Un beso, una lágrima, verdades inciertas. Quiero estrecharte entre mis brazos y sentir que te pertenezco. Deseo mirar hacia el frente sin temor a que desaparezcas. ¡Quiero sentirme libre!, libre y atada a ti a un mismo tiempo. Pero cómo...,¿cómo hacerlo si en tus ojos veo reflejada la duda?; ¿cómo no temer el perderte si te alejas a cada minuto más de mi?
Por favor alguien, alguien que me dé las respuestas que necesito, ¿por qué siento que si en este momento no te estrecho entre mis brazos te irás a un lugar en donde ya no podré alcanzarte...?
Oh dios, no quiero perderte, me eres tan necesaria como el aire que respiro; eres la energía que alimenta mi cuerpo; el sol que me da vida y la luna que me calma. ¡Eres indispensable para mi existencia!, sin ti estoy vacía, vacía y sin esperanzas de volver a llenarme.
Te di tanto y sin control de mi, que ahora que te vas no sé qué es lo que queda...
Amor, odio; entrega y traición. Una junto a la otra, de la mano, mirando hacia el frente; avanzo, avanzo tranquilo. Todo va bien hasta que siento un vacío en mi cuerpo, la mano que antes me sujetaba me ha soltado.
¿Por qué es tan difícil querer?, ¿por qué mi compañera me ha abandonado?
Oh diosa Afrodita, ¿qué he de hacer para no quedarme sola?, ella era para mi lo más indispensable...
Estuvo insegura, le brinde seguridad entre mis brazos; se sentía sola, procuré rodearla a cada instante con mi amor. Hice de todo para que en su cuerpo no quedase ni un centímetro de piel virgen, ¡moldee su alma hasta afinarla con la mía!
Oh dioses, respóndanme, os lo imploro, esta complicada duda... ¿por qué ya no está a mi lado?
"mañana. Accidente. Tragedia. Muerte. Sólo un sobreviviente. Dolor. Lágrimas. Soledad. Anhelos..."
Los dioses hablaron mientras ella callaba, escuchando atenta la respuesta a su pregunta...
Muerta, estaba muerta, y lo que en la tierra quedó fue tan sólo una flor marchita de lo que e su día había sido una rosa; un espejismo roto; un sueño destruido; la desgracia de una pareja, y un alma muerta... en vida...
Reclamos justos y anhelos a oídos sordos, desesperación, amenazas, súplicas y gritos; sólo se le concedió una muestra de compasión a aquella que en vida quedaba, por deseo de la que muerta le observaba...
Olvido...
Olvidar todo aquello que vivieron, todos los besos, caricias, abrazos, discusiones, lágrimas y reconciliaciones. Olvidar todo, todo..., porque tanto a la viva como a la muerta, este amor desgraciado lo único que traía era dolor. "Los vivos no pueden avanzar con el recuerdo de los muertos tan arraigado..., permitidle olvidar, dejadle continuar...". Y así se hizo, los dioses respondieron "Deseo concedido"...
. . .
Solemos pensar en el amor como algo único y especial, pero al final, cuando nuestra hora de guardar eterno silencio llega, nos damos cuenta de que es sólo nuestro deseo egoísta de sentirnos amados y necesitados...
El amor es la idea que usamos de sustento y esperanza para no desfallecer en los momentos difíciles..., no es algo lindo ni eternamente feliz...
El verdadero amor duele, la pregunta es: ¿puedes soportar la agonía?
La viva decidió seguir amando, y la muerta pidió el milagro de que pudiese olvidar, pues si bien la viva la amaba, todos los días lloraba, y eso era algo... que jamás deseo ver, por lo que prefería borrar toda prueba de su existencia a su lado, a cambio de no verla más sufrir...
Ambas decidieron, aunque sólo un deseo fue escuchado...
Hoy te toca a ti...
Es tú elección.