Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bestias por SantiagoGQ

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Caminaba exhausto rumbo a mi departamento después de varias horas de estudios, el último transporte que me acercaría a mi dirección ya había pasado hace mucho tiempo y no tuve más remedio que caminar a altas horas de la madrugada.

Mi única compañía era la música que sonaba en mis audífonos, lo cual aminoraba el miedo que me provocaba el estar a las afueras de mi facultad, recientemente se habían suscitado varios reportes de personas desaparecidas y otros varios que fueron asaltados, solo tenía en mente llegar lo antes posible a mi departamento y descansar. Muy a lo largo pasaban autos junto a mi y solo esperaba a que no se detuvieran por el peligro que podía significar.

-Maldito Shisui, solo hoy podías quedarte a estudiar cierto?- murmure molesto ya que mi mejor amigo ha estado fallando mucho en las materias de este año y si no pasaba con buena nota repetiría el curso.

Brinque del susto cuando unos perros se aventaron contra un portón junto a mi, como si el ambiente no fuera ya muy terrorífico aceleré el paso aún más, esta no era la forma en la que quería pasar mi sábado en la noche pero al menos me reconforta saber que solo me quedan unas cuantas cuadras más.

Gire en la siguiente calle y note un grupo de personas reunidas en lo que parecía una casa abandonada, camine esperando que no me notarán y cuando pase junto a ellos escuche a uno chiflar muy agudamente, por lo cual empecé a correr sin pensarlo dos veces, no me quedaría a averiguar si me hablaban, eran varios contra mi solo.

No me detuve si no hasta dos calles más al frente y al girar un poco note que no estaban tras de mí a lo cual me permitió recuperar el aliento.

Me giré más confiado y me detuvo de golpe uno de los chicos que estaban ahí.

-Porque tan rápido?- preguntó con media sonrisa en su rostro, la poca luz que llegaba solo me permitía ver que tenía lleno de tatuajes sus brazos y ascendían hasta su cuello, además note la brillante navaja que sostenía frente a mi.

-Tranquilo…- alcance a decir en una exhalación, por la falta de aire en mis pulmones- te daré lo que me pidas-

-No tenemos prisa… a mis amigos y a mi nos gusta divertirnos un poco- dijo mirando tras de mí y escuche pasos de los demás los cuales nos alcanzarían en cualquier momento.

-Te daré mi billetera y mi celular pero déjame ir- le insistí con una expresión de súplica, no tenía idea de hasta dónde serían capaces de llegar y más después de tantos desaparecidos.

-No temas- dijo dando un paso frente a mi y sosteniendo mi playera. -Te prometo que no te dolerá- y de un navajazo abrió mi playera a la mitad dejándome expuesto de mi torso. Me empujé hacia atrás y lo único que alcancé a ver fue una luz cegadora que llegó de un lado.

El chico saltó al lado contrario al mío para esquivar un carro que se aventó hacia nosotros, solo escuche al conductor que me gritó que me subiera y al no tener otra opción, más que el grupo que estaba cada vez más cerca, no lo pensé dos veces y me subí al auto del desconocido. 

Con la misma velocidad que llegó hacia nosotros reverséo y nos dio a la fuga, dejando muy por detrás a los asaltantes. No podía creer lo que acababa de pasar, todo lo veía suceder frente a mi en tiempo lento, como si la adrenalina tomara el control de mi cuerpo e hiciera mi corazón latir como loco.

-Que rayos estabas haciendo ahí?- dijo el hombre del auto sin dejar de mirar al frente, lo vi por un segundo y me deslumbró lo guapo que era, vestía muy formalmente para ser alguien de mi edad, y su voz grave tenía tanta fuerza que no me ayudaba a controlar mi reacción.

-Iba a mi casa…- alcancé a decir para que no notara mi estado.

-¿A estas horas?- preguntó sin creerme mucho.

-Si, salía de la universidad y no pasaba ningún transporte-

-Debes ser más precavido- dijo ahora mirándome por un segundo a lo cual sentí que me heló.- te hirieron- dijo señalando mi playera.

-Estoy bien- dije cubriendome y sintiéndome aún más avergonzado. Detuvo el carro junto a la calle y me miró fijamente.

-Déjame verlo…- dijo intentando hacer un lado mi mano.

-En serio no tengo nada- le dije y me contempló estoico, penetrando hasta mi alma con su mirada.

-Te llevaré a tu casa y ahí te atenderé, no debes dejar una herida así… se puede infectar- retomó el camino y me pidió direcciones para llegar. 

Yo ni sabía quien era este chico pero le debía mi vida después de lo que hizo- Dime.. ¿Cómo te llamas?- me preguntó.

-Sasuke… Uchiha- le dije recuperando la compostura un poco.

-Dime Sasuke, sueles involucrarte en situaciones así?-

-No nunca- dije sin poder mirarlo en esta ocasión.- es este edificio… yo puedo desde aquí, gracias-. Dije inútilmente ya que ni me respondió nada y se bajó junto conmigo, le sostuve la mirada ya frente al departamento y ni se inmutó de mi, señalo al frente presionandome para entrar.

-Tienes un botiquín?- preguntó cerrando la puerta tras de sí.

-Hay uno, espera y en un momento lo traigo- lo tenía guardado en los cajones de la cocina y cuando me giré para llevárselo ya se encontraba a mis espaldas con su semblante serio e imponente, creo que era unos 10 cm más alto que yo.

Tomó el botiquín sacando lo que ocupaba y me pidió que me descubriera el torso, aún seguía con un brazo sosteniendo mi camisa rota, trate de controlar mi ruborizada expresión, pero creo que lo notó porque solo sonrió un poco.

-Dime si te duele…- dijo pasando un algodón sobre la herida. -Parece ser superficial- comentó a lo cual hice una mueca por el ardor.

-¿Eres médico?- pregunte queriendo hacer la situación menos incómoda.

-No- me dijo aún concentrado desinfectando la herida.

-No sé tu nombre…- dije recordando que nunca lo mencionó.

-Itachi- dijo con su voz grave.

-Dime Itachi sueles salvar personas en peligro?- ahora si me miro a los ojos pero no pude descifrar su expresión.

-Solo a ti- dijo y bajó su mirada a mis labios lo cual sentí que detuvo mi corazón por un segundo. Tomó unas gasas y cubrió la herida que tenía en el pecho. -Con eso será suficiente.

-No tengo como agradecerte- dije aun sin creer todo lo que había pasado.

-No es necesario…- 

-Me salvaste la vida, debe haber algo que pueda hacer- le insistí y solo lo vi dudoso.

-Bueno la verdad es que no tengo donde pasar la noche, estaba buscando un lugar cuando te vi.

-En verdad? Puedes quedarte aquí- le dije y solo se quedó serio.

-Asi estoy bien, encontraré un hotel cerca-

-Ya es tarde y ya viste lo peligroso que es aquí- dije y note que lo considero por un segundo. -Al menos hoy porque es tarde mañana puedes buscar otro lugar- le insistí.

-Supongo que una noche no es mucho problema- dijo y me llené de emoción, era lo menos que podía hacer. Además que estaba disfrutando mucho su compañía.

-Tengo un cambio de ropa por si te sirve- subí a mi habitación y le di una pijama para que se pusiera más cómodo, lo observó por un segundo, pero aceptó porque no estaría cómodo durmiendo con el traje que llevaba puesto.

-Disculpa el estampado de corazón con una S, me lo obsequiaron de San Valentín-

-¿Tienes novia?- preguntó con un tono algo molesto para la situación en la que estábamos.

-No- contesté sintiendo nuevamente el rubor en mi cara.- Fue de hace años- Intenté decir para que no pensara mal.

-Como sea… - dijo desvistiendose y dándome la espalda, podía ver su marcada espalda y sus músculos flexionandose con cada movimiento. ¿Hay algo en lo que no sea bueno?.

-De acuerdo te dejaré la cama- dije en voz baja- Dormiré en el sofá de la sala- 

-Para nada, es tu casa yo solo estoy de invitado- comentó retomando su tono neutral.

-Es para que estes mas comodo- insistí pero no parecía convencerlo.

-La cama es lo suficientemente grande para los dos- dijo con una expresión tranquila, para nada nervioso como yo.

No supe qué decir, nunca imaginaría pasar la noche con alguien, mucho menos así de atractivo y fuerte. La pijama le quedaba bastante pegada acentuando sus músculos, deberá pasar horas ejercitándose.

Suspire y solo pude acceder a su petición -De acuerdo yo tomaré este lado- me senté en el lado que daba a la ventana y él el de la puerta.

-Gracias por dejarme pasar la noche aqui- dijo acostándose y yo seguía hipnotizado por él, su cabello le caía por los lados y le daba una apariencia tan perfecta que podría pasar horas admirandolo.

-Sucede algo?- preguntó notandome embobado.

-No - dije desviando la mirada. - Solo quería recordar si nos conocíamos de otro lado.

-No que yo recuerde…- mencionó mirando al techo y poniendose comodo- no creo olvidar a alguien como tu-

-¿Alguien como yo?- pregunté sorprendido.

-Si. Eres bastante lindo, te sonrojas cada 15 segundos- dijo aún mirando al techo lo cual agradecí porque justamente estaba todo rojo.

-Supongo que fue por el asalto- dije intentando justificarme a lo cual se giró a verme y solo pude mirar en otra dirección.

-Apago la luz?- preguntó y accedí cubriéndome con las sábanas. 

Cuando volvió a la cama se quedó un poco más cerca de mí pero pensé que solo fue una coincidencia, pasó sus brazos por detrás de su cabeza y solo exhalo.

-Me dijiste que volvías de la universidad, cierto?

-Si, asi es-

-¿Qué estudias? Preguntó girándose a mi.

-Derecho, quiero ser abogado- dije con mucho entusiasmo.

-Yo también estudie ahi- dijo a lo cual me sorprendió mucho  -Pero yo ejerzo de fiscal, hay muchos criminales que salen impunes- dijo con mucha determinación en su voz.

-Yo tengo una amiga abogada y ella me inspira para ser defensor de muchos que por falta de pruebas los culpan injustamente…- dije y solo me observaba queriendo entenderme.

-Pero eso nos haría rivales en un juicio- dijo y me quedé sin palabras.

-Supongo que sí- le dije esperando que no se haya molestado.

-Será un placer verte litigar, y quizá algún día me ganes en un juicio- dijo en voz baja acercándose a mí, a lo cual me dejó helado.

-Creo que no podría debatirte nada…- dije por la fuerte atracción que me provoca. Su semblante y porte no tienen igual, me vería como un niño indefenso a su lado.

-Tendré que enseñarte- dijo a pocos centímetros de mis labios haciéndome estremecer, sintiendo como mi corazon latia fuerte en mi pecho, solo un movimiento y podré sentir esos labios que me provocaban mil cosas.

 

Solo sentí que me tomó del cuello y me jalo hacia él, dándome un beso demandante que jamás olvidaré, un beso para sellar esta rivalidad y una fuerte unión entre los dos. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).