Lo mire tan altivo con los brazos cruzados y temí lo peor, me quedé hecho piedra y las personas solo cruzaban estorbando la vista entre ambos, pero él aún seguía sosteniéndome la mirada, como un depredador.
De pronto tomó rumbo hacia mi y respire profundo… dudo mucho que intente algo con tantas personas de testigos, ¿no?.
-Sasuke, cierto?- pregunto proyectando tanta seguridad. -Si- conteste y sonrió, era la primera vez que lo veía sonreír.
-Un gusto yo soy Minato y seremos compañeros- parecía otro ser humano, inclusive su tono es diferente, a todos les hablaba con tanto desdén.
-Sí supe que estaremos juntos, solo que no se de que se tratará el trabajo-
-No te preocupes, si tienes libre ahora te puedo resumir la clase y de que es el proyecto…-
-Ammm… no podré- dije rascándome mi antebrazo por nerviosismo- aún me queda una clase hoy-
-Te puedo acompañar- dijo y no sabía cómo rechazarlo.
-¿Tu llevas Desarrollo sociales II?-
-No, pero puedo entrar a la clase, los maestros tienden a hacer lo que les pido.- dijo retomando su actitud altiva.
-No lo sé…- dije mirando a otro lado avergonzado, en verdad me intimidaba mucho.
-Vamos creo saber en dónde está, o si quieres que te deje tu solo en la clase y te puedo esperar en tu dormitorio, así haremos el proyecto cuando acabes-
“Qué demonios dice, meterlo a mi casa? Ni loco” pensé y tuve que acceder a que me acompañara a la clase. No entendía qué estaba pasando, estaba actuando muy diferente.
Caminábamos a la par y este nuevo él transmite tanta tranquilidad, como si fuera otro, “no importa como sea” me repetí, trataré de acabar el proyecto y le dejaré en claro que no puedo hacer más equipos con él, que debo apoyar a mi amigo shisui porque va bajo en calificaciones.
Al menos es la única solución que se me ocurre.
En el salón le dije que fuéramos a las últimas sillas para que el profesor no lo sacara de la clase, así lo hicimos y sentía su mirada sobre mi cada 2 minutos, me limitaba a fingir que no lo notaba.
El cambiaba a posiciones que para alguien promedio serían insignificantes, pero para semejante hombre, me sentía acompañado por una estatua griega.
Primero extendió sus piernas por debajo de la mesa y las brazos por detrás de su cabeza mostrando sus enormes biceps flexionados.
Luego subía una pierna a la altura de la mesa y me dejaba a la vista algo de sus vellos y ya para ese punto yo empezaba a perder la poca cordura que me quedaba.
Finalizó recostando su cabeza en la mesa y girándose al sentido opuesto al mío y me dio paso con ello a admirarlo de pies a cabeza… solo esperaba que no tuviera que ponerme de pie porque no tendría manera de ocultar mi enorme erección. Vi cómo se retorció un poco en su asiento y me echó una mirada molesto.
No entendía qué pasaba pero pude ver que contraía las aletas de su nariz y entonces reviví lo que dijo en la noche.
<<Claramente no controlas tus feromonas >>
Seguía sosteniendome su mirada ahora un poco más como reproche y yo solo sentía la cara hirviendo roja de la pena, ¿como diablos se suponía que haría eso?!.
Mire a las ventanas de un lado y solo le pedía al mundo que me sacara de esta situación, mire por el rabillo del ojo que me pasó una nota y la leí…”Respira profundo y piensa en algo que te de paz” gire a verlo y metió sus manos a sus bolsillos, levantó su mentón y le lanzaba su mirada de autosuficiencia al profesor, actuando como el chico malo… en verdad esa actitud no me ayudaba en nada a bajarme mis hormonas.
Respire profundo y devolví mi mirada al paisaje de fuera, mire las hojas sacudirse al compás del viento y cuando menos lo note me adentré en mis recuerdos, de un viaje a acampar con mi papa, tenia solo 8 años y me enseñaba a hacer la casa de campaña y me felicitó cuando prendí mi primera fogata, estaba muy contento.
Volví la atención a las clases y mantenía mi respiracion lo más profunda y pausada que pudiera, ahora veía menos tenso a Minato, era una buena señal.
**
Me sentía aliviado cuando se acabó la clase, la situación me mantenía sofocado por tenerlo tan cerca… no se que hace que me revoluciona todo.
-Es un efecto en espiral exponencial…- dijo como si creyera que le leía la mente.
-Como?- le pregunté.
-Cuando tu liberas tus feromonas, mi alfa interno reacciona y desea más de ti, sin notarlo comienzo a dispersar también mis feromonas y tú generas aún más en respuesta, provocando que caigamos ambos en un espiral- Comentó y solo atiné a quedarme parado por temor de cómo sería si pierde el control.
-ambos llegaríamos hasta un punto en el que tu o yo seremos mas bestias que humanos- dijo mirando mis labios.- y solo habrá una cosa que domine nuestras mentes…- Deseé con todas mis fuerzas que no lo pronunciara, ya con todo lo psicodélico que hemos vivido me era suficiente para temblar de deseo y temor.
-Minato, habrá forma de hacer el proyecto otro dia?-
-Qué sucede?- me preguntó.
-Es que no me siento bien, ayer no dormí nada en la noche-
-De acuerdo, tenemos más tiempo para hacer el proyecto-
-Ese es el problema- dije y su semblante cambió.
-Porque?-
-No se si quiero hacer equipo contigo…- dije y temí por como se lo tomaría.
-Lo sé, tienes miedo verdad?- me dijo en voz baja y no sabia que responder pero supongo que mi mirada lo dijo todo. Exhalo.-Lo he pensado un poco y creo que conozco el lugar perfecto para hacer el proyecto.-
-¿Qué tiene de especial?- pregunté mirando su fuerte semblante
-Es un pequeño y privado espacio donde podremos concentrarnos más fácilmente… dijo y con cada palabra que emanaba sentía que su voz se hacía más suave… inclusive podría decir que melodiosa, y sus ojos se volvieron dorados en lugar de azul… ¿qué me pasaba?
-Supongo que me gustaría ir…- dije de una forma apagada, como si mi boca tuviera mente propia y yo solo era testigo, ya no controlaba mis movimientos, solo observaba como si estuviera ajeno a todo, pero me sentía bien, me sentía “pleno”.
Mire a Minato posar su mano frente a mi y estire la mía para juntarlas… al sentir su tacto mi piel se erizo, me llevaba hacia el estacionamiento y yendo tras de él solo podía mirar su apariencia tan varonil, ¿que me estaba sucediendo?.
Arriba del carro tenía mi mirada vacía, solo mirando al frente y sentí una caricia en mi cuello, eran sus labios que recorrían de mi oído bajando a mi cuello y subía pasando su lengua una y otra vez, lo cual producía choques eléctricos subiendo por mi espalda.
“Eres libre” solo pronuncio y sentí de golpe que mi cuerpo se relajo. Parpadeé perplejo y solo pude mirarlo con el rostro desencajado.
-Se llama voz de mando- dijo retomando su mirada fria.- Se que tienes muchas dudas pero con gusto te mostraré lo que soy, y lo que tu eres-
-No quiero que lo vuelvas a hacer…- dije aun fuera de mi solo sintiéndome usado y con una revolución de sentimientos, este chico me provocaba deseo pero también rabia e impotencia… por no mencionar miedo.
-Tu no eres el que decide, a fin de cuenta los omegas obedecen a los alfas como yo- dijo eso último y encendió el auto arrancando fuera del campus.
Sin saber a dónde íbamos pero al menos estaba seguro que mi vida ya no sería la misma.