Capitulo 2
La llamada
- No tienes hambre?, Que raro….Pero si no te vas a comer eso, pásamelo a mi. Comento el castaño con un tono que reflejaba entre sorpresa y duda. A su compañero que veía jugueteaba con el desayuno.
El chico con ojos color miel no respondió, solo observo como Ban, le cambiaba el plato. Pero para sorpresa del segundo el chico no protesto. Como era de esperarse.
- Ginji te dije que te ibas a enfermar. Le recrimino con un tono de irritación.
- No Ban es que hoy no tengo hambre. Es todo.
- Que raro. Pero si no tienes hambre, tampoco vamos a desperdiciar el desayuno. Y empezó a ingerirlo sin ningún arrepentimiento.
- Ban voy a salir a caminar.
- Esta bien. Fue la respuesta .El castaño se encontraba de muy buen humor a diferencia del día anterior. Que no le calentaba ni el sol.
Aunque se quedo con cara de interrogación, cuando vio que lo de no protestar por su comida o de salir a caminar era verdad.
Una vez fuera El rubio tomo marco de su celular.
- Heven Hola buenos días, te quiero pedir un favor.
-Si es por el trabajo, ya le dije ayer a Ban que mientras no se recuperara no lo podía contratar. La voz de Heven sonó cortante.
-Por eso estaba tan de mal humor ayer .Reflexiono.
- No, no es por el trabajo, Te quiero pedir el teléfono de Akabane.
- El teléfono del Dr. Jackal! Estas seguro Gin?
- Si Heven por favor, te agradecería me lo des. Y mientras Heven le dicta un número el chico lo escribe en la palma de la mano a falta de papel.
- Mil gracias te dejo tengo poco crédito.
- Esta bien Gin…y aun esta hablando cuando el chico corta.
-No se que es mas raro que tenga crédito o que quiera ver a Akabane. Fue el comentario de la rubia. Y continúo con sus actividades.
El rubio camino alrededor del parque sin dejar de ver el numero en la palma de su mano y respiro varias veces para darse valor. Lo intento tres veces hasta que por fin termino de marcar el número sin interrumpirlo y sin colgar antes de que se le respondieran.
- Diga, habla Akabane Koroudo,
Después de unos cuarenta segundos de silencio el joven responde.
- Hola Dr. Jackal habla Ginji Amano.
- Ginji que agradable sorpresa fue la respuesta con un tono de voz cargada de amabilidad hasta cierto grado calidez.
- Que puedo hacer por ti joven Ginji.
- Necesito pedirle,………., Necesito pedirle……Un favor. La voz del chico era contrastante con la de Akabane estaba cargada de ansiedad de temor.
-Un favor?…., Esta petición despertó la curiosidad del transportista.
El rubio un poco mas relajado – Cree que me sea posible verlo Dr. Jackal en verdad necesito hablar con Usted.
- Esta bien te veo en unos cuarenta minutos en el parque. Y sin decir más colgó.
- Creí que no me daría el valor para hablarle y menos verle. Pero creo que es la única persona que me puede ayudar. Se dijo para si. A la vez que limpiaba las gotas de sudor que habían rodado por su frente.
Mientras en el Honky Tonk Ban estaba jugueteando con el celular entre las manos.
- Estas preocupado por Ginji? Le pregunto Natzumi con su acostumbrada dulzura.
- Le marque y estaba ocupado y ahora ya no me responde creo que lo apago.
Y sin más comentario el castaño abandono el café.
Una vez pasado cincuenta minutos Ginji se encontró con Akabane. En verdad encontrarse con alguien como El le daba escalofrió. Pero esta resuelto a dar el paso que el mismo se había propuesto.
Akabane estaba fascinado observando a una mujer que alimentaba a un bebe. Como si fuera algo extraordinario no le quitaba la mirada de encima.
Mientras el chico mas se aproximaba al transportista lo observo con detenimiento
Su piel a plena luz del sol se veía aun mas blanca de lo normal, así inmóvil parecía una estatua de mármol. Su cabello era negro oscuro muy oscuro quizás el negro mas oscuro que algún día había visto en su vida. Como siempre traía ese enorme sombrero que cubría parte de su rostro. A pesar del fuerte rayo del sol vestía abrigo negro de caída perfecta traje negro sin ninguna arruga, ninguna pelusa, el cuello de su inmaculada camisa perfectamente planchado , corbata negra, calzado reluciente y mientras mas se acercaba podía olfatear esa exquisita loción fina y muy cara. En verdad Akabane era la misma imagen de la pulcritud, la perfección y la elegancia.
Se aproximo a menos de dos metros. Y le saludo tímidamente.
Akabane no retiro su vista de lo que le atrae su atención.
- Llegas a tiempo Joven Ginji, Eso habla bien de ti.
- Gracias.
- Necesitaba verte por que hay algo que te quiero pedir……
El transportista desvió la mirada hacia El y lo observo con esa mirada de color violáceo tan helada como su tono.
El recuperador al sentir la mirada de Dr. Jackal sobre El siente que un escalofrió lo recorre su cuerpo y no puede evitar pasar saliva. Este sencillo acto, le ocasiona una gran satisfacción al transportista y no puede evitarle sonreír.
- Y que es tan importante para ti Joven Amano?
El rubio empieza a tratar de expresar lo que desea y la razón por la cual lo contacto.
Ban se encuentra en el mismo parque y observa a menos de 80 mtrs de distancia a su compañero que esta hablando con Akabane.
- Que pretende este idiota. Esta hablando con el pervertido del Dr. Jackal?
El rubio termina de exponer sus ideas al transportista. Quien después de reflexionar unos minutos. Decide aceptar el trabajo que le pide.
- Te puedo hacer una pregunta Ginji?
- Si?
- Ya lo sabe Ban?
-No claro que no, si lo supiera lo evitaría.
- Perdón Ginji, no me di a explicar. Ban ya sabe lo que sientes por El?
El rubio se ruborizo.
- Si lo sabia, solo cuando una persona es muy importante se es capaz de cualquier cosa. Te dejo nos vemos el sábado. Yo te llamo.
El chico le observo alejarse y tomo el camino en sentido contrario
todo el tiempo que le llevo de regreso al Honky Tonk pensó en lo importante que era Ban para El.