Namida no Heaven
“Alguna vez as sentido que te duele respirar? que el simple hecho de existir te produce sufrimiento? Que estas solo en el mundo? Si lo has sentido… solo así podrías entender lo que sentí yo en aquel momento”-contéstame! Si te ordenaran matarme… lo harías?- le pregunto nuevamente.-probablemente-fue la fría respuesta que recibió.“por un instante mi mundo se hizo nada”
Las imágenes se fueron intercalando poco a poco en su cerebro, vio a su madre rodeada de llamas, vio morir a Yuiko y los demás, vio a su hermano y, por ultimo, las manos de Soubi alrededor de su cuello.
-Aoyagi…. Aoyagi despierta- escucho la voz de Yayoi al tiempo que era zarandeado por el hombro izquierdo.
Abrió lentamente los ojos, sentía su cuerpo un tanto mas liguero, aquellos 10 minutos habían revivido algo horrible, pero, por lo menos se sentía menos cansado, clavo la mirada en el rostro de su compañero de pelo largo verdoso y anteojos, lucia muy diferente con aquel atuendo, una camisa de color blanco con mangas largas, una corbata verde y una chaqueta roja con unos pantalones de un tono (caqui?), suspiro profundo, y el como se vería ahora? Con 16 años y 4 sin saber de Soubi, ahora, camino a una nueva escuela.
-No te parece raro todo esto?- pregunto su compañero.-No lo se- susurro al tiempo que miraba por la ventanilla del autobús- déjame ver de nuevo ese “papel de platino”- le solicito Ritsuka extendiendo una mano hacia su acompañante peli verde.
Yayoi le extendió el sobre con las iníciales “BL” finamente grabadas en la parte delantera del sobre, con poco interés abrió de nueva cuenta el sobre, ya había leído la carta unas 10 veces, pero aun así se le hacia muy raro todo aquello.
>> Bell Liberti
Estimado Aoyagi Ritsuka, es con gran placer que se le informa de su reciente integración al alumnado de nuestra institución, formando parte de lo que llamamos un “talento artístico” por favor solicitamos su presencia…
Dejo escapar un suspiro al tiempo que desviaba la mirada hacia el exterior que ofrecía una vista maravillosa, ante sus ojos se extendía un hermoso océano azul bañado por la suave luz del sol, el autobús iba a una velocidad pausada ideal para poder disfrutar el panorama.
-Dime de nuevo, como rayos paso esto?-pregunto el pelirrojo cruzándose de brazos.-Ya te lo dije Hiro, al parecer el director reviso mi solicitud y me acepto- aclaro el pelirrosa al tiempo que miraba emocionado por la ventanilla.
-y por que rayos me paso lo mismo a mi- pregunto ahora molesto.-ya termina de asimilarlo quieres
- fue la parsimoniosa respuesta que recibió del pelinegro ubicado a su derecha.
Inhalo profundo al tiempo que miraba a su alrededor ignorando a los chicos que peleaban a su derecha, cuando recibió la carta de Bell Liberti solo pudo pensar en la suerte que tuvo para ser aceptado y, claro esta, al enterarse de que Hiro y Suguru también habían sido aceptados.
“en esos momentos Bell Liberti era lo mejor que me podía haber pasado, era el lugar ideal para olvidarlo todo y comenzar de nuevo”-Ritsuka, esta es nuestra parada-le dijo su compañero sacándolo de sus viejos recuerdos.
-ah… si- asintió al tiempo que tomaba su mochila.
“Para mi las cosas habían pasado muy rápido, y para colmo me dirigía a un lugar extraño, que no conocía, me sentía como si caminara en dirección a mi tumba”
Salieron a paso lento del autobús seguidos por un grupo de chicos extraños que por lo visto tenían el mismo destino que ellos, o eso fue lo que supuso al verlos vestir el mismo uniforme de chaqueta roja y pantalón (caqui?), no les presto mucha atención ni al pelirrojo de ojos azules, ni al moreno de complexión mediana, ni al lindo pelirrosa de ojos azules, giró la cabeza en dirección contraria al grupo de chicos que caminaba calmadamente en dirección a la parada del autobús en donde se les había pedido que esperasen a que alguien de la institución pasase a recogerse.
Ya transcurridos unos 15 minutos fueron recogidos por un auto lo suficientemente amplio como para los 5, una vez adentro se formo un silencio sepulcral mientras Ritsuka miraba por la ventana.
“me sentía…como un pez fuera del agua, era como estar solo, sin nadie que te escuche, es decir, en quien podía confiar?, en esos extraños?”
-como te llamas?- escucho que le preguntaban.
Levanto la mirada hacia adelante, allí, sentado frente a el, estaba aquel pelirrosa de ojos violeta que antes había confundido con azul, en esos míseros segundos de silencio se dedico a examinarlo, de cuerpo delgado y al parecer bien proporcionado, con facciones delicadas y una bella sonrisa dibujada en sus finos labios.
-Aoyagi Ritsuka-articulo mirando hacia afuera de nueva cuenta.
-mucho gusto yo soy Shindo Shuichi- sonrió aun mas ampliamente.
“Que podía hacer si no? El chico se empeñaba en cohibirse, y, a pesar de que estaba rodeado de todo un grupo de personas se mantenía en total silencio”
Noto como Shuichi sacaba un aparato de música de su bolsillo y de manera inconsciente siguió todos sus movimientos con la mirada hasta que uno de los audífonos termino en su oreja izquierda, se quedo observando como el pelirrosa buscaba algo en el pequeño I-pod llamando sin querer la atención del pelirrosa.
-Sucede algo?-pregunto curioso el pelirrosa al sentir la atenta mirada purpura sobre el.-no nada, aclaro.
-quieres escuchar?-pregunto al tiempo que ofrecía uno de los audífonos.Ritsuka tomo el pequeño aparato y se lo acerco a una de las orejas (pero no las de gato) lo que oía sonaba bien, una buena combinación de guitarra con la voz del sujeto y un grupo de instrumentos que no supo definir.
-que tal?, se llama Rage beat- aclaro el pelirrosa con su habitual tono amistoso.
-no esta mal-aclaro sin mostrar ninguna clase de emoción-de quien se trata?
-no creo que los conozcas, son un grupo que aun no se ha lanzado al estrellato- aclaro levantando el dedo índice- es que aun somos muy jóvenes para ser famosos-termino con aire triste.
-un momento, dices que eres parte del grupo que toca esta canción?
-si, Hiro y Suguru también-aclaro
El camino a Bell Liberti se fue haciendo mas agradable, con Yayoi muy entretenido hablando con Hiro, Suguru totalmente concentrado leyendo y Ritsuka escuchando música con Shuichi y de vez en cuando opinando o escuchando a Shuichi susurrar la canción por lo bajo.
“Supuse que tal vez, y solo tal vez, conseguiría en ese chico a un amigo, parecía la clase de persona dispuesta a escuchar, ahora, estaba yo dispuesto a hablar?”
“Bell Liberti representaba para nosotros un nuevo inicio, una nueva oportunidad, un nuevo reto, solo que, tal vez tendríamos muchos problemas para vencer esos retos”
Su llegada fue algo predecible, como lo supusieron, eran esperados por un grupo de estudiantes escogidos especialmente para la ocasión.
Ritsuka y Shuichi fueron guiados a sus respectivas habitaciones por un amable pelirrojo de ojos azul cielo y facciones delicadamente femeninas que al instante se mostro muy amigable con ellos, parecía ser un buen chico y tenia una historia interesante, y es que Keita había sido aceptado sin tener ninguna clase de habilidad especial.
Shuichi fue ubicado justo entre las habitaciones de Keita y Ritsuka, tras un par de horas de pura conversación amistosa y haber quedado de encontrarse con Shu y Keita a primera hora de la mañana, Ritsuka se encamino a su cuarto, una habitación no muy lujosa con una bella vista al mar, un escritorio con su computador, la cama de sabanas azules, todo lucia perfecto.
“pero siempre hay algo que lo arruina”
Escucho que la puerta se abría a sus espaldas, instintivamente se giró solo para quedar con la boca abierta.
-Bienvenido a Bell Liberti, querido loveless-susurro con una sonrisa.