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Tsubasa Reservoir Chronicle por Akia_Nekoi10

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Notas del fanfic:

IMPORTANTISIMO LEER 

Este fic ya lo había publicado en fiction.net, pero con la tematica de Beyblade, pero como regresé a Fullmetal Alchemist, pues, quize ver como me iba con esta trama... espero sea de su agrado.

 Para los que ya la leyeron en fiction.net, solo cambie algunas cosillas, como nombres y una que otra frasesilla, para los que es su primera vez, gocen la lectura!

 

 

Las manos se tocaron, una sobre otra… más no se podía sentir el calor de cada una. Sus ojos se toparon de momento, dejando ver en un par dolor y angustia, aguantando derramar lágrimas de dolor… los otros afligidos y llenos de frustración.

Juntaron sus frentes en un intento vano de sentirse nuevamente. Ambos encerrados en una especie de tubo de cristal, con piedritas hermosas como adorno, suspendido en la nada.

El chico frustrado por su situación, solo atinó a golpear con fuerza la pared de cristal, asustando ligeramente al otro chico, quien ya no pudo retener las lagrimas. 

En ese momento, unas hermosas alas de fuego aparecieron detrás de uno de los chicos, logrando así, que su cuerpo empezara a flotar, alejándolo de la base que lo mantenía ‘junto’ a su amado… 

Sus manos se separaron del cristal el otro chico veía aquello con una gran impotencia, no podía hacer nada, salvo ver como su amor se alejaba de manera rápida. 

Sus manos ya no se ‘tocaban’ 

 

-EDWARD!

 

 Tsubasa Reservoir Chronicle 

 

PLUMA UNO: Inicio 

En el país donde dominaban bestias conocidas como DEUS, había un reinado antiguo, pero hermoso, lleno de vida y hermosas flores que lo rodeaban, sus habitantes, tanto dentro como fuera del castillo vivían muy felices en armonía con los otros reinos del mundo. Y como no, si los grandes Seyryuu, Suzaku, Byakko y Genbu cuidaban los cuatro reinados máximos. 

Pero eso no es relevante en mi historia… o no de momento, la relevancia cae en un muchacho, uno en especial, el cual miraba por la ventana de su habitación, sentado en el balcón, con una postura de ‘no me importa nada en el mundo’. Su mirada nostálgica daba a entender que se sentía incompleto. 

-Roy…-susurró al aire, sintiendo una gran felicidad al pronunciar una sola palabra, un solo nombre que lo llenaba completamente. 

-Hola! –dijo una voz muy animada, Edward parpadeó y miró hacia abajo, encontrándose con ello al pelinegro, con una sonrisa radiante y llena de amor. 

-Hola Roy! –dijo muy animado el rubio, saludando al chico, para después saltar del balcón y caer de rodillas al suelo, Roy miraba al rubio con alegría, Edward se enderezó y se le hecho encima al chico –Volviste! –dijo tumbándolo.  

-S-sí… esto, príncipe… me ahogo –sacó Roy, un poco azul, ya que casi no podía respirar por tener encima a Edward, y la verdad no es que fuera muy ligero. 

-Idiota! –dijo con enojo, mirando con reproche al chico bajo él, quien parpadeó por la palabra. 

-Como que ‘idiota’? tu eres el que se hecha encima, idiota! –se quejó Roy, con el ceño fruncido. 

-No me digas idiota, animal! Además, ya te dije, dime E-D-W-A-R-D-–respondió Edward, quedando después sentado en flor de loto, y con los brazos cruzados en su pecho.

Pero Roy lo tomó de la cintura, abrazándolo –Roy…-susurró el rubio, entrecerrando los ojos. 

-Te extrañé, Ed…-dijo con una suave voz, arrullando al chico en brazos. -Mentiroso –dijo, soltándose rápidamente de su amigo, quien parpadeó por la acción. Se paró y empezó a caminar con las manos tras su espalda. 

-Que?! En que te basas para decir que soy mentiroso! –se quejó de forma cómica el chico, con muchas venitas en la frente y el puño levantado. 

Edward volteó a verlo y sonrió –Vamos al pueblo –dijo, tomando la mano de su amigo entre las suyas. Empezaron a correr por las calles. 

-Y que hacemos con tu maestra? –preguntó viendo como el castillo se alejaba cada vez más, una ligera angustia por su vida lo invadió, la maestra de Edward lo iba a matar. 

-No creo que se entere –dijo con indiferencia y una mirada suspicaz, el pelinegro sudó una gotita, definitivamente la maestra del rubio haría de él un trofeo más para la sala. 

Al llegar al pueblo, las personas saludaba de forma muy cortes a Edward y Roy, ya que ambos eran conocidos por estar siempre justos, desde pequeños compartieron grandes cosas y los del pueblo veían a Roy como el protector del príncipe y eso hacía que fuera muy querido por todos. 

-Mira, Edward, manzanas! –dijo muy animado, el vendedor veía a los chicos con sonrisas, Ed se acercó y tomó una. 

-Se ve rica –dijo el rubio, con ilusión. 

-Tómela príncipe, espero sea una buena manzana para usted –decía el vendedor con alegoría en la voz, motivado al ver al hijo menor del rei y la reina –Su amigo también puede tomar una, ándale muchacho. 

-Pues gracias! –soltó Roy, tomando una manzana. Edward y Roy se miraron y se sonrieron, pero en eso más personas empezaron a juntarse. 

-Ah es el príncipe! 

-Vino a visitarnos! 

-Que lindo! Es muy buena gente! 

-Yo lo quiero de prometido para mi hija (N/A: Mande, señora, usted es plebeya XD y Edward es gay

-Oh-oh –murmuró Roy con gesto nervioso, Ed bufó molesto por tanta gente cerca, su espacio personal estaba siendo invadido! Roy notó aquello y tomó al rubio de su mano y empezó a correr, Ed prácticamente volaba. 

-Así no nos alcanzarán! –gritó con emoción el pelinegro, Ed entendió el mensaje y solo dijo… 

-Suzaku! –un ave de fuego fue convocada y de los cielos nació una llamarada, la cual pasó por entre las piernas de ambos chicos, elevándolos en hasta el cielo y tomar la forma de un fénix de fuego. 

-Adiós!! Gracias! –gritaban Edward y Roy desde el pájaro enorme, los pueblerinos se despedía con gracia y amor de la pareja que ahora volaba por los cielos. 

 

Después de eso, Suzaku los había dejado en lo que parecía ser pilares de arena, el ave desapareció al sentirlos bajo su lomo, ambos chicos aun seguía agarrados de la mano, y se tumbaron en el suelo. 

-Vaya! Tienes que volver a hacer eso, Edward fue genial –decía el peliazul emocionado, era la primera vez que se subía a Suzaku sin la vigilancia de los padres de Ed y aquello había sido increíble. 

-Sí… cuando estemos en una nueva persecución lo haré –dijo el rubio con la vista dirigida al cielo que ya mostraba el atardecer de aquel hermoso país. 

-Sí –dijo Roy, empezando a pararse, pero la mano cálida de Edward sostuvo con insistencia la suya, Roy sorprendido volteó hacia el chico. 

-Quedémonos un rato así… te parece? –insistió el rubio, con una mirada tierna en los ojos, Roy sonrió con cariño y se giró hacia el chico, quedando con sus brazos a cada lado del rostro de Ed. 

-En verdad te extrañé mucho, Ed… las excavaciones son aburridas si no estas –decía Roy, acariciando con delicadeza los cabellos dorados del chico, Ed cerró los ojos para disfrutar de la caricia. 

-Te vas a ir otra ves? –preguntó con un deje de tristeza en su voz, Roy paró su caricia y asintió, Ed abrió los ojos para ver la respuesta de su amigo –Cuando? Será pronto?  

-Espero y no…quiero estar más tiempo contigo –reprochó el pelinegro, acostándose en el pecho de Ed, quien lo abrazó con ternura.

Se quedaron en silencio por un rato… -Roy…-susurró el chico, creyendo que su amigo ya estaba dormido, pero un simple ‘Dime…’ lo sacó de la idea –Yo… yo quisiera decirte algo –dijo con un hilo de voz, estaba apunto de desvelarle sus sentimientos a su mejor amigo… los nervios era muchos. 

-Que es? –preguntó Roy, levantando su torso para poder ver mejor al rubio, quien tenía la mirada hacia un lado y un carmín cubría sus mejillas. 

-Quisiera decirte que… bueno yo…-se enderezó, quedando ambos sentados ahora, Ed con la cabeza baja, mirando al suelo y las manos echas nudo y Roy con una mirada expectante –Yo… tu sabes, yo…-Roy inclinó un poco su cabeza. 

Edward levantó la mirada, quedando ahora, sus rostros muy juntos, pero no tan comprometedoramente –Yo… Roy, yo te a-  

BIIIIIIIN BOOOOOOONG!! 

-WAAAAA!!! –gritaron los dos, espantados por la estrondoza campanada, Roy miró hacia la lejanía del castillo. 

-Creo que ya te están esperando –dijo Roy 

-Si verdad –soltó nervioso “Apuesto a que lo hizo a propósito” pensó el rubio con el sonrojo más marcado y una mirada de reproche hacia la nada, ambos de pararon. 

-Te llevo al castillo –solicitó Roy con una sonrisa en los labios. 

-Déjalo, puedo irme solo –soltó Ed, empezando a caminar con paso lento, Roy miraba al chico con duda, hasta que se detuvo, Roy parpadeó. Edward alzó los brazos y con un movimiento delicado y suave apareció una esferas de color rojo, la aventó al aire y Suzaku volvió a aparecer.  

-Mmm… tu sabes…-empezó Ed, captando la atención del pelinegro en el acto –Lo que quiero decirte… la próxima vez que nos veamos te lo diré –decía Edward dándole la espalda e su amigo. 

-Oh… claro –soltó Roy como algo muy normal, sonriéndole a su amigo, a pesar de que éste estuviera dándole la espalda. 

-Te lo diré –insistió el chico -Hasta entonces, solo espera…-diciendo esto, se subió a Suzaku y emprendió su viaje al castillo, Roy miraba desaparecer el ave entre el ocaso. Su sonrisa desapareció en ese instante… 

-Estos sentimientos que siento…no pueden ser…-dijo cabizbajo, con un rubor en sus mejillas, se sentó de golpe en el suelo. 

-Que hayamos crecido juntos no significa que podamos ser algo más que amigos…-soltó con tristeza, empezando a dibujar en la arena del suelo –Es cuestión de linaje… él es un príncipe, en cambio yo…-su voz fue cambiado de tonos, pasando a uno débil y dolido. 

-Edward jamás se fijaría en mi…-se tumbó al suelo completamente, mirando ahora el cielo estrellado, una sonrisa surcó sus labios –Pero al menos… puedo estar junto a él… -dijo, justo cuando una brisa pasó moviendo su cabello. 

-Te amo… Ed…-susurró, cerrando los ojos en el momento. 

 

 

La penumbra era mucha, aquel lugar aterraba a cualquiera que se atreviera a entrar, casi nada podía ser apreciado, salvo una especie de contenedor, con un liquido azulado el cual brillaba y alumbraba poco en aquel lugar, había un cuerpo sumergido en esa sustancia, más su rostro no se podía apreciar… 

Dos sombras se apreciaban, reflejadas en aquel cristal… -Dentro de poco las plumas serán liberadas –dijo una voz grave, sin embargo era juvenil, su rostro muy apenas podía ser visto entre tanta oscuridad. 

-Que pasa si su plan falla? –preguntó una voz femenina, dejándose ver ligeramente, sus ojos afilados miraban con fastidio al cuerpo sumergido. 

-No fallará… porque… esto tiene que suceder… 

La mujer lo miró por un momento, su semblante ecuánime se vio obstruido por fruncir el cejo en reprobación. 

 

 

 La mañana había amanecido hermosa ese día, tocó varias veces la gran puerta del castillo, se abrieron revelando a los guardias de éste, quienes lo dejaron pasar, Roy se adentró al castillo sigilosamente, no quería tener un encuentro desagradable. 

-Hola, mocoso –dijo una voz desagradable para él. 

-Maestra… –dijo Roy lleno de nervios, haciendo una leve inclinación a la persona que estaba frente a él –El príncipe Edward solicitó mi presencia –excusó su estadía en el castillo, mintiendo claro estaba

 -Si, lo suponía… está en su habitación, pasa –dijo de modo molesto y gruñón, Roy se dio vuelta rápidamente para irse –Oye! –rayos! Déjalo que se vaya! El pelinegro volteó en ese momento, siendo examinado por la inquisidora mirada de la reina. -No quiero que lo canses –regañó, Roy solo asintió y se fue corriendo al cuarto de Ed, ya sabía donde quedaba.

–Mocoso… no creas que no se lo que traes en la cabeza –soltó en un gruñido con cara de pocos amigos. 

-Disculpe, maestra Izumi –la mencionada volteó, un guardia estaba arrodillado frente a ella. 

-Que pasa? –preguntó con una mano en la cintura. 

 

 -No se ve muy bien, príncipe –sinceró Roy, viendo a su amigo acostado en la cama con un ligero sonrojo en las mejillas. 

-Ohh… por que tienes que ser tan formal? –se quejó Ed, el peliazul se sonrojó al máximo. 

-Perdone! Quiero decir!... perdóname! Ed… te vez fatal! –disculpó Roy. 

-Tampoco seas tan sincero! –se quejó el rubio con una venita en su frente, Roy rió por lo bajo, ya más calmado –Además… es solo un poco de fiebre, no me puedo ver tan mal… 

-El doctor dijo que con descanso bastaba para que mejorara –dijo Ed, para después cubrirse ligeramente con las sabanas, sacando su mano –Pero… si me coges la mano mejoraré antes…-Roy se sonrojó como manzana –Lo harás?... preguntó inocentemente. 

Roy tomó con cariño y suavidad la mano blanca del rubio, llenándola de un calor muy agradable –Solo descansa –dijo casi gritándole al chico, los nervios eran muchos. 

-Te quedarás?  

-Claro! –dijo con una sonrisa muy linda en los labios. 

-Si me quedo dormido, quiero que lo primero que vea sea a ti, Roy –soltó rápidamente el rubio, la pena era grande, pero le gustaba estar así con Roy. El pelinegro sonrió. 

-Y porque enfermaste? –preguntó. 

-Ah pues verás….-balbuceaba Edward con pena, como decirle que se quedó toda la noche en el balcón pensando en él y en su declaración?! No! Este no era el momento para eso!, él quería estar al cien cuando le dijera sus sentimientos a Roy –Y por que estás aquí, Roy? –preguntó cambiando el tema olímpicamente, Roy sudó una gotita. 

-Vengo a despedirme, Edward…-dijo con tristeza en su mirada, Edward se sorprendió ante la frase. 

-A despedirte? A donde vas? –preguntó sentándose en la cama. 

-Tengo que volver a las excavaciones, seguir el sueño de mi padre, no lo puedo dejar morir –decía Roy sin mirar a los ojos del bicolor. 

-Apenas te veo por culpa de la excavación. Me siento solo…–murmuró el enfermo, más Roy no lo escuchó –Tu no te sientes solo, Roy? 

-Esa excavación es lo más importante, mi padre hubiera estado feliz de que— 

-Lo sé… se que es importante para ti… pero –bajó más el rostro, su cabello cubrió su mirada, susurró fuera de escucharse –Quiero verte… 

-… siempre que llega la noche y voy a dormir me pregunto “Que estará haciendo Roy?” –decía el rubio, sin mirar al el pelinegro –“Se acordará de mi?... un poquito?” –soltó con un sonrojo en su cara. 

-Por que te vas? –preguntó Edward, viendo el modo de convencerlo de que se quedara –Si te vinieras a vivir aquí, en el castillo! No tendrías que— 

-No podría… vivo de las excavaciones y--- 

-Vale!... ya entendí… te marcharás de todas formas…-soltó molesto Edward, Roy bajó la mirada culpable –Al menos dime… cuando regresarás?  

-No lo sé… tal vez en semanas… o… meses –soltó más quedito, Edward se sobresaltó ligeramente, era mucho tiempo, demasiado. 

-Estoy cansado… dormiré un poco –dijo, recostándose en la cama y cerrando sus ojos, Roy miró todo mudo, tomando de nueva cuenta la mano de Ed, éste la apretó con fuerza, sin abrir los ojos. 

Siempre pienso en ti… cada noche que pasa, cada minuto… solo tú estás en mi cabeza… Ed”… 

 

Gota a gota… el agua llevaba su caer de abajo hacia arriba, mojando el cielo que se reflejaba en el suelo, todo era extraño, sus ojos no enfocaban bien. 

Un sin numero de imágenes se vinieron de repente… 

Un castillo azul 

Una casa enorme y vieja… 

Un signo que parecían alas… 

Y… Roy… 

Pero no lo podía tocar, una especie de pared se lo impedía, quería gritar más no podía, Roy! Quería estar con Roy! 

ROY!! 

 

Abrió los ojos con rapidez, era de noche y estaba en su cuarto, miró a todos lados, después a su mano, estaba cálida, Roy la sujetaba con cariño, más no con fuerza, ya que el chico estaba dormido, Edward lo miraba ajeno al momento, sus ojos se veían cansados. 

-Uh… se escuchan campanas…- susurró Edward, dirigiendo su mirada al gran balcón de su habitación, las ruinas podían verse claramente, brillaban insistentes, los ojos de Ed se nublaron en ese momento. 

-Me llaman…

 

 

Al día siguiente, Roy estaba en las ruinas del país, leyendo un libro con escrituras extrañas; No podía dejar de pensar en Ed… hasta cierto punto no había arreglado nada de lo de su excavación… se sentía mal por no poder estar más tiempo con él… pero aquello era un sueño de su padre… y quería seguirlo… 

Entonces… Edward no le importaba lo suficiente como para quedarse?...  suspiró fastidiado, para distraerse, leía el libro en sus manos, un símbolo estaba dibujado en él, el pelinegro notó que aquel dibujo también estaba en el piso del castillo.  

-Que será este signo? –se preguntó en voz alta, dejó el libro en el suelo, quedando agachado, se acercó a la insignia, alumbrándola con la lámpara de aceite, no pudiendo evitar tocar el grabado, estaba fascinado, alumbró un poco más y… 

-Eh?....-soltó con duda, unos pies se veían, alumbró más arriba, parándose en el acto –Príncipe! –dijo con una sonrisa en la cara –Ya no estás molesto conmigo? –preguntó Roy, pero Edward miraba atentamente hacia el techo de ese lugar. Roy se sintió extraño, algo no encajaba –Príncipe?... 

Edward volteó lentamente, mirando al chico frente a él –Por que estás aquí? –preguntó extrañado Roy, el rubio sonrió con ternura al chico frente a él. 

-Este signo… lo vi en mis sueños…-susurró apoyando sus manos en el suelo, una luz morada empezó a brillar con intensidad, ocasionando un temblor en todo el lugar, Roy fue impulsado lejos del símbolo con fuerza, haciéndolo chocar contra una pared, alejándolo de Edward. 

Kire kagima saibastia
Kiweta i adora i amena i adesta
Idela
Asora i adora i asora i yamasa
Idita dora
 

El piso bajo sus pies se abrió, elevando con ello al rubio, que parecía estar en trance, sus ojos nublados eran la prueba en ello. La luz rosa crecía con más fuerza, alumbrando todo a su paso.

Las ruinas empezaron a temblar. 

-Que es eso? –preguntó Izumi, viendo desde la ventana el brillo extraño –Edward…-susurró asustada, corriendo hacia el cuarto de su hermano, abrió la puerta de éste… 

-EDWARD! –gritó, más la habitación estaba vacía, Izumi cayó de rodillas, no podía ser verdad… el chico no podía estar ahí… 

Kasa melistora
Imeta li aora
I kasa melindora
Ilyia iya
 

Roy corrió con rapidez hacia el frente de Edward, quien permanecía elevado en el aire, la insignia estaba dibujada tras él, brillado ahora de un color dorado cegador.

Justo en ese momento, unos hilos rojos salieron de la espalda del rubio, empezando a tomar forma. 

-Que es eso? –se preguntó Roy, viendo como aquellos hilos se entrelazaban entre ellos formando así unas hermosas alas. 

-EDWARD! –gritó con fuerza, más el chico no parecía escucharlo, su rostro perdido entre la nada y sus ojos muertos asustaron un poco a Roy. En eso, las alas iniciaron a cubrir el cuerpo del rubio, quien se encorvó y se abrazó a su pecho. 

-Que… diablos es eso?...-se volvió a preguntar, más no había tiempo para ver que pasaba –EDWARD!! –buscó un modo de sacarlo de ahí. 

Empezó a escalar aquella pared, no dejaría que esa cosa, fuera lo que fuera, lastimara a Ed… así tuviera que lastimarse el mismo… 

Kasa melistora
Imeta li aora
I kasa melindora
Ilyia
 

Todo era observado desde un espejo acuoso que reflejaba los intentos de Roy por salvar al rubio. Sus ojos miraban la escena con gracia y mucha satisfacción. 

-Las plumas que guardan un gran poder, están a punto de ser liberadas –dijo levantando una copa de vino, la cual brillo reflejándose –Al fin revive ese poder… -la chica miraba atenta a su amo.


Kire kagima saibastia
Inaria miamenta
Asora ita saibastia
Imilia iyasii iya
 

Las luces comenzaron a desaparecer, y con ello, aquel signo empezaba a absorber a Edward, su cuerpo inerte no luchaba por librarse. Lentamente, el joven iba desapareciendo. Roy notó aquello, asustándose en sobremanera. 

-EDWARD! –gritó, no importándole ya nada, se abalanzó hacia el chico, sujetándolo con fuerza, liberándolo de su futuro encierre. Liberando las plumas de su prisión. La cabeza de Ed se echó hacia atrás ligeramente. 

Cayeron al suelo de golpe, Roy sirviendo de colchón para el chico en sus brazos, por la fuerza del golpe, las alas rojas se desquebrajaron liberando diversos brillos en lo alto del techo, los cuales se unieron en cuatro luces que salieron disparadas hacia el cielo.


Kiweta ita saibastia
Inaria miamenta
Asora ita saibastia
Imilia iyasii 

-Edward!, Edward!! –le gritaba Roy, intentado reanimar al príncipe, cosa que no funcionaba, el chico yacía inconciente en sus brazos. 

-Está frío… por que?...-se preguntó al tocar la mejilla de Edward –Tengo que hacer algo…-se dijo, tomó a Ed entre sus brazos, cargándolo en vilo, salió corriendo de las ruinas, ayuda, era lo que tenía que pedir, y rápido! 

Salió de las ruinas, viendo todo a su paso… destrucción, que demonios había sucedido?... volteó a todos lados en busca de alguien conciente, nada… todos los ayudantes en la excavación estaban fuera de sí… o eso quería pensar.

Que podía hacer?  

Kire kagima saibastia
Kiweta i adora i amena i adesta
Idela
Asora i adora i asora i yamasa
Idita dora
 

-Ya es hora… -dijo el muchacho oculto, con un cetro enorme que tenía como arreglo un eclipse envuelto en alas, empezó a conjurar energía. Aquello empezó a transformarse en una especie de círculo negro.

La chica miraba atenta. -Es hora de dar el pago… y que las alas vengan a mí –finalizó, mandando con ello la esfera con brillo púrpura, hacia donde se encontraba Roy. 

Kasa melistora
Imeta li aora
I kasa melindora
Ilyia iya
 

-Diablos!! Que puedo hacer? –se preguntó corriendo en completa desesperación, en el castillo todo estaba destruido, Izumi no estaba por ningún lado, los guardas muertos, que estaba pasando?! 

Tropezó sin remedio, empezando a rodar por una colinita de arena, protegiendo con su cuerpo a Edward, cayó de lado para no lastimar al rubio. Se quedó ahí, sin moverse… que podía hacer?...

Edward estaba cada vez más frío y eso lo estaba asustado, empezó a llorar de la impotencia. 

-MIERDA!! –gritó golpeando con fuerza la arena –Que puedo hacer?... QUE?!! –quejó con furia, sus espasmos fueron mayores, pero de un momento a otro se calmó, se secó las lágrimas y levantó la mirada, decisión era lo que se leía en ella. 

-No dejaré que mueras… -se dijo a si mismo, abrazó con cariño a Ed –Juro que no dejaré que mueras… así tenga que darte mi vida…-se volvió a levantar con el chico en brazos, y antes de que pudiera decir nada, una bola negrusca lo golpeó directamente en la espalda, envolviéndolo completamente a él y a Ed. 

Ambos desparecieron en la nada... 

Kasa melistora
Imeta i aora
Kasa melistora
I kasa melindora

Ilyia...
 

-Que empiece el viaje –dijo el chico, levantando la copa al aire, sorbiendo de ella. 

 

Continuará… 

Notas finales:

Nota de la autora:

Minna!! review onegai!! espero que les haya gustado! y si ya se!! Link sigue sin actualizarse y Kanashimi no Kizu igual, pero tengo noticias! oh sí! la inspiracion a regresado para ambos fics! y de ahora en adelante verán actalizaciones simltaneas, a que em refiero, que no se verá el mismo fic actalizado dos veces seguidas, no. me iré en orden para asegurar una actualizacion eficaz y oragnizada!

Solo les pido paciencia, los tres fics terminarán, ninguno quedará inconcluso! así que nos preocupen!

Etto... creo que es todo... lo de siempre... gracias por leerme!! y dejen su opinion, para mi es muy valiosa!


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