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Tímeless por SYRY

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Notas del fanfic:

Esta es mi despedida momentánea...

Ha sido un placer estar dos años aquí, escribiendo y leyendo, disfrutando y creciendo. He dado muchas despedidas, pero esta es la definitiva.

Después de mucho intentarlo, me he dado cuenta de que, pese a no haber perdido la pasión por escribir, he perdido ese 'algo' que me obsesionaba y no me dejaba parar.

No son los comentarios, siempre he tenido la suerte e recibir muchos, y cuando he recibido pocos, me he sentido igual de satisfecha. Es un 'algo' inexplicable. Gracias a todos y todas las que me habeis seguido y me leeis.

Quiero volver. Y lo haré. Terminaré mis fics, quizá no mañana, pero lo haré.

Un beso muy grande, gracias por todo.

 

Syry // LadyMoon...

Susana

Notas del capitulo:

Este fic está publicado en Slasheaven bajo el pseudónimo de LadyMoon. Ya está finalizado y pronto subiré el resto. Espero les guste.

 Disclaimer: No soy ni rubia ni británica. No soy Rowling, nada me pertenece ni recibo nada a cambio, más que sus amables comentarios. Sino, viviría en Hawai.

  Timeless

 

By: Syry

 

Para Tamy por su cumpleaños ¡¡Felicidades guapísima!!

 

Y también para Eve Malfoy, Para que los nubarrones se despejen.

 

Harry Potter & Draco Malfoy

 

Post~Howarts

 

Sumary: Harry Cumplió lo profetizado: Venció al Lord y garantizó la seguridad del Mundo Mágico. Pero esto supuso un derroche de magia para él, lo que le provocó un Coma Mágico del que los MediMagos no creían, hubiese cura. Pero un joven estudiante de MediMagia se interesó en el caso y le salvó. Draco Malfoy consiguió lo que nadie más creyó posible: Restauró la magia del niño-que-venció. Luego de esto, no se volvieron a ver hasta pasados dos años.

 

 

Capitulo Único (I)

 

"La Guerra"

 

 

Cuerpos sangrientos, sin vida, descuartizados, malolientes, vísceras y demás, en resumen Destrucción, eso era lo que podía apreciarse en las afueras de Howarts, en los límites codinlantes con el bosque oscuro, el Castillo, El lago, todo estaba rodeado de terror, alumnos de Séptimo, recien graduados, Aurores, Mortífagos... Y en el centro de todos se hallaban Voldemort y Harry Potter, mirándose a los ojos, desafiándose e ignorando su alrededor.

 

 

 

Una pequeña falla y cualquiera de los dos morirían. Legeremancia, eso era lo que en ese momento usaban, desafiando la mayor fuerza que existía: La fuerza de la mente. Un pequeño titubeo en Harry ocasionó una sonrisa sádica en Voldemort, pero no bien hubo entrado cuando un Avada le alcanzó de lleno en el pecho, haciendo que hincase la roída rodilla en el suelo, agarrar su varita y conjurar otro Avada, llamando así al Priori Incamtem.

 

 

 

Dos rayos de luz inmaculada, con la misma fuerza, con el mismo odio, chocaban en el circuncentro de la energía emanada, repeliendo, atacando, defendiendo. Voldemort se puso en pie, apretó con furia su varita y su rayo refulgió con mayor potencia, pero al segundo siguiente, los ojos de Potter perdieron la duda, la inocencia, todos los sentimientos, ocasionando el asombro y despiste del Lord...

 

 

... Y su muerte...

 

 

Los Aurores atacaron a la par el cuerpo, encerrándo su alma en burbujas perladas y rompiéndolas en mil añicos. La guerra había acabado, junto a la era de Oscuridad. La Luz había vencido. Los sobrevivientes giraron al minuto justo, antes de que Harry cayera, inconsciente, presa su mente en su cuerpo. Cayó en coma por la pérdida de magia.

 

 

 

"La cura"

 

 

Los MediMagos de San Musgo caminaban alocados de un lado al otro, sin dar abasto, cuando unos enfermeros entraron angustiados levitando el cuerpo casi inerte del Salvador. Todos pararon su tarea y se hicieron a un lado, observando como metían al Chico en la UCI. Un enfermero quedó idiotizado al ver al chico de oro en ese estado, sin pararse a pensar en lo que podría ocasionar, se apartó sigiloso para llamar a aquel que seguro, apreciaría la noticia.

 

xXx

 

 

 

Draco Malfoy se mostraba impasible ante lo que su antiguo compañero de casa le contaba. Blaise, enfermero desde hacía dos años en San Musgo, contaba detalle a detalle todo lo referente al chico que vivió y ahora, venció. Al parecer, había expulsado demasiada magia, pero no la suficiente para morir. Un poco de su magia había envuelto su cuerpo y mente, protegiéndolo de la muerte, pero ello había conducido a algo que todos lamentaban: El profundo coma en el que Harry Potter estaba ahora sumido.

 

 

 

Se estaba estudiando el caso, profunda y concienzudamente, lo último que les convenía era la muerte de su Salvador, aunque todos la hubiesen esperado. Mas, de los más de trece MediMagos que le habían visitado, ni uno creía que las posibilidades de salvarle superasen del dos por ciento, una cifra demasiado baja. Blaise exploraba con Draco la posibilidad de que éste le viese. Y Draco, por supuesto, se negaba.

 

 

-Es Potter, no voy a jugarme nada por él.

 

-Draco, eres un estudiante de MediMagia, eres el mejor, tus tesis han sido las más aclamadas y sé que le encontrarías la cura, imagina, Draco, serías el nuevo héroe del Mundo Mágico por salvar al ‘Niño que Vivió'-Dijo entusiasta el moreno, pensando como siempre en fama y poder.

 

-Olvídalo, Blaise, no me interesa. Nada que provenga de él me llama la atención. Ni siquiera su muerte-Dio una profunda calada a su cigarrillo negro y tiró la colilla en el suelo del bar donde estaban.

 

-Sigues siendo el mismo-Reprochó su amigo

 

-Vuelves a decir eso y te corto las pelotas, amigo. Sí he cambiado. Pero nunca respecto a Potter-Frunció elegantemente sus cejas rubias y echó un bufido al aire-Nunca-Recalcó.

 

-Te arrepentirás-Le advirtió el moreno. Y el rubio se quedó mudo, en su cabeza siguió pensando "Nunca"

 

 

xXx

 

 

 

Ron y Hermione estaban demacrados, sus rostros llenos de lágrimas y con un velo de tristeza. La pareja miraba una y otra vez al Doctor Spencer, quien les estaba diciendo que se daba por perdido el caso: Harry no iba a despertar. Cuando el pelirrojo tomó a la joven bruja en sus brazos e iba a hablar, la puerta se abrió con un estruendo. Tres pares de ojos miraron al chico rubio apoyado en la puerta.

 

 

 

-Su ineptitud me asombra, Doctor Spencer, el paciente sigue respirando, pulso regular, su cuerpo funciona a la perfección, al igual que sus ondas mentales, es su magia la que nos está presentando problemas y la que no estamos tratando como corresponde. Exijo que se me transfiera el caso-Como siempre frío, serio y al punto. Los amigos de Harry le miraron entre sorprendidos y molestos, pero no dijeron nada

 

-Joven Malfoy, creo que eso está fuera de...

 

-Mire, Patrick-Interrumpió y tuteó Draco-Ese joven de la sala 325 está en perfecto estado, simplemente perdió la magia que poseía y su cuerpo está resintiendo esa falta. He estudiado sobre eso más que ningún otro, lo sabes, fuiste mi tutor. Ahora no me vengas con monerías de titulaciones, voy a salvar al maldito de Potter, le pegaré un puñetazo y me quedaré a gusto. Asunto zanjado, Doctor-Y salió tal como entró

 

-Usted no permitirá... -Empezó a decir Ron, pero al ver la sonrisa del Doctor supo que sí iba a dejar a su amigo en las manos del psicópata de Malfoy.

 

-Es el mejor. Como oyó, fui su tutor, y sabe lo que hace. Lo que no comprendo es porqué aceptó-Y todos en la sala se quedaron callados.

 

 

 

xXx

 

 

 

Rebuscaba en su biblioteca el enorme volumen de "Comas Mágicos, por el Doctor Scregur McDaimon" que había estudiado hacía unos meses y en el que, esperaba, estuviese la respuesta a la laguna mental que tenía en ese momento. Sabía que algo fallaba, pues el maldito Niño Dorado estaba  jodidamente  bien física y mentalmente. Su magia seguía en sus venas, escasa, pero seguía. Entonces, ¿Por qué no despertaba? Leyó algo en ese libro, algo que no lograba recordar y que le iba a dar el pase hacia el éxito.

 

 

 

Cuando localizó el grueso volumen, se sonrió triunfal. Removió las páginas mugrientas y justamente en la 1259 fue que encontró lo que buscaba: Comas Mágicos. Causas y soluciones. Leyó con los ojos abiertos, pensando dónde demonios estudiaron los estúpidos MediMagos de San Musgo si no veían lo sencilla que era la respuesta. Sólo se necesitaba una transfusión de magia, algo semblante a una transfusión sanguínea. El problema, el maldito problema es que se necesitaba a alguien que poseyera una magia casi igual de poderosa a la de quien la iba a recibir.

 

 

 

Pensó quiénes podrían tener una magia similar y ninguna de las tres le pareció buena. La primera, Voldemort. Estaba muerto, así que descartado. La segunda, Dumbledor, muerto también. Estúpida guerra que se llevaba a la gente medianamente útil. Y la tercera... alguien con un linaje puro y lo suficientemente antiguo, comparable a los Potter. Sólo conocía a una persona así. Sólo se conocía a él.

 

 

-Mierda-Masculló. Si quería salvar al puñetero héroe tendría que pasarle su magia. Guardó el volumen y se fue a su cuarto a pensar, porque tenía claro que no iba a poder dormir.

 

 

Ocupó treinta minutos en su aseo personal. Los dientes, una ducha rápida y relajante, quitarse las lentillas, acomodarse las gafas de fina montura gris perla, ponerse su pijama, y por supuesto, secarse el pelo con una pequeña brisa. Ventajas de ser mago. Se tiró en la mullida y cálida cama y apagó las luces. Mejor pensar con las luces apagada. Y no dejó de pensar en toda la noche.

 

 

 

"El Despertar"

 

 

 

-No despierta, hurón, ¡No despierta!-Le urgió con voz rota el pelirrojo, Ron

 

-Aún no ha canalizado la magia, Weasel-Dijo, con un murmullo audible, Draco desde una cama situada al lado de la del héroe.

 

-¿Lo logrará, Malfoy, lo hará?-Le preguntó quebrada Hermione

 

-Es el héroe del Mundo Mágico, dadle más crédito-Le dijo cansado Malfoy antes de dormirse-Spencer, dile a Blaise que venga y me aparezca en mi casa. No quiero estar cuando despierte. No quiero verle nunca más-Y se durmió

 

 

Blaise llegó y sacó de allí a su amigo, con la extrañeza pintada en sus ojos. Spencer seguía las prescripciones del joven Draco, y Hermi y Ron miraban atentos cada movimiento del durmiente. Cuando tres horas después de la transfusión Harry parpadeó, ambos se abrazaron contentos.

 

-¿D·dónde estoy?-Preguntó con voz rasposa y aguda el moreno

 

-Bienvenido al mundo, Héroe...

 

 

 

 

 

"El Futuro" </b>

 

 

 

 

 

Dos años después del despertar... </i>

 

 

Se quitó el brazo que rodeaba su cintura con pesadez. Entró en la ducha regulada con un hechizo térmico, y quitó los restos secos de sudor y semen. Cuando salió, pulcramente vestido con unos pantalones sastre marrones y una camisa gris claro, aún sin las lentillas puestas y sin peinar, miró a la cama donde la morena figura se movía, anunciando el pronto despertar.

 

 

-Hey, Nevi, llegarás tarde al trabajo-Le susurró.

 

 

Neville era su pareja desde hacía ocho meses. Increíblemente a lo que jamás pensó, cuando se alejó del Londres Mágico rompió todo contacto con su pasado. Pero nueve meses atrás, se cruzó en el hospital mágico de New York al joven Neville. Sin embargo, el patoso y rollizo chiquillo había quedado en  el olvido y ante él se presentó un muchacho musculoso, hermoso y seguro de sí mismo.

 

 

 

Muchos turnos compartidos hicieron el roce, y el buen sexo lo demás. Nunca pensó en Nevi como pareja, pero se ganó a pulso su cariño y confianza. Y aunque no sabía de seguro si sentía amor por el chico castaño, lo que sí sabía es que hacía mucho que no era tan feliz, como cuando estaba junto a su pareja.

 

 

 

Al ver que no se despertaba, y con la dejadez hacia su apariencia que a veces le ganaba, se le tiró encima y empezó a hacerle cosquillas. El chico bajo él se revolvió entre risas, pero no pudo hacer nada por soltarse. El rubio sólo sonreía. Bajó con maestría su boca y besó a su chico amorosamente, quitándole la poca respiración que le quedaba

 

 

-¡Eh!... Draco, por favor, ¡Me ahogo!-Dijo entre jadeos entrecortados

 

-Ok Nev, pero te lo buscaste-Bajó de su abdomen y fue al aseo a peinarse y colocarse las lentillas. Alisó la ropa ausentemente pensando en la larga jornada de citas mañaneras que le tocaba cuando su pareja le abrazó por la espalda.

 

-Hoy tengo que ir... ya sabes, a Londres. ¿No quieres venir?-Le preguntó suavemente dándole un beso en el cuello.

 

-No.-Escuetamente le dijo. No pensaba ir a celebrar el ‘resurgir del héroe' como lo llamaba el Ministro. Suficiente había hecho ya.

 

-Él siente que está en deuda contigo-Le confesó

 

-¿Potter? ¿Le dijiste que me conoces? ¡Sabes que no quiero que nadie de Londres sepa de mí!-Le dijo soltándose del abrazo y separándose del cálido cuerpo algo molesto

 

-Draco, no le dije nada. Ni siquiera te conocía. Fue en la fiesta del año pasado, me dijo que se sentía absurdo al dar las gracias a un recuerdo. Quiere agradecértelo en persona.-Le tomó la mano

 

-Neville, no quiero tener nada que ver con él. Suficiente que le presté mi magia. Entiéndeme. Te echaré de menos, tres días sin ti en las guardias serán eternos... pero no me pidas que vaya. No puedo ir.-Y con eso salió del baño.

 

-Nunca te tuve. Ahora sé que nadie más te tendrá-Suspiró derrotado y entró en la ducha.

 

 

xXx

 

 

-¡Déjame!-Gritó antes de entrar en el cuarto de aseo y encerrarse allí.

 

-Harry, amor, yo no quise...

 

-¡Y una mierda! ¡Si cuando salga no te has ido te desaparezco las pelotas puto cabrón!-Se oyó el ruido de cristales rotos.

 

-Harry no sé que pasó yo...

 

-¿¡Qué no sabes que pasó!?-Exclamó abriendo la puerta y encarando al otro joven-Seamus, lo que pasó es que no sabes tener la polla guardada en tus pantalones y te follas a todo lo que se menea, ¡Eso pasa!-Y cerró la puerta

 

-No es Fácil de comprender, lo sé, pero Harry...

 

-Pues no haber jodido con un crío que recién entraba de Auror

 

-¡Pues que no se menease como una zorra!-Espetó, frustrado por no poder solucionar las cosas con su chico.

 

-La zorra eres tú, Seamus. Follas con todo el que te deje, y supuestamente eras ¡Mi! Pareja. Vete de mi vida antes de que piense en acabar con la tuya. Vete ahora que aún tienes tiempo.-Y se dejó caer, apoyado en la puerta cerrada.

 

-Lo siento... -Murmuró, y acto seguido desapareció.

 

-Nadie me querrá nunca. Sólo soy un pelele. Un héroe-Dijo lo último dolido y con ironía-Pero nadie me trata como Humano... Sólo... Él.

 

Notas finales: Gracias por leer

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