Pequeña venganza Era una cálida mañana de verano en Konoha, y la gran mayoría de sus habitantes se encontraban… durmiendo. Después de todo, un domingo a las ocho y media de la mañana todo el mundo descansa después de una atareada semana de ir y venir. Pero cierto joven de ojos oscuros iba en contra de las leyes naturales y, aunque intentara dormirse, el sol, que le daba de frente en el rostro, lo había despertado.
-Mmm… ¿qué hora será?- se preguntaba el moreno mientras hacía nota mental de no olvidarse de cerrar las cortinas por las noches. Miró hacia la mesita de luz donde reposaba un reloj despertador al lado de una lámpara de pantalla color blanco. El reloj marcaba las ocho y media y tras unos gruñidos de protesta decidió que ya no iba a poder dormirse, por lo que debería aprovechar el tiempo en vez de quedarse haciendo nada en la cama. Se levantó y se dirigió al baño, y luego de bañarse continuó su rutina, que consistía en desayunar.
Le dio un sorbo a su café y decidió que iría a relajarse un rato a los bosques de Konoha, ya que allí reinan la paz, la tranquilidad y el aire puro, en donde podría liberarse de todas sus responsabilidades y frustraciones que había recolectado en la semana. Entonces decidió que luego se iría a entrenar al punto en donde diariamente lo hacía y luego pasaría por la casa de Kakashi para invitarlo a almorzar. Si todo salía bien, pasaría el resto de la tarde con él y terminaría de relajarse.
Y es que, él no mantenía exactamente una relación de profesor-alumno con Kakashi, por lo contrario, éstos dos llevaban saliendo a escondidas casi un año desde que el joven Jounin logró impedir que Sasuke se fuera con Orochimaru y que éste último se saliera con las suyas. Ese año, había reintentado pasar el examen de Chuunin con resultados positivos, al igual que sus compañeros de equipo, Lee, Neji, Ten Ten, Ino, Chouji, Shino, Kiba, Hinata, Gaara, Temari y Kankuro. Por consiguiente, las misiones habían subido su nivel con respecto a dificultad y eso lo mantenía bastante ocupado. La razón por la que había decidido con Kakashi que su relación debía mantenerse en secreto era muy razonable: definitivamente no estaba bien vista la relación entre dos hombres, y sería aún peor que la gente supiera que además Kakashi salía con su alumno y viceversa, sin contar la diferencia de edad entre estos dos, que también estaba mal vista. Aunque a veces tuviera ganas de gritar a los cuatro vientos que Uchiha Sasuke salía con Hatake Kakashi, simplemente tenía que tragarse los comentarios molestos como: “Kakashi, ¡qué raro que aún sigas desperdiciando tu vida y no te hayas juntado con alguien” o “Kakashi, últimamente te he visto mucho con Anko-san, ¿acaso están saliendo?”; y así como había comentarios que le molestaban a él, también existían aquellos que irritaban al sensei, como: “¡Sasuke-kun! Salgamos esta noche, y no acepto un no como respuesta porque tú no estás saliendo con nadie… ¿o si?”.
Ya había terminado de desayunar y luego de recoger las cosas se encaminó hacia el bosque para despejar su mente.
Luego de unos minutos se internó en el espeso bosque y cuanto más caminaba, más relajado se sentía. Una vez que ya no pudo ver el cielo desde el lugar en el que se encontraba (porque había demasiados árboles) comenzó a buscar la ruta que utilizaba siempre para llegar al claro en el que se encontraba el lago, de un color azul intenso.
Tan distraído iba que no se dio cuenta que se había desviado de su camino y no lo supo hasta que escuchó voces familiares. Intentó reconocer a sus dueños, pero todavía se encontraba a una distancia considerable, por lo que tampoco pudo distinguir lo que decían. Se dijo a sí mismo que no tenía porqué averiguar quiénes eran los que allí se encontraban porque no era asunto suyo y que debía respetar la privacidad de los demás, pero no pudo con su curiosidad.
Se acercó lentamente, y al cabo de unos minutos se le hizo posible reconocer que eran dos hombres y que uno de ellos le reprochaba al otro que había llegado tarde y el otro reía ante ese comentario. Entre las dos voces logró reconocer la de su novio y sensei, ¿qué estaría haciendo Kakashi allí? Y la otra voz… ¿dónde era que había escuchado esa voz?
-Qué mala memoria- se reprochó, pero no tuvo mucho más tiempo para pensar porque tropezó con la raíz de un árbol e hizo un ruido terrible al caer por lo que pensó que ya lo habían descubierto y que lo mejor sería salir de allí, pero las palabras de Kakashi le hicieron cambiar de opinión.
-Iruka… ¿tú oíste algo?-
-Mmm… no, por qué lo preguntas?-
-Me pareció haber escuchado algo… bueno, como sea, levanta los brazos así puedo sacarte la remera.- Ante ese comentario Sasuke quedó de piedra, y silenciosamente decidió pararse para ver que demonios había significado eso. Salió de su escondite, con pasos seguros, para descubrir qué era lo que hacían sus senseis ahí. Pero vio una imagen que lo dejó en shock al instante: SU Kakashi estaba sin su chaleco de jounin y con el pecho desnudo, al igual que Iruka, y el peliplateado estaba muy ocupado mordiendo el cuello del otro.
-Ka…kashi- logró articular Sasuke en un susurro lo bastante fuerte para que los dos senseis lo escucharan y voltearan a ver quién los había interrumpido. El rostro de Iruka se puso más rojo que un tomate e intentó taparse el pecho desnudo con su chaleco. En cambio Kakashi empalideció buscando una buena excusa para darle al chico sabiendo que le costaría bastante que le crea.
-Sasuke esto no… yo… no es lo que piensas… te juro que no hice… yo…- Al jounin no le salían las palabras de la boca y es que no sabía qué decir. Lo único que quería era que la tierra se lo tragara o que todo fuese una pesadilla. El rostro de Sasuke pasó de la sorpresa y el estado de shock a un rostro frío e indiferente; sus ojos no mostraban ninguna emoción y con la voz tan fría que congelaba al infierno mismo dijo
-Yo… lamento haber interrumpido- Y antes que Kakashi o Iruka pudieran decir algo ya se había esfumado dejando en su lugar una nubecita de humo. Iruka miró a Kakashi todavía muy rojo pero se extrañó de verlo tan raro; su rostro competía con el blanco cabello de Jiraiya para ver quién estaba más pálido.Después de unos minutos de incómodo silencio el Hatake habló con una voz de ultratumba
-Creo que… le sorprendió habernos encontrado… así. Mejor voy a hablar con él. Lo siento.-
-No, está bien, ve, no hay problema.- respondió Iruka y seguidamente ambos comenzaron a vestirse rápidamente. Al no sentir el chakra de su novio cerca, el peliplateado supuso que había escapado a Konoha por lo que se dispuso a ir en esa dirección.
Desaparecer de esa forma debía haber hecho que Kakashi no lograra sentir su presencia aunque por las dudas supuso que ocultar su chakra sería lo mejor. Una vez que localizó el tan conocido claro en el cual se encontraba el lago se permitió liberar el torrente de emociones y lágrimas que en ese momento luchaban por salir al exterior. Y en ese momento, comenzó a analizar su situación. Kakashi, el amor de su vida, con el cual llevaba una relación amorosa hace casi un año, lo estaba engañando un domingo por la mañana en el medio del bosque con Iruka Umino, su ex sensei. Frunció el entrecejo mientras intentaba calmarse, eso le ayudaría a pensar con claridad. Entonces se preguntó inconcientemente en voz alta:
-¿Hace cuánto me estará engañando con Iruka? ¿Acaso yo no le doy todo lo que quiere, no soy lo bastante bueno para…
- pero no pudo terminar su pregunta porque se escuchó un “¡Puf!” que indicó al azabache que su querido peliplateado acababa de encontrarlo.
-…él?- completó su pregunta mientras sentía como unos brazos lo tomaban por la cintura en un posesivo abrazo. Sasuke no hizo nada por liberarse, pero tampoco respondió al gesto, sabía que Kakashi lo superaba en fuerza, y además quería respuestas a las preguntas antes formuladas. Con un gran esfuerzo por no quebrarse en frente del joven jounin soltó:
-¿Por qué?- su voz era total y completamente fría, en ella no había ningún rastro de emociones, ni enojo, ni rencor, ni tristeza, lo que descolocó y entristeció a Kakashi porque lo menos que se esperaba recibir (y era lo que merecía) era una cachetada o un inútil forcejeo por parte del menor para zafarse de su abrazo.
-… porque… yo…déjame explicarte.- Balbuceaba el de cabellos color plata, no sabía como explicar su error o como enmendarlo. Tragó saliva, y más nervioso que antes al ver que SU Sasuke esperaba una respuesta, continuó.
-Eh… hace un tiempo, cuando yo aún no salía contigo- se apresuró a aclarar cuando vio como se tensaba el cuerpo del menor entre sus brazos-… eh… Iruka y yo éramos amigos y… bueno, teníamos como… una especie de… pacto; este consistía en como los dos estábamos solos, sin pareja, quiero decir, nosotros… teníamos… relaciones… eh… tú me entiendes-dijo y al ver como el Uchiha asentía, continuó- pero nosotros no sentimos nada por el otro… era simplemente para matar el tiempo cuando él no tenía que dar clases y yo no salía de misión. Y bueno ayer él me visitó por la tarde:
-------------------------Flash Back-----------------------------
Kakashi se encontraba tirado en el sillón de su hogar, leyendo la nueva edición de “Icha Icha Paradise”, cuando de repente suena el timbre de la casa.
-Ding Dong- (timbre XD)
-Mmm… supongo que a estas horas será Sasuke- se dijo para sí mismo mientras observaba el antiguo reloj de pie que se hallaba en una esquina del living. Se dirigió hacia la puerta y la abrió con pereza pero en seguida cambió su actitud al ver que no era su querido azabache quien estaba en la entrada de su casa.
-Iruka, qué sorpresa- dijo a modo de saludo y como respuesta recibió una sonrisa
-Es cierto, ha pasado mucho tiempo que no nos vemos, Kakashi, pero es que mañana por la mañana estoy libre… ¿qué me dices?- dijo viendo como el jounin empalidecía al instante y luego respondía medio nervioso:
-N…no creo que pueda, porque tengo muchas cosas que hacer y tal vez me vaya en alguna misión…- pero no pudo continuar porque se vio interrumpido por el chuunin:
-Oh!, si es por eso no te preocupes porque yo le pregunté a Tsunade si podía darte el día libre y me dijo que sí ^^- en ese momento el moreno pensó en algo
-O acaso es cierto que estás saliendo con Anko como me comentó Asuma-san?- preguntó en un tono burlón. Kakashi hizo nota mental de estrangular a Asuma en cuanto lo viera
-Yo no estoy saliendo con Anko, es que- pero fue nuevamente interrumpido por el Umino
-Entonces tienes una pareja y no me has contado?-
-Eh… no- dijo titubeando un poco y pensando en una buena excusa para zafarse de Iruka.
-Bueno, entonces nos vemos en el lugar de siempre a las 8 a.m. ok? No faltes- y dicho esto se retiró rápidamente del alcance del peliblanco, que estaba debatiendo interiormente qué era lo que debía hacer.
Entonces después de pensar un buen rato decidió que lo mejor sería presentarse en el lugar acordado y luego le diría a Iruka que su pacto se acababa.
------------------------Fin Flash Back---------------------------
-Y eso fue lo que pasó.- Finalizó Kakashi con un suspiro aliviado, por lo menos parecía que ahora el menor se había relajado entre sus brazos.
-Y pensaste que yo no me daría cuenta que me estabas engañando… ¿y si no rompías ese acuerdo extraño que tenías con Iruka y lo seguías haciendo? ¿Cómo puedo confiar yo en ti después de lo que me contaste y después de lo que vi? Tu historia no es muy creíble.
- Y aprovechó que Kakashi había bajado su guardia para liberarse de su agarre y salir corriendo, necesitaba pensar, y con su sensei presionándolo no podría hacer eso.
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Después de correr por unos minutos se adentro en Konoha y se dirigió lentamente a su casa, pero siempre alerta, después de todo había desaparecido nuevamente y había dejado a Kakashi con la palabra en la boca, y estaba seguro que el peliplateado no se rendiría fácilmente.
Entró a su casa y se fue directamente a su cama, en donde dejó caer su peso como si de una bolsa llena de piedras se tratase. Realmente estaba muy agotado, no porque hubiera entrenado mucho y tampoco por la caminata, sino porque aún se torturaba así mismo con esas imágenes que le venían a la cabeza de sus senseis jugando a engañarlo. Ya había decidido que no podría vivir sin su distraído profesor, pero no pensaba perdonarlo tan fácilmente; lo mejor sería una pequeña venganza que se tenía bien merecida…
Supuso que lo mejor sería pagarle con la misma moneda, después de todo él no haría nada que su novio no hubiera hecho.
En ese momento su mente pasó por todos los habitantes de Konoha que conocía. Y empezó a analizarlos uno por uno…
-Ummm… necesito a alguien que no me importe…- se repetía a si mismo mientras que seguía pensando…
-Shikamaru…, mmm, él está con Temari, no quiero arruinar nada…-
-Kiba?... tampoco, su pareja es el tipo extraño de los insectos…-Por fin decidió que lo mejor sería pensar las cualidades que necesitaba para llevar a cabo su plan; debería ser alguien, en lo posible hombre, a quien conociera pero no tuviera ningún tipo de relación cercana; alguien que se encontrara solo y tuviera sus mismas preferencias sexuales; alguien discreto, solo debía enterarse Kakashi de su plan.
Alguien a quien no le importara o se viera involucrado en su vida diaria. Es por eso que descartó a Naruto de su lista: el rubio era su mejor amigo, no quería lastimarlo, además no creía que la palabra “discreción” se encontrara en su diccionario; sin contar que el kitsune era muy inocente y no quería “quitarle” la inocencia. Siguió pensando: Chouji…? No, definitivamente estaba más que seguro que el chico prefería comer a hacer cualquier cosa con él. Lee? No, así de rápido como la idea vino a su cabeza desapareció, el “mini-Gai” le daba escalofríos, seguramente no lo soportaría. Mmm, qué hay del pelirrojo de Suna? Hn, justamente, Sabaku no Gaara vive en Suna y no se tomaría las molestias de ir hasta allí. Entonces una persona pasó por su cabeza: Hyuuga Neji. Era exactamente lo que estaba buscando: Neji, con el no mantenía ninguna relación, ni existía ningún lazo que lo uniera al chico; además no lo veía casi nunca, por lo que no resultaría embarazoso el verse diariamente. Aunque le atraían los hombres, había escuchado que el pelilargo se encontraba solo ya que no se había enamorado de nadie aún. Y estaba seguro que, si le explicaba lo necesario, Neji entendería perfectamente sus intenciones y no le traería ningún tipo de problemas con respecto a la discreción.
Luego de llegar a esa conclusión, Sasuke se cambió de ropa y se dirigió hacia la residencia Hyuuga, pero en el camino se encontró con cierto albinito, que al parecer no había desistido en su intento de que lo perdonara y había estado haciendo guardia en la puerta de su casa para interceptarlo cuando se decidiera a salir.
-Sasuke, por favor hablemos, entiendo que estés enojado conmigo y me lo merezco pero por favor te pido que me comprendas, yo no quise hacerte daño, es solo que tú apareciste en el momento y lugar equivocado.- decía el albinito intentando excusarse y empeorando más la situación.
-Oh, y ahora la culpa es mía por ir a pasear por el bosque en el momento en el que te decidías a revolcarte con otro? Por favor, era lo último que esperé escuchar viniendo de ti, pero tienes razón, la culpa es mía por haber confiado en ti, haber creído ciegamente en cada cosa que me decías y hacías, ocultando tu verdadera forma de ser debajo de una máscara de mentiras… pero… creíste que era divertido, engañar al mocoso Uchiha, que ni cuenta se va a dar? Porque diablos no me dejaste si tantas ganas de revolcarte con el otro tenías?- esto ultimo lo dijo gritando y con los ojos llenos de un profundo odio y decepción mezclada con tristeza. Kakashi se quedó de piedra, por fin se dio cuenta que el Uchiha menor estaba demostrando lo que sentía en esos enormes y profundos ojos negros. En ese momento no pudo controlarse, cuando reaccionó se vio abrazando a un muy confundido azabache que esta vez si intentaba zafarse inútilmente de sus brazos y haciendo un berrinche como si fuera un niño pequeño.
-Por… favor… no soporto verte así… perdóname- rogó el peliblanco, pero Sasuke le respondió con una mirada cargada de rencor y sin dejar de forcejear:
-Hubieras pensado antes de haber ido con Iruka.- y después de decir esto, el Uchiha comenzó a formar sellos aún entre los brazos de su sensei y empezó a acumular chakra en su mano, a lo que Kakashi supuso sería un Chidori, por lo que se vio obligado a soltarlo y alejarse para no recibir el ataque que, si lo tocaba, seguro lo mataba.
Viendo Sasuke que su profesor lo había soltado hizo desaparecer el Chidori de su mano y se dirigió a toda velocidad a la casa de Neji, ya que si el albino lo interceptaba de nuevo no creía posible que pudiera volver a hacerle frente.Después de todo, el rostro suplicante de Kakashi era algo a lo cual no podía resistirse tan fácilmente.
Una vez se encontró en frente de la mansión Hyuuga, pensó qué le diría a Neji.
-mmm… no, eso no…- siguió pensando por unos minutos antes de encontrar la excusa indicada. Una vez se encontró satisfecho con el argumento que había pensado para convencer a Neji, tocó el timbre y esperó pacientemente. Cuando la puerta se abrió, se encontró con Hinata, la prima de Neji, que, cuando lo vio, se puso roja al instante.
-Sa…Sasuke-kun… en q…qué pu…puedo ayu…ayudarte?- logró articular la chica mientras jugaba visiblemente nerviosa con sus dedos.
-Eh… Hinata, cómo estás?- dijo Sasuke, más por cortesía que por otra cosa
-B…bien, gra…gracias p…por pre…preguntar- tartamudeó la chica coloreándose más si eso era posible.
-Está Neji? Necesito preguntarle algo- dijo ya un poco impaciente por los tartamudeos de la chica, ¿cómo podía ponerse tan nerviosa?
-S…sí, a…ahora l…lo lla…llamo.- finalizó la chica desapareciendo en su casa casi corriendo, en verdad que la presencia de los compañeros de Neji la ponían nerviosa.
Llamó nerviosa a la puerta de la habitación de Neji, esperando la indicación para poder pasar.
-¿Quién es?- preguntó el ojiblanco, cortante, después de todo ya había dicho que por favor no lo molestaran mientras se hallaba en su habitación.
-S…soy y…yo Neji…nii-san. Sa…sasuke-kun te… es…está bus…buscando. Logró formar Hinata poniéndose roja como si estuviera haciendo algo malo.
-Uchiha, eh?- dijo Neji lleno de interés en saber qué rayos hacía el orgulloso y arrogante Uchiha buscándolo. En ese momento salió de la habitación encontrándose con Hinata que seguía jugando nerviosamente con sus dedos.
-Si…siento ha…haberte mo…molestado… pe…pero- Neji no la dejo terminar, le irritaba bastante la forma de hablar de su prima.
-No importa, gracias.- dijo y bajó las escaleras a toda velocidad, para ver que quería ese presumido Uchiha de él. Entonces se encontró con Sasuke sentado en el living, ya que el padre de Hinata lo había hecho pasar disculpándose por la actitud descortés de su hija.
-Uchiha- llamó el pelilargo a modo de saludo
-Hyuuga- respondió el pelinegro con el mismo tono que Neji había utilizado con él.
-¿Qué quieres?-preguntó directo el chico mientras que miraba los ojos sin expresión del otro.
-Quiero hablar contigo de algo, pero en un lugar más privado- dijo el menor observando que el living de los Hyuuga no era el mejor lugar para hacerle la propuesta a Neji.
-Vamos- dijo el mayor indicándole que lo siga por las escaleras hasta llegar a su habitación.
-Y bien?- cuestionó el chico del team Gai en cuanto ya se habían internado en su habitación.
-Bueno, lo que yo quiero es hacerte una propuesta que de seguro te interesará.- respondió Sasuke con una sonrisa de medio lado dejando a Neji lleno de curiosidad y también un poco de desconfianza.
-Y… ¿de qué se trata?- preguntó el Hyuuga no pudiendo con su curiosidad
-Mmm… yo te propongo que hoy a la noche nos divirtamos un poco… tú me entiendes- aclaró el azabache regalándole a Neji una sonrisa cargada de lujuria y de deseo.
-Pero… solo es por placer, verdad?- preguntó el pelilargo intentando encontrar intenciones o sentimientos ocultos.-
-Si, luego haremos que nada sucedió, es solo placer, para matar el tiempo. Pero será solo por esta noche, está bien?-
-Me parece excelente- respondió el chico de los cabellos marrones imitando la sonrisa que el otro había puesto unos minutos antes. Luego de eso, Neji acompañó al Uchiha hasta la entrada y Sasuke dijo
-Nos vemos esta noche, a las nueve en este hotel- le tendió un papel en el que estaba escrita la dirección del hotel y su número de celular, por las dudas; seguidamente se despidió del otro guiñándole un ojo y se encaminó a su casa.
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Kakashi estaba que caminaba por las paredes. ¿Qué hacer? ¿Qué decir? ¿Cómo averiguar qué demonios hacía SU Sasuke entrando al hotel que (por casualidades de la vida y pura coincidencia) se encontraba en frente de su casa acompañado del odioso Hyuuga?
Si había estado preocupado por no conocer el destino al que el Uchiha se dirigía esa tarde, ahora estaba que estallaba de nervios porque sabía donde se encontraba SU pequeño y ese bastardo del equipo de Gai. Y ese niño que se cree superior a los demás no le agradaba para nada, sobre todo luego de los rumores que escuchó por ahí de que el ojiblanco era homosexual. Si había algo por lo que se caracterizara Hatake Kakashi además de su habilidad de resultar irritante cuando llegaba tarde y sus logros como ninja era que también era un hombre posesivo y celoso.
Y lo único que lo detenía en estos momentos era que él sabía que se lo tenía merecido y que además, si iba en ese mismo momento y se metía en la habitación… qué haría? Se suponía que Sasuke era solo su alumno, que no podía meterse en sus asuntos privados y que no tenía que importarle su compañero de equipo más de lo que la relación profesor-alumno se lo permitía. Sin contar cómo se pondría el pequeño pelinegro si él interrumpía su “reunión nocturna” con el pelilargo, de seguro y todo empeoraba. Aunque, por otro lado, y si Sasuke quería que él fuera a impedir que lo engañara? Y si quería que todo el mundo se enterara? Definitivamente estaba en una situación que lo comprometía y que lo entristecía, porque sabía que si Sasuke lo dejaba solo por haber sido cobarde y no haber dicho a todo el que se le cruzara que amaba a ese pequeño, malcriado, insoportable, creído, codiciado, pero a la vez vulnerable, cariñoso, indefenso y brillante chico, que ahora mismo estaba en un vulgar hotel con OTRO, él jamás se lo perdonaría.
Unas pequeñas y saladas lágrimas resbalaron por su ojo visible y se perdieron en su rostro reflejando la tristeza y el dolor que sentía en esos momentos. Y pensar que todo había comenzado por su estúpida inmadurez e irresponsabilidad…
Aún no se decidía que hacer cuando, por la ventana, vio a su pequeño demonio (después de lo que le hizo no pudo llamarlo ángel) saliendo del hotel con la… cosa careciente de pupilas y, para su alegría, cada uno se iba por caminos distintos… decidió que era hora de la rendición, como buen ninja que era sabía hasta cuando soportaría una tortura (o en este caso la indiferencia de su amado) y en ese momento ya no pudo seguirle el juego.
Se vistió (en ese momento estaba solo en bóxer) y se encaminó hacia el barrio Uchiha. Si era necesario tirarse de rodillas a los pies de su Uchiha, rogarle y mandar a su orgullo de paseo, lo haría. Se peinó y acomodó lo mejor que pudo y se fue saltando de techo en techo por la ciudad de Konoha.
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Definitivamente estaba agotado. Él ya había hecho su parte, ahora solo quedaba esperar a que todo se solucionara. En verdad no había hecho nada que Kakashi no hubiera querido hacer por la mañana, pero igual se sentía extraño. Había conservado la esperanza de que su profesor vendría e impediría que completara su plan.
-Soy un idiota-se dijo a sí mismo por haber mantenido una esperanza que tenía tantas posibilidades de hacerse realidad como la que conservaba Orochimaru que él se fuera a su bando y le entregara su cuerpo.
Se encaminó al baño dispuesto para darse una ducha, abrió el agua caliente y comenzó a desvestirse lentamente. Llevaba ya un buen rato dentro de la ducha cuando escuchó extraños ruidos provenientes de su habitación, por lo que cerró la canilla, se puso una toalla en la cintura, y, siempre con su bolsito de shurinkens y su chakra al 100%, salió silenciosamente para averiguar qué o quién era el creador del extraño sonido.
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-Maldición, cuando debo ser silencioso me tropiezo y hago tanto ruido como si no hubiera nadie en la casa, y yo me hago llamar ninja?- se reprochó el ninja copia por haber sido tan ruidoso al tropezarse con la lámpara de la mesita de luz cuando estaba entrando por la ventana abierta de la habitación de su amor. Escuchó con desilusión como se cerraba el paso del agua del baño, y toda esperanza de sorprender a su querido alumno en la ducha lo abandonó.
En ese momento oyó pasos que, sabía, eran de Sasuke, si hasta se conocía su forma de caminar y lograba distinguir sus pasos en el sepulcral silencio. Se escondió detrás de la puerta y tuvo que morderse el labio inferior para contener el suspiro que luchaba por escapar de sus labios cuando vio entrar esa bien formada y pálida figura, con el pelo llovido y húmedo y las gotas de agua que descendían juguetonas por toda su espalda (que era la parte del cuerpo que lograba ver desde su escondite). Sasuke ingresaba alerta en la habitación gracias a su anterior descuido cuando estaba entrando. No supo en qué momento pasó, pero se vio abrazando por la espalda a su novio (o ex), y sintió como ésta primero se tensaba pero al sentir el chakra del Hatake se relajó completamente y comenzó a besar el hombro de éste aferrándose él también a la porción de anatomía de su novio que estaba a su alcance.
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Se dio vuelta rápidamente y hundió su rostro en el hombro de Kakashi mientras éste abrazaba su cuerpo desnudo más cariñosamente que antes si eso era posible.
-Lo… lo siento…- logró decir antes de que su profesor se arrancara el protector de su boca para apresar sus labios en un profundo y cálido beso que fue respondido en cuestión de segundos. Cuando se separaron Kakashi habló:
-No te arrepientas, me lo merecía por haber sido tan estúpido por no haber respetado a la persona que amo y haberla puesto por debajo de mis antiguas costumbres. Te amo (beso) te amo (beso) te amo (beso) te amo (beso) te amo (beso) te amo (beso) te amo (beso) te amo muchísimo… (beso)- Sasuke sintió un gran alivio al escuchar eso y correspondió el beso con una infinita ternura y pasión.
Cayeron en la cama y cuando el mayor le quiso sacar la toalla de la cintura, el menor alejó la mano diciendo:
-mmm… lo siento pero es parte de mi pequeña venganza… además yo ya tuve suficiente por esta noche.- El Hatake solo tuvo que conformarse con que le permitiera poner el bóxer y luego, después de que su intento de excitarlo rozando los dedos por la parte baja no funcionara (recibiendo solo un golpe en la cabeza como respuesta) poder dormir abrazando a su pequeño demonio.
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Al otro día, por la mañana, más de un ninja se llevó una gran sorpresa al observar al joven jounin, Hatake Kakashi dirigiéndose (como siempre, tarde) al lugar en el que había quedado con sus alumnos, solo que esta vez, la razón de su retraso le aferraba la mano mientras caminaban, dándole de vez en cuando una sonrisa burlona, por la cara que ponía la gente cuando los veía juntos.
FIN