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El amor no es algo comun... por Silver Wolf

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Notas del capitulo: Gomen ne!!!! Hubo problemas con mi internet y pues... hasta ahora pude conectarme...
 

El silencio era prácticamente desquiciante pero a la vez bastante tranquilizador. Algunas veces uno suele creer que en el silencio todo se olvidara, pero las voces y los recuerdos afloran aun mas fuertemente y por eso se considera una voz amiga que te tranquilice y te ayude a respirar... pero a veces no tenemos suficiente fuerza para hablar... o escuhar...

 

-Es... es posible...- La voz ahogada del castaño rompió el silencio que a la chica le parecía exasperante. -... a... amar...a ...2 personas?...-

 

La joven tardo un rato en contestar. -Supongo...- Reflexionó un poco. -Pero solo una será la te hará ser completamente feliz, quizá puedas sonreír con ambas pero solo una te hará realmente feliz.- Acaricio los cabellos cobres.

 

-Pero... ¿Cómo saber cual es? ¿Cómo escoger correctamente?-

 

-La única manera de saber lo que es amar es a través del dolor, Al.-

 

-¿La única?- Repitió algo dolido.

 

-Alphonse... Si quieres sabe si tu elección es la correcta... debes probar, esperar hasta que tu corazón se de cuenta de la verdad... hasta entonces debes esperar.-

 

-Espera...- Repitió con un tono monótono.

 

-Intenta sonreír, ser la persona optimista que siempre has sido.- Se separo un poco para verle y sonreírle calidamente.

 

-Supongo que... tienes razón.- Sonrió algo forzado pero ya mas tranquilo. -Siempre se positivo.-

 

-Siempre...- Repitió la castaña.

 

*************************************************************************

 

-Al...- Un suspiro ronco escapo de su garganta al sentir la pálida mano recorrer su pecho lenta y tortuosamente. Lo siguiente que hizo fue tomar el cuerpo a su lado y girarse para posicionarse sobre el. -Shhh...- Coloco una mano sobre los rosados labios cuando se percato de que iban a pronunciar algo, su mano se deslizo hasta la blanca mejilla y comenzó a acariciarla con el pulgar y con su otra mano recorría el desnudo pecho bajo él. Lentamente comenzó a acercar su rostro al otro hasta que sus labios eran separado por escaso milímetros. -Te amo...-

 

-Yo también te amo, Ed...- Como si esa palabras fueran mágicas la distancia entre sus labios fue rota por el rubio que se agacho completamente para probar aquel manjar prohibido. Llevado por la excitación, el placer, el deseo y el amor su lengua empezó a rozar los rosados labios del menor suplicando por paso el cual le fue garantizado de inmediato, la lengua experta del mayor comenzó a degustar aquella cavidad con deliciosa paciencia, al tiempo que las manos del rubio se perdían en el castaño cabello y las manos del menor se aferraban a los hombros del mayor.

 

La lengua del rubio buscaba a su compañera la cual empezó su juego con algo de timidez. El beso era completamente asfixiante y apasionante, si seguían ambos morirían por falta de aire así que se vieron obligados a separase, pero antes de hacerlo el mayor mordió, juguetonamente, el labio inferior del otro.

 

Las manos del menor viajaban por toda la espalda del mayor. De nuevo unieron sus labios en un salvaje y asfixiante beso y antes de que se dieran cuenta, las posiciones ya se habían invertido y ahora el castaño estaba sobre el rubio con sus labios aun aprisionados. El mayor soltó un bufido molesto cuando el menor rompió el beso, pero esté solo se limito a sonreír y besar la mandíbula del rubio arrancándole varios suspiros. Poco a poco, lentamente el castaño fue descendiendo con sus labios hasta el cuello del mayor para luego llegar a su pecho dejando un camino de besos y saliva. -Ahhh...mmm...- Un ronco gemido salio de la boca del mayor cuando el menor jugaba con uno de sus pezones, mordiéndolo, besándolo, lamiéndolo. Cuando acabo con el pecho comenzó a bajar nuevamente hasta llegar al obligo y depositar allí su lengua para después hacer pequeños circulitos con ella. Las blanquizcas manos acariciaban las piernas del mayor para luego dirigirse hasta su pecho.

 

-Al...- el nombre fue acompañado de un sonido gutural al sentir la respiración del castaño chocando, tortuosamente, con la palpitante piel. -Sigue...- De nuevo pronuncio con su voz ronca. -Ahhhh...- Un ronco y sonoro gemido se escapo de sus labios al sentir la calidez mezclada con la humedad en la parte más intima de sus ser. Sus manos se pedían en los cabellos cobre acariciándolos e intentando marcar un ritmo que lo hiciera arder en el placer mismo. Un gemido aun más sonoro que los anteriores escapo por su garganta al sentir su intimidad completamente rodeado de la húmeda calidez del castaño. -A... Alphonse!- Su garganta le exigía por más y sus manos apoyaban la idea...

 

-AL!!!!- Se enderezo completamente sudado y su respiración agitada al igual que su corazón. Parpadeo un par de veces y se dio cuenta donde estaba... su habitación... miro el reloj que marcaban las cinco de la tarde. Se había quedado dormido y había tenido un sueño... erótico con... con... Al... Entero su cara entre sus manos, no podía creerlo, ¿Qué clase de hermano era? Tenia un seño apasionante con su hermanito, una cosa era haberse enamorado de Al y otra querer hacerle... "eso"... Fue entonces que recayó en su "problema" ocasionando que se ruborizara completamente, se levanto de golpe y se fue directo al baño decidido a tomar un baño de agua helada.

 

Necesitaba pensar, necesitaba hacer algo, el compartir la casa con Al lo volvería loco, si de por si ya tenia sueños poco inocentes con el cuando no estaba, no quería ni imaginarse que es lo que pasará cuando este y verlo el pijama o quizá topárselo saliendo del baño con solo una toalla en la cintura y su cabello completamente mojado con gotas de agua deslizándose por su abdomen y... Sacudió su cabeza mojada por el agua helada, se iba a volver loco...

 

**********************************************************************

 

-Bien, entonces esta decidido!- La castaña hablaba triunfal.

 

-Em... Chiasto no estoy muy seguro...-

 

-¿Cómo que no estas seguro? Es el plan perfecto!- Tomo otra galleta y comió un trozo.

 

-Si pero... ¿Si algo sale mal?- Comenzó a jugar nerviosamente enredando uno de sus cobrizos mechones entre su dedo.

 

-Mal...- Repitió en un molesto bufido. -¿Acaso no quieres que se lleven bien?-

 

-Si, por supuesto...-

 

-Entonces no reniegues.- Los ojos esmeralda lo miraron amenazante. -Comida familiar, ¿Qué podría salir mal?-

 

**********************************************************************

 

-¿¡QUÉ!? ¡CLARO QUE NO!-

 

-Pero Ed...-

 

-He dicho no!- Se cruzo de brazos y le dio la espalda molesto.

 

-Pero, Nii-san... ¿Qué tiene de malo que venga Flet a comer?-

 

-Pues...- Se callo y comenzó a pensar una buena razón. -"Que es un idiota, que te robo y que además me robo tus beso y tu cuerpo y tu..."- Sacudió su cabeza, de nuevo se estaba dejando llevar.

 

-¿Sucede algo?- El menor miro con curiosidad al rubio que adquirió un notable sonrojo.

 

-No, nada...- Desvió su mirada. Tendría que tragarse su orgullo, todo sea por Al. -Puede venir...-

 

-Si!! Gracias, Hermano!!- Abrazo a su hermano mayor por la espalada. -Hubiera sido terrible que dijeras que no.- Comento soltando a Edward y regresando a su labor de preparar la cena.

 

-¿Por qué?-

 

-Porque ya lo había invitado.- Terminó con una sincera sonrisa ganándose por respuesta un suspiro algo molesto. -Bien, ya que estas de tan buen humor, ¿Podrías poner la mesa? Por favor.-

 

-Si.- Comenzó a colocar todo lo necesario para la "cena familiar" como Al le había nombrado. Una cena con Al le parecía una idea perfecta, pero desgraciadamente incluía a una molesta chinche llamada Fletcher o "Flet" como solía decirle Al, como odiaba que lo llamara así. ¿A quien demonios se le había ocurrido esta maldita idea? ¿Quién fue el idiota que le metió esa estúpida idea a Alphonse? Esa y más maldiciones fluyan de la mente del mayor. No muy legos de allí una chica castaña no paraba de estornudar estrepitosamente.

 

El timbre saco al rubio de su momento de maldiciones obligando a ver a su hermano que salía del baño después de asearse. -Yo abro!- Corrió hasta el intercomunicador y apretó un botón. -Si?-

 

-Soy yo Al- Sonó desde el otro lado de la bocina.

 

-Ya te abro.- Sonó un timbre que indicaba que la puerta del edificio era abierta. -¿Ya esta la mesa?-

 

-Ya.- Respondió algo enfuruñado.

 

-Ed.- Se acerco a su hermano. -Quiero que me prometas que te intentaras llevarte bien con Flet, por favor.-

 

El mayor suspiro, pero es que... ¿Cómo negarse a esos ojitos plateados? -No te prometo nada, pero haré mi mejor esfuerzo.-

 

-Gracias.- Abrazo a Ed que inmediatamente rodeó con sus manos la cintura del menor.

 

-Por ti, haría lo que fuera Al.- Le susurro al oído antes de besar suave y lentamente su mejilla, disfrutando su calido sabor.

 

Un golpeteo en la puerta saco a Edward de su transe dándole, a Alphonse, la oportunidad de librarse de los brazos del mayor y dirigirse hasta la puerta.

 

Respiro hondo antes de abrir la puerta. -Flet!- Se lanzo al cuello de su novio el cual rodeo su cintura con sus brazos.

 

-Hola.- Sonrió antes de besar suavemente los labios de Al. Edward se dio media vuelta y apretó los puños con rabia, odiaba ver eso, le dolía demasiado. -Hola Edward-

 

-Hola- Hizo un ademán de saludo con su mano.

 

-Ya esta la comida, vamos a sentarnos para que yo...- Se callo cuando Fletcher le extendió una pequeña caja. -¿Para mi?-

 

-Si.- Respondió completamente rojo.

 

-Bombones!- Exclamo feliz al ver su contenido. -Gracias Flet!- Lo abrazo.

 

-No es nada...-

 

-¿Vamos a comer hoy o no?- Exclamo algo molesto el rubio más grande.

 

-Si, lo siento.- Dejo el regalo en una pequeña mesa junto a la puerta. -Siéntense, en un momento les sirvo.- Casi en ese instante desaprecio en la cocina para recargarse en la pared. Suspiró. -Espero que todo salga bien...- Termino de decir en un susurro antes de comenzar a servir la comida y llevarla hasta el pequeño comedor.

 

*************************************************************************

 

La cena transcurrió bastante... tranquila, Alphonse y Fletcher conversaban muy animadamente mientras que el mayor de los Elric aportaba monosílabos a la conversación.

 

-Bien, es hora del postre!- Alphonse se levanto muy animadamente y se encamino a la cocina dejando a ambos rubios solos.

 

Edward miro a Flet y viceversa, como si tratase de dos fieras esperando el ataque del otro. -Se lo que tramas Ed...- Flet fue el primero en hablar.

 

-No se de que hablas, niño.- Desvió la mirada para evitar mostrar su nerviosismo.

 

-Claro que lo sabes, ¿o me vas a negar que sientes algo por Al?-

 

Los ojos del Elric se salieron de sus orbitas y encararon al menor con incredulidad. -¿A que te refieres?-

 

-Sabes a lo que me refiero.- Estrecho los ojos. -¿Crees que no me he dado cuenta? La forma en que lo miras, tus ojos brillan cuando lo ves, además pareciera que me odiaras... pareciera que estas... celoso...- Sonrió con auto suficiencia cuando noto la expresión de asombro por parte del mayor.

 

Edward no odia creer lo que escuchaba, Flet lo había descubierto y en una sola noche. Sonrió, es hora de cambiar las cosas. -Es verdad.- Contesto con seguridad. -Lo amo...- Logro que Fletcher frunciera el ceño. -y de algo estoy seguro...- coloco sus codos sobre la mesa y entrelazo sus dedos para dejar reposar su barbilla sobre estas y mirar con superioridad al rubio frente a él. -... voy a lograr que Al me corresponda.-

 

-Ja! Eso crees, no voy a perder tan fácilmente Elric.- Se levanto de la silla y acerco su rostro al del mayor. -Al es MIO, Acéptalo...-

 

El rubio se levanto de golpe bastante molesto y abrió la boca para lanzar un comentario venenoso pero una tercera voz lo hizo detenerse.

 

-¿Pasa algo?- Pregunto Al que entraba con un pastel de chocolate sobre una bandeja.

 

Ambos rubios se miraron un instante. -No.- Contestaron al mismo tiempo.

 

-Bien, aquí esta el postre.- Coloco el susodicho al centro de la mesa. -Es un pastel de chocolate relleno de vainilla, yo lo hice, espero que les guste!- Sonrió algo ruborizado.

 

-Seguramente esta delicioso.- Dijo Flet tomando la mano de Al.

 

-Si tu lo hiciste seguramente.- El otro rubio tomo la otra mano del castaño. Ambos rubios se miraron con odio.

 

-Em... ¿Sucede algo?- Al sudaba la gota gorda.

 

-No.- Respondieron ambos antes de sentarse aun sin soltar a Alphonse.

 

-¿Co... comenzamos?-

 

-Si, Al.- Flet partió un pedazo y se lo sirvió al menor, el cual le dio las gracias con una brillante sonrisa, partió otro pedazo y se lo extendió a Ed con una sindica sonrisa en sus labios. -Aquí tienes, CUÑADO.- Dijo poniendo especial énfasis en la última palabra.

 

-Grrr... gracias.- Dijo entre gruñidos.

 

Los tres empezaron a comer y platicar muy animadamente, bueno, en realidad Al platicaba muy amenamente con Flet o con Ed ya que estos dos no parecían dirigirse palabra.

 

-¿No quieres probar de mi pedazo Al?- Flet le acerco un pedacito de pastel con su tenedor.

 

-Yo... bueno.- Respondió algo ruborizado y abrió la boca para probarlo, cuando algo lo jalo hacia el lado contrario.

 

-Prueba del mió Al.- La acerco su tenedor con un pedazo de pastel.

 

-Es MI NOVIO y si alguien le va a dar de comer en la boca voy a ser yo.- Jaló de nueva cuenta a Alphonse.

 

-Pero es MI hermano, yo le puedo dar de comer.- Y dicho esto le introdujo el pedazo de pastel en la boca.

 

-Gra... gracias.- Dijo algo confundido el castaño.

 

-No hay de que Al.- El mayor sonrió sinceramente logrando que el menor se ruborizara levemente.

 

-Al, ¿me das a probar del tuyo?- Edward quedo boqui abierto, el esperaba que la chinche se enojara y empezara a alegar o algo, pero se encontró con un Flet que miraba a Al con unos ojos algo suplicantes; había cambiado su táctica y no sabia como contra atacar.

 

-Em... Seguro Flet.- Contesto algo ruborizado mientras le acercaba lentamente su pedazo de pastel y el aludido abría la boca para recibirlo.

 

En una acto reflejo, Ed tomo otro pedazo de sus pastel con su tenedor y con un rápido movimiento del mismo el pedazo de pastel salio directo a la cara del novio de Al.

 

-Oye!- Reclamo un molesto Fletcher.

 

-Ed!- Le regaño el castaño. -¿Por qué hiciste eso?- Miro severamente a su hermano pero el aludido solo ponía cara de desinterés.

 

-No me pareció justo que Al desperdiciara su pedazo, por eso yo te lo ofrecí con... mucho gusto.- Ahora si que Al estaba confundido, primero sus hermano mostraba destierres y ahora tenia una sonrisa mezclada entre autosuficiente y ganadora, además podría jurar que sintió la ironía de las ultimas dos palabras de su hermano.

 

-Oh! Que amable!- Alphonse estaba loco o es que ahora también Flet hablaba con tono de ironía. -Pero no debiste molestarte, déjame devolverte el favor.- Antes de que cualquiera de los Elric pudiera reaccionar, Trigham había tomado su palto con el pastel y se lo había lanzado al rubio manchando toda sus cara. -Provecho...-

 

-Tu...- Edward se levanto y con la mano tomo otro pedazo del pastel que estaba al centro de la mesa y se lo lanzo directo al rostro del otro pero este lo esquivo.

 

-Fallaste...- Pero antes de darse cuenta otro pedazo de pastel se impacto en su cara. -Deberías dejar de desperdiciar el pastel.- Logro decir una vez que se recupero del golpe.

 

-No te preocupes, no tengo tanta hambre, prefiero dártelo a ti.-

 

-Como no vas a tener hambre, esta delicioso este pastel, deberías probarlo una vez más.- Le arrojo el mismo pedazo de pastel.

 

Y así comenzó la guerra entre ambos rubios, Flet le disparaba misiles de chocolate constantemente y, pese a sus esfuerzos, Ed no lograba esquivarlos todos, pero no solo se detenían en eso, Oh no, Ed agarro la soda y al vertió toda sobre el rostro del rubio mas chico y este en respuesta le lanzaba unas galletas que Al había traído.

 

El castaño estaba sentado en su puesto, aun tratando de asimilar lo que estaba sucediendo y es que su Nii-san estaba lanzando algunas de las fresas que tenia el pastel como si de balas tratasen y Flet re respondía el fuego lanzando galletas como discos.

 

-¿Eso es todo lo que tienes Trigham?- Pregunto un burlón Ed.

 

-Aun no has visto nada Elric.- Tomo la bandeja del pastel y lanzo directo al rubio contrarío y este, por su parte, tomo su propio plato para usarlo como escudo, golpeando la bandeja del pastel logrando que diera media vuelta y se estampara contra la mesa ensuciando a todos los presentes de chocolate.

 

-Mira lo que hiciste!- Reprocho Edward al otro rubio.

 

-¿Lo que yo hice?- Repitió bastante enfadado. -Tu fuiste el que empezó.-

 

-Pero no lancé el pastel.-

 

-Tu fuiste el que lo hecho a la mesa.-

 

-¿Qué se supone que hiciera? ¿Dejar que me pegara?-

 

-No hubiera sido de todo malo...- Sonrió victorioso.

 

-Eres un...- Su pelea se detuvo en seco al notar una risita ajena a ambos rubios, su vista se concentro en el tercer individuo que allí se encontraba, el castaño estaba que no podía contener la carcajadas.

 

-JAJA!! Sus caras... JAJA!!!... están!!!...- No podía hablar entre sus risas.

 

-AL!- Le regañaron ambos rubios logrando una risotada aun más fuerte por parte del castaño. Decidieron mirarse y se dieron cuenta, sus ropas, al igual que sus rostros completamente cubiertos de pastel, chocolate, soda, galletas y todo cosa que se lanzaron.

 

-A mi no me parece tan gracioso, Al.- Tomo un poco de la cobertura de chocolate de los restos de paste que quedaban en la mesa y la paso suavemente por la mejilla del castaño hasta llagar al labio dejando un pequeño caminito que resaltaba por el notable sonrojo en el rostro del menor. -Ahora si...- Sonrío beso fugazmente los labios del menor.

 

-"Ese imbesil, no pierde oportunidad el muy desgraciado".- Ed apretaba sus puños con rabia mientras desviaba sus mirad hacia otro lado. -Debeos empezar a recoger.-

 

-Es verdad.- El castaño se levanto de sus asiento y fue por algunas bolsas y trapos para limpiar el desastre provocado por la "guerra" que ambos rubios tuvieron.

 

Elric miro a Trigham con odio y este le devolvió una mirada de victoria, el mas grande abrió la boca para lanzar un comentarió mordaz pero la alegre y despreocupada presencia de su hermano que volvía de la cocina lo obligo a ahorrarse sus insultos.

 

************************************************************************* 

 

-¿Estas seguro, Al?-  Un rubio miraba atentamente a un chico parado en la entrada de sus departamento.

 

-Si, no te preocupes Flet.- Le sonrió cariñosamente. -Ed y yo nos encargaremos de limpiar el departamento, además ya es muy tarde, será mejor que regreses a tu departamento.-

 

-Si, no te preocupes "Flet".- Dijo Ed con remarcada burla. -Al y YO limpiaremos este desastre que TU provocaste.-

 

-ED!- Lo regaño el castaño antes de regresar su vista hacia su novio. -Adiós Flet.-

 

-Adiós!- La voz del mayor de los Elric sonaba con remarcado acento de satisfacción.

 

Fletcher miro desafiante a Edward y regreso su mirada hacia Al. -Adiós Al.- Abrazó al menor por la cintura atrayéndolo a su cuerpo antes de besar sus labios con devoción. -Te cuidas mucho y nos vemos luego.-  Le susurro al oído una vez que se hubieron separado.

 

-A... adiós...- Susurro completamente avergonzado antes de cerrar la puerta una vez que el rubio se había retirado. -Tenemos que seguir recogiendo, Ed!- Dijo con una risa nerviosa pero se quedo paralizado al ver a su hermano a escasos centímetros de su rostro. -Su... sucede... a... algo... Ni... nii-san...?- El rostro del castaño se estaba inundando de un exquisito color carmín.

 

-No, es solo que...- Coloco su mano sobre la sonrosada mejillas de Al y acerco sus labios a la comisura del labio para depositar un dulce y mimoso beso. La lengua del mayor salio de su refugio para comenzar a dar pequeños roses a esa parte de la mejilla y una pequeña parte del labio haciendo temblar levemente al menor. Poco a poco se fue separando de su hermanito hasta quedar frente la incrédula mirada plateada. -... tenias chocolate.- Acomodo unos mechones caramelo tras su oreja antes de darse la vuelta y comenzar a limpiar.

 

-Gra... garcias.- Comenzó a limpiar aun con el rubor adornando sus mejillas.

 

Ed se limito a sonreír con victoria. Al no lo había intentado parar, por lo que podría seguir con su plan para enamorar a su hermano.

 

Una vez que hubieron limpiado todo, Al terminaba de guardar los platos en la alacena cuando unos brazos lo rodearon por la espalda, aprisionándolo por la cintura y un mentón se recargaba en su hombro. -Her... hermano?- El rubor volvía a las blancas mejillas.

 

-Dime Al...- La voz del rubio sonaba algo... ¿ronca? -¿Qué te parece si el sábado, no se...- Hablaba muy cerca del oído del menor que prácticamente había dejado de respirar. -... Salimos a algún lugar.- Rozó la oreja del castaño con sus labios. -Solo tu y yo?-

 

-Y... yo... yo...- Las palabras parecieron congelarse en la garganta de Alphonse que no parecía capaz de pronunciar algo que no fueran balbuceos torpes.

 

-Anda...- Deslizo sus labios hasta la mejilla y con los mismos delineo el delicado rubor. -... ¿Qué dices? Mmm...- Sus manos comenzaron a trabajar y se dedicaron a acariciar el pecho del menor. -No se al cine... o a cenar... o ¿Ambas?- La mano derecha del rubio encontró lo que buscaba, la orilla de la camisa de Al y se dedico a intentar adentrarse en ella, al lograrlo el castaño reacciono y se separo bruscamente del mayor.

 

-De... de acuerdo, Ed.- Su cara no podía estar más roja. -El sábado... me... me parece... per... perfecto.-

 

-Gracias, Al.- Se acerco al aludido y tomo su rostro con delicadeza y lo acerco para despistar un dulce beso en su frente. Se dio la vuelta y se dirigió hacia su habitación.

 

Al coloco la mano a la altura de su corazón intentando controlar las fuertes palpitaciones de este, su rostro estaba completamente rojo. -¿Por qué lo hizo?- Y es que no entendía que era lo que había pasado, su hermano lo había intentado... ¿Seducir? o lo había mal interpretado todo. No había intentado detenerlo porque... le gusto, pero estaba con Flet y lo quiere, realmente lo quiere y no podía evitar un deje de culpa, aunque siguiera amando a su hermano... no podía, no podía...

 

Suspiro con pesar, era demasiado para un día, demasiado. Se dirigió hacia su habitación, tomo su piyama y se metió al baño, abrió la regadera y comenzó a quitarse la ropa lentamente hasta dejarla en un cesto de ropa sucia; necesitaba pensar y un buen baño lo ayudaría.

 

El vapor comenzó a llenar el lugar y al decidió meterse y dejar que las gotas de agua tibia resbalar por su cuerpo. Le agradaba la sensación, sentía que las gotas arrastraban todos sus problemas y le quitaban ese peso de encima.

 

Un chirrido llamo su atención y abrió la cortina de la regadera para observar, pero nada, no había nada. -Solo mi imaginación.- Se dijo a si mismo.

 

Volvió a perderse en sus pensamientos y reflexiones, relajándose completamente y olvidándose de todo lo que rodeaba. Sus manso limpiaban su torso y el agua hacia caer su cabello por su rostro.

 

-¿Te acompaño?- Una voz en su oído lo saco de sus pensamientos dándole el impulso de darse la vuelta, cosa que no logro pues unos brazos lo sostenían fuertemente por la cintura.

Notas finales: Saben... si me dejaran mas reviews me inspiaria a escribir mas... pero grax x los q me han dejado n_n

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