Y la vida sigue
One-shot
La vida sigue...y yo con ella. Nunca he sido una persona sociable, no se si culpar a la austeridad de las frías tierras que me vieron nacer o al bagaje sentimental que ha viajado conmigo a través de los años el que me ha convertido en este hermético ser que soy el día de hoy.
Mi falta de habilidades sociales no es debido a la timidez, no me considero una persona tímida, más bien creo que mi ermitaño carácter se debe a la nula capacidad del sentido del habla frente a otro ser humano, y es que se me enseño a interpretar silencios y no palabras. Creerían que es debido a la timidez, pero les aseguro que no es así, una vez que tomo la debida confianza soy capaz de llevar una conversación sin ningún problema, la cuestión es que dicha confianza por lo regular tarda años en forjarse, como es el caso de mi reciente amistad con mis camaradas de bronce, o para ser mas exactos con 3 de ellos.
Soy una persona desconfiada, es por eso que a quienes recientemente puedo llamar amigos, les ha tomado tiempo el lograr ver de manera parcial un poco de lo que hay dentro de mí. Solo un poco y hasta donde yo mismo los he dejado.
Shun es lo mas cercano que tengo a un mejor amigo el día de hoy, sin embargo trato de que no se acerque demasiado, no quiero lastimarlo como paso con Isaac. Me duele cada vez que escucho de sus labios el decir que soy su mejor amigo, no lo digas por favor Shun, no lo soy...no lo merezco. Me cuesta mirar sus grandes ojos verdes sin sentir que en algún momento yo seré el culpable de que se cierren para siempre y que caigan en la inmensidad del olvido. Es inevitable...todo lo que llega a sentir afecto por mi acaba por morir.
El caso de Shyru es diferente, si bien se ha ganado mi confianza no hay duda de que él sabe perfectamente hasta donde puede llegar conmigo. Sondea mis actitudes y decide si debe avanzar o quedarse un poco más en la misma situación. Me gusta eso de Shyru, es un amigo que no presiona, que no pregunta, que esta allí en silencio para cuando sea yo mismo quien decida romperlo. Algún día lo haré, Shyru ha esperado demasiado.
En cuanto a Seiya, hahah, el buen Seiya, mi querido e hiperactivo amigo es todo lo que yo no soy, es franco, honesto y sobre todo feliz y lo demuestra. A veces me gustaría ser un poco como él. Seiya siempre esta dispuesto a las más grandes locuras si con eso es capaz de ayudarme; siempre me dice que debería sonreír mas, dice que mi sonrisa es hermosa y que es una verdadera lastima que no use tan seguido. Que puedo decir?, no es que no quiera sonreír, es que he olvidado como hacerlo.
Soy afortunado y también un malagradecido. Afortunado por estar rodeado de estas tres magnificas personas que poco a poco y sin darme cuenta, se han hecho un espacio en un corazón que creía tan frió como la misma esencia de mi poder. Aun no se como lo hicieron, doy gracias a Dios por eso. Esto último suena a contradicción, ya que a pesar que le agradezco al Creador por estas personas, no soy capaz de hacerlo cara a cara con cada uno de ellos. Soy un cobarde.
No venero a la Atena, la he traicionado varias veces no solo con el pensamiento, sino que también con acciones. Se me enseño desde pequeño que solo hay un Dios, un Dios sin nombre, uno que esta en reino de los cielos vigilante a mis acciones. También lo he traicionado a él. He peleado en muchas batallas, mis manos están manchadas de sangre violando el quinto mandamiento sin siquiera un rastro de arrepentimiento, todo por una Diosa pagana, aunque en realidad no es de esa manera. He peleado y matado en nombre de la Diosa de la Sabiduría, me justifico al decir que lo he hecho por proteger a mi amiga, a Saori Kido.
Creo que me he equivocado al decir que solo a tres personas considero mis amigos, Saori también lo es. Se comporta como una madre, como una madre bastante controladora que en ocasiones asfixia con su cariño, pero no importa, me preocupare cuando este sofocante afecto deje de llegar hacia mi corazón. Ella siempre esta al pendiente de mí; en alguna ocasión la escuche hablando con Shyru, le decía que yo la tenia preocupada, mi falta de adaptación me estaba y aun esta provocando un aislamiento al que ya me he acostumbrado. En verdad me provoca un profundo pesar el preocuparla.
Tu eres historia aparte. No somos amigos, nunca lo hemos sido. Recuerdo la primera vez que te vi, sentí envidia de Shun, no por tenerte como hermano, en verdad me caías bastante mal, mi envidia se debía a que Andrómeda tenía a alguien a su lado, a un hermano que siempre estaría allí, por a pesar de los años, de las peleas, del distanciamiento...la sangre los une y ese es un lazo irrompible. No sabes cuantas noches desee tener a alguien así a mi lado. Luego conocí a Isaac y por primera vez, pude sentir esa cercanía que seguramente era la misma que tú tienes con Shun. Isaac no era mi hermano biológico, sin embargo el lazo que tuve con él es tan fuerte como la mismísima cadena de Andrómeda, pero todo acabo tan rápido como llego, destruido por mi propia mano.
Dejamos de vernos por largos años, tu en una isla de clima ardiente y yo en la fría estepa, sin duda polos opuestos...igual que tu y yo. El reencuentro no fue nada agradable, nuestros egos y arrogancia eran enormes, por mi parte no me dejaron ver en ese momento la tormenta que azotaba tu alma. Cual será tu excusa?. Sin duda el sufrimiento por el que pasaste en ese lugar fue enorme, tu alma regreso agotada, triste y agonizante, como me gustaría ser capaz de sanar tu dolor, ja, como podría hacerlo, como podría sanar tu corazón cuando el mío esta muerto.
Cuando comencé a sentir esto?, no lo se y ni me importa. Soy la contradicción hecha carne, por una parte cada vez que te veo siento que mi corazón bombea de manera desenfrenada y la vez se detiene provocando que por unos segundos el oxigeno no logre llegar a mi cerebro. No puedo evitar perderme en la profundidad de tus ojos de tormenta, en tu morena piel, en la pequeña cicatriz en tu rostro, que en lugar de afectarlo de alguna manera, solo crea la perfección en tus rasgos. Venero esa pequeña línea en tu rostro. Una traición mas a mi Dios, pero no me importa, seguramente un lugar me esta esperando en el noveno circulo del infierno, en donde seré atormentado por la eternidad al lado de Casios y Judas.
El día de hoy es tu cumpleaños, Saori decidió que era justo y necesario el festejar un año mas de tu vida, tu te mostraste molesto ante la idea, pero resignado a que tendrías que tolerar una vez mas las excentricidades de la Diosa y de nuestros amigos. La mansión esta llena de personas, todos rostros tan conocidos y a la vez extraños, me siento asfixiar, por lo que una vez mas decido huir. Salgo a los amplios jardines de la mansión Kido, los cuales forman una imagen hermosa bañados por la luz de la luna. Me siento desilusionado, no logre hablar contigo en toda la reunión, estuviste muy ocupado atendiendo a los invitados con tu cara de ogro. Sonrío un poco al recordarla.
-Se puede saber que te causa tanta gracia?
Me doy media vuelta y te veo, tan perfecto como siempre has sido. Que estas haciendo aquí? Habla Hyoga!!, no te quedes callado maldición!!
-Nada, recordé algo gracioso.
Te acercas cada vez mas, tengo que hacer uso de todo mi auto control para no caerme de la emoción que siento en este momento.
-No te había visto, no pensabas felicitarme?
Sonrío un poco mas, no hay otra cosa que desee más que abrazarte y no soltarte nunca.
-Claro que si, felicidades Ikki
Te me quedas mirando sin decir palabra, me pones nervioso por lo inclino mi rostro de manera infantil, como si con eso consiguiera el que no notaras el sonrojo que adorna mi rostro.
-Seiya tiene razón
Te miro con claro gesto de interrogación.
-Perdón?
-Tienes una hermosa sonrisa
Te acercas a mi cuerpo tan rápido que no soy capaz de reaccionar cuando me veo envuelto entre tus brazos y con tus calidos labios sobre los míos, en una caricia tan delicada y deliciosa que provoca que mis piernas tiemblen al sentir como el beso en inicio tímido es intensificado, ahogándome con tu pasión y tu calor de los cuales quisiera ser prisionero por la eternidad.
Para mi desgracia, la necesidad de oxigeno provoca el alejamiento de tus labios, sin embargo no me te alejas de mi, tus manos se encuentran alojadas en mi cintura mientras que tu rostro es escondido en la curvatura de mi cuello, siento como tu calido aliento acaricia mi piel haciéndola estremecer.
Te acercas a mi oído, en donde con tu grave voz susurras lentamente.
-Feliz cumpleaños a mi.
Me alejo un poco, miro directamente a tus ojos y con el mismo lenguaje de susurros te digo:
-Feliz cumpleaños a ti
Nos vemos envueltos nuevamente en un abrazo, no se que nos traerá el futuro, solo se que la vida sigue y yo con ella...y ahora tu también.
Fin
Ahora si, que vengan los tomates.
Pd. "Las religiones como las luciérnagas, necesitan la oscuridad para brillar."