Las cuatro personas sentadas en torno a la gran mesa charlaban animadamente cuando Draco entró a la cocina. El chico sin decir una palabra y con la cabeza gacha se sentó junto a su padrino, y pudo sentir la mirada que le dirigía el hombre.
- Y Harry?- pregunto Lucius
- Que comemos?-fue la respuesta que recibió el mayor de los Malfoy cundo Harry entro y se sentó frente a Draco
Draco, Snape y Lucius lo miraron con una mueca de desagrado, según ellos era de mala educación preguntar “¿Qué comemos?”, pero lo dejaron pasar. La sonrisa que siempre se encontraba presente en la cara del chico no se encontraba hoy, y Snape tuvo la seguridad de que se trataba de los últimos acontecimientos.
Mientras Doby les servía la cena, James saco uno de sus temas preferidos: el Quidditch.
- Los Chudley Cannons les ganaron a las Avispas de Wimbourne hoy-dijo James con una sonrisa- viste el partido Sirius?
- Eh…el partido?-dijo nervioso el aludido-no, no pude. Severus, los chicos y yo estábamos viajando para acá y, bueno, en el auto…
- Ya se que “perdiste” el transmisor, Padfot-le dijo su mejor amigo con sonrisa burlona, James sabia perfectamente que Snape se lo habia sacado porque odiaba el Quidditch
- Pa…-la voz de Harry corto la conversación
- Si, Harry?- pregunto el Potter mayor nervioso.
Era la primera vez que Harry le hablaba directamente desde que le dijo que se mudaban con los Malfoy, y, como buen padre, sabia perfectamente que el enojo era para que le durara varios días; por eso lo puso nervioso, sabia que su “nene” no tenia ninguna buena intención.
- Por qué no me dijiste que voy a tener una hermanito?- le soltó el chico con una sonrisa que intento fuera dulce, pero que resulto ser mas “diabólica”.
Y esa fue la reacción que Harry espero causar: Sirius se atragantó con el jugo, Snape y Lucius palidecieron tanto que se pusieron mas blancos de lo que eran, y su padre, según Harry el mas gracioso, paso de palidecer, a un color rojo, después a un tono algo verdoso y, por ultimo, otra vez palidecer; Draco, solo lo miró tranquilo.
- Estoy esperando una respuesta…- le dijo a su progenitor con una sonrisa burlona, pero, furia en sus ojos verdes.
- Yo…- James no sabia qué decir, todas las mirada estaban fijas en él- yo…
- Vos que?- le dijo su hijo con furia- acaso pensaste que no me iba a dar cuenta? Que un día iban a ir al hospital y me iban a dejar con el cuento de que lo trajo la cigüeña (*)? Y que yo me lo iba a tragar sin preguntar por qué te había crecido tanto la panza?- Harry ya no hablaba, gritaba- o que? que iban a decirme? O cuando? Siempre soy el último en enterarme de todo!!!-continuo mientras las lagrimas caían de sus ojos- TE ODIO!!! LOS ODIO A TODOS!!!
- Anda a tu habitación a calmarte y mañana, si estas dispuesto a hablar civilizadamente, te voy a responder a tus preguntas- James lo dijo tranquilo, como un pedido, pero Harry conocía a su padre y sabia perfectamente que eso era una orden.
No sabia en que momento se había parado, pero solo tuvo que dar media vuelta para salir, no sin antes dar un portazo, dejando a todos los presentes sorprendidos por la forma en la que le hablo a su padre, seguramente pensaban que era un irrespetuoso. “Que les den” pensó mientras subía la escalera. Entro a su habitación y cerró de un golpe, para que todos supieran que estaba en su destino.
Se acostó en su cama y se estiro cuan largo era. Se sentía dolido, triste, confundido; pero aunque el hecho de no saber que su padre estaba esperando un bebé cuando todos en su “nueva familia” lo sabían le molestaba, no era esa la verdadera razón de su enojo. Sabia perfectamente que todo tenia que ver con su nuevo hermano, pero no el que esperaba su padre, sino el hijo de Lucius Malfoy.
¿Por qué el rubio le había permitido que lo bese? ¿Por qué el lo besó? ¿Qué fue aquello en los ojos de Draco que lo llevo a entrar en un estado de “trance”? ¿Por qué había llorado?
Eran demasiadas preguntas para responder, y su mente no quería funcionar en ese momento, ya que las únicas respuestas que le daba eran “porque le gustas”, “porque te gusta”, eso era todo lo que su maldita mente le decía.
“Mañana voy a tener que comprar una nueva” pensó Harry pero ni siquiera su chiste le causo gracia.
*********
Ya se estaba quedando dormido cuando escucho tres golpes en la puerta. No respondió. Sabia que era su padre que iba a ver si ya estaba dormido para hablar, y seguro le llevaba una porción de torta y chocolate caliente; esa técnica siempre funcionaba cuando se peleaban, y el mayor lo vení haciendo desde el día en que su hijo le dejó de hablar pero siempre sin obtener resultados, y esta noche no seria la excepción.
Otros tres golpes le confirmaron que esta noche iba a insistir, pero el no iba a aceptar. Se giro en la cama, quedando de espaldas a la puerta y fingió dormir. Pasó un rato en el cual no se escuchó ningún ruido más que las risas de abajo que aseguraban que todos se divertían y le dieron ganas de estar abajo con su padrino. Al suponer que James había desistido abrió los ojos y se quedó mirando la imagen que le devolvía el espejo en el techo de su cama. Tenía varios músculos que se marcaban con cualquier movimiento que realizara. El Quidditch había ayudado mucho al cambio. Sus ojos se posaron sobre su miembro, cubierto por el bóxer negro y ajustado que se había dejado puesto al desvestirse y se sonrojo al recordar cuando, hacia un mes, su padrino entro “sin querer” en el baño y lo vio desnudo, “buen equipo” fue todo lo que Sirius le dijo al retirarse.
“Seguro que Lucius eligió los muebles” pensó, sabia que esa no había sido idea de su padre. Sonrió y el Harry del espejo le devolvió la sonrisa.
Tres golpes mas sin respuesta, estaba decidido a no dar el brazo a torcer. Su padre no se había portado bien con él, él no lo haría con su padre. ya no era un niño de 10 años que lo perdonaba fácilmente. Ya era un adolescente de 17 dispuesto a dar guerra.
La puerta se abrió de golpe, asustándolo. Pero su expresión cambio inmediatamente por una de sorpresa al ver que no se trataba de su padre, sino que era Draco quien acababa de entrar. Rápidamente tomo las sabanas y se tapó hasta la cintura.
- Qué queres Malfoy?- dijo con bronca. Quien era el rubio para entrar en su habitación sin permiso? Esta bien que golpeo, pero si el no le dijo que podía entrar, por qué lo había hecho?
- Va a llover…- indicó el aludido desviando la pregunta, mirando por la ventana
- Bueno, si viniste a decirme eso, ya lo se, ahora podes irte- Draco no lo miraba a los ojos y eso lo enojaba- hasta mañana
- No, no vine a eso- aclaro Draco
- Entonces a qué? A reírte de mi porque mi padre me…
- Tampoco vine a burlarme de vos
- …-Harry iba a reclamar, pero un movimiento de la mano de su acompañante lo izo callar
- Por qué me besaste?- preguntó Draco sin dar mas vueltas
- Yo…no se, algo en tus ojos…
- No te pongas cursi Potter, mis ojos no tienen nada- le dijo cortando la explicación
- Por qué llorabas?- contraataco Harry
Draco lo miró unos segundos y después se acerco a la cama y se sentó en ella. Sonrió al ver el espejo en el techo.
- típico de mi padre, es un pervertido…- dijo mas para el que para Harry- pero cundo ama, lo hace con todo su corazón- agrego al ver la cara de su “hermano”
- no te pregunte eso…
- por qué lloraba?...- miro a Harry a los ojos y vio que el otro se ponía nervioso- me he besado con mucha gente, hombres y mujeres, pero nunca nadie me beso como lo hiciste vos…- explico- no se, fue un beso diferente, me hiciste…sentir…cosas que jamás sentí con nadie…
- te estas burlando de mi…
- ya te dije que no vine a burlarme de vos… solo te di la respuesta a tu pregunta…
- pero… no puede ser, vos siempre me dijiste que un Malfoy no tiene sentimientos, no puede sentir- la confusión en la voz del morocho era tan clara que Draco la podría haber agarrado
- bueno, parece que depuse de todo también los Malfoy somos personas no?
Y sin decir mas acerco sus labios a los de Harry y lo beso de manera desesperada, casi lastimándolo, un quejido de dolor escapo de la boca del rubio cundo Harry respondió con la misma fuerza, mordiéndole los labios e hiriéndolos. Draco comenzó a acariciar el otro cuerpo con fuerza, intentando hacerle daño, descendió con su boca mordiendo el cuello de Harry, y dejando rastros de la sangre de la herida que le había causado el moreno. Descargaba en esas caricias y esos besos todo el dolor y furia que sentía, Harry era el blanco perfecto para hacerlo, y lo iba a hacer sufrir tanto como sufría él.
Sin darse cuenta nuevas lágrimas salieron de sus ojos. El morocho lo notó y frenó las manos del otro chico, sosteniéndolo por las muñecas, haciéndole daño. Lo acostó a su lado sin soltare las manos para que no le haga año, ni se lo haga a el mismo. El rubio se veía vulnerable, débil. La mascara que siempre tenía había caído y dejaba ver todas las emociones: dolor, miedo, angustia, confusión, tristeza y algunas más que Harry no supo descifrar.
Cuando Draco dejo de intentar lastimarse o lastimar a Harry, el morocho se acostó, llevándoselo con el hasta que la cabeza de su compañero se apoyo en su pecho.
El rubio hizo un corto movimiento con su mano izquierda y su ropa desapareció, dejándolo completamente desnudo.
- Que…?Draco…?-decía un sorprendido Harry
- Toma mi cuerpo Harry, quiero que tengas sexo conmigo, que tomes mi cuerpo…- las lagrimas seguían cayendo mientras se subía sobre Harry e intentaba sacarle el bóxer- por favor, quiero que lo hagas…
- No Draco, no voy a hacerlo- sin mucho esfuerzo volvió a acostarlo- no voy a aprovecharme de vos porque estés mal
- Me estoy ofreciendo…
- No voy a hacerlo…- dijo con decisión, sintiéndose algo mal por rechazar aquella oferta, pero sabiendo que era lo correcto- ahora anda a dormir- finalizo mientras le colocaba a Draco la ropa interior
- Puedo quedarme con vos? Le tengo miedo a las tormentas- dijo tímido y avergonzado de lo que acababa de hacer
- Claro-acepto Harry, y lo abrazo, dándole un beso en el pelo- hasta mañana Draco
- Hasta mañana, Harry. Gracias…
El morocho no se había sentido tan confundido como ahora, pero tampoco jamás se había sentido tan feliz y con esa sensación de llenura en su interior.
Y con una sonrisa en su rostro, se quedó dormido.