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Apocalipsis por winllyfobica

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Notas del capitulo: my first original yaoi, espero que les guste este fic sayonara.

Capitulo I: apariciones._

Era una noche oscura y lluviosa, miraba distraídamente el farol que no paraba de parpadear frente a su casa, suspiro profundo en son de cansancio y de nueva cuenta trato, sin éxito alguno, de concentrarse en lo que veía a través del monitor del computador, aun no entendía por que tenia que estudiar mitología.

-ya me harte!- susurro para ti al tiempo que apoyaba su espalda en el respaldo de la silla y colocaba las manos en la nuca rozando ligeramente su cabello negro azabache con la yema de los dedos, fijo los ojos azul grisáceo en el techo al tiempo que hacia un largo viaje entre sus recuerdos.

Exhalo un largo suspiro y acto seguido coloco una mano sobre la mesa del computador y la otra en el mouse, un par de clics y la maquina empezó el proceso de reposo, se levanto perezosamente del sillón, tomo una toalla y se encamino a la ducha.

La noche fue digna de una película de terror, con la incesante lluvia cayendo y varios relámpagos de luz azul, el por su parte no hacia mas que dar vueltas entre las mantas, estaba pasando otra vez, nuevamente escuchaba esa voz que le llamaba, “Iori, ven Iori” le decían, a pesar del tiempo, un calor anormal recorría todo su cuerpo, ahora, a lo lejos, una luz era divisible, parecía una puerta, una puerta abierta entre tanta oscuridad.

Camino a paso lento en dirección a la puerta, podía escuchar las voces, parecía provenir del interior de esa puerta, ahora, decidido, apresuro el paso, atravesó el umbral de la puerta quedando segado por un instante debido a la intensidad de la luz, se vio obligado a utilizar su mano como escudo hasta que sus ojos se adaptaron a la luminiscente luz blanca de aquel lugar.

-que es esto?- consiguió susurrar con una voz que no le pareció en lo mas mínimo la suya, miro a su alrededor con semblante confundido, a derredor todo era luz, ni una sola mesa o silla que hiciera sombra.

Camino sin rumbo en algo que le pareció una línea recta, se detuvo a mitad del trayecto, podía distinguir a lo lejos una silueta vestida de un azul pálido que, entre tanta blancura sobresaltaba de sobremanera, dudo un instante entre si acercarse o no y antes se diera cuenta,  la figura empezó a caminar hacia el hasta que se detuvo frente a el.

Era un muchacho, sin duda alguna no tendría mas de 20 años, con ojos de un color dorado intenso, el pelo corto de color castaño oscuro, casi negro, unos 10 cm mas alto que el, de nariz perfilada y finos labios color carmín, de cuerpo delgado y a la vez atlético, de pecho firme y hombros un tanto anchos,  vio como el muchacho aminoro la distancia entre ambos hasta estar a un palmo de distancia.

-Iori- le escucho susurrar con voz ronca, como un suspiro, al tiempo que llevaba su mano derecha a la mejilla del pelinegro y la acariciaba suavemente, lo vio inclinar ligeramente el rostro en dirección al suyo propio, estaba tan cerca que podía sentir el cálido aliento del desconocido chocar en su rostro, sonrojado como estaba recibió un ligero rose de labios que, tras un segundo se convirtió en un beso mientras el extraño intentaba deliciosamente que Iori abriese la boca, cosa que consiguió y dio rienda suelta a lo que se convirtió en un beso apasionado, casi erótico, en el cual la lengua del extraño masajeaba sutilmente la de Iori al tiempo que una mano rodeaba su cintura en un hábil intento de unir mas sus cuerpos mientras que la otra subía delineando suavemente con el dedo el contorno de su espalda.

-Iori despierta!-se escucho gritar a una chillona voz femenina.

Abrió lentamente los ojos, sentía el rostro caliente, miro a la pequeña niña pelinegra de ojos violáceos con odio, detestaba que su hermanita fuera a despertarlo pero, aunque intentase gritarle, no conseguía que de su garganta salieran mas que palabras dulces.

Exhalo un suspiro al tiempo que despeinaba a su hermanita con la mano,  se levanto de la cama y se encamino en dirección al baño, allí se deshizo del pijama color azul cielo y se metió en la ducha, si, una ducha fría, para ni en suspiros recordar ese sueño, aunque…

-se te hace tarde Iori!!!-grito la pequeña Haruka.

Salió disparado del baño, se vistió lo mas rápido que pudo con el uniforme negro de la escuela, bajo las escaleras a toda prisa y salió de la casa con el maletín en las manos.

Para su suerte llego justo a tiempo a penas unos minutos antes que el maestro, se ubico en su asiento junto a la ventana y clavo la mirada en las figuras que caminaban a toda prisa por el patio, se fijo especialmente en una figura castaña que caminaba a paso lento con las manos en los bolsillos, noto distraídamente que el sujeto se detenía y levantaba la mirada en su dirección y fue entonces cuando lo reconoció, era el!, el chico con el que soñó!, era el mismo que le sonreía desde abajo.

-Iori, Iori… estas bien?- escucho que le susurraban, se giro y asintió débilmente para luego mirar de nueva cuenta por la ventana pero era muy tarde, ya no había nadie allí.

Fue, como siempre, una tediosa clase de matemáticas, y, aunque intentaba, no conseguía concentrarse, no podía apartar ese sueño de su cabeza, en especial al muchacho y, se sorprendió a si mismo deseando que fuese real, pero que idiotez, pero, lo había visto, estaba seguro, de ello, había visto a ese muchacho, o… acaso fue producto de su imaginación?

El sonido del timbre que anunciaba el receso lo saco de sus pensamientos y con un movimiento sutil se levanto de su asiento para salir a pasear por el patio, inicio su paseo caminado por el césped hasta que encontró un árbol bajo el cual abrigarse del sol, se tendió sobre el césped bajo el árbol con las manos en la cabeza y la mirada fija en las hojas verdes de las ramas y la franja visible de azul cielo.

Un viento suave chocando contra su rostro y su cabello, cerro los ojos como reacción de la tranquilidad que lo rodeaba, sintió como otra ráfaga leve de viento soplo haciendo que la hierva se moviera a su alrededor y dejo escapar un suspiro sin poder evitar recordar al muchacho de su sueño.

-cuanta tranquilidad- escucho susurrar a su lado.

Se sobresalto un tanto al escuchar aquella tan ligeramente familiar, se giro por puro instinto y choco la mirada contra el rostro de un sonriente pelicastaño cuyos ojos dorados estaban clavados en el, llevaba el mismo uniforme de estudiante negro con las manos cruzadas en el pecho y un pie apoyado en el tronco del árbol al igual que su espalda.

Lo vio desviar la mirada y levantar el rostro hacia el cielo con los ojos cerrados, le pareció un gesto tan sutil, el ligero movimiento de su cabello, el color de la piel, y los labios, tan delineados, finos y…

-sucede algo?-escucho que le decía con los ojos cerrados.

-quien eres?- fue lo único que consiguió articular.

Vio como los labios del muchacho se curvaban en una sonrisa sarcástica y algo cínica al tiempo que giraba el rostro en dirección a Iori.

-me llamo Urushima Yuki-aclaro sonriendo- mucho gusto.

-yo soy- dijo poniéndose de pie y sacudiéndose la ropa…

-ya se quien eres-le escucho comentar cosa que provoco que lo mirara fijo- Iori-le escucho susurrar al tiempo que se acercaba a el y acariciaba su mejilla, su rostro estaba cada vez mas cerca del suyo propio que sentía hervir en la parte de las mejillas, como si no fuera poco que hubiera soñado con ese chico, ahora el sueño se hacia realidad!!!

Cerro los ojos resignado a lo que estaba por pasar y preguntándose por que diablos aceptaba aquello?, no solo que un extraño lo besara sino que un hombre lo besara, aunque debía admitir, muy a su pesar, que era un atractivo extraño, sonrió para si recorriendo el rostro de Iori con la mirada un tanto sorprendido y divertido al ver la reacción de sumisión del chico, fue acercándose lentamente al rostro de Iori sin alejar la mano de su mejilla y poso suavemente los labios sobre la frente de Iori.

El chico abrió los ojos al instante con una expresión entre sorprendido y confundido, definitivamente eso no se lo esperaba, observo fijamente al chico que sonreía sarcástico, sintió como le hervía la sangre en el interior ante aquel acto de cinismo y sin poder evitarlo exclamo.

-que has legado a creerte?!!! Piensas que tienes derecho a hacer eso?

-pues a mi no me pareció que te molestase en lo mas mínimo que yo intentase besarte todo lo contrario- dijo cínico.

-y por que intestarme besarme?

-yo… cuando hice tal cosa?- exclamo pensativo sin apartar la sonrisa.

-eres un…

-cuidado con lo que dices… sabes Iori, tengo un secreto, algo que te concierne a ti, a mi y al sueño que tuviste anoche-susurro ahora en tono serio y afilando la mirada.

-algo que concierne a mi sueño?- articulo un tanto confundido- tu que sabes de mi sueño?- dijo esta vez con expresión sorprendida.

-se mucho mas de lo que te imaginas Iori- susurro el otro sin perder su porte misterioso- pero ser á mejor que hablemos después, aun no es el momento- termino.

-que aun no es el momento?-dijo desviando la mirada- el momento para que?-pregunto ahora mirando en dirección al chico que se limito a negar con la cabeza, lo vio dar la espalda y empezar a alejarse diciendo adiós con la mano ante su estupefacta mirada.

-Iori-escucho decir a sus espaldas, se giro lentamente y chocando de frente con unos ojos color amatista claro-quien era ese chico?-pregunto el muchacho acercándose a el.

-para serte sincero-dijo mirando hacia el lugar donde antes estaba Yuki-no tengo idea, dijo que se llamaba Urushima Yuki.

-seguro es nuevo, no lo había visto por aquí.

-así debe ser, por cierto Takeshi me buscabas?

Ah… si, era para saber….

Los vio caminar en dirección al salón de nueva cuenta, sonrió irónico, pero sabia que no estaba bien, no era momento de juegos, ese chico era la clave para desenredar todo aquello, y era hora de que tomase su roll en este drama, suspiro resignado, no le agradaba en lo absoluto aquello de tener que contarle todo, pero era la única solución.

-solo así los “titanes de los cielos” estarán neutros y lo sabes-escucho que le decían.

-lo se, pero desearía que fuera de otra manera- termino al tiempo que miraba a Iori sonreír.

Caminaba tranquilamente mientras escuchaba los comentarios de su amigo, entro al aula y se ubico en su pupitre, faltaban algunos minutos para que terminase el primer receso y aunque lo intentaba no conseguía prestarle atención a lo que decía su amigo sentado sobre el pupitre.

-Iori, me escuchas?-dijo Takeshi algo irritado.

-si

.verdad que los aliens existen, que eres un idiota y que la maestra tiene un lindo bigote?

-si- contesto por inercia.

-cabeza hueca- le dijo soltándole un golpe en la frente- a ver, que te tiene tan distraído?

-no lose, es que…. Hay algo que…

-es ese chico de antes cierto? Eso es lo que te tiene tan distraído.

-debo admitir que si, es que… no, te parecería una locura.

-te conozco desde que usas pañal-se burlo- ya nada de ti me sorprende-admitió orgulloso.

-arigaotu-dijo sarcástico.

-bien si quieres no me lo digas, pero que conste que me interese.

Esbozo una sincera sonrisa que pareció calmar a su amigo, pero claro, todo buen momento llega a su fin, y en este caso era en examen de mitología que tenia que tomar, por que se había matriculado en eso? A claro, es que era obligatoria y no optatoria.

Suspiro suavemente dejándose caer en la liza superficie del techo con las manos en la cabeza, abrió los ojos fijándose en el distante cielo azul que se expandía ante el, acababa de reprobar el examen y, para ser sincero, era uno de los asuntos que menos le preocupaba en ese momento.

Se incorporo sentándose con la espalda apoyada en la rejilla del techo con la mirada clavada hacia el frente cuando una fuerte ráfaga de viento choco de frente contra el de lleno, le pareció ver algo oculto entre las ráfagas de aire pero esa suposición desapareció al instante al ver que, efectivamente había alguien frente a el, lo que le sorprendió fue ver como corría en dirección a el, parecía puramente una silueta de hombre, pero se acercaba a gran velocidad, solo cuando se vio atravesado por ello fue que reacciono, mas aun al sentir un dolor ligero en el estomago, bajo la mirada a su camisa y ahogo un grito, se llevo las manos para asegurarse de que era cierto, su camisa tenia una enorme mancha de liquido sojo, un liquido que conocía muy bien, sangre.

Notas finales:

Winllyfobica dice:

Ok…. Gomen nasai, se que es un primer capitulo al larguito y poco emocionante pero en mi defensa debo decir que las ideas afloraron muy lentamente, espero que les guste  el fic y que me dejen muchos reviews, bye.


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