Era noche cerrada, llovía. En el campo de batalla había algunos cuerpos desperdigados por el suelo, caras sin nombre, gente sin identidad…
Las guerras después de todo no traen nunca nada bueno, solo melancolía y soledad, y ese sentimiento de tristeza infinita, que inunda a todos aquellos que la sufren en la piel.Un manto negro cubría aquel ambiente, un ambiente de muerte, de dolor y sangre…
En una esquina perdida del campo, debajo de un árbol, se podían adivinar dos cuerpos, todavía vivos, esperando su hora, que no tardaría en llegar. Con sus últimas fuerzas se abrazaron, y dijeron sus últimas palabras, por si nunca más volvían a encontrarse
-Tengo miedo- dijo uno de ellos.
-¿De que tienes miedo?- pregunto el otro, mientras abrazaba al primero con más fuerza.
-Tengo miedo de que cuando la muerte nos lleve, no pueda sentirte nunca más- pronuncio el rubio en un susurro.
-Tranquilo, mi ojos de cielo, ¿recuerdas la promesa que nos hicimos hace tanto tiempo?-
-Claro, en ella he puesto toda la ilusión de mi vida para cumplirla-
- Puedes quedarte tranquilo, porque pase lo que pase, cumpliré esa promesa, por ti, por nosotros.
-Gracias…
Y con un último aliento se quedaron así, abrazados, con una sonrisa, y una expresión serena, que inspiraba felicidad. ……………………………………………………………………………….
-Estan aquí- grito un jounin.
Alguien se acercó hasta donde el primero le indicaba.
-No es posible…-dijo un chico de cabellos negros.
Una mano intento consolarlo, pero no sirvió de nada, las lágrimas rodaban por las mejillas de Sai, y nada podía pararlas.
Acababa de reconocer los cuerpos de sus dos amigos tendidos en la hierba.Estaban abrazados, Naruto con su cabecita rubia apoyada en el pecho de Sasuke, y este apoyando su mentón sobre la cabeza de Naruto.
Su semblante era de tranquilidad y paz.Sai no acababa de creérselo. Sus dos amigos se habían ido, para siempre. Habían marchado, con la vida en los labios, y el mundo en la mirada.
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Despertó a la mañana siguiente, en la cama de un hospital, alguien estaba a su lado, una cabecita morena se agito al verla, y mostró una sonrisa, falsa, pues todavía no había aprendido el arte de sonreír con sinceridad, pero no hacia falta, su mirada lo decía todo.
-¡Sai! ¿Qué hago aquí? ¿Que ha pasado?-
-Tranquila, te quedaste inconsciente en mitad de la batalla, cuando fueron a recoger a los supervivientes te encontraron, los refuerzos llegaron demasiado tarde.
Sakura bajo la mirada…
------------------Flash Back--------------------
Estaba atardeciendo, estaban cansados y malheridos, pero no iban a rendirse.
Buscaban a Sasuke, este después de regresar a Konoha , dejando atrás todo lo pasado para empezar de nuevo, se entero de que su hermano estaba por los alrededores y fue en su busca para matarle, ya no era por simple venganza, era por que quería capturar a la persona que Sasuke mas amaba, y no permitiría que se lo llevara, a él, a su mundo, a Naruto.
Lo encontraron en plena pelea con Itachi, mientras los demás miembros de Akatsuki, miraban divertidos la batalla.Cuando llegaron, intentaron detener a Sasuke, pero no pudieron llegar hasta él, ya que los Akatsuki les cortaron el paso, y empezaron a pelear.
Su principal objetivo era Naruto, el Kyuby se les había servido en bandeja y no dejarían escapar la oportunidad.Por suerte algunos shinobis de Konoha estaban por los alrededores, y fueron en su ayuda, pero no sirvió de mucho.
Los Akatsuki eran demasiado poderosos, incluso para aquellos Jounin.Kakashi realizaba los sellos del raikiri, y se dirigía hacia Tobi para asestarle el golpe.Sai había creado los monstruos de su cuaderno, que iban directos a Kisame, quien los miraba divertido, y Sakura atendía a un malherido Jounin de Konoha, cuando de repente lo vio, Naruto corría hacia Sasuke, que iba a recibir de Itachi un golpe mortal.
Sakura corrió hacia Naruto para detenerlo, como si la vida le fuera en ello, pero a mitad de camino recibió un fuerte impacto en la cabeza y cayó inconsciente.
Cuando volvió a abrir los ojos, solo vio cuerpos tendidos por el suelo, y un manto de desolación cubriendo el paisaje, pudo divisar a duras penas un rubio arrastrarse, con sus últimas fuerzas, hacia el cuerpo del que parecía ser Sasuke.
-Naruto…
-¡Ei! mirad, se mueve alguien- dijo el grupo de shinobis que buscaba supervivientes
–Tranquila Sakura-san te pondrás bien-
Sakura cerró los ojos, para sumirse en un sueño profundo.
-------------------------Fin del Flash Back--------------------
De repente levantó la cabeza y nerviosa pregunto a Sai por sus más preciados amigos.
-Lo siento- es lo único que Sai pudo articular, mientras las lagrimas le resbalaron por la cara.
-No… ¡NOOOOOOOOO! ¡Es mentira, eres un mentiroso! ¡Cabrón dime donde están!- Dijo Sakura dando puñetazos al pecho de Sai.
Sai se limito a abrazarla - no ha sido culpa tuya- le dijo y le dio un beso en la frente, mientras ella se quedaba encogida entre sus brazos llorando en silencio.
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En un prado verde, cubierto por un cielo azul celeste, al lado de un lago, se encontraban los dos vestidos de blanco, con la mirada pura, felices, mirando al fondo del agua.
-Sasuke- llamó Naruto
-¿Qué pasa?- preguntó el moreno.
-¿Por qué están llorando todos ahí abajo?-dijo Naruto con un deje de tristeza en la voz.
Sasuke miro otra vez el agua, en vez de sus reflejos, podían ver a sus amigos, y personas mas queridas, vestidas de negro con un semblante de dolor en el rostro.
Diviso a Sakura llorando desconsoladamente, abrazada por Sai, que la sujetaba, ya que ella casi no podía tenerse en pie.
-Es nuestro funeral, Naruto, lloran por nosotros- contestó Sasuke.
-Vaya…me duele mucho verlos así…-dos lágrimas resbalaron por la cara del rubio.
-A mi también, pero míralo de otra manera, lloran por que nos aprecian, y nos echan de menos, verdaderamente hemos tenido mucha suerte Naruto, teníamos a mucha gente que nos apreciaba sinceramente- intentó animarlo el moreno.
-Lo sé, y me alegra haber sido querido por tanta gente, pero no me gusta verlos sufrir…los echo de menos…-
-Tranquilo, dentro de un tiempo se reunirán con nosotros, cuando hayan tenido una vida larga y feliz, entonces podremos verlos de nuevo-
-Hai- respondía Naruto, que a su vez dirigía la mirada de nuevo hacia el lago, para quedarse con la imagen de una pelirrosa desconsolada-“Sakura-chan”…-
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Se dirigió hacia el rió, al lugar donde tantas veces había estado sentado Sasuke de pequeño.Necesitaba estar sola, asimilar lo que acababa de pasar, había ocurrido tan de repente…
Los recuerdos le llenaron la memoria, tantas veces como ellos le salvaron la vida, ¿de que servían? De nada, por que si ellos no estaban allí, todo había sido inútil.
El dolor la estaba matando, era un dolor insufrible, que le quemaba el corazón.Su vida se había desmoronado, tenía tres pilares que la sostenían, y dos de ellos, acababan de caer, no sabía si podría seguir adelante, es más no sabía si quería seguir adelante.
¿Por que era todo tan complicado? ¿Tan doloroso?
-Sasuke…-lo llamó en un susurro.
Recordó su mirada altanera, su actitud desafiante, y como en el fondo, se desvivió por ellos, solo para protegerlos. Atrás quedaron los sentimientos de aquella niña de doce años, que lo perseguía hasta el agotamiento, había madurado y se había enamorado de alguien especial.
Había aprendido a quererlo, como lo que había sido siempre, un amigo, uno de los mejores. Lo amaba como a su familia como a su hermano, al igual que a Naruto.
El recuerdo de Naruto le vino a la mente, y dejó escapar dos lágrimas que rodaron por sus mejillas. Era la alegría de su vida, siempre animándola, comprendiéndola, protegiéndola…
Recordó esa sonrisa zorruna que le alegro los días más tristes, aquellos días en los que se sintió tan sola, por la ida de Sasuke. Lo amaba, amaba a Naruto al igual que a Sasuke, más que a ella misma, componían su mundo, su vida, sin ellos no sabía que hacer…
-¿Qué puedo hacer…?- Se preguntaba en un sonido casi inaudible, y aquel maldito dolor volvía a hacer presencia, presionándole el pecho.
Volvió a mirar el río. De pronto abrió los ojos de par en par, se quedó paralizada allí mismo mirando al agua, sin poder mover un músculo, intento articular algo.
-No puede ser…-dejo escapar.
Cerró los ojos y volvió a abrirlos, solo vio su reflejo.
-Debe de haber sido una ilusión…me estoy volviendo loca- intentó convencerse.
Pero no, no era una ilusión, aunque solo los hubiera visto cinco segundos, estaba segura de lo que había visto.Al mirar al agua los reconoció, no era su reflejo lo que miraba, eran sus dos amigos.
Sasuke le sonreía mientras sujetaba a Naruto por la cintura, rodeándolo con una mano. Era una sonrisa sincera, esa que había visto solo una vez, la vez en que Naruto y ella se dirigían hacia el, para empezar su primera misión después de que Sasuke regresara a la villa, -“Como en los viejos tiempos”- había dicho Sasuke, cuando ellos llegaron y se pararon enfrente de él.
Naruto con su sonrisa zorruna, esa que tanta falta le hacia a Sakura, la saludaba energéticamente con la mano, mientras le decía algo que ella no oyó, pero que leyendo sus labios, interpreto como un –“Sakura-Chan”-
Sakura se levantó, y se quedó parada allí a la orilla del rió, mirando el horizonte, se había quedado petrificada. Los había visto, aunque fueran reflejos en las ondas del agua, había visto a sus amigos. Estaba paralizada aún por la visión, cuando el viento comenzó a soplar suavemente, meciendo sus cabellos.
La expresión de Sakura se sereno, y una sonrisa se dibujo en sus labios. Sentía su presencia. Eran ellos, estaban allí, acompañándola, diciéndole a través del aire, que no estaba sola, que nunca la abandonarían. Sabía que aunque no viera sus cuerpos, sus almas la acompañarían toda la vida, hasta que pudiera reunirse con ellos. Siempre los sentiría cuando soplase el viento.
De repente unas manos le rodearon la cintura, Sakura se dejo llevar y cerró los ojos. Una voz le susurro al oído:
-¿Estas bien?-
-Ahora si- respondió ella, aún con los ojos cerrados.
Sai la volteo dejando sus caras a un centímetro.
-Sakura…saldremos adelante, no te digo que lo olvidaremos, pero aprenderemos a llevarlo juntos, tu y yo- le dijo Sai-Dime que no harás ninguna locura, Sakura- le rogó el moreno- Júrame que no me abandonaras-Dos lágrimas rodaron por la cara de Sai.
-Nunca-respondió Sakura- Jamás me marchare de tu lado Sai, te lo juro- y junto sus labios con los del moreno, fundiéndose en un tierno beso.
Y allí estaba, su persona especial, de la que se había enamorado, el tercer pilar de su vida. Ahora ya sabía que hacer, seguiría adelante, por Naruto y Sasuke, por la gente que la quería…POR ÉL.
El amor de su vida, el que le había robado el corazón, y por el que lucharía para que pudieran ser felices y construir juntos su mundo.
Al igual que Sasuke y Naruto, ellos lo intentarían, aunque a los primeros no les había salido bien, ahora sabía que lo conseguirían, pues tenían la eternidad entera para amarse.Tantas veces se lo habían negado, tantos obstáculos en el camino y ahora por fin podrían quererse, podrían amarse como solo ellos sabían, su amor era tan grande…Hasta cuando murieron, se habían abrazado con tal fuerza que tardaron 3 horas en separar los cuerpos.
Ellos se lo merecían, se merecían todo el tiempo del mundo para poder regalarse los besos y caricias por tanto tiempo negados.
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Tumbados en la hierba uno al lado del otro, cogidos de la mano fuertemente, una pareja miraba pasar las nubes, por un cielo azul celeste intenso.
-Sasuke…-
-¿Si?-
-¿Qué hora es?-pregunto Naruto
-No es ninguna hora mi ojos de cielo, aquí no existe el tiempo-respondió el moreno.
-O sea que el tiempo es infinito ¿no?-insistió el rubio
-Así es-
-Entonces, tenemos la eternidad para estar juntos ¿me equivoco?-
-No, no te equivocas-
-Vaya…- Naruto abrió los ojos como platos.
-¿Qué?-
-Que tengo la eternidad entera para estar contigo- dijo el rubio
-Lo sé, por fin podremos estar juntos, sin miedo a que nos separen, por fin podré amarte como yo quiero, sin tiempo, sin reglas, sin obstáculos…-
-Sasuke-
-¿Qué pasa?- preguntó.
-Alguna vez te he dicho, ¿cuanto me importas? siempre te he querido. Eras mi ilusión, mi vida, lo eras todo. Bueno y lo eres. He muerto a tu lado, pero si hubiera tenido que morir por ti, no me hubiera importado. Nunca sentí nada tan grande por nadie. Tú me has enseñado a ser feliz.
Las palabras del rubio, dejaron una sonrisa en la cara del moreno, por una vez, podían decirse lo que sentían. Ya lo habían hecho antes, pero solo con miradas, por primera vez se expresaban con palabras, y al hacerlo se daban cuenta de lo difícil, que es explicar un sentimiento tan grande.
-Si Naruto ya me lo habías dicho, con tus ojos- respodio Sasuke- ojos de cielo que me robaron el corazón, que atraparon mi vida, para salvarla de la soledad. Ojos que me han hecho ver tantas cosas, y darme cuenta de lo ciego que estaba. Por que se que ahora estoy ciego, pero esta ceguera no es de odio, estoy ciego de amor, amor por ti- y lo abrazó con fuerza.
-Gracias- dijo Naruto
-¿Por qué?- preguntó Sasuke
-Por cumplir tú promesa-
-Yo siempre cumplo mis promesas-
-Quizás, pero solo teníamos doce años cuando en el valle del fin me juraste que…-no consiguió acabar la frase, cuando Sasuke la continuó.
-volveríamos a vernos y estaríamos juntos más allá del último sueño-termino Sasuke-yo nunca olvido una promesa, por muy vieja que sea.
Naruto sonrió.-Lo hemos conseguido Sasuke- dijo el rubio cerrando los ojos.
-Si, lo hemos conseguido- repitió Sasuke.
-Te amo Sasuke- dijo Naruto abriendo los ojos y mirándolo profundamente.
-Y yo también te amo Naruto- contestó Sasuke- y te sigo amando, más allá del último sueño.
Y con estas palabras se fundieron el un beso, uniendo sus almas y sus cuerpos con un solo contacto, vestidos de blanco y de felicidad. Amándose siempre por toda la eternidad, superando hasta la barrera de su último sueño.