien voy a tener después de tanto tiempo seas tú- suspiro sintiendo lo perfecto de su cuerpo- me tiene muy nerviosa- toma mi cara en sus manos, me mira tan tiernamente

-          También estoy nerviosa, pero no tienes por qué estarlo, eres todo lo que quiero- me dice dulcemente y me besa hasta que pongo mi mano en su parte sur para lavarla y gruñe

-          Eres tan hermosa Isa- la beso un poco más arrebatadamente

-          Espera, faltas tú- al ella poner su mano en mi vulva abre los ojos y me ve asombrada

-          Así me tienes- veo como rápidamente me lava

Nunca la había visto tan apresurada en algo, ni si quiera con Eliana, y aquí me tienes, siendo tumbada por ella en la cama entre besos

-          Tenemos el cabello mojado- trato de detenerla

-          Tu culpa, no era el plan- desliza sus manos por mi cuerpo en lo que me río

-          ¿Quién te manda a estar tan deseable? – se ríe y es mi momento para darle la vuelta- tú no eres lesbiana le digo sin dejar de pasar mis manos por su abdomen y me ve atenta

-          ¿Te importa? – ladea la cabeza

-          Supondré que eres bi o algo así- me río al darme cuenta como se estremece- lo importante es que eres mi novia y me amas- la beso y me separo dejándola con ganas de otro- pero – me ve atenta - ¿alguna vez lo has hecho con una mujer? – sonríe

-          No llegamos al final- sonríe y agrando mi sonrisa

-          Mmmmm- me saboreo lo que viene, me acerco a su cuello y paso mi lengua por el- entonces ¿debo de ir con cuidado? – pregunto sin dejar su cuello

-          Yo solo quiero que seamos una- gime lo último, levanto mi cabeza y la beso

Pongo mi cuerpo sobre el suyo para sentirnos, sus manos pasan en caricias por mi cuerpo en lo que las mías quieren conocer por completo su anatomía.

-          Eres tan hermosa Isa- digo en sus labios – tan tan hermosa- nos sonreímos y me besa.

A pesar de que en algún momento solo quise obedecer a mis hormonas, la cosa se puso suave y lenta, mis manos disfrutan el tacto de su piel, ya sea en su abdomen, muslos, pantorrillas, glúteos, torso, senos; todo en ella es tan suavecito, pero a la vez tonificado.

Bajo a su cuello besando, lamiendo y chupando todo lo que está a mi paso, entreteniéndome en cada milímetro de su piel para después ir a sus pechos

-          Tu sabor es tan delicioso- suspiro, toma mi cabeza en sus manos y no deja que me vaya de sus pechos

-          Miranda- dice mi nombre tan jodidamente sexy que no sé quién está más mojada ahora mismo

Mi mano llega a su monte venus, la siento sacudirse y me suelta, lo que me da luz verde para seguir con besos en todo su cuerpo; su respiración es más agitada, creo que debe ser tanto o más que la mía, pero, así como estoy de solo verla y sentirla… no sé quién está peor.

Muerdo su abdomen con cariño, algo ligero solo para poder deleitarme y seguir hacia su sur, en donde la veo de reojo inclinarse y verme atentamente, le sonrío y poniendo sus piernas en mis hombros y agarrándola bien para que no se me escape. Paso mi lengua por sus labios mayores y la siento temblar; el sabor que despide es delicioso, tanto que mi mente empieza a ponerse en blanco, pero si dejo esto al instinto no sé qué tan salvaje me pueda poner.

Meto mi lengua entre sus labios y gruño, el sabor es aún mejor; Isa empuña las sábanas emitiendo un gemido de lo más lindo; me siento poderosa, así que voy a lo mío y me la como sin tocar la abertura de la vagina.

-          No, espera- me al decirme eso se mueve y mi dedo que estaba masajeándole la abertura de la vagina entra en ella – mmmmm- suelta ronco, su cabeza se hace para atrás y me regocijo en la imagen, sigo con lo mío comenzando a mover mi mano sin dejar de comérmela – Dios- recita comenzando a mover sus caderas.

-          Como dije, sabes tan delicioso- estira su mano derecha y la entrelazo con mi mano izquierda en lo que sigo, hasta que la siento estremecerse y mis dos dedos ser aprisionado por su vagina.

-          Un beso- me pide en un suspiro, salgo lentamente de ella y voy a sus labios- que intenso- se ríe y se queda recuperando la respiración en lo que yo me quedo embelesada admirándola hasta que me ataca con otro beso y me da la vuelta posicionándose sobre de mi

-          Que hábil- comento ante la sorpresa y sonríe victoriosa

-          Tengo otras habilidades también- me dice coqueta en lo que regresa a mis labios y baja un poco sus caderas hacia mis muslos y pone su mano en mis labios mayores- que húmeda- su mano la lleva a su boca y sus ojos brillan, un brillo que me remueve toda.

-          Ah- sale torpemente de mi boca

Vuelve a poner su mano en mis labios y comienza a juguetear entre los labios mayores y los menores, me ve fijamente y sonríe traviesamente en lo que dos de sus dedos se van introduciendo en mí; su mirada se oscurece lujuriosamente y esa junto con lo que me está haciendo es una combinación perfecta, siento el placer tan intenso y por si fuera poco sus pechos danzan tan bellamente.

Me siento, me ve atenta sin dejar de hacer lo que está haciendo su sonrisa se agranda, pero al sentir mi mano en su centro y penetrarla se detiene y me ve con reproche hasta que me muevo en su interior y ella me sigue

-          Bésame- le pido en un susurro, entre movimientos, besos húmedos y deseosos llegamos.

Caemos rendidas en la cama, ella un poco sobre mí; la veo atentamente y la huelo, creo que nunca me cansaré de olerla, me relaja, me anima y me hace sentir amada el simple hecho de olerla.

-          Tramposa – se queja y sonrío para ella después copiarme- pero estuvo mejor- se acurruca en mi y beso su cabeza

-          Isa- susurro- mueve su cabeza para verme a los ojos, tiene sus mejillas sonrojadas, un brillo tan bonito en sus ojos, me quedo ahí admirándola

-          Te amo- y me besa, un beso dulce y tierno que me llena por completo, le doy la vuelta, quedo sobre de ella sin dejar de besarla

-          También te amo- le susurro entre besos.

Lo que siguió fue seguir sintiendo nuestras pieles sin hacer más, una que otra lágrima furtiva, pero sobre todo besos y sonrisas cómplices hasta que el sueño nos atrapó por completo.

 

 

Isabella

 

En mi respiración me hago consiente del olor que hay a mi alrededor, un olor demasiado rico y ya conocido; entreabro los ojos y aun con tanta oscuridad me encuentro con una imagen aún mejor, tengo a mi amada Miranda a mi lado y no como otras veces que está en pijama, no, ahora solo las cobijas cubren cierta parte de su cuerpo. Recorro con la mirada la poca piel que está a la vista, mi corazón late lleno de emoción, ¡estoy tan feliz! Bostezo, me acurruco a ella y cierro los ojos, aún es de noche, tiempo para dormir a su lado.

 

 

Miranda

 

Siento el movimiento del cuerpo a mi lado, su piel pegarse a la mía produciéndome una corriente eléctrica por todo el cuerpo y un suspiro se me escapa; la abrazo fuerte, creo que me hice adicta a sentir su piel, la huelo, escucho su risita y abro lentamente los ojos en lo que se gira para verme, pasa su mano por mi espalda, es una sensación deliciosa

-          Buenos días- me saluda con su hermosa sonrisa

-          Hola- busco un beso que es correspondido y en el enredamos nuestras lenguas, la piel me quema por seguir, pero un gruñido que sale de mi garganta me hace regresar a mí y contenerme.

Toma mi cara en sus manos abandonando mi espalda que disfrutaba de su tacto

-          Estoy tan feliz de despertar a tu lado – su voz habla dulcemente

-          Yo también- suspiro y le doy un beso esquimal, pero ella me arrebata un beso que continua a dos o más

Me posiciono sobre ella quedando mi pierna derecha entre sus piernas, bajo a su cuello, lo lamo; sus uñas las siento en mi espalda; me separo y siento como me muerde el hombro, una mordidita juguetona

-          No me provoques- gruñe en mi oído

-          No puedo, tu sola existencia me provoca- le respondo entre risas y siento una deliciosa nalgada

-          No es justo, yo me he contenido desde que supe de ti- se ríe, me separo y la veo a los ojos

-          Solo porque yo no sabía de ti- la beso y nos quedamos en besos comiéndonos la boca- yo, me estoy- digo al encontrarse nuestros centros- desesperando- me besa para callarme y moverse conmigo hasta que se escucha mi teléfono a lo lejos

-          Eli- trata de detenerse, pero no la dejo

-          Está cuidada en buenas manos, puede esperar- acelero y llegamos, caemos en la cama tratando de recuperar la respiración.

Me pongo de pie para ir a buscar mi celular

-          ¿Tus cortinas están cerradas? – le pregunto estirándome

-          Puedes andar libremente- me responde entre risitas

Puedo sentir su mirada recorrerme (busco mi celular que ya dejó de sonar) hasta que lo encuentro y veo una llamada perdida, pero de Lore, que bueno que lo ignoré, así que regreso a la cama y me acurruco

-          Era Lore

-          ¿Qué quería? – se deba abrazar

-          No sé, le preguntaré luego- le respondo besando su espalda

-          Me vas a hacer que me duerma- suspira al decírmelo

-          Podemos dormir un ratito más- paso mi lengua por su omóplato- Isa ¿Por qué carajos tienes que ser tan linda? – la apego más a mi y siento su cuerpo vibrar acompañado de una risita

-          ¿Tienes ganas de seguir? – se gira cuestionando

-          Si, pero no tengo energía- respondo avergonzadamente

-          Aún tenemos mucho tiempo para muchas más – acaricia mi cara y deja pequeños besitos en ella- soy tan feliz de que estemos juntas

-          Yo también, creo que es la primera vez en mucho tiempo que le tengo que agradecer a mi hermana, pero sobre todo a Eli- me río

-          ¿De qué? – se separa y se me queda viendo

-          De conocerte- la beso y me sonríe en la boca

Nos quedamos besando hasta que su estómago suena

-          ¿Quieres que haga el desayuno? – pregunto en su cuello, oliendo su aroma

-          ¿Qué harás? – toma mi cabeza sin detenerme

-          ¿Quieres hot cakes? Me han dicho que me salen bien- reímos

-          Si como esos hot cakes sin Eli, seguro nos reclama y nos regaña- seguimos riendo, ya la veo dándonos una catedra de eso

-          Huevito con lo que sea que tengas- se ríe

-          Cocinemos juntas- jala mi cara a sus labios, me besa y nos ponemos camino a la cocina, no sin antes se me escape un gran suspiro, ¡yo quería seguir así!

Llego a su cocina, me prestó una playera muy grande y ella trae otra puesta

-          ¿Qué tienes puesto debajo de esa playera? – le pregunto en lo que la abrazo y beso su cuello

-          Lo mismo que tu- me responde dándome paso en su cuello

-          ¿Ropa interior? – se separa y se ríe

-          ¿Te pusiste ropa interior? – me pregunta con risita, me sonrojo al saber que no estamos igual y que solo una tela separa mis ojos de toda su piel.

-          Pies ¿sí? – respondo dudosa, se ríe más abiertamente, me besa y saca unas cosas del refrigerador

-          Tengo chorizo ¿quieres huevos con chorizo? – sigue buscando en el refrigerador

-          Si, los preparo yo- me ofrezco en lo que me pasa el chorizo

-          Excelente, mientras pongo el agua a calentar- me da los utensilios necesarios al igual que los huevos, mientras observo de dónde saca cada cosa para conocer, puesto que tal vez algún día lo necesite.

Desmorono el chorizo y lo pongo en el sartén en lo que bato los huevos, regreso al sartén, muevo el chorizo hasta que veo que es tiempo de agregar el huevo y lo muevo

-          ¿Te gusta tierno, cocido o quemado? – le pregunto y se ríe viéndome raro

-          ¿Normal? – hace una cara chistosa, me río y sigo en lo mío

Ya que veo que está listo busco los platos y veo toda la mesa puesta, hay pan tostado, platos, salsa, jugo, café en su botecito y té

-          Que belleza, ¿paso el sartén para allá o me pasas los platos? – con saltitos juguetones me trae los platos

-          Aquí tienes mi amor- ese mi amor hace que mi corazón lata como loco, dejo el sartén en la estufa, le quito los platos y los pongo en la encimera para besarla ¡¿Cómo me dice eso cuando estamos tan ocupadas?

-          Bien- me recompongo- siéntate, ahora te llevo el plato ya servido

Al dejarle el plato la veo toda roja

-          ¿Estás bien? – asiente algo cohibida - ¿segura? – dejo mi plato en mi lugar y le toco la frente, vuelve a asentir – bueno, espero te guste, no le puse sal - comenzamos a comer.

Al terminar de comer le ayudo a acomodar todo, lavar y secar los trastes. No ha dicho ni una sola palabra, eso me pone algo nerviosa, ¿habré hecho algo que la molestara? Y si sí ¿Qué fue? ¿puedo remediarlo?

Siento como toma mi mano y me jala al sillón, me tumba y me arrebata un beso que me deja muda ¿no estaba enojada?, su mirada es tan penetrante que me estremece por completo al separarse

-          ¿Cómo te atreves a darme un beso de esos y luego mandarme a desayunar? – mi sonrisa aparece y se va agrandando, la tomo de las nalgas y la acerco a mi

-          ¿Cómo se te ocurre decirme “mi amor” y que yo no reaccione? – se la regreso y tenemos una batalla de miradas hasta que no aguantamos más y nos besamos con tanta necesidad.

 

Isabella

 

Siento como me huele y dan cosquillitas, pero me encanta, podría despertar así todas las mañanas y más después de una noche como la que tuvimos; me giro para verla a la cara y sus manos van a mi espalda

-          Buenos días- sí, sin duda esto es un momento de extrema felicidad, una felicidad tranquila pero inmensa

-          Hola- me saluda y me besa, creo que es un excelente saludo y voy por más

-          Estoy tan feliz de despertar a tu lado

-          Yo también- me da un besito de nariz, pero yo quiero más besos de su boca, solo que la cosa sube de temperatura y se pone sobre mí, su rodilla queda justo en mi zona sur, sus besos recorren mi cara y mi cuello provocándome toda

-          No me provoques- le digo al oído

-          No puedo, tu sola existencia me provoca- comenzamos ese juego de estímulos hasta que terminamos haciéndolo una vez más aún con su teléfono sonando.

Vamos a la cocina después de todo lo que hicimos (fue un excelente despertar), las dos nos ponemos una playera para cocinar y desayunar, por supuesto, yo solo me puse la playera, he notado que no me quita la mirada de encima e incitarla creo que se convertirá en una de mis adicciones.

Mientras ella cocina, pongo lo necesario en la mesa para poder desayunar, hasta que la oigo preguntarme

-          ¿Paso el sartén para allá o me pasas los platos? – y como verla cocinando así en camisa me pone muy feliz, le llevo las cosas con singular alegría

-          Aquí tienes mi amor- le respondo juguetona, deja el sartén, lo que me desconcierta y me arrebata un beso que me deja la mente en blanco y la temperatura a mil, mi deseo por ella creció de nada a querer arrancarle la playera y hacerla mía una vez más. Pero, lo acabamos de hacer ¿Cómo es que me puede poner tan fácil y rápido?

-          Bien, siéntate- ¿me manda a sentar? ¿Qué no me va a hacer el amor de nuevo? Digo, con ese beso ya me lo hizo, pero, puede ir más allá de nuevo- ahora te llevo el plato ya servido

Estoy molesta, deseosa, frustrada sexualmente y ella ¡ella solo quiere comer! Aparte, ¡ay, que rico me besó! Su lengua, su sabor su… aparte ¿Qué propició ese beso tan apasionado? Tan rico, delicioso, provocador…

-          ¿Estás bien? – la veo de reojo y en vez de reclamarle me cohíbo - ¿segura? – asiento de nuevo – bueno, espero te gusté, no le puse sal- me avisa

Trato de contenerme de no aventar el delicioso desayuno que hizo y mandarlo a volar para hacerle el amor una y otra vez, tanto fue el contenerme que no me di cuenta de que hasta ordenamos la cocina, pero no aguanto más, tomo su mano y la llevo al sillón en donde la tumbo y ataco sus labios sin contenerme.

-          ¿Cómo te atreves a darme un beso de esos y luego mandarme a desayunar? – sonríe juguetonamente, tanto que me estremece y me nalguea

-          ¿Cómo se te ocurre decirme “mi amor” y que yo no reaccione? – eso responde que la provocó a darme ese beso, nos vemos intensamente, pero la atracción es más fuerte y nos besamos.

Sus manos en mis nalgas aprovechan que no tengo prenda alguna y con facilidad me saca la playera

-          De verdad que no traías nada más- me habla con voz ronca

-          Tu deberías estar igual- gruño, alza las manos, quito la playera y el sostén, pero ella aprovecha eso para besar mis senos y bajar su mano a mi zona sur y estimularme, enredo mis brazos en su cuello y la beso

-          ¿Está bien si lo hacemos aquí? – me pregunta con la respiración agitada

-          En donde quieras- apenas y puedo responderle, estoy tan estimulada, que hasta mis caderas ya tienen vida, me sonríe y entra en mi

-          Me encantas, me enamoras- me dice para después besarme y hacerme llegar

-          Me quitas el aliento si besas para poder llegar- me quejo con felicidad, se ríe

-          Es que sabes muy rico y besas aún mejor, no puedo contenerme- me explica disfrutando en lo que deja besitos inocentes en mi cara

 

Me declaro culpable de que después me la comí, pero es que… escuchar sus gemidos, saborear su sabor… mejor me detengo o me voy a poner mal otra vez y aquí enfrente de mi tengo a un ser totalmente inocente que me ve duramente

-          ¿Por qué hicieron una pijamada sin mí? – Eli me pregunta recriminatoriamente, su madre se tapa la boca para reírse y las demás solo se voltean

-          Tu también tuviste pijamada con las demás, hasta con Jess- le contesta Miranda que está muy divertida, Eli la ve duramente hasta que las dos sonríen

-          Si, jugamos mucho, las tías son muy divertidas- comienza a contarle en lo que le toma la mano y van a sentarse con Jess que las ve indiferente- jugamos a las muñecas, Jess tiene una nueva muy bonita ¿verdad? – Jess salta al escuchar su nombre y las ve

-          Si- me río, creo que Miranda aún la cohíbe, es tan diferente a su hermano- hay una parecida, pero el vestidito y el cabello son de diferentes colores- le explica- la venden en la tienda grande que está en mi casa, eso le estaba contando ayer a Eli, que podemos ir con muñecas parecidas

-          A juego entonces- opina Miranda

-          ¡Sí! – responde emocionada Jess – así podemos jugar más- Miranda se ríe

-          Yo creo que, aunque no vayan a juego pueden jugar más- le revuelve el cabello- pero ¿Qué les parece si hablo con sus mamis y vemos cuando podemos ir todas a comprar la muñeca? – les pregunta y les guiña el ojo, las niñas se emocionan

-          Pues mañana puede ser un buen día- La Sra Susana se mete en la conversación

-          Maaaaamiiiii- Jess se para emocionada a abrazar a su mamá

-          Isa puede acompañarlas para que no se pierdan- nos molesta, aunque para mi no es ninguna molestia pasar tiempo con las niñas

-          Pedimos pizza para comer ¿tienen algún problema con ello? – pregunta Rossy

-          Ninguno- le respondo

-          Isa, como que te ves cansada ¿quieres ir a dormir un poco? – me molesta la Sra Diana

-          ¿Mi tía no te dejó dormir anoche? – me pregunta Eli, me pongo roja y veo con reproche a la Sra Diana

-          Dormí muy bien, tu mami solo me está molestando- le explico

-          Ah, y yo que pensé que se iban a trasnochar- le sigue la Sra Susana- pero parece que no- miran molestosamente a Miranda que entrecierra los ojos

-          ¿Por qué iban a trasnochar? – ahora Jess pregunta

-          Porque vimos unas películas y se nos hizo tarde, así que si nos desvelamos un poco- me ve de reojo Miranda

-          La próxima vez, vemos películas todas juntas- se queja Eliana haciéndonos reír

-          Pero a ti no te gustan las películas de grandes- la Sra Diana la regaña

-          Pero podemos ver películas para niños- responde astutamente su hija

-          Ya te expliqué que tenían que pasar tiempo de novias- se ríe la sra Diana

-          Solo por eso no me he enojado- las demás se ríen a carcajada en lo que me aguanto la risa yo

-          Que bueno, que si no- Miranda le sacude el cabello despeinándola por completo- ¿Cómo se portó mamá? ¿se tomó todas las medicinas? – le pregunta seria a Eli

-          Si, se quejó mucho, pero se las tomó e hizo algunos ejercicios- las otras se ríen

-          Oigan, yo no me quejé- reclama y todas se le quedan viendo, lo cual me causa gracia- eh hice todo de buen modo y como se debe- pone pose creída

-          Si claro- le responde Miranda viéndola burlona- ese ejemplo le das a tu hija- se ven duramente

-          ¿Hablaste con Lore? – me acuerdo

-          Ah, si- me ve a los ojos- anda insistente con la salida a la playa

-          ¿Playa? – pregunta Lau muy atenta

-          Si, mi amiga está organizando una salida a la playa, pero aún no sabemos nada de si el doctor le va a dar permiso a Diana- todas se ven

-          Nosotras también vamos- se agrega Rosy

-          Le aviso a Lore entonces- agarra su celular y le manda mensaje.

El timbre suena y Rosy va a atender la puerta

-          La comida llegó- nos grita en lo que la vemos ir a la cocina, todas caminamos allá y veo como Miranda toma fuerte pero tiernamente a Diana para que camine

-          Deberías agarrar la andadera- la va regañando sin dejar de ser cuidadosa

-          Agárrala tú, a ver si así caminas bien por fin- me río, les gusta picarse

-          ¿Te recuerdo tus primeras manejadas? – siguen peleando

-          Si no se apuran me como lo que les gusta- la Sra Susana las amenaza

-          ¡No te lo comas! – se quejan a la par

-          Eso siempre ha funcionado con ambas- me susurra la Sra Susana y me río

-          ¿Siempre han sido así? – pregunto, se escucha la puerta abrirse y entra el Sr Edmundo

-          Amor- va dando brinquitos a él en lo que él la recibe en sus brazos para después besarse- Isa pregunta que si siempre han sido como perros y gatos- se ríen

-          Tienen sus momentos de paz, pero si no molesta una, molesta la otra, siempre van a estar de pleito esas dos – Jess va a abrazarlo

-          ¿Y Sam? – pregunta la Sra Diana en lo que el Sr le responde señalando su pie izquierdo

-          Una pulga asesina- dice Miranda viendo al pequeño bien montado y aferrado a la pierna de su papá

-          No pulga- se queja

-          Pero si asesina- se ríe Miranda, acomoda a la Sra Diana y va por el niño – mañana iremos por una muñeca para Isa, ¿quieres venir? -los ojos del niño se iluminan

-          Es tan extraño ver como mi mini Susana se lleva bien con Miranda- reímos

-          Aun no es tan irreverente – rezonga mi novia viendo con reproche a la Sra Susana

-          Tu lo has dicho, aun- responde está feliz

-          Para eso tienen a su padre, para evitar que sea así- los padres se ríen

-          Si tu supieras lo que le gusta- comenta juguetona y sugestiva la Sra

-          ¡Estamos con los niños! – Miranda le tapa los oídos a Sam y las niñas ni nos pelan

-          Comamos- interrumpo, sospecho que esto podría tardar una eternidad.

Convivimos un rato más con las demás, pero el tiempo de que todos vayan a su casa llega y en todo momento Miranda no dejó de ser cariñosa y estar al pendiente de mí, lo que provocaba una inmensa alegría en mí y por supuesto, que los demás no pararan de molestarnos.

-          Isa, ven- me llama la Sra Diana

-          Dígame ss Diana- arreglo antes, se ríe

-          Ya te dije que puedes decirme cuñis- se ríe- ¿ayer se la pasaron bien? – me río

-          Mi- me detiene al ver mi vista hacía su cuarto

-          Mi hija no dejará ir a Miranda hasta que yo llegue a ese cuarto y aun no es tiempo- se ríe- así que cuenta

-          Nos la pasamos muy bien, disfrutamos de una cena en un buen lugar como esos que me gustan- se ríe, porque en citas pasadas a las que fui y le contaba, siempre me quejaba de los lugares muy fresas- caminamos después, conocí a gente que aprecia a Miranda- digo recordando al Sr tomando la mejilla de Miranda de forma cariñosa

-          Enamorada- me sonrojo

-          Miranda enamora sola- carraspeo- es muy linda, cariñosa, dulce

-          Y tiene un genio de la chingada- se ataca de la risa – es payasa, chocante, rejega- sigue riendo- pero si, enamora sola- se seca las lágrimas de los ojos

-          No entiendo su forma de llevarse- le digo un poco molesta, porque a decir verdad también me molesta cuando Miranda lo hace

-          Mmmmm- ladea su cabeza de un lado a otro- sé que tu relación con tu hermana es mas amigable, la de nosotros es como un amor/odio, bueno, para ella, para mi es un juego peligroso- se ríe

-          Y por eso estuvieron tanto tiempo separadas- la regaño, para su risa y se me queda viendo para después reír nerviosamente

-          Si, bueno, no puedo negar eso- suspira- no soy perfecta, es demasiado importante para mi y eso me pone nerviosa- carraspea- pero bueno tu sabes que la amo mucho y soy muy feliz de que tu también la ames mucho- me toma la mano y me hace verla a los ojos- gracias

-          No hay nada que agradecer- siento mi cara toda roja, sonríe tiernamente y luego cambia a una traviesa

-          ¿Y que tal estuvo el trasnoche? – ya sabía que no me iba a salvar de

-          Creo que esas cosas no son para que tu sepas- Miranda interrumpe, la vemos y su hermana hace cara de inocente- a la cama, tu hija no se pude desvelar tanto- la regaña, le pasa la andadera y la ayuda

-          Que aguafiestas eres- se queja, pero se pone de pie con su ayuda para ir al cuarto

-          Entre mejor duermas más te recuperas y entre mejor te portes crece la posibilidad de que nos dejen llevarte a la playa- me dan risa, sin duda es una forma de relacionarse muy distinta a la que tengo con mi hermana, pero creo que esta vez si funcionará.


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