Sasuke estaba recostado en la orilla del lago. Observaba todo cuanto había a su alrededor y se sentía en paz consigo mismo y con el mundo.
La venganza ya no le importaba lo más mínimo, ni le interesaba que su hermano fuera a buscarle cada vez con más frecuencia retándolo para luchar contra él.
Esas cosas habían perdido sentido para el vengador, si el mundo entero se partía en ese preciso instante a él no le preocuparía porque por fin era feliz.
Sonrió despreocupadamente y cerró los ojos un instante. Su rostro se torno en un precioso semblante relajado e irresistible para cualquiera que mirara al Uchiha menor.
Estaba disfrutando de su tranquilidad cuando sintió varias gotas sobre su cara y el ruido de alguien que chapoteaba y reía escandalosamente en el agua.
- Dobe. - Se quejó y se incorporó para contemplar el motivo por el cual era feliz, la razón que había hecho que su existencia se tornara brillante y ahogara toda la oscuridad que lo rodeaba. - ¿No sabes jugar tú solo sin molestarme?
- ¡Eres un teme-Sasuke! - Protestó el kitsune y le dio la espalda a Sasuke, al tiempo que inflaba sus mofletes con disgusto.- ¡Yo sólo quería que te divirtieras conmigo, ttebayo!
- Hm...- Sasuke observó el cuerpo de Naruto y se excitó ante lo que su vista contemplaba.
El rubio kitsune se había desprendido de toda la ropa que llevaba encima para bañarse en el agua. Podía ver todas las prendas de Naruto dispersas en cualquier lugar del lago, sin un orden previo. - ¡Dobe vístete! ¿Y si viene alguien y te ve de esa guisa?
- ¿Y qué tiene de malo, ttebayo? ¡Hace mucho calor y yo quería bañarme!
- ¿Y si el que te mira es un pervertido que decide hacerte suyo sin previo aviso?
- Sólo hay un pervertido mirándome en este momento y no parece tener intención de hacerme nada, ttebayo. - Contestó el rubio.
- ¿Me estás desafiando, dobe?
- ¿Tú que crees, ttebayo? - Contestó el kitsune con una mirada lujuriosa en sus aparentemente inocentes ojos azules.
- Sabes, nadie que ha desafiado a un Uchiha ha salido victorioso. -Contestó el azabache y se quitó rápidamente toda la ropa que llevaba. En cualquier caso ya llevaba un rato molestándole.
Con un sensual caminar de gato el moreno atrapó al rubio entre sus brazos y besó su boca con devoción.
- ¿Te retractas de lo que has dicho, mi dobe hermoso?
- No, ttebayo. - Contestó el kitsune e infló sus cachetes.
- Entonces aguántate las consecuencias. - Susurró el moreno en su oído y empezó a mordisquear su lóbulo con devoción.
El más pequeño jadeó de placer al sentir la boca de su novio jugueteando con su oreja y en un ágil movimiento tomó el miembro del mayor entre sus manos y empezó a hacerle una paja a un ritmo frenético.
- Hm, Sasuke-teme, al fin te decidiste a jugar conmigo, ttebayo. - Murmuró el rubio arrancando una nueva sonrisa de los labios de su azabache.
- Así que a esto querías jugar. - Sasuke descendió por la línea del cuello de Naruto regándolo de besos y mordisquitos que hacían estremecer al rubio.- Eres un pequeño kitsune travieso.- Dijo y dejó un chupetón en su cuello para confirmar que él era su único dueño.
- ¡Hasta que te diste cuenta, ttebayo! - Contestó el kitsune y buscó la boca de Sasuke para apoderarse de ella. La lengua de Naruto se volvía cada vez más exigente y como Sasuke estaba disfrutando del contacto se dejó llevar.
De pronto sintió que Naruto frotaba su erección con la suya propia y ahogó un jadeo en un beso de su dobe.
- Dame más, teme, que tardas más que Tsunade obachan cuando está con resaca, ttebayo.
- Hm... tengo un pequeño pervertido por novio, ¿no? - Sasuke descendió por el abdomen de Naruto regándolo de besos y mordiscos que hacían que el pequeño sólo pudiera respirar entrecortadamente.
Finalmente llegó al lugar donde la intimidad de su novio estaba a pleno rendimiento y se metió el miembro del pequeño en su boca de golpe. La chupó muchas veces, se la metió y se la sacó de la boca y finalmente el rubio se corrió en su interior.
El azabache sonrió al sentir el conocido sabor en su boca. Era el sabor exótico de Naruto y era como él. Aparentemente miel dulce y en el fondo picante guindilla.
- Hm... delicioso, nunca me cansaré de decírtelo. - Murmuró en el oído de su precioso rubio y poco después le metió tres dedos en la boca.
Naruto chupó los tres dedos y volvió a su trabajo con la paja de Sasuke, ya que se había quedado a medio hacer cuando el azabache arremetió contra su miembro y lo succionó.
Sasuke regó el cuerpo de su novio con besos y chupetones, al tiempo que metía sus dedos en la cálida cavidad. Primero metió uno, después otro y al llegar el tercero hizo jadear al pobre rubio hasta que casi se quedó sin voz.
- ¡Maldito Sasuke-teme, no me tortures más, ttebayo! - Se quejó el kitsune. - O juro que te arranco tus ojos Sharingan, métemela de una vez, ttebayo.
- Hm... tus palabras son órdenes para mí, hermoso kitsune. - Dijo el moreno y empezó a moverse en el interior de su novio.
Al principio de forma lenta y pausada, luego a un ritmo terriblemente sensual y finalizó con un ritmo rápido y vertiginoso.
Cuando el moreno se derramó en el interior del rubio, sintió como el rubio se derramaba en el abdomen de los dos.
Con delicadeza salió de ese interior acogedor y sonrió a su presa.
- ¿Repetimos, kitsune?
- ¿Me estás retando neko-teme?
- Por supuesto que sí.
- Pues nadie que rete a Naruto Uzumaki se queda sin castigo, ttebayo. - Contestó el rubio y nuevamente empezaron el juego que tanto divertía al hermoso kitsune.
Sasuke se dejó envolver por todas las sensaciones que ese rubio provocaba en su interior y sonrió feliz.
¿A quién le preocupa la venganza ahora? Se preguntó el azabache. Si tengo todo lo que he buscado en mi vida a mi lado.
- Dobe.
- ¿Sí?
- Te amo.
- ¡Y yo a ti, ttebayo! - Contestó el rubio y robó un beso del neko que lo miraba perdido en sus orbes azules y rezando para que el tiempo se detuviera en ese instante perfecto.