*Brisa Nocturna* por Zoe Wayne

Muchas gracias a Paula por corregir.

Atención: Meine Liebe pertenece a Kaori Yuki e Rei Izawa, esta historia es para entretener, no se gana ningún dinero con ella.

Advertencia: Esta historia esta situada en el Capitulo tres de Meine Liebe ~Wieder~

Ludwig x Naoji

_ Naoji..._ Fue su contestación

"¿¡Qué!?" Se preguntó inseguro, desprotegido como un infante. Era tan embarazoso ese momento, tan intenso...

_ Pensaba que no me lo dirías nunca _ Le contestó sin moverse, sin apartar la vista. Sonriéndole con el brillo de sus irises y sus labios.

...

_Lui..._ Susurró perdiéndose en la mirada del otro, adentrándose en ella con la intensidad de sus latidos, que acelerados, parecían decirle con cada bombeo, con cada pulsación que ese momento era cierto.

Era verdadero.

Ludwig caminó hasta detenerse delante del japonés. Este no se movió, ya que no conocía las intenciones de su amigo, tan sólo continuó mirándolo como si ese hombre fuera el único ser del universo... como si tan sólo existieran ellos dos.

_ Yo también te amo_ Le escuchó decir en un susurro suave, pero perfectamente audible, haciendo que Naoji se estremeciera por la magnitud y fuerza de esas palabras.

Y tras de ellas.

Hizo lo único que podía hacer. Se levantó y se hundió en los brazos de su ser amado, con ansia, con anhelo. Sintiendo la solidez de su torso, el calor de su cuerpo, el aroma de toda su piel.

Era tan mágico ese momento, tan especial... "Tan esperado" Que su resistencia le falló y unas lágrimas de auténtica felicidad invadieron sus ojos.

_ Naoji _ Exclamó Lui, apretándolo aún más entre sus brazos _ No llores_ Le ordenó con ese tono de voz tan suyo y tan conocido por el japonés.

Pero este, no podía evitarlo... Era tan feliz y lo necesitaba tanto, que no podía controlar ninguno de sus sentidos. Aun así, intentó controlarse y separándose unos centímetros de este lo miró a los ojos _ Lo siento _ Se disculpó retirando sus lágrimas con los puños de forma infantil.

_ No te disculpes_ Le dijo sin retirar esa hermosa sonrisa de sus labios_ No hay nada que disculpar_ Continuo diciendo, al mismo tiempo que alzaba su mano derecha para acariciar su rostro.

Al primer contacto, sintió que sus mejillas ardían con violencia y quiso apartarse en un acto reflejo movido por la vergüenza.

Pero Su Lui no lo dejó hacerlo.... y atrapando su rostro entre sus manos, cariñosamente, le obligó a mirarlo a los ojos.

Naoji se hipnotizó con esa mirada que le observaba con un brillo espectacular lleno de deseo... Haciendo que el joven japonés temblara de inquietud.

Temblara al compás de sus latidos, que parecían correr un maratón, que amenazaban con impulsar al exterior su corazón, que ya desde hacia mucho tiempo, pertenecía al culpable de su incontrolable estado.

"Todo"

Todo el era suyo.

Y así se lo hizo saber cuando, Ludwig, "Su Lui" lo atrapó y lo encadenó en un ardiente y dictador beso.

Sus labios ardían como el mismo fuego. Eran suaves y rudos, masculinos y tentadores como los demonios rojos del infierno, le apresaron con fuerza y pasión... jugando con su lengua, poseyéndolo con la fuerza de la misma.

Naoji sólo pudo gemir de puro placer al recibir esa sabrosa boca, abrazándolo y rodeándolo con gula y adoración como quien venera a un dios sagrado.

Sus manos quemaban como el acero cuando está expuesto ante las ardientes llamas de una hoguera. Sus dedos marcaban su piel como si quisieran dejar su imprenta en esta, el en interior de su alma. El sudor de ambos se mezclaban como si formaran una sola esencia.

"¿Como habían llegado hasta ese extremo?" Se preguntaba mientras Lui le desabrochaba la camisa de dormir.

El japonés no lo sabía... pero tampoco le importaba.

"¿Cómo rechazarlo?"

"¿Cómo controlarse?"... Ahora que todo su cuerpo gritaba un sólo nombre, ahora que por fin tenía aquello que tanto había esperado.

"Lui" Decían todos los poros de su piel.

"Lui" Repetían cuando sus manos acariciaban todos los rincones de su cuerpo, desnudándolo. Dejándolo a su auténtica merced...

_ No tienes porque hacerlo_ Le dijo con afecto y ansiedad. Estaba claro que deseaba poseerlo, pero nunca lo haría si él no estaba preparado.

_ Deseo hacerlo_ Le dijo sin mirarlo, sintiendo timidez. Nunca antes había estado desnudo delante de él y todas sus células parecían pensar lo mismo, porque los temblores no habían desaparecido y su corazón iba tan deprisa que casi le dolía.

"¿Por el miedo?"

Estaba asustado, eso parecían decir los latidos que oprimían sus oídos... Nunca había hecho el amor. Y ahora tenía delante de sus ojos aquel al que siempre había deseado, desde lo más profundo de su alma.

¿Por qué no podía dejarse llevar?

¿Por qué no era capaz de mover ni un músculo?

_ Naoji_ Le llamó Ludwig, una vez se quitó la ropa, elegantemente _ Mírame _ Le ordenó rodeándolo con voluntad.

El roce de sus pieles desnudas le causó escalofríos, el cuerpo de Lui aún estaba más caliente que el suyo propio y su contacto era suave.

_ Yo..._ Intentó decir, pero al encontrarse con su mirada se quedó sin voz.

_ Nunca _ Le dijo besando su mejilla derecha con mimo, para después ir bajando hasta su cuello_ Nunca te haré daño... _ Le continuó diciendo mientras le conducía hasta la cama_ Confía en mi_

"Confía en mi"

Esas palabras perecieron arrancar el miedo de su interior.

Y cuando se encontró acostado debajo de su amado, se atrevió a mirarlo por primera vez desde que se había quitado la ropa.

Su visión fue mejor que cualquier sueño "Es perfecto" Oyó decir a su voz interior...

Su cuerpo era absolutamente varonil, fuerte y vigoroso. Sus brazos grandes y amplios...Y su piel era blanca como el marfil, sin dejar de ser masculina, ya que era opaca y no tenía ese tono de luminosidad que tenia él mismo.

En comparación el japonés se veía un tanto femenino... Con su complexión delgada y fina, con su piel blanca como la leche y brillante como la porcelana.

Los ojos de Lui resplandecían por culpa de su apetito, su color era una mezcla de azul y lila. Y estos parecían engullirlo y dominarlo con esa sola mirada " Lo amaba" Sus irises se lo decían sin palabras...

Y por culpa de esa certeza, por esa verdad. Su miedo se había vuelto necesidad y su vergüenza "Lujuria".

Una lujuria casi obscena, para alguien como él...

Todo su cuerpo lo necesitaba, lo reclamaba para que se adentrase en su interior... Con su mirada lo llamaba con esa inocua voz que resplandecía como una invisible esencia... para que perdiera el control de sus sentidos y se dejara arrastrar por la sensualidad de ese oriental muchacho.

No tardó mucho, en contestar a esa tan tentadora demanda.

Lo besó de nuevo, mordiendo sus labios con ansias devastadoras, sin causarle dolor, pero si despertando aun más esa hambre que tenia por él. Sus lenguas chocaron dentro de sus bocas, impactando y entrelazándose con energía confundiendo su néctar, embriagándose con su gusto...

Se abrazaron como si formaran un sólo ser, las manos grandes y firmes de Ludwig recorrían y descubrian cada parta de su amante, acariciado y rozando su piel con delirio... de arriba hacia abajo, marcando el territorio, solicitando su conquista.

_ ¡Ah!_ Gimió al sentir uno de sus dedos adentrándose en su interior, haciendo que todo él vibrara por la intromisión y el inesperado dolor.

No lo rechazó.

Todo lo contrario, se rindió a él cerrado los ojos y abriendo aun más las piernas para dejar un mayor acceso.

_ Tranquilo _ Le susurró al oído _ Tranquilo _ repitió introduciendo un segundo dedo.

Su voz era como un bálsamo y parecía disminuir el dolor, sus cabellos acariciaban su rostro... Y Naoji sujetaba con fuerza las sábanas, mientras reprimía los gemidos mordiéndose los labios.

Era tan placentera esa tortura...

Y el japonés era tan erótico en ese momento, que Ludwig no pudo contenerse más... y retirando los dedos se adentró de su interior, en un solo y brusco movimiento.

El grito de este retumbó por toda la habitación.

_ Lo siento_ Se disculpó de inmediato, sin salir de su interior.

Naoji abrió los ojos y mirándolo con ojos vidriosos lo rodeó con brazos y piernas _ Continua...._ Le pidió después, sabía que el dolor cesaría y por eso no quería detenerse.

No podía detenerse.

Su deseo era mayor que su dolor.

Los movimientos de Lui se volvieron lentos y cuidadosos, pero sin dejar de ser firmes.

Su pelvis chocaba con las pantorrillas del japonés adentrándose cada vez más profundamente y con más vigor según este se iba moviendo.

Rápidamente el dolor desapareció convirtiéndose en placer.

_ ¡Lui!_ Gritó Naoji con satisfacción. Había tocado algo en su interior, algo que lo había transportado al más absoluto de los gozos.

Apretó sus piernas, reclamando más.

Quería sentirlo otra vez.

Ludwig aceleró la marcha dejándose caer encima de su amante para así, adentrarse aún más en su interior con fuerza, con vigor... aumentando la velocidad según indicaban sus gemidos.

Que parecían afrodisíacos para cada uno de sus sentidos.

_ Lui ..._ Le llamó a punto de sentir el placer del orgasmo _ ¡Lui!_ Repitió clavando sus dedos en su espalda _ ¡¡LUI!!_ gritó al llegar al clímax.

Un sonido ronco por parte de este, le indicó, que él también había llegado...

Después lo notó en su interior.

_ Ludwig..._ susurró feliz perdiéndose en la complacencia del momento.

Este no habló, sólo lo abrazo con cariño como contestación.

Había sido tan grande, tan apasionado que ninguno de los dos sabía exactamente como actuar o que decir. Sus cuerpos ya habían hablado y se lo habían dicho todo.

"Todo"

Lui se dejó caer al lado de Naoji, después volvió a rodearlo entre sus brazos _ No jures lealtad si no quieres, Naoji_ Le dijo encontrándose con su mirada_ Júrame lealtad sólo a mí_

Este sonrió por sus palabras _ ¡Sí! _ Exclamó contento, al mismo tiempo que apartaba algunos de sus cabellos de su cara_ Por supuesto... _ Susurró antes de sellar ese compromiso con un beso.

Ludwig también lo hizo, aceptando esos labios.

Fin

¡Hola a todos!

Lo prometido es deuda ^^ Espero que les guste el Lemon XD

¡Muchas gracias por leer!

Y por favor Comentarios...

Si tienen alguna duda me pueden enviar un E-mail.

Zoe Wayne