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QUE MUNDO TAN DIFEENTE por VAMPIREPRINCESSMIYU

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EN TERRENO NEUTRAL

La vida en el Saturaio transcurría normalmente, los caballeros de bronce y sus homónimos negros se habían trasladado allí para entrenar a Naruto en unión de los de oro y los de plata, Amazonas incluidas. El programa de aprendizaje del rubio, realizado por la propia Saori, se componía de ocho horas de clase  cortesía de la encarnación de Atenea, dónde estudiaba historia, matemáticas, química, física, idiomas y un sin número de asignaturas más, luego doce horas de entrenamiento con los caballeros, cada semana con uno de ellos, y vuelta a comenzar. Aquel día Naruto entrenaba con Shaina, la Amazona de Ofiuco.

-¡Vamos!, ¡No te andes con delicadezas!, ¡Al enemigo hay que machacarlo para que no se pueda mover!

-Pero es que pegar a una mujer así pues...

-¡Pero si ahora tu también eres mujer!- Se desesperaba Shaina- Mira, siempre se ha dicho que a enemigo que huye puente de plata, pero en este caso cuando lo veas huir te le arrojas encima y lo terminas de aniquilar.

-Ya, pero aún así...

-¡Si no consigues derrotarme hoy no comes nada en todo el día!

-¿Todo el día sin comer?, ah, eso si que no, ¡En Guardia!

-¡Así me gusta!... ¡THUNDER CLAW!

-¡KAGE BUSHIN NO JUTSU! ¡RASENGAN DE LOS BUSHIN!

La colisión de las dos técnicas levantó una gran polvareda que al disiparse reveló a ambos contendientes tirados en el suelo sangrando profusamente por mil heridas que la onda expansiva les provocara.

-¿Estáis bien?- Preguntó un soldado raso acercándose a Shaina.

-Mejor sería que te preocupases por tu integridad- Le avisó el caballero de Escorio que había acudido a ver el entrenamiento- Esos dos aún tienen carrete para rato y Shaina no es precisamente miss amabilidad.

-¡A mi la Cobra!, ¡THUNDER CLAW!- Exclamó la amazona a la par que lanzaba su ataque hacia un caído Naruto llevándose por medio al soldado imprudente-¿Pero qué?

-Era una ilusión maestra, ahora veamos como te las compones para detener esto, Gran Bola Ignea.

La amazona esquivó el ataque y volvieron a empezar de nuevo, Milo se sentó en una grada y se dispuso a esperar, ojalá no tardaran mucho ni provocasen muchos destrozos, porque la última vez que ambos lucharon derribaron medio Coliseo, y hubo que oír a una indignada Saori que les reclamaba el haber convertido en gravilla parte de un monumento que pervivía desde la era mitológica. Durante el mes y medio que llevaba Naruto en el santuario todos se habían encariñado con él, incluso Máscara de la Muerte, y actuaban como hermanos protectores con todo aquel que se le acercase, aún recordaba Milo, y todos los habitantes de ese lugar, lo ocurrido días atrás, cuando Camus congeló a un mensajero del patriarca por preguntarle al joven la hora que era,  Acuario insistía en que lo había mirado de manera harto libidinosa y que era necesario bajarle los ardores a ese inútil, que para nada servía y a quien Shion había degradado en unión de Docrates y otros caballeros más, sin que de nada valieran los alegatos de éstos, a hacer de mensajeros tras destruir sus armaduras y prohibir a Mu so pena de degradación y destierro, el repararlas.

-Señor Milo- Dijo un compañero del caballero congelado por Camus- Han llegado los mensajeros de Abel. Hades, Hylda y Poseidón, Saori llama a los caballeros a reunirse, y también a Naru- Chan.

-¿Cómo le has llamado, mala parodia de caballero degradado?- Bramó Escorpio- Repítelo.

-¿Es qué no se puede entrenar en paz?- Les gritó Sahina desde la arena entre golpe y golpe- Solo valéis para estorbar.

-¡La culpa es de este desgraciado!- Respondió Milo acercándose al mensajero quien comenzó a bajar las gradas en dirección al lugar dónde se hallaba Naruto- Que se ha atrevido a llamar a Naruto Naru-Chan.

-Perdone, no pretendía faltarle al respeto, pero es tan adorable y dan tantas ganas de abrazarlo que...

Error, el ex caballero acababa de cometer un tremendo y enorme error, pues sus declaraciones acrecentaron la furia del guardián de la casa del Escorpión Celeste y de la amazona quienes, olvidando de momento sus desavenencias, se lanzaron sobre él y lo golpearon con toda su fuerza sin que el otro pudiese moverse para esquivarles.

-¡Eso para que aprendas maldito pervertido acosador de tiernas criaturas zorrunas!- Chillaba Milo

-Cuando termine contigo no te reconocerás al mirarte en un espejo- Clamaba la amazona.

Tras desfogarse dándole una paliza memorable al mensajero el caballero de Escorpio le notificó a la amazona el encargo que les había traído el infeliz y ambos llamaron a Naruto con el que se dirigieron al punto de reunión, de camino se iban encontrando con los otros caballeros y amazonas citados allí también.

 

            Desde hacía diez días y medio en la villa de la hoja no se tenía noticia de Naruto y la Hokage estaba muy preocupada temerosa de que el rubio hubiese desertado. De pronto entraron en su despacho sin llamar siquiera cuatro integrantes del grupo de élite de la villa, iban cubiertos con máscaras zoomorfas, la una de gato, la otra de lobo y la tercera de mono,  y se arrodillaron.

-Hokage-Sama verá nosotros...

-¿Habéis descubierto algo?

-Si, mire de eso precisamente queríamos hablarle... Pues, el caso es... ¡Mejor que se lo diga mi compañero!

-¡Habla!

-Yooo, no me veo capacitado, que se lo diga él- Dijo el segundo integrante del cuerpo de élite señalando al que tenía al lado.

-¡Informa y ya pueden ser buenas noticias!

-Estooo, ¡Que se lo diga el jefe que es responsabilidad suya y nos tiene dicho que hay que respetar las jerarquías!

-¡Pues que hable, pero rapidito que tanto rodeo me exaspera!

-Si señora- Dijo el de la máscara de mono- Ya arreglare cuentas con vosotros, traidores- Agregó por lo bajo- Pues verá, pasábamos por un área del Bosque de La Muerte cuando reparamos en una zona ennegrecida, y con unas extrañas marcas, al acercarnos más vimos que había una inscripción en una piedra "Aquí yace Naruto Uzumaki" y bajo ella una huella de zorro. Pero no hallamos rastro alguno de Chacra enemigo y tampoco pruebas de la presencia de su cadáver ni de alimaña alguna que lo devorara. Así que no sabemos que hacer...

Tsunade no dijo nada, el hecho de que bajo la inscripción hubiese una huella de zorro la había tranquilizado, pues significaba que el rubio estaba vivo en alguna parte, ya que su muerte equivalía a la del ser fantástico que moraba en su interior. Tsunade ignoraba la naturaleza de esa marca que el zorro había dejado, pero algo le decía que cuando Naruto volviese le explicaría todo, incluso le contaría alguna cosa sobre el Kiuby y quizás este se dejaría ver. Lo que ignoraba la Hokage era que nunca más el Kiuby aparecería, pues el monstruo como tal ya no existía, y en cuanto a la inscripción era la última trastada de aquel gamberro demonio, les decía que el Naruto que conocían había muerto, y que cuando se presentase ante ellos no sería su compañero de estudios, correrías y misiones, bueno o al menos no del todo.

 

Estaban todos en la sala de reuniones de los caballeros, un edificio anexo a los aposentos del Patriarca, Saori, imperturbable, tenía junto a ella a cuatro hombres vestidos con armaduras en las que se distinguía un tridente, un sol resplandeciente, una guadaña y un cuervo, cada uno de ellos sostenía un estandarte blanco en el que aparecían bordados los emblemas de sus armaduras, y miraban, asustados, a los caballeros y amazonas congregados allí.

-Estos soldados- Dijo Saori- Viene de parte de Poseidón, Abel, Hades y Odín, los cuales desean reunirse conmigo en un punto neutral, pues hace mes y medio vienen sintiendo una poderosa fuerza en este Santuario que les es desconocida.

-Y, con el permiso de vuestra excelsa señora- Dijo el representante de Hades- Hace exactamente ese tiempo un grito resonó en Asgard, El Santuario Submarino, el Inframundo y Asteria.

-Aquellos a quienes servimos nos mandaron pues para citaros  en zona neutral y tratar con vos las causas de todo esto que les preocupan en extremo dado que tras el final de la última guerra sagrada los dioses tanto de Grecia como de Asgard que se vieron implicados en diferentes conflictos entre sí firmaron un armisticio por instancias y mediación de Zeus.

Un generalizado ataque de tos aquejó de pronto a todos los caballeros y amazonas presentes, conocedores del origen de tamaño grito y la causa que lo había motivado en tanto las mejillas de Saori enrojecían.

 

            Guiada por los enmascarados Tsunade había llegado al lugar dónde estos  halaran el mensaje en la roca, allí la  Hokage percibió el chacra de Naruto, pero bastante cambiado.

-¿Qué habrá pasado aquí?- Se decía Tsunade- Hay rastros de una técnica poderosa, y de la presencia de algo más, pero no puedo definirlo.

-¿Qué hacemos Hokage? ¿Movilizamos al resto del AMBU para buscar el cadáver de Uzumaki?

-¡Naruto no ha muerto, estoy segura!

-¿Y entonces?

-¡No se, pero algo puedo aseguraros, volverá y nos lo explicará todo, aunque tenga que sacarle la verdad a golpes!

-¿Y mientras qué medidas juzgáis oportuno tomar?

-En primer lugar la desaparición de Naruto se justificará diciendo que es un secreto de alto grado su paradero, en segundo lugar quiero a la... Señorita Haruno en mi despacho en media hora y por último a Iruka le mandareis aviso de que controle a Kakashi.

 Entre tanto Sakura perseguía a Sasuke explicando, por quincuagésima vez en el día, las causas que la llevaron a rechazar a Naruto y a humillarlo de manera ruin. Tras ellos, a una distancia prudencial de metro y medio, iban Hinata, Neiji, Ino y Kiba que cruzaban apuestas entre sí sobre cuanto tardaría el Uchiha en perder la paciencia. Este último, por su parte, tenía los puños cerrados e iba rezando por lo bajo para poder aguantar a la Haruno hasta obtener de ella la información deseada, es decir, los términos exactos de su rechazo hacia Naruto, pero en cuanto lo supiera, que el Cuarto la amparase, porque iba a ser sonada.

-Y claro- Repetía de nuevo la chica- Como comprenderás una persona como yo, con tan brillante porvenir como ninja, excelente médico, de intachable reputación, que destaca entre el resto, no puede fijarse en un ser tan deplorable, poco menos que escoria humana, por eso lo rechace y le dije todo a las claras, al fin y al cabo si se desilusionaba de mi tú podrías aceptarme, porque se que si nunca me has aceptado es por no querer herirle. Como eres tan considerado, así que opte por destruir sus esperanzas de que yo le pudiera llegar a corresponder. No es bueno que viva engañado pensando que yo, o cualquier persona de la villa, lo llegará a amar, es un monstruo después de todo.

-Sakura - Chan- Dijo el Uchiha mirándola sonriente- Tienes razón, es mejor decir la verdad tal cual.

-Sabía que tú acabarías comprendiéndome.

-Por lo mismo, y como nos conocemos hace tanto, te hablaré con total sinceridad- Le dijo Sasuke a Sakura con una sonrisa inocente y dulce- En primer lugar te diré que como mujer no vales nada, como ninja eres una negada, un lastre y un estorbo, tu reputación es de todo menos intachable, como médico, si tu tuvieras que aplicarme siquiera un emplasto preferiría que me atravesasen el corazón, que puestos a morir sería mucho más rápido, en lo único que estoy de acuerdo contigo es en que destacas entre el resto ¿Cómo no hacerlo con tu frente prominente, tu cabeza hueca, tus pelos de estropajo y tu voz de urraca afónica?. Si es que eres un compendio de cosas desagradables y para un chico, a parte de Lee, que se te declara, vas y lo rechazas pensando que yo me fijaría en ti, pero Sakura, que yo solo puedo fijarme en alguien tan poderoso como yo o superior a mí.

-Sasuke...Yo

-No Sakura- La interrumpió el otro con una sonrisa amable- Has de dejarme terminar, en segundo lugar quería decirte que dejes de malgastar tu tiempo y el mío acosándome, haciéndome regalos, escribiéndome cartas.... Es que soy gay, y en tercer lugar te doy las gracias por haber rechazado a Naruto de modo que cuando vuelva abandone toda esperanza de conquistarte, así podré acercarme a él y conquistarlo, porque lo amo, él es la razón de que volviese a la villa, no tú como te has empeñado en creer.

-Sasuke- Decía la Haruno a punto de llorar- ¿Cómo has podido decirme algo tan cruel?

-Te he dicho la verdad tal como la siento, y una cosilla más, si cuando Naruto vuelva veo un atisbo de tu fea cara cerca de él, bueno digamos simplemente que en la villa descenderá el nivel de contaminación porque desaparecerá la mayor basura que hay en ella.

Sasuke siguió adelante riendo cruelmente mientras Hinata, Neiji, Ino y Kiba se burlaban de la Haruno que había caído al suelo por la impresión y era señalada con desprecio por los aldeanos ante el lamentable espectáculo que suponía ver a una ninja de la aldea de rodillas llorando a lagrima viva, con el traje manchado. De improviso Sakura se levantó y tras proferir un grito se puso en pie y corrió en dirección a Sasuke para atacarlo. El Uchiha, que eso y no otra cosa esperaba, se volvió en el momento justo y ejecutó una de sus técnicas físicas propinando tal cantidad de golpes a la Haruno que esta cayó al suelo inconsciente.

Poco después llegaron los AMBU quienes, tras meterla de cabeza en una fuente ornamental para despabilarla, la llevaron a presencia de la Hokage.

 

En un templo oculto a los ojos mortales, dónde se alzaba majestuosa la estatua del Zeus de Olimpia, estaban reunidos Atenea, Hylda de Polaris, Hades, Abel y Poseidón, cada uno con una escolta constituida por guerreros de  su plena confianza. Hylda venía con Femril, Bud, Syd, Sigfried y Mime, con Abel estaban Atlas, Yao y Belenller, la escolta de Poseidon la constituían Io, Baian, Isaac, Sorrento y Krishna, Hades tenía a Radamantis, Minos, Aiacos, Lune y Faraón,  Saori se había llevado consigo a los cinco caballeros de bronce que la protegieran tantas veces en el pasado, junto a la encarnación de Atenea se hallaba, además, una figura encapuchada.

-Verás, sobrina- Dijo Hades- De un tiempo a esta parte venimos sintiendo una extraña energía proveniente del Santuario, y el primer día que apareció lanzaste un grito que resonó por los dominios de los aquí presentes, estamos preocupados porque si algo llegara a sucederte podría indicar que los siguientes seríamos nosotros.

-Tú siempre tan desinteresado, tío- Dijo burlona Saori- Quizás por eso tienes que andar raptando a quienes eliges de consortes.

-Verás, Atenea- Medió Poseidón que se olía que aquella reunión iba a terminar como el rosario de la Aurora- Has de reconocer que el hecho de que una fuente de poder inconmensurable aparezca así de pronto en un dominio sagrado, y que luego se oiga un grito de una diosa encarnada, no es para que estemos tranquilos.

-¡Eso, que bien pudiera ser que hubieres conseguido un arma capaz de destrozar a los Dioses y pensases usarla contra nuestros amos!- Se le escapo a Faraón de la Esfinge.

-¡Repite lo que has dicho si te atreves!- Saltó Ikky- ¡Hasta dónde yo se a Atenea no le hizo falta recurrir a  nada extraordinario para derrotar a tu amo y señor, ambos lucharon en igualdad de condiciones, como tampoco a nosotros nos hizo falta nada más que nuestra fuerza y habilidad para daros una soberana paliza!

-Faraón discúlpate de inmediato ante Atenea- Ordenó Hades.

-Como mi señor ordene... Lo lamento Atenea.

-Disculpado, y para que no quede dudas de la procedencia de tan extraordinaria energía me gustaría presentaros a todos a su poseedor, que hoy me acompaña. Él es mi nuevo protegido, y además es el pupilo de todos mis caballeros y amazonas, Naruto Uzumaki.

La persona encapuchada se separó de Atenea y se adelantó para quitarse le manto y la capucha que ocultaban su aspecto, ante los reunidos se mostró entonces la figura de un joven rubio, de límpidos ojos azules que nada debían de envidiar a los zafiros, con una melena a la altura de los hombros, tenía unas orejitas zorrunas, garras y nueve colas que se movían inquietas, una sonrisa maliciosa se dibujaba en su rostro y en ella destacaban unos colmillos, vestía con la túnica propia de los aprendices del santuario, con el ceñidor de cuero y las sandalias de tiras entrecruzadas, de su cuello pendía un extraño colgante y en su frente una bandana relucía con un emblema desconocido para todos excepto para Atenea y los suyos.

-¿Y este mocoso es el portador de tan extraordinaria energía?- Preguntó burlón Radamantis- Quien lo diría.

-¿Os apetece comprobarlo su uniceja excelencia?- Le dijo el rubio provocando carcajadas en sordina de todos los guerreros presentes- Si mi señora me da licencia y a vos el vuestro podemos luchar.

-Hay un pacto de no agresión.

-Será solo un combate que a ambos disipara dudas, pues si vos ponéis en entredicho mi poder, yo a mi vez me pregunto como un guerrero que se precie de serlo, pude infravalorar a un oponente lo cual lo llevaría a confiarse y ser naturalmente derrotado y muerto, o en su caso herido gravemente.

-Te doy premiso, Naruto, pero no te pases que no me apetece tener disgustos con Hades.

-Lo mismo va para ti, Radamantis.

Ambos asintieron y Atenea y sus guardianes se retiraron sabedores de la fuerza de Naruto, Poseidón y los suyos fueron los primeros en imitarla, seguidos por Hylda y su escolta, Abel y sus guerreros y en último lugar por Hades y los restantes componentes de su guardia.

-Una cosa más Naruto- Dijo de pronto Saori- Procura no hacer muchos desperfectos, no quiero que esto quede como el coliseo del Santuario tras uno de tus entrenamientos con Shaina.

-Haré lo que pueda.

-Zeus nos asista- Murmuró la encarnación de Atenea.

-Tranquila hija, que no descuidaré ningún detalle- Dijo Zeus apareciendo de pronto.

-¿Tú por aquí hermano?- Pregunto Poseidón.

-Si, me apetecía ver de cerca al muchacho que mi hija ha tomado bajo su protección, es algo extraordinario.

-No se por que, pero intuyo que a Radamantys le van a disipar las dudas de una manera poco recomendable- Dijo Lune a Faraón.

-No lo sabes tu bien- Se sonrió el Dragón- Ese chiquillo, ahí dónde le ves, antes de comenzar su adiestramiento ya dejo maltrecho a uno de los de oro, hirió al fénix y a dos caballeros negros y tuvo un "cambio de impresiones" con un energúmeno. Desde entonces ha estado aprendiendo con cuantos moramos en el santuario, y durante uno de sus entrenamientos llego a tomarse tan en serio la lucha que medio Coliseo terminó convertido en un montón de escombros.

-Pobrecillo Radamantys, la que le espera- Se compadeció Lune.

La batalla dio comienzo y ambos contendientes se lanzaron uno contra otro, más el espectro, frustrado por la inutilidad de sus ataques que de manera constante eran desviados o esquivados, concentró su cosmos para un golpe mortal, Naruto, al percibir esto, decidió devolverle el favor a su rival y concentrando toda su energía se preparo para seguir los dictados de su instinto, regalo como tantos otros secretos que en él se ocultaban del zorro de nueve colas.

Saori, que se olió lo peligroso del asunto, tomó mayor distancia, siendo imitada por casi todos los presentes, ya que Faraón de la Esfinge permaneció en su sitio a pesar de las advertencias de sus compañeros de que era mejor poner pies en polvorosa.

-Atended a mi llamada, fuerzas naturales- Clamo el rubio haciendo unos rápidos sellos- Agua y aire helado constituid una cárcel más dura que los diamantes, fuego que en el seno de la tierra naces, cerca al enemigo aprisionándolo, tierra, sostén de vida, tórnate feroz espada, rasga y despedaza.

De pronto, y ante el horror de Radamntis, el espectro se vio preso por surtidores de agua que, tras ser acariciados por una viento proveniente de los polos, quedaron convertidos en helados barrotes, de entre los azulejos del suelo brotaron lenguas de fuego y magma que dividieron en pequeñas isletas el espacio acotado por la jaula, y apenas sucedió esto de debajo de la ardiente masa de fuego líquido surgieron afiladas rocas que emergieron obligando al espectro a esquivarlas saltando de isleta en isleta.

-¡Vamos Radamantys, que no se diga que un juez del Hades pierde contra un mocoso!- Le animó Faraón- Que te juegas el prestigio de los espectros.

-¡No veo que seas tú el que lucha, Faraón!- Le replicó el otro- Aunque si quieres pido tiempo y cambiamos de puestos.

-¡Viento gira y muestra tus colmillos y garras que todo lo arrasan!- Dijo el Rubio.

Un tornado surgió de la nada y comenzó a acercarse a los contendientes, atrapando a Faraón, cuando estuvo cerca engulló a Radamantys aún preso y los confinó a ambos en el centro del remolino dónde había un vacío total, vacío que el rubio eliminó al introducir oxígeno y fuego con lo cual produjo una explosión digna de una bomba que mandó por los aires a los dos espectros y dejó destrozado el lugar dónde combatían y la estatua de Zeus. Los observadores no habían sufrido daños porque el joven se había cuidado de crear, para si mismo y para ellos, un escudo de chacra.

Al disiparse la nube de polvo se pudo apreciar mejor la magnitud del desastre; las altas columnas dóricas estaban tiradas por los suelos en fragmentos desiguales, las teselas que componían los mosaicos estaban, bien rotas o bien dispersas, la cabeza de la estatua de Zeus yacía en el suelo, en cuatro pedazos, otros fragmentos estaban esparcidos por doquier, el altar no era si no un montón de piedrecillas y los pebeteros estaban abollados, de los numerosos árboles que circundaban el lugar solo uno había sobrevivido al embate de la técnica, se trataba de un roble milenario, de cuyas altas ramas pendían Radamantys y Faraón.

-¿Qué tal estarán?- Pregunto Lune a Aiacos.

-Al parecer están vivos, si no es por sus armaduras no lo contaban

Mientras Naruto, con los pelos de las colas erizados y las orejas enhiestas gruñía amenazador a los espectros colgados de las ramas mostrando garras y colmillos.

-Bajad de ahí cobardes, uno a uno os plantaré cara o a los dos al mismo tiempo si queréis.

-¡Basta ya monstruito!- Grito Faraón de la Esfinge- ¿No ves que no podemos más?

-¿Cómo me has llamado?, Ahora veréis ambos.

-¡Un momento que yo no te he insultado ahora!

-¡Rasengan!

El ataque fue lanzado contra el árbol que se sacudió con violencia cayendo los espectros de él como manzanas maduras, no bien tocaron el suelo se hallaron rodeados por un centenar de Narutos que adoptaron una posición que Seiya conocía perfectamente.

-¡Aquí va a arder Troya Ikki!, ¡Fijate en esa postura!

-¡Atenea bendita!

-¿Qué os pasa?- Preguntó Shun quien palideció al reconocer aquella posición.

-Esta semana le tocaba entrenamiento con Shaina- Comento el Pegaso como al descuido.

-Si, y ella es partidaria de machacar al enemigo, y Naruto se lo toma todo muy en serio- Intervino el cisne.

-Preparaos a sufrir la técnica favorita de mi maestra- Dijeron los clones- ¡A mi la cobra, THUNDER CLAW!

Sobre los espectros se desencadenó centuplicada la técnica de la amazona de ofiuco y al no poder levantarse el combate se dio por acabado.

-Bien, creo que ya no quedaran dudas de la capacidad de mi protegido- Dijo Atenea.

-En modo alguno- Dijo Zeus reparando el destrozo- Y por cierto dale las gracias por deleitarnos con tal combate.

En cuanto Zeus se fue Hades, Hylda, Abel y Poseidon rodearon  a Atenea con la misma propuesta, que les contase la historia del pequeño. Al ser puestos al tanto de todo plantearon una petición a la diosa, que les permitiese participar en la educación y adiestramiento del joven Naruto a fin de hacer de él el mejor de los guerreros.

-No veo ningún inconveniente, si el así lo desea. Naruto, deja de morder a esos dos y ven aquí- Llamó Saori al rubio que en ese momento estaba entretenido mordiendo con saña a Radamantis y a Faraón por lo que la ignoró olímpicamente- Si vienes cuando volvamos al Santuario te prometo darte un plato gigante de ramen.

En un instante Naruto estaba ante Saori con expresión pacífica y curiosa que hizo preguntarse a los que no lo conocían como era posible que la fiera criatura de hace unos minutos fuese ese niño dulce de ahora.

-¿Desearías ampliar tu formación bajo la tutela de Hades, Poseidón, Abel e Hylda?

-¡Si!, ¡Contra más conocimientos adquiera mejor, así nadie podrá hacerme de lado nunca más, y demostrare de lo que soy capaz!

La decisión de Naruto complació en extremo a todos, con la excepción de dos espectros que pasarían una temporada recuperándose de sus heridas.

-¿Y como nos organizamos?

-Pues muy fácil, somos cinco, así que Naruto pasará dos meses y medio con cada uno de nosotros, que, a parte de asegurarse de que se le enseñe a combatir, le dará también una correcta educación- Dijo Atenea.- Naruto permanecerá otro mes más en mi santuario, para luego ir al de Odín en Asgard, el de Poseidón, el de Abel y finalmente el de Hades, luego se volverá a empezar.

Los dioses asintieron felices y salieron de aquel lugar, no sin que antes Naruto arreglase el estropicio causado en sus ropas por el combate, y se transportaron a sus respectivos lugares de origen dónde prepararían todo para la visita y estancia de Naruto.

 

 


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