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La razón por la que encontré la felicidad por Nasky

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Sacudo mi cabeza y me decido a enfocarme en lo que realmente me debe ir, el trabajo, así que prendo la computadora y comienzo a pasar todos mis archivos, revisarlos (ya que estos días no he podido revisar nada), darles seguimiento y corregir ciertas anotaciones. Me levanto, regreso al laboratorio llevándome la laptop para no perder detalle que se deba anotar.

-          ¿No quieres ser mejor algo que tenga que ver con las oficinas? – papá me cuestiona aún incrédulo ante mi elección

-          Pa- paso el bocado que traigo en la boca, como le encanta tratar todos los temas en la cena- es lo que me gusta y se me da muy bien- mi mamá asiente con una sonrisa divertida

-          De verdad se le da muy bien, vieras como ha mejorado mi jardín desde que ella lo cuida- ríe

-          Pero eso no sé qué tanto le dé de comer- refunfuña atacando su carne con el cuchillo

-          Papi- mi hermana interviene- ahorita con cualquier carrera es lo mismo- se ríe- y a ella- me señala con la mano- si no le funciona un trabajo “serio” siempre puede ser jardinera- todos ríen en lo que yo frunzo el ceño

-          Ah, contratada seguro de ti, porque a ti se te mueren todas las plantas- mis padres aprietan la boca para no reírse

-          Pues las de los pies no se me mueren- se ufana y entonces si mis papás se atacan de la risa

Sonrío ante el recuerdo, debo decir que no toda mi vida fue horrible al lado de ellos, teníamos muchos momentos así, buenos, incluso varios en donde si nos dirigíamos la palabra mi hermana y yo en este tipo de conversaciones, aunque tampoco es que todo en mi familia fuera color de rosas, digamos que había momentos de todo tipo.

Una llamada me saca de lo ensimismada que estaba en mi trabajo.

-          ¿Bueno? – apenas pude picarle y ponerlo en altavoz, tengo las manos llenas de tierra

-          Supongo que no has comido aún- la voz es molesta, sin duda no está contenta

-          Susana, es temprano- aunque mi panza ruge dándole la razón

-          Son las 3- espeta- y si no quieres que yo me empiece a aparecer en tu trabajo para asegurarme que comas, más te vale que pongas alarma para eso- gruñe, me imagino a esa mujer aquí y el miedo me inunda

-          Bien, bien- acepto y me detengo de golpe- ¡¿las tres?!- caigo en la hora, veo a mi alrededor y tengo que empezar a recoger, acomodar, llenar las últimas anotaciones

-          Si, así que apúrate a cerrar todo tu trabajo por hoy porque tu hermosa sobrina no deja de preguntar por ti- refunfuña

-          Bien, gracias, te la debo- solo escucho su risita antes de colgar, así que corro para aquí, acomodo acá, corro para allá y listo, ahora puedo ir por mi sobrina.

 

Llego a la casa de Susana, toco la puerta, abre Edmundo con una sonrisa y mi sobrina sale corriendo a abrazarme, jamás creí que algo así me hiciera tan feliz, la verdad es que me siento realizada al sentir su abrazo fuerte y el besito que deja en mi mejilla

-          Te extrañé- su voz es de emoción- ¿Cómo te fue? ¿Qué hiciste en tu trabajo? ¿jugaste mucho? – me da risa lo merolica que es

-          Me fue muy bien- camino con ella en brazos en lo que se acerca Jess a saludarme, bajo a mi sobrina y aprovecho para saludar a los niños, luego a Edmundo- estuve revisando mis plantas

-          Aún no hemos comprado las plantas de verdad para la casa- me recuerda

-          Cierto- sobo su cabeza

-          Vayan a comer, tu sobrina no ha querido probar comida porque quería comer contigo- me asombro

-          Eli, tienes que comer, ahorita es más tarde- le voy diciendo en lo que nos sentamos a la mesa y Susana me hace una mirada aniquiladora

-          Razón fuerte por la que debes llegar puntual a comer- musita entre dientes

-          Ya entendí- le respondo igual

-          Pero quiero comer contigo- refunfuña

-          Que te parece comer a la hora que Susana come y conmigo un poco más, ¿te parece? – acepta no muy contenta

-          Solo comeré poquito, si no llegas no como- se enfurruña en lo que comienza a comer

-          Dios, ¿Qué voy a hacer con esta niña? – pregunto en susurro con una sonrisa y sintiendo la mirada matadora de Susana, así que en mi mente digo “Dios ¿Cómo voy a sobrevivir a esa mujer?”

 

Susana vino con nosotros al hospital, justo terminamos de comer y mi sobrina no dejó de recordarme que le había prometido venir a ver a Diana y… pues… aquí estamos con la pegostle esa

-          Por esa ventana- nos avisa Susana- no vas a poder tocar a mami, yo voy a entrar y con tía hacemos una llamada para que puedas hablar ¿vale? – mi sobrina que la ve muy atenta asiente- Miranda te va a cargar y así podrás verla- la niña vuelve a asentir

-          Recuerda que mami ahorita tiene muchas mangueritas que le ayudan, le dan medicina, no se ve bonito, pero es bueno para ella, ya después se las van a quitar ¿ok? – me ve atenta

-          Si- suspira y me estira los brazos para que la cargue

-          Bien, entraré- asiento cargando a Eliana, suena mi teléfono y contesto, Eliana ve atentamente la ventana

-          Mami- susurra

-          Mami te puede escuchar, dile que tiene que ponerse bien para que la siguiente vez que vengas puedas entrar al cuarto con ella- le comenta Susana con una sonrisa- y cuéntale todo lo que quieras, voy a poner la llamada en alta voz- le guiña el ojo y la niña asiente en lo que ve fijamente a su mamá

-          Mami- pone la palma de su manita en el vidrio y guarda silencio

-          Puedes decirle que quieres que se recupere pronto- se queda pensativa- y/o también platicarle como has estado, que has hecho, como te has sentido, si hubo algo importante en tus días- termino por darle ideas- todo lo que tú quieras contarle puedes hacerlo, ni Susana ni yo diremos nada- le guiño el ojo, volteamos a ver adentro y Susy asiente, así que la niña acepta y le cuenta como han estado los días, que fue a terapia otra vez porque la extraña mucho, que Isa nos ha acompañado mucho entre otras cosas

 

Al regresar a casa apenas cenamos cereal, nos bañamos y caemos muertas a dormir, la mañana… bueno es agarrar rutina y creo que nos costará trabajo acoplarnos a eso y la una a la otra, porque ahora me salió con que mami no le hacía el chocolate así… yo odio el chocolate con leche y me lo tuve que tomar en lo que le hacía uno nuevo a “como ella decía que lo hacía su madre”, de seguro esos desagradables gustos los debió sacar de su padre.

-          Pero mira a quien me encuentro tan temprano- escucho la voz de Lidia, veo mi reloj

-          Acaso ¿no vas tarde a tu clase? – sigo mi camino y escucho sus pasos atrás mío

-          Vengo saliendo de una, hasta al raro tengo otra- canturrea

-          Y supongo que no me desharé de ti hasta entonces ¿cierto? – abro mi oficina

-          Cierto, así que pongámonos al día- menciona emocionada

-          Si, eso trato de hacer, ponerme al día con mis investigaciones- me siento en mi silla y prendo la computadora

-          Siempre trabajo y estudios contigo- refunfuña sentándose en una de las sillas

-          Tú lo has dicho- sonrío porque la semana pasada fue todo menos eso, el único día que le di una leída a un libro fue cuando saltó mi sobrina

-          ¿A qué hora sales? - pregunta

-          A las 4 – respondo viendo las anotaciones y me pongo de pie cargando la computadora- si me vas a estar siguiendo no quiero tus malas vibras a mis plantas- la veo seria para que dimensione lo que estoy pidiendo- sino, espérame aquí

-          Y aquí me dejarás hasta las mil ocho mil- se para- nada de malas vibras, vamos- refunfuña saliendo de la oficina, salgo, cierro y ella me sigue- ¿Qué tal si salimos a comer? – propone

-          No puedo- sigo el camino, llego al laboratorio y veo a las bellezas, tomo la regadera de plantas, le pongo agua y agrego los fertilizantes para regarlas, en la computadora ya puse música que he descubierto les gusta a la mayoría de las plantas- hola preciosas, mami ya está aquí- escucho su risita nasal

Atendí a mis niñas, las revisé, mimé, revisé que todo estuviera bien con ellas, anoté lo referente y tomé muestra para estudiarlas

-          Olvidaba que tan minuciosa eres con todo esto- comenta cerca de mi sin estorbar a mi observación en el microscopio

-          Así tiene que ser con ellas, después de todo, sin ellas no estaríamos vivos- sí, soy de esas personas que son conscientes que sin ellas no se puede sobrevivir ni vivir, que gracias a ellas es que los demás organismos pudimos evolucionar

-          ¿Cuándo pretendes sacar tu libro? – sé que Lidia es fan de mi trabajo y no con malas intenciones, pero… sacar un libro

-          Hasta que no termine varias de mis investigaciones- veo a la planta que me tomó años de mi vida y aún sigue sorprendiéndome- me falta investigarla demasiado

-          Podrías reproducirla- la ve, sé que este tipo de planta no es de las que le gusta

-          Tengo permiso de solo sacar uno o dos hijos, la universidad firmó varias cláusulas para poder traerla acá y no se puede comercializar para nada- al menos que yo consiga el permiso del líder del pueblo, no creo que me digan que no, pero no es algo a lo que estoy dispuesta, detesto que cambien a los seres de hábitat, así como así, solo por las ganas del humano.

-          Si tú lo dices- suspira- ¿comemos mañana entonces? – ve su reloj

-          Saliendo del trabajo no puedo, si quieres podemos almorzar uno de estos días, pero nada después- frunce el ceño

-          ¿Estás saliendo con alguien? – pregunta extrañada- apenas llegaste y ya andas de conquistadora- da un golpecito en mi hombro y me río

-          Nada que ver, eso te lo aseguro- se me queda viendo, ve su reloj y

-          Al rato te saco la sopa, nos vemos- sale del lugar dejándome tranquila para seguir con mi trabajo

Afortunadamente la alarma que puse a las 3:30 me avisa que es tiempo de alistarme para salir, después de todo le prometí a mi sobrina estar a tiempo y no me toma ni media hora llegar a casa de Susana, así que tomo mis cosas, cierro la puerta y salgo volada al carro

-          ¿Y ahora tu? – pego el brinco al abrir el carro y volteo a verla - ¿Qué te picó para ser tan puntual para la salida? – me pregunta Lidia

-          Voy tarde- me ve extrañada

-          ¿Y ese carro? – se le queda viendo – no es tu tipo y menos en ese color

-          Es de mi cuñado, - ella sabe de los nombres, pero no lo conoció- Hugo- ahora me ve más contrariada, veo la hora- me tengo que ir, nos vemos- me meto y arranco

 

Llego a casa de Susy recibiendo un hermoso abrazo de mi sobrina y llevándome para que coma

-          Recuerda que hoy tenemos consulta con la psicóloga- me recuerda mi sobrina dejándome ahí sola en la cocina con Susana que se ríe

-          Tiene mejor memoria que tu- me pincha una mejilla

-          Tengo buena memoria- hace la onomatopeya de “mmmjjjummm” – no sabía que le gustaba tanto ir al psicólogo- sigo comiendo

-          Bueno, ten en cuenta que esa psicóloga la conoce desde bebé y la verdad es que la consiente- reímos

-          Si, aunque con bastantes límites, pero su hermana- bufo- esa no tiene límites- Susy se ríe

-          No, no los tiene, es su compinche- sigue con las risas contagiándome- la verdad es que parece más una tía- suspira con la resaca de la risa- y aplica también para con mis hijos- asiento, la vi jugando con los niños- ¿y qué tal el trabajo? -levanto la vista para verla, nunca creí que le importaba eso

-          Bien ¿creo? -esto es extraño

-          ¿Cómo qué crees? – pregunta sentándose a mi lado después de servirme el resto

-          Es raro que me lo preguntes- respondo aún extrañada

-          Ah, acostúmbrate- le resta importancia con la mano y me hace el ademán para que platique

-          Bien, continué con mis investigaciones- tomo aire- las plantas van bien, se ven tan bonitas creciendo y como las cuido y platico con ellas- suspiro- dan excelentes resultados, cada vez me sorprenden con una cosa hermosa- me emociono contándole de mis niñas

-          Tu hermana tenía razón- me le quedo viendo- te apasionas mucho con ellas, es como darle el juguete favorito a un niño- sonríe- es como ella platicando de ti o su hija, se les cae la baba- me sonrojo

-          Mi hermana nunca haría eso por mi- se ríe

-          Claro que sí, sobria o ebria hablaba y hablaba de las proezas de su linda y bella hermanita- el sonrojo se acrecienta- pero bueno, es hora de que tú y la nena se vayan- toma mis platos y los lleva a lavar

-          Gracias por todo- me acerco, le doy un beso en la mejilla y salgo volada por mi sobrina sin dejarla decir nada

 

En la consulta Eliana se la pasó platicándole de la visita a su mamá, ni yo me acordaba de tanto detalle, pero ella hablaba y hablaba y le contaba todo, cada detalle y como mami seguía dormida, pero que ella creía que pronto iba a mejorar para que pudiera ir a darle un beso y un abrazo para después despertar, lo cual me sonó tan a la bella durmiente.

-          Eli, pero mami, ya que la puedas visitar va a tardar tantito en despertar- le explica la psicóloga

-          Si, pero así puedo tocarla y ella sentirme- le explica tan tranquila mi sobrina y con una sonrisa

-          Bien, aunque yo creo que los besos y abrazos que le des le van a servir de mucho- continúan con su conversación

-          Yo también creo y cuando mi tía se los dé también eso va a ayudar mucho- me quedo tiesa, nunca pensé en eso, aparte, la encimosa siempre fue Diana, no yo

-          Seguramente- ella le contesta mostrándome una sonrisa traviesa en lo que le frunzo el ceño- siempre es bueno sentir el amor de nuestros seres queridos- complementa y mi sobrina se emociona volteando a verme

-          Si, mi tía y yo le daremos muchos besos y abrazos ¿verdad tía? – y he ahí que uno cae en la trampa, así que viendo a mi sobrina que no pierde su atención de mi contesto

-          Claro, así no tendrá excusa para no despertar- le guiño el ojo, ella regresa a su vista a la psicóloga que me sigue viendo divertida en lo que yo quiero darle unas cachetadotas por abusiva

-          Bueno ahora…- siguen su conversación

 

Al salir vamos por unos helados que están cerca de la casa (por supuesto mi sobrina es la que me guió al lugar)

-          Yo quiero de limón- salta mi sobrina en lo que le señala el sabor a la señorita

-          De grosella sabe mejor- menciona una señorita, volteamos a verla y ahí está Isa con una mirada juguetona para mi sobrina

-          Por eso podemos compartir- le responde entre sonrisas mi sobrina yendo a abrazarla

-          Claro- le responde recibiéndola en sus brazos

-          Uno de chocolate para mí, de favor- le comento a la señorita dejando que esas dos se pongan al día

-          Entonces verás las películas conmigo- mi sobrina le dice a Isa cuando las dos toman asiento

-          Señoritas, nosotros vamos a la casa no a sentarnos- les señalo

-          ¿Cómo vas a manejar con el helado en mano? – me cuestiona Isa y refunfuño

-          Bien- ellas sonríen cómplices

-          Tengo ganas de ver la bella y la bestia- le comenta Isa

-          Mejor Ralph- propone mi sobrina- lo podemos ver en mi casa- se emociona con sus ojitos brillantes

-          Si, suena muy bien- le contesta igual de ilusionada la otra

-          Y podemos preparar palomitas- se para mi sobrina- vamos- la otra la sigue y yo las veo

-          Esperen… ¡¿Qué?! – ¿acaso es de ahorita? – ¿la quieren ver ya? – cuestiono anonadada

-          Pues sí, sino sería tarde de películas porque veríamos varias- obvía Isa en lo que me quedo boquiabierta

-          Ni, ni, ni, ni se han acabado el helado- les señalo la mano y ni para cuando le dan mate

-          Listo, vamos- Isa se señala

-          Mañana tengo trabajo, ella escuela y tu supongo que tesis- ¿Qué no ven que no es día para ello?

-          Mi tesis ya está en revisión, ella va en jardín- se encoje en hombros- tú puedes hacer lo que sea que hagas en lo que nosotras vemos la película- ¿Cuándo la invité a la casa? Me cuestiono en lo que veo a mi sobrina y caigo en cuenta que la que la invitó fue ella, suspiro

-          No pueden hacer este tipo de cosas cuando se les venga en gana- las regaño yendo tras ellas, son tan mi hermana y cuñado

Llego a la casa, hoy tenemos planeado no sé qué familiar, todo está demasiado tranquilo

-          Ya llegué- aviso en lo que subo a dejar las cosas

-          Qué bueno, tu hermana no tarda en llegar- me saluda papá con un beso en la frente

-          Bien- bajo, mamá ya tiene la mesa puesta y le doy un beso en la mejilla

-          ¡Llegué! – grita Diana y se ríe – bien ¡llegamos! – giro a ver, posiblemente sea Susana y no… no es

-          Hola- saluda Hugo ignorándome

-          Hola- respondemos a unisono

-          Me lo encontré en la escuela y luego se nos vino a la idea ir por un pastelillo- frunce la nariz mi hermana con cierto encanto que al hombre este parece hipnotizar- luego le dije “porque no vienes a la casa” y nos vinimos- frunzo el ceño, es momento familiar, o sea, solo nosotros ¡Y YA!

-          Como sea- refunfuño, mi madre me manda ¡POR UN PLATO PARA ÉL!

Y puedo decir que así eran, solo les llegaba la idea y se ponían a hacerlo sin pensar en si los demás también querían, lo peor de todo es que esta niña y su compañera “adulta” son iguales.

 

-          Bien, mmmm- me siento en la sillita toda incómoda- ayer te traje a tu nena, ¿sabes lo insistente que es? – resoplo con la nariz- ¡es tan tú! – me quejo- y claro, a ti por supuesto te rompo todas las promesas que quieras, pero con tu hija- niego con la cabeza y sonrío- con tu hija es imposible- suspiro- Diana- la veo fijamente- por el amor de Dios- me río, sin duda ese pueblo me pegó sus palabas domingueras, tal vez mi madre estaría orgullosa de oírme y mi padre burlándose- tienes que ponerte mejor para que esa pulga venga a darte besos y abrazos que anhela, digo, no es que no me guste que me los dé a mí- la verdad es que me renuevan el alma, el cuerpo y me hacen tener un motivo TAN GRANDE para seguir- pero yo no soy mamá, yo solo soy su tía que no la conoce y- suspiro- te necesita- una lágrima se escapa de mi ojo y no le puedo echar la culpa al polvo, aquí ni hay eso; me pongo de pie, le doy un beso en la frente y un casi abrazo- prometo que si te pones tan bien como para que tu hija pueda pasar, verte, darte un beso y abrazo yo también te lo doy- seco mi otro ojo- así que anda que las dos lo vamos a hacer- suspiro y oigo un toquido, volteo a la puerta y ahí está Susana por fuera

-          El doctor nos quiere ver- asiento y la acompaño

-          ¿Cuánto escuchaste? – pregunto, suspira

-          No escuché nada, quitando que tú te enojes porque que yo escuche… ¿sabes cómo me pondría tu hermana? – se queja

-          Ustedes se contaban todo y escuchaban las conversaciones de la otra- se lo restriego

-          Si- se ríe- pero había una excepción- me le quedo viendo sin dejar de avanzar- todo lo referente a ti- hace énfasis en mí- era cuestión de jamás espiar- mueve los brazos para no darle importancia

-          Mmmm- me cuesta creerlo

 

Veo el reloj y niego con la cabeza, entro al edificio con pesar

-          Qué raro en ti llegando tarde – Lidia saluda a su modo

-          Ni que lo digas, nos vemos tengo junta- sigo mi camino para ir directo a la oficina de mi jefe- buenas tardes- digo tocando la puerta

-          Justo a tiempo- se pone de pie y toma su saco- ¿todo bien con tu hermana y sobrina? – me pregunta empezando el camino y yo lo sigo

-          Si, los doctores dicen que todo va bien con mi hermana, no hubo complicaciones en la operación, solo queda ver cómo va avanzando- el asiente y me da una mirada para que siga- mi sobrina está bien, su bracito va mejorando muy bien y nuestras citas con el psicólogo van bien- termino de decir al entrar a una sala de juntas en donde varios nos esperan

-          Ellos son de la administración de la escuela…- sigue presentando a todos los encargados, algunos directivos, etc. En lo que tomamos asiento- todos están al tanto de tu situación y saben por qué se necesitan permisos de salidas contigo por cualquier necesidad de tu sobrina o tu hermana- asiento un poco incómoda, nunca pedí permisos para nada

-          A mí es quien me tendrías que avisar- un varón me da su tarjeta- cualquier cosa que necesites estaré al pendiente, también con los gastos de seguro

-          Mi hermana y mi sobrina tienen sus propios seguros y su abogada está haciendo todo lo correspondiente, sin embargo, lo agradezco y de ser necesario le tomaré la palabra- el asiente con una sonrisa

-          A las madres solteras- continua el director de administración- cuando sus hijos son pequeños o acaban de nacer- se me queda viendo- se les da un permiso de salida temprano en lo que acomodan sus horarios y se acostumbran a las rutinas- lo veo atenta y honestamente tratando de descifrar que chihuahua quiere decir con eso- así que aplicará lo mismo para con usted- suelta autoritariamente, trato de alegar y me detiene con la mano- su horario es de 8 a 4, pero será de 8 a 2- me sonrojo- así puede ir por su sobrina y comer con ella, ver las necesidades de su hermana con mayor tranquilidad

-          Me ayudan, puedo salir a las 3- trato de no ser tan encajosa, él lo piensa, voltea a ver a mi jefe y luego a otro para luego sonreír

-          Bien, entonces entras a las 9 y sales a las 3- todos alargan una sonrisa apretada- también contamos con servicio de psicología para que no se tenga que hacer un gasto externo

-          Mi sobrina tiene historial con la psicóloga y ella ya se siente muy cómoda- además de que son compinches- así que no creo que sea lo mejor el cambiarle a la psicólogo- le explico y el asiente

-          Creo lo mismo- se pone pensativo de nuevo- de todos modos, no está de más saberlo- asiento- ahora- todos se acomodan en su silla- todo esto lo hacemos con todos los empleados- se pone serio- no es que tengamos preferitismos con nadie y sin embargo entendemos que la situación que presenta es muy difícil y lamentable- aprieta la boca y frunce el ceño con cierta incomodidad- más para una pequeñita como su sobrina- empuña sus manos y luego las relaja tras un suspiro- y los resultados de sus investigaciones más las publicaciones que, aun estando lejos ha hecho- sonríe orgulloso y mi jefe más que a decir verdad no ha dejado de asentir a cada palabra de nuestro director-llenan de orgullo a esta universidad, por lo tanto, si se ve necesario seguir con los mismos horarios después del tiempo de acomodo podrá continuar- me quedo tiesa

-          No creo que sea necesario- ellos se ríen

-          Tener un hijo no es fácil- resopla con la nariz- los horarios te matan y uno aun así hace todo por ellos- su mirada se entristece- descuidarlos es lo que menos uno quiere y como investigadores es lo que uno más hace- suspira- no cometa el mismo error que todos hemos hecho- se ve que le pesa- esa niña es pequeña y aunque solo es su sobrina sabemos que puede que quede a su cargo hasta que sea mayor de edad- ese peso regresa a mis hombros, no por pesar, sino que la responsabilidad sé que es muy grande

-          Esperemos que mi hermana despierte- asiente

-          Sin embargo, solo manténganos al tanto si seguirá con el mismo horario o no, de todos modos, ni lleva aquí los 15 días y ya tenemos resultados en su investigación- sonríe- una hora más una hora menos no creo que hagan la diferencia

-          Son dos horas- él se ríe- y si luego le echan las malas vibras- ahora saca la carcajada tipo santa Claus

-          Ya mandé a que el laboratorio sea solo para su investigación, usted, el doctor Benavidez y yo- se señala- somos los únicos que podemos entrar, así que sus plantas no tendrán malas vibras- me asombro- el regado se puede programar de ser necesario o no lo encarga a nosotros- veo a mi jefe que solo me sonríe- esa planta es un tesoro, ¿sabe cuántos han intentado tenerla? Ofrecieron la millonada y a usted se la regalan- hace ademanes con las manos y el tono que usa nos causa gracia- también ya que se establezca le pido que piense el doctorado aquí, tendría una beca- me sonríe en son de negocios, de que él sabe y yo sé que es una muy buena propuesta

-          Del 100% -comenta el contador y a ellos les hace destellos en los ojos

-          Sabemos que es posible que necesite tiempo y sea necesario esperar del semestre- lo detengo con la mano tratando de procesar esto

-          ¿para este semestre? - sonríen avergonzados

-          Lo que ellos tratan de decir- mi jefe carraspea (debo decir que mi jefe es el más grande de aquí) viéndolos y negando con la cabeza- que si fuera por nosotros podrías empezarlo ahorita mismo

-          Pero el semestre ya comenzó- ¡tiene como un mes que comenzó!

-          Si, sin importar eso, pero entendemos que en estos momentos no es posible y por lo tanto podrías comenzarlo el siguiente semestre si así tú lo deseas- me recargo en la silla, todos están atentos- no tienes que decidirlo ahorita- pero por su mirada, quieren que les diga un si desde ya- piénsalo y ve cómo se va desarrollando todo con tu hermana y tu sobrina- asiento- puedes ir conmigo a platicar ya que tengas una respuesta- asiento de nuevo- ahora, yendo a tu contrato y solicitudes que están pendientes, a algunos asuntos de investigaciones- comienza a entrar más gente- se darán anuncios más generales- se sientan

-          Bien, los primeros anuncios son: -y así se dio por lo menos una hora.

Los anuncios fueron eternos, no dejaban de dar y los demás investigadores… solo preguntaban cosas que ya habían explicado, una total pérdida de tiempo.

-          La señorita ocupada ya regresó a sus oficinas- la escucho detrás de mi

-          Como debe de ser cuando no te llaman de aquí para allá- refunfuño y entro- ¿a qué se debe tu visita? - pregunto directo en lo que tomo unos documentos

-          Saludarte, decirte que se me hace curioso tu carro- sí, bueno, tal vez tenía la ilusión de que lo dejara pasar

-          Curioso- pronuncio rumeando la palabra- sí, podría ser la palabra, aunque Edmundo diría que es precioso- resoplo con la nariz y ella hace lo mismo a su modo

-          ¿Qué cuenta tu Edmundo? – me da risa, ni lo conoce, pero no le cae bien

-          Mucho y poco, no he tenido un tiempo real para salir a ponernos al día- suspiro y me sobo los ojos con la mano derecha, tomo aire y regreso a lo que estaba- supongo que será bueno agendar con él- en lo que su mujer nos cuida a los niños, aunque… sospecho que no le hará tanta gracia a Susana y de sólo imaginarme su cara me dan más ganas de proponerlo

-          El que solo se ríe… - me río

-          Bueno, santa no soy- se enfurruña

-          Entonces si tuvieron algo que ver ustedes dos- se cruza en brazos

-          La verdad no, pero no veo porque te tiene que afectar a ti- le comento viéndola a los ojos y haciéndole la seña de que avance, tengo prisa y necesito ir a ver a mis bebés

-          Solo digo- masculla en lo que me deja seguir con lo mío sin ir detrás de mi

Cuidar mis plantas… cuidar las plantas… bien, lo acepto, son mías mías mías sin importar lo que la universidad diga, así que, cuidar mis plantas es lo que me hace tener un equilibrio, me da la tranquilidad, concentración, relajación, motivación y me aleja de todos esos pensamientos que cuando salgo de aquí regresan de golpe, así que lo adoro, adoro mi trabajo, ¿Quién te paga por hacer lo que te gusta?, en mi caso si lo hacen, mis padres y mi hermana en un ayer hubieran dicho que me pagan por ser jardinera (sonrío) y la cosa es que me pagan muy bien por eso y tomar notitas… bueno, no, porque si tengo que hacer investigaciones, etc, etc. Pero al fin y al cabo no lo siento pesado, solo cuando tengo que dar los reportes finales para ciertas investigaciones o cerrar investigaciones es cuando se pone un poco pesado pero pasable.

Mi alarma suena sacándome a la cruel realidad, aunque últimamente tengo esta dualidad, porque… por una parte es dejar de hacer esto que me gusta tanto, pero por otra parte… es… es que esa sonrisita y esos brazos estirados para darme un abrazo… ¡no sé qué prefiero! Estar con Eliana es una alegría indescriptible, mi corazón se enternece tanto que… creo que puedo decir que no me importaría dejar a mis amadas y preciosas plantas por pasar un minuto más con Eli.

Así que gustosa y extrañada dejo todo y me dispongo a salir, no quiero recibir otra llamada de Susana regañándome por llegar a horas que no y que Eliana no coma como se debe por esperarme, más ahora que le dé la noticia de que llegaré más temprano para estar con ella, realmente espero que eso le de alegría.


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