Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Erase una vez un omega. por fuyumi chan

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

—Que pérdida de tiempo —susurré desconsolado. Pero justo en ese momento, un hombre en claro estado de ebriedad bajó de un taxi al otro lado de la calle y gritó —¡OYE! Tu chiquillo no she supone que estés en la escuela— Su traje de negocios estaba desarreglado y sostenía una botella a medio terminar de licor, de la cual emanaba un asqueroso olor rancio. Arrugué mi rostro en señal de desprecio y le respondí —¡no se supone que usted este trabando, viejo! — El hombre contratacó, titubeando por el efecto del alcohol —¡cómo te a través mocoso malcriado a deshiirme que hacerr! Te-te daré un-unas nalgadas.


 


—¡pues, inténtalo si puedes anciano!


 


—¡a-a mi na-dieee me dice anciano mocoso!


 


La situación era absurda y me hizo reír irónicamente. Intenté evitarlo, pero me resultó inevitable. La escena seguía siendo surrealista, y me encontraba lidiando con un borracho que amenazaba con nalgadas. Al parecer, el karma se estaba divirtiendo a mi costa.


 


El hombre lanzó un grito de ataque al cruzar la calle al mismo tiempo que hacía movimientos estúpidos de artes marciales: —¡Mejor apúrese a cruzar la calle antes de que un auto lo arrolle, viejo ridículo!


 


 


—y-ya verassh como te derrotooo con mi mag- magnífica fuerzaaaa.


 


—si claro, delire todo lo que quiera anciano… —exprese intentando contener la risa, por la absurda situación. Pero mi risa se detuvo cuando recibí un sorprendente puñetazo.


 


—¡queedeshias escoriaa juvenil!


 


—¡Maldito ebrio de mierda!


 


—exclamé mientras le quitaba la botella de licor y la estrellaba contra el suelo. —¡HAAAAA comomoo te at-trevesh mi elixxir!—dijo el hombre llorando mientras miraba desconsolado la botella rota en el suelo. —Eso se gana por andar de imbécil — exprese cuando el hombre intento darme otro puñetazo en el rostro, que esquive sin esfuerzo alguno, pero ese no era su objetivo pues con su otro brazo me logro conectar un golpe en el estómago dejándome inestable por un breve momento que aprovecho para taclearme, mientras intentaba quitármelo de encima, Ulrick mirando lo sucedido vino corriendo a mi ayuda.


 


—¡Oye, Alem, pero qué haces peleando con ese anciano! —exclamó sorprendido.


 


Un grito escapó de los labios de Ulrick, la sorpresa palpable en su rostro. Sin embargo, su reacción fue pasiva; no hizo nada para liberarme del agarre del estúpido anciano. Permanecía allí, quieto, disfrutando de su helado como si nada ocurriera, lo que solo sirvió para acrecentar mi frustración hacia él. La situación se volvía aún más insufrible: mi nariz era atacada por su aliento repugnante, y para empeorar las cosas, el desequilibrado parecía a punto de vomitarme en la cara. A pesar de su estado etílico, el hombre poseía una fuerza que me sobrepasaba. Sin embargo, no era su fuerza la que me tenía en aprietos, sino su nauseabundo olor a descomposición y su deseo enfermizo de vomitarme encima. La impotencia crecía dentro de mí, mientras el idiota de Ulrick permanecía impasible, sin intervenir en absoluto.


 


—¡queee no me llamenheenn anshiano he dichooo!!!— gritó el ebrio tacleando a Ulrick una vez que me dejó en paz. No mentiré, me alegré de la desgracia de mi amigo, su helado de fresa voló por los cielos estampándose en el suelo. Me reí un poco de Ulrick —te lo mereces por imbécil.


 


—¡Por favor, Alem, quítamelo de encima, apesta, perdón por ser idiota! —sollozó Ulrick, alejando la cara del hombre de su rostro, y me apiadé del imbécil. Tomé el cuello de la camisa del hombre intentando quitármelo de encima, pero solo conseguí que este me diera un fuerte codazo en la boca, dejándome desangrándome y retrocediendo por el dolor. Enojado, le di un golpe en la espalda y lo tomé por la barbilla, pero me mordió el brazo, y lo solté momentáneamente.


 


—¡desgrasshuiados dos paraas uno nopp ser justo!!! — se quejó el viejo—¡Alem, quítamelo de encima, me quiere besar y es asqueroso! —sollozó Ulrick, arrojando al hombre momentáneamente a un lado. Pero este, sacando fuerza de quién sabe dónde, logró nuevamente derribarlo y restregó su rostro contra el helado que hace poco Ulrick estaba comiendo.


 


—¡co-mo a tebresh a insiduar que quiero besarte maldirrto delincuente!.


 


Gritó el hombre indignado. Aun aturdido por el dolor en mi brazo, volví a agarrarlo de la quijada. En ese instante, apareció Eiran con un aura oscura que hizo que el viejo se detuviera, seguramente presintiendo el peligro.


 


—Sabes, hoy estaba en la cafetería, tranquilo haciendo mis cosas, cuando MI OMEGA dijo que eras atractivo... ¡dime Alem, ¿estás seduciendo a mi futuro esposo? —exigió Eiran, dejándome atónito.


 


—¿Qué mierda te pasa? —cuestioné.


 


—¡Noooo pusheee! Serrr otroooss alfaaaisss delincuente, essstooshh ya es ser demasiado tramposos —sollozó el ebrio, dándome un cabezazo en la cara que me dejó viendo luces. Justo en ese momento, el ebrio vomitó, manchando todo el cuello de Ulrick, quien emitió un grito de asco.


 


—Yaaa veerraannn pesheros delincuentes —gritó el borracho, abalanzándose sobre Eiran, quien le propinó una patada en el estómago que lo dejó tirado como muerto. Yo quedé con la boca abierta.


 


—¡Porque mi omega te considera atractivo, no tiene lógica! Nos parecemos mucho, es más, tú eres la copia barata de mí —gritó enfadado Eiran, haciéndome enojar. Yo no era copia de nadie.


 


—Haaa, bueno... eso es porque el chico tiene buen gusto. No soy una copia de ti, tú eres una copia de mí —contrataqué, haciendo fruncir el entrecejo del psicópata de Eiran.


 


—¡Mierrrrdaaaa, por eso no quería escapar de clase! —sollozó Ulrick, distrayéndonos de nuestra pelea momentánea. Se había quitado la camisa y estaba limpiando el vómito de su cuello con desespero, para luego agregar con una clara expresión irritada — ya terminaron de medirse los penes, quiero regresar a casa estoy todo asqueroso— gruño el bastardo.


 


—¡NO! — gritamos ambos, volviéndolo a ignorar.


 


—¡Tú eres la copia de mí! — volvió a repetir Eiran.


 


—Haaa, ya quisieras, bastardo. Por si no lo has notado, soy más alto que tu y mi verga seguramente es mas hermosa y grande—Expresé sin ningún atisbo de timidez, adoptando una tonalidad oscura, cuando el viejo ebrio se levantó como un zombi, desviando nuestra atención. El anciano demente se abalanzó sobre Eiran, con el vómito escurriéndole entre los labios. —¡Apártate, viejo asqueroso! —gruñó Eiran, y ante la patética escena, no pude contener una carcajada, lo que evidentemente irritó a Eiran, quien empujó al borracho hacia mí. —Oh, no es todo tuyo. Y para que lo sepas, solo eres tres centímetros más alto. Yo soy más refinado y atractivo, además estoy seguro que mi verga mas grande que la tuya y gruesa, sin contar que soy muy carismático —dijo, volviéndolo a empujar contra mí. En medio de ese intercambio, mientras ambos presumíamos nuestras cualidades, el anciano terminó vomitando por todas partes, empapándonos a ambos, antes de caer inconsciente en la acera.


 


—¡Jajajaja, el karma, par de imbéciles! — se carcajeó como un loco Ulrick, lo que nos irritó a ambos. —Ya te voy a dar tu karma para que hables más —reproché mientras me deshacía de la camisa asquerosa para golpear a Ulrick.


 


—Yo embarraré esta porquería por toda su boca para que deje de decir estupideces —acompañó Keiran, también despojándose de su camisa escolar. Ulrick, acorralado y en apuros, se movió alrededor intentando esquivarnos. Sin embargo, debido al vómito en el suelo, terminé deslizándome y cayendo de bruces, y todo a mi alrededor se volvió negro.


 


No sé cuánto tiempo pasó exactamente, pero cuando recobré el conocimiento, lo primero que vi fue la adorable carita de Liem, con el entrecejo fruncido. Suspiré, viéndolo sonrojar mientras un ardor en mi boca y el dolor en mi brazo me despertaban de mi bruma, regresándome a la realidad.


 


—Porque todos los alfas son tan idiotas… —dijo Liem apretando con más fuerza un algodón empapado con alcohol en mi boca. —¡Por favor, con más gentileza si no te importa! —gemí de dolor.


 


A mi derecha, Eiran hacía un drama absurdo por un pequeño raspón en su mejilla, sollozando de modo dramático con lágrimas en los ojos. El amigo de Liem estaba junto a él, mirándolo con reproche —Es un simple raspón, deja de ser un bebé —acusó con un puchero en el rostro. Aquella escena cursi me pareció bizarra.


 


—¡Aleix, el imbécil de tu hermano ya está consciente, podemos marcharnos ahora! —se quejó Liem.


 


—Pero, si tú fuiste el que vino todo preocupado, ¿Qué cosas dices? —respondió mi hermano, haciendo que Liem se sonrojara.


 


—¡Eso es mentira, tú me obligaste! Este cavernícola no me importa ni un poco, ¿escuchaste, idiota? No andes por ahí haciéndote ideas equivocadas —dijo Liem con falsa molestia, haciéndole señas a Kylian. Mi hermano con una sonrisa salió de la enfermería.


 


—Vámonos, estos dos imbéciles no se merecen ni un ápice de nuestra atención, solo se saltaron las clases para hacer el idiota. —acusó Liem. A pesar de sus reproches, no pude evitar sonrojarme porque el omega había venido por mí a la enfermería. Eso era algo innegable.


 


—No escapé de clase, simplemente estaba tratando de que mi primo, el delincuente, volviera a la escuela. Pero mira cómo me lo agradeció... Kylan, me duele muchooo, ¿podrías darme un besito? Como cuando éramos niños, tal vez eso alivie el dolor... — gimoteó Eiran con una cara matadora que me dejó desconcertado. Si no conociera a mi primo tan bien, podría haber caído en su acto. Sin embargo, ese rostro adorable y lindo, que sería inconcebible para un alfa típico, encajaba sorprendentemente bien en Eiran, otorgándole un encanto especial.


 


Kylian, visiblemente ruborizado, sacó una curita de su bolsillo y la aplicó de manera brusca, casi de manera intencional, en la cara de Eiran, lo que provocó un gemido doloroso por parte de él. Fue más una bofetada que un acto de cuidado.


 


—¡Qué despiadado! —gimoteó mi primo de manera patética. ¡Definitivamente ese alfa no tenia orgullo! —Me dolió, ¿no podrías darme al menos un pequeño beso, Kylian? ¡Por favor! —sollozó Eiran lastimosamente.


 


—Kylian, no le hagas caso, solo está exagerando —comentó Liem. Sin embargo, Kylian, aún sonrojado, ignoró a Liem y se inclinó para darle un beso cariñoso en la mejilla. En ese instante, Eiran movió su rostro de manera astuta y sorprendió a Kylian con un beso francés descarado. El intercambio duró apenas unos instantes antes de que Kylian mordiera a Eiran y le propinara una bofetada contundente por su audacia.


 


—¡Idiota, nunca más me preocuparé por ti! —reprochó Kylian, con las mejillas encendidas de vergüenza. Ambos dejaron la enfermería sin dar ninguna explicación. Afuera, apenas logré captar fragmentos de una discusión bastante cómica que se desataba entre ellos.


 


—¡Nos engañaste por completo! Nos hiciste creer que esos dos tontos estaban realmente heridos por un grave accidente, pero era mentira. Solo se pelearon con un borracho después de faltar a clases. ¡Pensé que era una emergencia! —se quejó Liem, desahogando su frustración.— Es verdad —agregó Kylan.


 


—Pero, cuando ambos se dieron cuenta, no se marcharon —cuestionó mi hermano, probablemente con una sonrisa maliciosa. Lo conocía demasiado bien y sabía que era su estilo.


 


—Eso, no... solo estaba sintiendo compasión por ti por tener un hermano tan tonto.


 


— Y Yo solo vine para acompañar a Liem. Eiran me importa muy poco. Nuestra amistad se esfumó cuando me mordió el cuello a los diez años —dijo Kylian, mientras volvía mi mirada y vi a Eiran suspirando decepcionado.


 


—Mierda, necesito esforzarme más... —susurró mi primo, con el rostro oscurecido y claramente abatido.


 


—Claro, claro, qué amables de su parte sentir compasión por mí... Sé que cuidar a dos alfas evidentemente imbéciles puede ser complicado, pero no es imposible. No necesito lástima de nadie. Ustedes vinieron por su propia voluntad porque se sienten atraídos por esos idiotas. No intenten disimularlo —afirmó mi hermano con contundencia.


 


—¡HAAAA eso n-no! Ambos son iguales. Vámonos, Kylian, no perdamos más tiempo —gritó Liem. Sus pasos resonaron estruendosamente en el pasillo y sus gruñidos de enojo apenas eran audibles cuando finalmente se alejó, dejándome con una cálida sensación en el vientre.


 


—Haaa... por fin estás a punto de admitirlo, ¿verdad? —preguntó Ulrick a mi derecha, con la cara enrojecida y arañazos en la piel. Los tres nos encontrábamos en la enfermería de la escuela. Después de que el dueño del arcade llamara a la escuela y el conserje, junto con otros dos profesores, vinieran a recogernos, me anticipaba más días de detención solo por eso.


 


— ¿ Estaba en negación? —pregunto Eiran, en tono burlesco.


 


—Para nada... —respondí, hasta que Ulrick arruinó mis planes. — Nada de eso... Si lo hubieras visto, fue realmente ridículo.


 


—Me lo imagino —dijo Eiran con una sonrisa en el rostro. — Eso no es verdad —me defendí, pero Ulrick no estaba dispuesto a darme tregua.


 


—¡Amigo, parecías un tonto enamorado! ¡Incluso le dijiste "hermoso ángel" mientras Liem te curaba! —exclamó Ulrick, arrancando una carcajada de Eiran.


 


—Es verdad, eso fue lamentable, primo. No tienes orgullo —acusó Eiran, lo que me molestó, ya que era evidentemente una hipocresía de su parte. — Bueno, está bien, lo admito. Puede que me guste el enano, pero tú tampoco te quedaste atrás; también hiciste el ridículo —acusé.


 


—¡Por fin! —exclamó Ulrick, sacándome de quicio. Pero no podía culparlo; habían sido seis meses de admirar a aquel omega desde lejos, y cuando lo conocí en persona, lo que ya sabía y no quería aceptar se había vuelto más fuerte. El chico, sin duda, me gustaba. Sin embargo, este era solo el comienzo. Había muchos obstáculos por delante, muchos de ellos creados por mi propia estupidez.


 


—¿Qué vas a hacer para conquistar a Liem ahora? —preguntó Ulrick, a lo que solo pude suspirar. —Jajaja, estamos ambos en la misma encrucijada, primo. Esos chicos nos odian y la tenemos difícil, pero tengo una ventaja sobre ti... soy guapo y sé cocinar. —expresó de modo arrogante Eiran, sacándome de quicio. —¿Ves cómo eres una copia? Yo también sé cocinar y soy atractivo —afirmé encolerizado.


 


—No hay comparación. Soy mejor que tú...


 


—En serio eres despreciable —reproché, a lo que Eiran solo me sacó la lengua. Enserio que odiaba a ese tipo, pero si pensaba que podía salir victorioso en el amor antes que yo, estaba equivocado. Sin duda, haría que Liem me correspondiera más pronto de lo que Kylian haría con él.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).