Nunca podrás sacarme mi amor
Aphrodita
One Shot.
Si yo hablara lenguas humanas o angélicas,
y no tengo amor,
vengo a ser como metal que resuena,
O címbalo que retiñe.
¿Por qué no le hablaba? ¿Tan mal había hecho las cosas? Aun más preocupante ¿Por qué empezar a dudar justo en ese momento? Lo cierto es que "Él" sencillamente silenciaba ante las preguntas del hindú.
Con su corazón turbado y su Cosmo ensombrecido, el hombre rubio se puso de pie y se alejó de la meditación, quizás la razón de su martirio era justamente que meditaba absolutamente todo, cuando algunas cosas deben nacer por impulso.
Así es el amor, no se piensa, apenas se dice, solo se siente. Pero Shaka no creía en el amor, por lo menos en el humano, seres imperfectos y egoístas que apenas eran capaces de alcanzar a concebir una minúscula parte de lo que en verdad era el amor puro... Y lo más cercano a ello, no era el carnal, lo que más se asemejaba al verdadero amor era el que un padre puede sentir por su hijo, pero quitando esa "circunstancia" el humano siempre fue en una búsqueda vana por alcanzar aquello.
Amor imperfecto que nace de un ser imperfecto, los humanos siempre, durante toda su existencia buscan a su semejante, a aquella persona que se complementa a uno, teóricamente, aunque en la practica jamas podrían llegar a complementarse ya que cada ser es único e irrepetible.
Y si tuviese profecía,
y entendiese todos los misterios y toda ciencia,
y si tuviese toda la fe,
de tal manera que trasladase los montes,
y no tengo amor,
Nada soy.
Muu no lograba quitarse esa extraña sensación de su cuerpo y de su piel, debajo de la ducha comprendió que no tenia otra salida, era una persona muy inteligente, poseedor de cierta sabiduría humana otorgada por los años vividos y las experiencias pasadas, y supo que para solucionar aquel embrollo lo mejor era ir a hablar con Shaka. Aislándose así demostraba que por dentro aun no comprendía algunas cosas, sobre todo las relacionadas con el amor.
Aries fue consciente en todo momento de lo que estaba haciendo, aunque aquello no evitó confundirlo. Le permitió a Virgo apoderarse de su parte más vulnerable y personal, su corazón.
No era un hombre que actuase sin pensar las consecuencias de sus actos, pero si se dejaba llevar por sus impulsos, algo de contradicción, pero era la razón por la que le permitió al hindú ser parte de su vida, y arrepentirse solo un poco de ello.
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres,
y si entregase mi cuerpo para ser quemado,
y no tengo amor,
De nada me sirve.
Dando vueltas en su Templo Shaka llegó a una triste conclusión, que por más que le doliese debería apartarse del lemuriano. Era lo mejor, él como hombre no estaba destinado a hacer feliz a otro, no de la forma en la que el pelimorado esperaba.
No poseía en su corazón prejuicio alguno, o dudas, simplemente que Virgo siempre tuvo en claro cual era su deber en la tierra, lo único que no previó fue la intromisión de Muu en sus días.
¿Cómo le permitió llegar tan lejos? El rubio no era así, nunca dependió de otra persona, menos sentimentalmente, pero por algo su alma padecía ¿No?.
El amor es sufrido,
Es benigno;
el amor no tiene envidia,
el amor no es jactancioso,
No se envanece;
Muu subió sin prisa y con calma las escalinatas del Santuario, aunque cada paso que daba lo realizaba con dudas que se calaban profundo en su ser no retrocedió.
Esa extraña sensación en su pecho le indicó que ese no sería un buen día, que quizás la visita a Shaka podía y debía postergarse, pero sus desobedientes pies y caprichoso corazón lo condujeron hasta el sexto templo.
Ingresó a la Casa de Virgo, encontrando a su dueño de espaldas, con su largo cabello dorado cayendo ordenadamente y supo en ese momento que pasase lo que pasase no dejaría de sentir lo que sentía por ese hombre.
no hace nada indebido,
no busca lo suyo,
no se irrita,
No guarda rencor;
Shaka volteó con sus ojos cerrados, había sentido la cercanía de Muu desde hacia un buen tiempo, las palabras que tanto había pensado se les quedaron trabadas en la garganta, abrió sus ojos y suspiró.
-¿Qué haces aquí?
Acaso ¿No era obvio? Y no, no iba por sexo, aunque últimamente cada vez que se encontraban la finalidad fuese esa.
Aries tomó una bocanada grande de aire y llevó sus manos a su cintura, no era fácil lidiar con Virgo, hacerle entrar en razón.
no se goza de la injusticia,
Mas se goza de la verdad.
Caminó Hasta el rubio, con paso tranquilo, y se quedó frente a él observando su porte. El Santo mas seguro del Santuario se encontraba turbado, sumido en un laberinto interno sin salida.
-¿Qué debo hacer o decir para que comprendas lo que siento?
-Lo comprendo. –Contradijo el hindú.
-No, no lo haces ¿Cuál es el problema Shaka? ¿Qué somos hombres?
-Sabes perfectamente que yo no me ato a esos tontos prejuicios. –Se ofendió Shaka dando la vuelta.
Iba mas allá de eso ¿Por qué el lemuriano no era capaz de comprenderlo? ¿Por qué lo cuestionaba de aquella forma?. Nunca, jamas representó para él una dificultad ser del mismo sexo, comprendía que el amor y el deseo no discriminaba ni se preocupaba por esas nimiedades.
Todo lo sufre,
todo lo cree,
todo lo espera,
Todo lo soporta.
Se produjo un instante de silencio, muy pesado e incomodo, que se apoderó de los amantes sumiéndolos en la desesperación interna de no hallar palabras para explicarse con el otro.
-¿No puedes amarme?. –Investigó Muu algo dolido por la posible respuesta.
-El amor no existe, ya te lo expliqué mil veces... No el amor en el que tu crees.
-¡Mientes!. –Su voz retumbo en el Templo, aunque Aries era un ser tranquilo como buen ariano gozaba de carácter. –Mientes porque yo te amo, aunque tu no creas en ese amor, yo sí.
Una lagrima rodó por la mejilla de Virgo ¿Por qué lloraba? No lo supo, pero esa angustia en su pecho se había anidado y poco a poco lo estaba consumiendo.
El amor nunca deja de ser;
pero las profecías se acabarán,
y cesarán las lenguas,
Y la ciencia acabará.
La obscuridad se había apoderado del Templo de la virgen, la noche ya era un hecho, una noche helada como pocas, de ausentes estrellas.
-No puedo darte lo que me pides. –Confesó el rubio con un hilillo de voz y hasta quizás con duda.
-¿Por qué eres incapaz de amar?. –Aquello fue simplemente un reproche.
-Porque no nací para eso, como tu... No somos seres humanos destinados a ser felices de esa forma.
Así lo había comprendido, así lo creyó y por ende, así lo respetó toda su existencia. Más allá de su lugar, sus compañeros no gozaban de una mejor suerte, eran armas de guerras, eran servidores de los Dioses, y solo él era casi una divinidad, un "Buda", aun más responsabilidad.
Porque en parte conocemos,
Y en parte profetizamos;
¿Qué quedaba por hacer? ¿Resignarse? ¿Dar la media vuelta y marcharse? Muu no pudo dejarlo así, furtivamente le tomo de un brazo y lo hizo voltear para robar un beso de sus labios que el otro no impidió.
-¿Entonces?. –Fue la pregunta de Aries cuando soltó a su compañero; este se alejó aun más turbado que antes.
-No puedo Muu. –Se sinceró Virgo bajando su dolida vista al suelo –Desde que... –No supo que decir –No he podido pensar bien en estos días.
Porque al principio solo era sexo, solo era placer carnal, no más y estaba bien. Pero ya con el tiempo los sentimientos tomaron terreno en sus corazones y fue allí donde comenzó la confusión de Virgo.
Mas cuando venga lo perfecto,
Entonces lo que es en parte se acabará.
Aries tenia pretendientes en el Santuario, siempre los tuvo, y ambos sabían eso, simplemente que para el lemuriano sus sueños ya tenían dueño, no era fácil ir y arrojarse a los brazos de otro. Pero quizás Saga si podría amarlo de la forma en que le rogaba a Shaka que lo hiciese, pero así le estaría demostrando al otro que tenia razón.
-Creo que no estas preparado... –Susurró el lemuriano dando pasos hacia atrás para alejarse con lagrimas de impotencia en sus ojos.
-¿Eh?. –Aquello desconcertó al hindú, acaso ¿Había algo que el no comprendiese mejor que cualquier otro humano en la tierra así fuese aquel pelimorado frente a él?
-Que aun no estas preparado para amar Shaka, hay algunas cosas que no comprendes. –Muu fue seguro con sus palabras, una melancólica sonrisa de aceptación surcó sus labios –Eso entendí hoy, que has estado todos estos años tan... enfrascado. –Remarcó frunciendo su frente tal vez molesto, mas bien indignado–Que se te olvidaron algunas cosas. Se te escaparon, mejor dicho –Corrigió a lo ultimo.
-Ah ¿Sí?. –Investigó autosuficiente.
-El amor, Shaka.
En pocas palabras: Se había olvidado de "vivir"... Sin más Aries se fue, quizás con suerte, dentro de algún tiempo Virgo pudiese comprender sus palabras. Aunque estuviese equivocado, su corazón le dictaba que los humanos sin amor no eran nada, prefirió cree en ello y deseó con todo su corazón que algún día, por su cuenta, Shaka pudiese verlo claramente.
Cuando yo era niño,
hablaba como niño,
pensaba como niño,
juzgaba como niño,
mas cuando ya fui hombre,
Dejé lo que era de niño.
El amor no es una teoría, ni tampoco un cálculo matemático con su posible solución. Shaka permaneció inquebrantable y sereno por fuera, pero un mar de confusiones por dentro, le costó comprenderlo, y no supo porque Buda jamás volvió a hablarle.
¿Tan equivocado había estado? Quizás era tiempo de ser simplemente un humano más y sufrir, llorar, amar como un humano. Aun con sus imperfecciones pero por lo menos intentarlo.
Una parte de Virgo anhelaba aquello, aunque no quiso aceptarlo. Sentir un poco de dolor, un poco de tristeza con la misma intensidad que la alegría. El amor nos vuelve ciclotimicos, inestables, impredecibles, incontrolables. Y eso era bueno, estaba bien.
Ahora vemos por espejo,
Oscuramente;
Mas entonces veremos cara a cara.
Ahora conozco en parte;
Pero entonces conoceré como fui conocido.
Por su parte Muu no buscó en otro lo que por tanto tiempo reclamó de Shaka, amar para él era comprometerse con esa persona, y sé quedo esperando primaveras, inviernos, otoños y veranos enteros.
Sufriendo en soledad la ignorancia del hombre que idolatraba pero a su vez esperanzado. Jamás perdió las esperanzas, porque su sabiduría le indicó que lo ultimo que debe perder el hombre es la esperanza, sin ella estaba perdido.
Ninguno de los dos estuvo acertado o siquiera equivocado. Dos concepciones distintas que chocaron un día, cuando perfectamente se pueden complementar. El amor humano es imperfecto, es doloroso, pero es parte del humo y nadie escapa a ello, ni siquiera un Iluminado.
Y ahora permanecen la fe,
la esperanza y el amor
Estos tres;
Pero el mayor de ellos es el amor.
FIN