El novio de mi madre
Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Botan.
Prólogo.
El fin del principio.
Estoy nervioso, y se nota por como retuerzo mis manos, me muerdo las uñas y camino de un lado para otro.
Miro con insistencia el reloj. Estoy convencido y pienso que voy a hacer lo correcto.
Pero la forma en que se encoge mi corazón me asusta y me estremece.
Tengo miedo.
Estoy asustado y lo reconozco, pero no hay vuelta atrás.
Tanto tiempo cargando con esto es un martirio, y mi conciencia ya no da más.
¿Cómo pude seguir adelante con algo sabiendo que estaba lastimando a una de las personas que más amo en mi vida?
Me siento sucio.
Traicionero.
Sigo angustiándome, en cualquier momento está por llegar.
Y ahí está.
Escucho el ruido de su auto, y mi cuerpo se paraliza, ya no retuerzo mis manos, no me muero las uñas y no camino de un lado para otro.
Escucho el ruido de las llaves, y ahí está.
Perfectamente arreglada.
Perfectamente triste.
Estuvo llorando.
Trata de sonreírme, y yo no puedo devolverle la sonrisa.
No más.
Me siento la peor basura del mundo.
¿Pero como decirle que la estuve engañando todo este tiempo?
¿Cómo decirle que yo no quise que pasara esto?
Qué solo se dio.
Y no pude evitarlo.
¡No quise evitarlo!
Varias lágrimas salen de mis ojos.
Mi impotencia y culpa son grandes.
¿Cómo decirle que ella está así por mi culpa?
¿Cómo decirle que yo provoqué esa tristeza?
A ella.
A mi madre.
Ella se acerca a mí. Yo trato de alejarla.
¡Me siento fatal!
¿Me odiarás? ¿Me despreciarás?
Trago con dificultad, no me queda otra salida más que confesar.
Y comienzo a hablar.
Te cuento todo. Detalle a detalla, palabra a palabra. Cada momento, cada sentimiento, cada suspiro.
Y siento que me odias. Que me desprecias.
Y una sonora bofetada se estampa en mi cara.
Y veo rencor en tus ojos.
Y lágrimas.