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La razón por la que encontré la felicidad por Nasky

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Notas del capitulo:

Por fin al corriente!!!! y a como voy, creo que si hay cap mañana >.< solo me falta como la mitad del cap jejejeje, pero ya va, ya va, sino, pues ya puse aquí para que... bueno, en teoria era para que se la fueran pichicateando (traducción por favor ¬¬ no todos son mexicanos), de a poquitos pues, pero si son como yo, pues seguro ya se leyeron todo XD

Bueno, espero poder tener todo para mañana, saludos, lindo fin de semana ^^ y es un gusto regresar por acá     T T hasta que pro fin me deja la página

Entramos al vivero y la verdad es que estamos embobadas, no sabía que había crecido tanto, además tiene mucha variedad

-          Hay muchas plantas- dice con asombro mi sobrina

-          Demasiadas- acepto y nos sonreímos

-          Y todas son muy bonitas- asiento con la cabeza- iré a ver esas

-          Vamos – tomo su manita y camino a su lado en lo que recorremos el lugar

-          ¿Cómo se llama esta planta? – comienza a preguntar

-          Peonia – respondo viendo la planta, esa podría ser una para la casa

-          ¿Y esta? – señala otra

-          Orquídea – comienza a señalar ya sin preguntar- crisantemo, verbena, violeta, begonia, ciclamen, jazmín – frunzo la nariz, siempre he pensado que su aroma es muy fuerte

-          Con esa planta sale papá -señala una azulada

-          Mmmmm- entonces si se la dio él- azulejo

-          Esa quiero- suspiro

-          ¿También te gusta? – asiente- ni que hacerle- musito

-          ¡Ah! ¿ya te dignaste a trabajar a mi lado? – las dos volteamos no sabiendo quien habla y al verlo sonrío

-          Aún no, pero si vengo a ver tus productos- saludo a mi colega Rubén- mira pequeña, él es mi amigo Rubén y nos va a vender las plantas de mejor calidad y sin que estén enfermas- lo veo entrecerrando los ojos en lo que mi amigo se ríe- Rubén, ella es mi sobrina Eliana

-          Oh, pero que encanto de señorita, espero seas del equipo de tu tía- y yo casi me atraganto con mi saliva- de las que le gustan las plantas- agrega al ver la carita de mi sobrina y le guiña el ojo

-          Si, me gustan- sonríe feliz- quiero esta- señala el azulejo

-          ¿Lo van a poner adentro o afuera? – buena pregunta y con la mirada le pregunto a mi sobrina

-          ¿En el jardincito? – me pregunta y le digo que si- y ¿podemos poner más plantas aparte de esas?

-          Si, se puede- aunque ya me veo teniendo que cuidar bien esas plantas porque es más una jardinera que un jardín

-          Si, quiero y las blancas que le gustan a mami- salta feliz

-          Azulejos y margaritas- le aclaro a mi amigo que me ve con cara de no creer- ya idearé como ponerlas para que los azulejos no maten a las otras- se ríe- quiero también plantas para interior- se cruza a mi vista una pata de elefante – esa también la quiero- le señala y manda a un chalan para que ayude con lo que voy pidiendo- quiero dientes de león

-          Siiiii, ¡se va a poder jugar con ellos! – mi sobrina es feliz

-          También quiero de tu mejor tierra

-          ¿Macetas no? – niego con la cabeza

-          Mmmm, puede que una, quiero plantas en la cocina, ya sabes lo básico: albaca, estragón, eneldo, hierbabuena, cilantro, perejil, laurel, menta, tomillo, pero las quiero todas en- trato de explicarle

-          Si, si, ya sé de cuales quieres, por acá hay para que escojan- suspira

-          Ah, el otro día platiqué con un amigo de ingeniería hidráulico, me comentó de unos productos que facilitan mucho el riego, igual te puede servir a ti aquí- digo viendo a todos lados sin perder de vista a mi sobrina que no deja de danzar por todos lados

-          Pásame el contacto, si lo recomiendas tu lo creo, pero dile que me haga precio- reímos

-          Yo no me meto en eso- suspiro y volteo la cabeza- ahora explícame ¿Cómo es que ustedes están aquí y en qué momento? – le pregunto a Susana y Edmundo que sueltan a sus niños para que vayan con mi sobrina

-          Pues… - comienza Edmundo

-          ¿Qué quieres que te diga? – le sigue Susana frunciendo los hombros- mi hija y tu sobrina no pueden vivir separadas, les llamamos y resultó que estábamos cerca de su recorrido- entrecierro los ojos- además, debes aceptar porque ya me extrañabas- me ve pícara en lo que mi amigo y yo rodeamos los ojos

-          Niños no pellizquen las plantas- les advierto al ver su curiosidad, Edmundo se ríe y va por el pequeño Sam, presiento que es para que yo no lo regañe, giro a ver a Susana- la verdad- exijo

-          Tu sobrina nos mandó la ubicación- sonríe- bueno- se ríe- se la mandó a mi hija, pero en mi celular- me quedo boquiabierta- junto con un audio que decía “estoy donde hay muchas plantas con mi tía y vamos a comprar unas para mi casa”- suspira- te mando luego el audio- se queda pensativa- aunque ya lo tienes en tu celular- se ríe

-          ¿Pero que carajos? – se me ríe

-          Tu hermana le enseñó a mandar audio y mandarme la ubicación, bueno, a mi y a Isa por cualquier cosa- no me la creo- pero tiene prohibido mandar algo a alguien más- frunce el ceño, ahora voy a tener que estar al pendiente de mi celular

-          Están locas- ella niega con la cabeza

-          Mi hija y tu sobrina un poco- suspira

-          Jess nada más escuchó el audio no dejó de insistir por venir con su Eli- interviene Edmundo que se acercó a nosotros, frunce los brazos y hombros- y henos aquí- se ríen los dos y me contagian

-          Pero sirve que me recomiendas unas plantas para mi casa, ya sabes, no mucho cuidado y que aguanten a niños un poquito inquietos- pide “inocentemente” en lo que vemos pasar rápidamente a Sam y me le quedo viendo al niño

-          Catus y con espinas feroces entonces- suelto con maldad a lo que Susana responde con malicia

-          Te recuerdo que tu sobrina también juega en mi casa- trago y frunzo el ceño, no quiero que mi sobrina se lastime

-          Mmm- musito y Edmundo se carcajea

-          Por pesada- sigue riendo el hombre, suspiro y veo alrededor tratando de recordar que plantas tienen en su casa

-          Bien- suelto con pesadez- abusivos- musito

Así que mientras mi sobrina le presumía a Jess sus nuevos conocimientos de plantas, Edmundo cuidaba a Sam de no destrozar el lugar, fui escogiendo las mejores plantas para esa familia. Al terminar, Susana me sale con lo siguiente:

-          Bueno, como nuestras plantas llegan mañana- sonríe de oreja a oreja- te ayudaremos por que somos buenos samaritanos- suelta satisfecha

-          El samaritanos es este- señalo con el pulgar a Edmundo que viene agarrando a los niños- de ti no puedo decir al cosa- suelto cruel

-          Ah, pero bien que llamas para saber como bañar con yeso- me lo restriega sin aguantarse la sonrisa y Ed sin aguantarse la risa

-          Cruel- suelto

-          Tía, pelear no es bueno y los tíos quieren ayudarnos- me regaña mi sobrina viendo a Jess y está asiente

-          Bien- rezongo- solo porque quiere estar con su amiga- susurro y Edmundo asiente

-          Te ayudaré con la tierra, no te preocupes- comenta subiendo a su hijo al carro- yo me llevo a los latosos y tu a las tranquilas- veo a mi sobrina y su amiga listas para subir al carro

-          Por lo menos- lo molesto

 

-          Hay que poner esa tierra aquí, el sustrato ahí- comencé a ordenar- ahora vamos a revolver esto- los niños meten la mano para “revolver” (solo están jugando) y el más animado es Sam- y lo ponemos así- cada quien tiene una maceta en lo que Edmundo le ayuda a Sam en esa parte y Susana nos toma video

-          ¿Así? – pregunta Jess

-          Si, solo aquí como un hoyo- le indico, Eli la sigue y para mi asombro el más interesado a pesar de su edad es Sam- ojalá sea así siempre- suelto con maravilla- bien Sam- el niño sonríe abiertamente

-          Aunque no lo creas es aplicado- comenta Susana

-          En eso se parece a su papá entonces- me río y siento un golpecito en la pompa, giro a ver y ahí está el pie de Susana

-          Tía, la tierra se me pega en las manos- se queja mi sobrina

-          Es porque está húmeda- le explico- sirve para que las plantas sientan que están en casa- y me ven asombradas

-          Bueno- sonríe, después de su “ayuda”, las dejo en un lugar (ya arreglé las suyas) del lavadero para que terminen de tomar su agüita

-          Supongo que harás las de afuera ¿verdad? - me pregunta Susy

-          Si- asiente

-          Entonces que te ayude Edmu en lo que yo pido la comida y cuido a los niños, no olvides que mañana les toca las de la casa- nos enjareta el trabajo a mi amigo y a mi

Después de acomodar los azulejos en las jardineras de la entrada, nos pasamos al “patio a poner ahí las margaritas y los dientes de león

-          Tenía mucho sin hacer esto- se sienta en el suelo Edmundo viendo nuestro trabajo

-          Ya no aguantas tanto- me burlo

-          Les traje agua- Susana nos pasa una jarra de agua de limón con dos vasos- la comida ya no tarda para que se limpien- aceptamos con la cabeza sin dejar de tomar el agua

-          Perdí la costumbre cuando mi jardinera se fue- se mofa

-          Con más razón, tenías que ocuparte de su profesión- nos molestamos

-          ¿Cómo vas? – me pregunta y le platico lo de Lidia, este refunfuña

-          No le digas a tu mujer- le advierto

-          Se enterará, pero no diré nada, no quiero tener que ir a la cárcel por ella porque se pasó te escarmiento para con la tipa- gruñe y me río, eso si me lo imagino

-          No queremos eso- niego con la cabeza, él se pone de pie y me ayuda

-          Vamos a lavarnos o nos van a regañar- me dice

-          Mañana podemos tener al ayudante estrella- digo yendo tras de él- parece que le gustan las plantas y ellas se sienten bien con él- sigo sorprendida

-          Si, es realmente extraño, pero si, ojalá sea una forma de tenerlo tranquilo- reímos

 

Me despierto sintiendo algo muy aferrado a mí, casi se puede decir que incrustado; con torpeza toqueteo hasta prender la pequeña lampara y veo que es mi sobrina, está muy tiesa así que toco su carita, parece tener un mal sueño, suspiro, apago la luz, la tomo para acomodarla y abrazarla, al parecer resultó muy bien porque siento como su cuerpecito se va relajando poco a poco y podemos seguir durmiendo bien

 

-          Llegas tarde, mi jardinero profesional lleva rato esperándote- me regaña Susana

-          ¿No que no me querías tanto tiempo con tu marido? – le pregunto con cierto fastidio

-          ¿Y quién dijo que el que te esperaba era mi esposo? – me le quedo viendo, bajo la mirada y ya tengo al buen Sam con atuendo y regaderita en mano para ayudarme, me saca una gran sonrisa

-          Yo también le voy a ayudar- mi sobrina se propone

-          Vamos pues- salimos al patio en donde ya se encuentran las plantas cerca de donde se va a colocar cada una- ¿listos? – todos asienten y comenzamos con la labor y a ensuciarnos un poquito más que ayer

Así que después de jugar y trasplantar las plantas, comimos, nos mojamos, los niños estaban muy felices con lo ocurrido el fin de semana tanto que hasta mi sobrina no preguntó por Isa.

-          ¿Con quién te mensajeas? – me pregunta Susana de chismosa

-          Con Lore, quiere ver si salimos a tomar unos tragos el miércoles- y antes de que le envíe él “no” me detiene

-          Ve, lo necesitas, puedes pedirle a Isa que la cuide o me la traigo para acá, no hay ningún problema con eso, solo mañana no olvides pasar a ver a tu hermana con tu sobrina- besa mi mejilla, se da la vuelta y se va, volteo a ver el asiento trasero en donde mi sobrina ya está bien dormida, así que le respondo afirmativamente a Lore y arranco para la casa

 

Regreso del baño ya bañada secándome el cabello y un suspiro viene de mi cama

-          ¿Irás a dejar a la princesa? – sale la pregunta de mi boca y su voz pegajosa de recién despierta me responde

-          Si, yo voy- para después escuchar su risita ligera- pero te recuerdo que te toca ir por ella a la escuela hoy- levanta el dorso y su piel desnuda se asoma en ello

-          Claro que sí, ¿Cómo podría dejarla sin su tía favorita? – acerco mi cara a la suya permitiéndome percibir su olor a frutos rojos y dejar un liviano beso en sus labios- mi novia que la malcría me regañaría terriblemente- se ríe en mi boca

-          Eso y tu sobrina te pondría peor- disfruta de la broma- ahora despiértala bonito como se merece.

El despertador me saca de ese agradable sueño, aún con la sensación de sentir los labios en mis labios, apago el despertador y suspiro

-          No le pude ver la cara- me lamento tallándome la cara con las manos- eso fue casi como un matrimonio- y me río de mis sueños- Eli arriba pequeña, hay que ir a la escuela- pero la flojilla de mi sobrina solo se mueve un poco- me bañaré sola entonces- y gruñe

-          Ya voy- se queja sentándose en la cama con los ojos cerrados aún

-          Bien, te ayudaré- la cargo y me voy con ella al baño

 

-          ¿Hoy vamos a ir con mamá? – me pregunta mi sobrina

-          Si, hoy toca visitarla- sonrío- los doctores me han dicho que se está mejorando- aunque aún no despierta

-          ¿Y si en vez de ir al kínder vamos a verla? – ante tal propuesta orillo el carro y me giro a verla

-          ¿No quieres ir al kínder? – pone la mirada renuente y niega - ¿Por qué? – ¿pasará algo en el kínder? Aunque ella no dijo nada el fin de semana y el viernes estaba muy animada, ni Jess dijo algo

-          Quiero ver a mamá- murmura

-          Si vamos ahorita te tendría que llevar al trabajo, en mi trabajo te vas a aburrir mucho- comienzo a explicarle- y faltar a la escuela no es bueno- se me queda viendo y suspira

-          Pero entonces quiero que vaya Isa- se cruza de brazos- no la vimos el fin de semana- sigue molesta y eso me causa gracia

-          No sé si Isa pueda y además…- retomo el camino- voy a ver si Isa te puede cuidar el miércoles que voy a salir- le aviso

-          ¿Con quién sales? – pregunta con recelo

-          Con Lore, la que te dio el pastelillo ¿recuerdas? – la veo sonreír por el retrovisor

-          Ella me cae bien- se pone feliz- que venga hoy Isa y el miércoles también- manda la muy sinvergüenza

-          Le preguntaré y de la otra persona no tienes de que preocuparte, nunca más la veré- y esa es una razón más fuerte para (por lo menos ahorita) no llevarte a mi trabajo- por mientras al kínder señorita.

 

Al llegar al restaurante bar observamos el lugar

-          Al lado de las bocinas no- reniega y me río

-          Ya estás vieja- le restriego

-          Más bien, estoy cuidando de ti, no creo que después de estar tanto tiempo en un pueblo tan tranquilo estés acostumbrada a estos escándalos- me la contesta

-          Hacían fiestas interesantes- se me queda viendo

-          ¿Mucho bailongo? – deja aún lado la burla

-          Si y no, es una cultura muy arraigada- asiento y niego a la vez

-          ¿Entonces no te sacó a bailar el guerrero más formido del lugar? – regresa a molestarme

-          No, afortunadamente a esas celebraciones los extranjeros solo vemos de lejos, no participamos- nos quedamos viendo y luego reímos

-          Muy afortunada tu- me sacude el cabello- la pequeña niña ha crecido- se mofa

-          Y hablando de pequeñas niñas- alargo mi sonrisa- ¿Qué me cuentas de la tuya? -pone su cara de hastío- ponme al día, hace mucho que no veo a la mocosilla- sigo molestando y bufa

-          Pues… - el mesero se acerca y pedimos una botella de vodka, hielos, agua mineral, jugos y botana- en resumen, poco después de que te fuiste- suspira- iba llegando a mi departamento, ya sabes en ese entonces tenía unos 13 o 14- me río

-          Mocosa precoz- la verdad es que a lo que me tocó ver a mí, no era como que se le lanzara, pero si me echaba unos ojos aniquiladores cada vez que nos veía juntas, bien celosa la mocosa

-          Y me dice que su mamá no está, que si puede pasar el rato en mi casa- asiento, eso era muy normal- a lo que digo que sí, pasamos yo me pongo a hacer mis pendientes como siempre y ella pone su mochila en la en el sillón a lo que supuse iba a hacer tarea, pero no- niega con la cabeza, el mesero llega con el pedido, así que hacemos tiempo- la cosa- vemos como el mesero se va- es que de repente me abraza por la espalda y se me confianza- se pone nerviosilla de nuevo, supongo que ese día le dio el patatus- al verla solo tenía puesta una blusa, ¡estaba sin pantalones!- le da un enorme trago a su bebida que recién le preparé

-          ¡Señor, señor! ¡la policía! -nos reímos

-          ¡Siiii! – voltea a ver que no venga y me causa más gracia- le pedí que inmediatamente se pusiera la ropa en lo que preparaba un té para las dos- suspira negando con la cabeza- tenía la cara de susto y tristeza, así que nos sentamos en la mesa (enfrente de ella) y lo más tranquila que pude le expliqué que no era posible

-          Pero te salió con que sabía que tú eres gay- asiente ante mi interrupción

-          Y le expliqué que yo no la veía como una mujer porque aun era una niña- bufa- es bien terca cuando se lo propone- arruga la servilleta- entre llanto apeló, me reclamó y demás; pero me puse firme y le dije que yo jamás me fijaría en una menor de edad- me quedo callada, sé que estima mucho a esa niña, después de todo era un tipo de niñera para ella- me dijo que entonces cuando tuviera 18 años vendría por mi- pone la palma de su mano derecha en su frente negando

-          Bien decidida- me río impresionada, esa risa de que no te la crees y que, a decir verdad, es algo asombroso, pero todos sabemos que era una niña, que todo su mundo aún se estaba descubriendo, incluso ahora, le queda todo por delante

-          Le expliqué que le faltaba crecer, conocer muchas cosas y personas, que su mundo era muy nuevo y demasiado grande para que se enfocara en una persona como yo, que encontraría a alguien más y muy posiblemente mejor que yo- pone su cara de frustración- se encabronó y me dijo que la menospreciaba, que menospreciaba sus sentimientos y me sacó de quicio porque intentó besarme- me quedo boquiabierta, esa mocosa tiene agallas- la detuve y le dije que no me fijaría en una menor, que yo seguiría mi vida y le recomendaba hiciera lo mismo, que conociera a mucha gente

-          Mira a la mocosa- estoy impactada

-          Se puso de pie y dijo que cuando fuera legal ya lo veríamos, si esa era mi razón más grande me iba a tener que atener- bufa y me río, conociendo a las dos me lo puedo imaginar, aunque no tanto, digo, la niña siempre fue tranquila

-          Que linda la niña- me río- ¿después de eso se evitaron? – frunce los hombros

-          No tanto así, pero entre que empecé el trabajo y otras cosas ya no coincidíamos tanto, solo ciertas horas en donde seguía viendo si comía bien o necesitaba algo; ella básicamente me trató igual que siempre- asiento

-          Así que solo ese día fue que tomo al toro por los cuernos y se lanzó- asiente- bueno, ya tranquila, la policía no vino por ti una enamora menores- le echo carro y me avienta la servilleta.

Seguimos hablando de muchas cosas más, de la mamá de la niña que es una mujer que siempre está al pendiente de su hija pero que sus trabajos no la dejan, hace de todo por sacar a su hija, sin duda ser madre soltera no ha de ser nada sencillo.

Disfrutamos de la salida, unos bocadillos que pedimos y pasando el rato las dos nos quedamos viendo en lo que se le escapa a Lore una sonrisa cínica desvergonzada

-          ¿Entonces qué? – me pregunta

-          ¿Qué de qué? – no la entiendo y cualquiera podría decir que es una plática de borrachas, pero no, apenas y hemos bebido y eso que pedimos mejor la botella

-          El amor amiga, el amor- restriega sus palabras

-          ¿Cuál amor? – me ve aburrida

-          No te hagas Miranda, lo tienes enfrente de tus narices- me apunta con el dedo

-          Lo que tengo enfrente de mis narices es tu dedo que casi me saca el moco- nos reímos

-          ¿Sabes? Sé que esta vez no lo has visto porque lo de tu hermana y sobrina por primera vez en la vida te ha comido como ninguna cosa y persona antes- sonríe dulcemente- y me parece bien, pero- centra su mirada en la mía- necesitas… - se queda con las palabras en la boca

-          No tengo tiempo de amor, por eso quiero que tú me cuentes y andas igual que yo- las dos bufamos

-          Cada una con su rollo, cada una con su tema complicado- reniega, se toma el último trago de su vaso- vámonos, tu necesitas ser responsable y yo necesito no estar tentable- nos reímos, ¿hasta dónde hemos llegado?

-          Toda la razón- negamos con la cabeza, pagamos y cada quien va a su auto

Llego al departamento de mi hermana haciendo el menor ruido posible, la verdad es que apenas y bebimos

-          Pensé llegarías más tarde- Isa me saca un susto de aquellos al hablarme en la espalda

-          Prende las luces- la regaño, enciendo la luz y la veo con un té en mano- ¿Eli?

-          Ya tiene rato dormida, son las 12- se me queda viendo con esa mirada de “a esta hora los niños no están despiertos”

-          ¿En mi cama? – niega con la cabeza, le hago seña de que vayamos a la cocina

-          ¿En su cama? – no me la creo

-          Le prometí dormir con ella y en tu cama no creo que sea muy bueno que durmamos las tres- se ríe y le sigo

-          Ya decía que era raro, pero si dormirás con ella está bien- asiento, saco la botella de mi bolso

-          ¿Bebieron tan poquito? – veo la botella, la veo a ella y me doy cuenta de que me ha estado evaluando

-          Ah, sí, - me río- hablamos y comimos más que beber- fue una buena noche de ponernos al día- ¿quieres un poco? – le muestro la botella y ve su té

-          ¿Por qué no? – acepta estirando su taza

-          Por favor, sírvete al gusto- le paso la botella mientras saco un vaso para mí y servirme también, cama para mi sola no suena tan mal

-          ¿Qué tal hoy? – pregunta en lo que saco unas papas y me siento a su lado

-          Bien, bastante bien, ponernos al día es realmente bueno- sonrío, reímos tanto

-          Me imagino- sonríe y toma

-          ¿Trabajas en alguna veterinaria? – por fin me saco la duda del ser

-          Si, en las mañanas estoy ahí, solo que me tomo algunos días por la especialidad, pero ahora que ya nada más estoy en trámites he estado yendo más tiempo- me platica

-          ¿Animales grandes o pequeños? – me sonríe

-          En la veterinaria que trabajo atendemos de todo, pero normalmente son animales de casa- se me queda viendo- ¿te gustan los animales? – pregunta

-          Me gustan, me gustan más los perros que los gatos, no me agradan las aves enjauladas, me gustan los peces, pero como no hacen ruido me llegó a pasar que olvidaba darles de comer- pongo cara lastimera

-          Pobres animales- suelta entre risas- con razón tienes plantas, aunque ellas tampoco hacen ruido

-          Ciertamente- me sonrojo- pero son muy vistosas- me defiendo y las defiendo

-          Hay peces muy vistosos- me la mata

-          ¿Y que tal los trámites de la especialidad? – le cambio el tema

-          Bastante bien- su sonrisa se alarga- espero pronto ya tener documento de especialización y poder ejercerlo libremente- asiento

-          ¿Cambiarás de lugar de trabajo? – niega con la cabeza

-          No, ahí en donde estoy, estoy muy bien, tengo flexibilidad de horarios y no son codos con el sueldo- se ríe como si fuera chiste personal, espero algún día me lo cuente

-          Estaría bien verte en acción- me ve atenta- no en cirugía, pero si atendiendo de…- me quedo pensando- pulgas o que se yo- reímos

-          Luego llevamos a Eliana a donde trabajo y ahí me ves en acción- comenta y siento el ambiente diferente

-          A ustedes ¿qué tal les fue? –le pregunto mientras la observo, trae una pijama de osito panda, de esas que parecen disfraz, con razón mi sobrina la ama

-          Bien- su sonrisa se expande y su rostro irradia felicidad- pasé por ella a casa de la Sra Susana y- me río, Susana ya le ha dicho millones de veces que le diga por su nombre o apodo- entonces Jess se quería venir con nosotros, pero ya sabes- hace puchero fingido seguido por una risita- sus papás no la dejaron- le brillan los ojitos- pero como Jess estuvo insistente nos trajeron- asiento- luego fuimos por un helado, regresamos a ver películas, cenamos cereal de chocolate porque Eliana quería- suspira encantada, supongo recuerda los gestos de mi sobrina- me hizo prometerle dormir con ella- reímos

-          Donde que contigo no puede- le pincho la mejilla y voltea a verme

-          Es que es tan linda que es imposible decirle que no- suspira

-          Bueno si- no dejo de verla- pero tu la malcrías mucho- nos reímos y siento como su nariz toca con la mía, casi como el sueño

-          Como dije- suelta en susurro- es imposible decirle que no- cada palabra cae lenta y suave tan cerca de mi

-          Ya veo- dejo caer mis labios en los suyos

Un beso tan tenue pero duradero, sus labios frescos y cosquilleantes, suaves y dulces, sabor a frutos rojos y vodka. Nos separamos lentamente, sus ojos que se van abriendo lentamente a la par de los míos, el ligero sonrojo en sus mejillas.

Tiene un encanto tan precioso que, de repente, puedo escuchar la voz de Lorena diciéndome: “No te hagas Miranda, lo tienes enfrente de tus narices”; siento el sonrojo ponérseme en toda la cara hasta que escuchamos un ruido de mi sobrina quejándose de algo y las dos nos ponemos alerta, pero nada, no se repite.

-          Creo que solo estaba mal posicionada- me dice Isa con la voz extraña

-          Si, posiblemente- me le quedo viendo y no me sostiene la mirada

-          Mmmmm- se termina su té- creo que es mejor que regrese con ella, si despierta y no estoy ahí- la veo que se apresura y la detengo poniendo mi mano derecha en su muñeca derecha

-          Yo recojo, no te preocupes, mientras lávate los dientes y termino de ordenar todo aquí- asiente viéndome y desviando la mirada

-          Bien- susurra

La veo ponerse de pie y comenzar a dar los pasos hasta desaparecer de mi vista, aun siento el cosquilleo de sus labios en los míos.

-          Que labios tan más suavecitos- digo calladamente tocando mis labios con mis dedos y así, en ese limbo mental que me dejó, me paro, limpio y acomodo todo para irme a mi recámara a descansar

 

El despertador suena y un extraño frío se siente en donde está Eliana, volteo y recuerdo que durmió en su cuarto con Isa, Isa… toco de nuevo mis labios, no puedo decir que fue por la borrachera porque ni hubo borrachera.

-          Que beso tan tierno- sonrío, fue un simple toque, un toquecito de labios que se sintieron una gloria- ¿Qué debo hacer ahora? – estoy tan fuera de práctica, entre que me largué y allá no había con quien ni que y aquí con mi sobrina…- mi sobrina- Eliana afortunada que durmió con ella

Me levanto con una sonrisa y una risa, ¿pero que pensamiento estoy teniendo? Bueno, pudimos dormir las tres aquí en la cama (me sonrojo), aunque Eliana nos hubiera tenido en la orillita a cada una, esa niña se mueve demasiado, ¿Isa también dormirá con los pies de mi sobrina enterrándose en la espalda o el estómago?

Entro al baño para arreglarme, espero que ellas hayan puesto su alarma; salgo con la toalla en la cabeza mientras la seco y las veo a las dos saliendo del cuarto bien modorras

-          Es tiempo de arreglarse para la escuela- les anuncio a ambas en lo que las dejo para ir a preparar el desayuno de las tres


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