“Christmas Note”- by Hermi20 - Bergdora.
CAP 1- Pensamientos:
Sachiko Yagami se limitaba a cortar verduras a gran velocidad.
Presa del pánico, cansada e algo impaciente, no dejaba de mirar la aguja del reloj que se reflejaba en el azulejo de la cocina.
Al fin la dichosa aguja señaló las 20:00 horas, y como de un despertador se tratase, el padre de Light i Sayu apareció por la puerta.
- Buenas noches- suspiró el hombre, su semblante yacía extrañamente sereno, dejo su maletín encima de la mesa y desabrochó su anudada corbata.
Cuando la madre de Light escuchó a su marido entrar, dejó el cuchillo sobre la mesa y corrió como alma que lleva al diablo hacia el comedor.
El cansado hombre ya se encontraba sentado sobre una silla de madera y estaba encendiendo la televisión.
- Hola cariño, ¿Dónde esta Sayu?- preguntó acercándose a su mujer, que tenía las manos cruzadas.
- Está estudiando en su habitación- la ceja se mantenía alzada.- ¿Y Light? Continúa en el cuartel de investigaciones junto a Ryuzaki, ¿no? Me dijiste que ya no estaba encadenado a ese detective…- un aire despectivo pudo deducirse ante sus palabras.
Soichiro observó atentamente a su mujer.
- Él ha decidido quedarse con Ryuzaki, ambos quieren seguir investigando juntos, no puedo hacer nada contra eso…- se excusó el hombre, levantándose a buscar un poco de sake caliente a la cocina.
Sachiko lo siguió.
- ¡Es que estoy muy preocupada, cariño! ¡L piensa que nuestro hijo es Kira, y…! y…- la mujer se pasó las manos por la cabeza, estaba a punto de llorar.
Soichiro sintió una especie de culpabilidad cruzar por su pecho, él y Light habían descuidado mucho a su madre/mujer y su hermana/hija, habiéndolas dejado solas en varias ocasiones y ausentes de la realidad.
- Sachiko- se sentó junto a ella, apagó el televisor con una mano- las cosas están empezando a calmarse…- le explicó- hemos atrapado a Hideki y bueno…- carraspeó un poco- tengo la sensación de que no hay tanta tensión entre Ryuzaki y nuestro hijo.
La mujer, que se estaba sorbiendo la nariz con un pañuelo, alzó la vista para contemplar a su marido. Lo miró a los ojos, buscando la mentira reflejados en ellos.
- ¿De verdad que no va a pasarle nada a nuestro hijo?- preguntó, aún dudosa.
- Te lo prometo- el hombre tragó saliva, pero pensaba así… ¡Quería pensar así!
La madre de Light se secó entonces los ojos, algo más convencida… las palabras de su marido la habían reconfortado en cierta manera.
- Está bien- sentenció, se aproximó de nuevo a la cocina, su marido la siguió- solo espero que no se nos fastidie la cena de navidad- empezó a echar las verduras al fuego.
Soichiro negó con la cabeza.
- Esa misma noticia quería comunicarte hoy- sonrió un poco el jefe de la policía Japonesa- Ryuzaki me ha dicho que no me preocupe, que celebre este día con la familia.
La mujer abrió mucho los ojos, la felicidad los embaucaba, el brillo de la dicha comenzaba a dejarse ver.
Abrazó a su marido, feliz.
-¡Cuánto me alegro! ¡Estaba tan preocupada también por eso!
- Jeh, no tienes por que preocuparte más… Sachiko- marido y mujer se besaron en medio de la cocina de azulejos azul celeste.
…………………………….
De mientras, en la salita de investigaciones…
Light Yagami observaba a L hacía escasos cinco minutos.
El joven detective saboreaba su tercera taza de café continua, mientras que revisaba un documento de su ordenador portátil.
Sus grandes ojos negros, confiados e ingenuos, no se imaginaban el tejemaneje de pensamientos que se cocían en aquellos momentos en la mente insegura de Light.
Si era verdad que acababa de recuperar su memoria, también era cierto que aún deseaba convertirse en el rey del nuevo mundo, pero…
Algo no andaba bien- rezaba en fuero interno.
No podía dejar de mirar a aquel moreno con el cual había compartido largas noches de desconcierto y largos días de deducciones y acusaciones contra él.
Ahora, al final habían detenido a Higuchi, tenía en su poder un plan bien elaborado en el que podría deshacerse de Rem y Ryuzaki de una vez y sin embargo… ese maldito “algo” no le dejaba ejecutar su macabro plan.
- kuso…- siseó desconcertado, ante aquel torbellino de sentimientos que habían nacido de la nada en lo más profundo de él.
L elevó un poco el semblante, preguntándose que le pasaba al castaño de ojos miel.
- ¿Te pasa algo Light-kun?- se preocupó el detective.
Este se limitó a negar con la cabeza mientras sonreía, saliendo de sus pensamientos.
Ryuzaki se limitó a encoger los hombros y continuar con su proyecto… él también sentía algo en su interior: incertidumbre.
Estaba nervioso, Light Yagami cambiaba de temperamento de una manera camaleónica, podía estar serio y concentrado en un momento y en otro… divertido e incluso charlatán.
También se había dado cuenta que lo miraba de diferente manera.
Sintió un pequeño cosquilleo en la parte baja de sus entrañas, ¿acaso se había sonrojado?
Miró a Light, que en aquellos momentos enredaba buscando en una carpeta fichero, al menos si se había sonrojado él no lo había visto.
La puerta de la estancia se abrió de un sonoro golpe, desconcentrando a ambos chicos.
Misa Amane, llorando y siendo perseguida por Watari irrumpió de golpe y porrazo, lanzándose en un plis plas a los brazos de Light.
-¡Light kun!- chillido ensordecedor.
Ryuzaki frunció el ceño.
-¿Que pasa aquí?- miró a Watari, con disgusto… aunque en realidad no se había enfadado con su fiel amigo.
- Amane vino llorando desde la calle, Ryuzaki- se limpió un poco el sudor el anciano hombre, con disgusto.
L se limitó a observar como la chica lloraba en el regazo de su novio, Light se mantuvo algo desconcertado.
La mirada del universitario y la del detective se encontraron entonces, el moreno agachó un poco la cabeza.
- Ryuzaki, creo que me voy a ir ya… no se que le pasa a…- la rubia no cesaba en su llanto- a Misa, así que mejor nos vemos mañana.
El ojinegro hizo un ademán con la cabeza, dándose media vuelta sin decir nada más.
Light, siendo Light debería haberse percatado de que algo le había molestado al moreno, pero no se percató.
El mismo Ryuzaki pensaba lo mismo, así que se sintió agradecido de que el hijo de Yagami no le hiciera preguntas.
- Adiós, Watari- se despidió el castaño del mayordomo.-Hasta mañana.
- Hasta mañana.
Light y Misa desaparecieron entonces por la puerta de roble maciza.
……………………………..
Ya en la calle, apartados para no ser vistos en un callejón cinco manzanas lejos del cuartel general, la “pareja” entabló la conversación.
- ¿Qué coño te pasa?- la zarandeó un poco, enfadado y nervioso, la guerra de ideas saboteaban su sistema nervioso central, colapsándolo.
Misa se sonó un poco la nariz, blanca como la tiza.
- Yo… estoy muy …- sollozó ella- Rem, Rem…- lloriqueó de nuevo, abrazándose a él.
Light quedó en blanco, digiriendo aquella insustancial información, entredicha por una mente tan poco útil como la de aquella rubia medio boba.
- Vamos a ver…- respiró entrecalmadamente- ¿que es lo que estás queriendo decirme?, Misa.- paso a paso, para tratar con una tonta así necesitaría cien kilos de paciencia.
- Pues es que…- la chica temblaba- Rem a muerto, se ha sacrificado por mí.
Light torció los labios inconscientemente, el calor incrementándose por milésima de segundo en su cabeza.
- ¿Que Rem a muerto? – repitió autómata, no se lo podía creer.
Misa afirmó con la cabeza.
- Una chica me atacó por la calle- explicó, las piernas le temblaban- me chillaba que por mi culpa su novio no la hacía caso y… - se pasó las manos por la cara.
- Rem la mató y por lo cual ella también a perecido, ¿No?- afirmó este, viendo como sus planes de atentar contra la vida de L quedaban aplazados.
- Si… ¡Light!- lo apretujó fuertemente contra ella, esperando un grito por parte de su novio.-¡No podré ejecutar el trato del ojo de nuevo!¡ Yo quiero ayudarte a eliminar a L!
Light asimiló poco a poco la información, concentrado en una farola cercana… y reordenando sus pensamientos.
Un suave ronroneo sucumbió en su estómago, extrañamente se sentía menos pesado que de costumbre, con mucho más alivio que cuando preparaba meticulosamente la muerte de su peor “enemigo”.
- No importa, Misa- dijo entonces el castaño, sonreía, ¿pero por que sonreía?, su Kira interno bramaba por la furia- Ya pensaremos otra manera de deshacernos de él, pero después de las fiestas navideñas- la acarició el pelo-¿Qué te parece?
La rubia observó a Light, aliviada por no ser recriminada.
-¡OH Light! ¡Te quiero!- y le plantó un beso inesperado en los labios.
El hijo de Soichiro no lo rechazó, aunque su lengua no se movía de su punto de origen… se mantenía estático, pensativo, el placer de poder disfrutar de Ryuzaki más tiempo ahora era un prioridad.
Una prioridad extraña, que aún no llegaba a comprender el hombre más inteligente de todo Japón.
……………………………
Cuando Light había dejado a Misa en el portal de su casa, el joven se precipitó en volver a paso ligero a su mismo hogar.
Pronto sería 24 de Diciembre, víspera de las navidades y sabía que su madre, a dos días de la gran noche, querría hablarles a él y a su familia del famoso acontecimiento anual.
Abrió la puerta, encontrándose rápidamente a Sachiko esperándolo en el umbral.
- Ryuzaki llamó a tu padre para informarnos que venías a casa esta noche- dijo la mujer, ayudando a su hijo mayor a sacarse la chaqueta- me alegro mucho- la mujer parecía feliz.
Light se limitó a corresponder con una segunda sonrisa, encaminándose hacia el comedor.
- ¡Hola hermanito!- Sayu y su padre habían comenzando a cenar- ¿Cómo estás?
- Hola hijo- saludó el padre.
- Hola a todos- los cuatro ya estaban sentados en las cuatro partes de la mesa, sirviéndose tofu y arroz.- He acompañado a Misa a su casa.
En el televisor estaban haciendo un programa sobre la navidad occidental, al lado del sofá, Sachiko había dejado una caja con adornos.
- Podríamos invitarla a pasar las navidades con nosotros- dijo la mujer- me daría mucha lástima que la pobrecita siendo huérfana pasara sola la navidad.
- ¡Si!- Sayu se puso muy contenta.
Light y su padre cruzaron una mirada.
- Me parece bien – atajó insulsamente el joven, aunque ninguno de sus familiares se percató.
- Decidido pues- afirmó la madre- puedes comunicárselo cuando quieras a Misa-chan.
- De acuerdo- casi bosteza el castaño, empezaba a aburrirse con tanto hablar de la pesada e inoportuna Misa.
Recordó que tras acabar la cena debía de pasarse por la cocina y llevarle un par de manzanas a Ryuk, que había pasado toda la tarde encerrado en su habitación.
Rió al recordar que el shinigami se había aficionado a la consola y hasta que no se pasará el juego de “Mario Bross” no iba a salir de allí.
El único problema sería que su madre se encontrara una videoconsola flotando en el aire y encendida, tendría que tener más cuidado con eso.
- Hijo- Soichiro llamó la atención de Light- ¿sabes si Ryuzaki hace algo en navidad?- preguntó.
Light hizo amago de pensamiento, ahora que se lo recordaba su padre… no tenía ni idea de que sería del moreno en aquellas fiestas.
- Supongo que hará lo que hace siempre, investigar en el caso Kira- dijo, sin querer mostrar mucho interés en el tema. Se sirvió arroz hervido.
- Vaya…- el semblante del jefe policial se tensó un poco- me da pena- observó a su mujer- pasar la navidad solo… bueno, con Watari, en ese enorme edificio, tiene que ser muy doloroso para él.
- ….
Light quiso escrutar en lo más hondo de la mente de su padre.
Sayu hizo un puchero, Sachico carraspeó un poco.
- Bueno, a él no se le ve muy afectado de estar solo, ¿no?- cuestionó Yagami hijo.
- En el fondo no conocemos mucho a Ryuzaki, no sabemos nada de su pasado… solo que es huérfano y se crió en un orfanato inglés.
A Light casi se le cae el tenedor, por suerte tuvo reflejos.
Aquello él no lo sabía, ¿Orfanato? ¿Huérfano? Quizás pudiera ser una buena fuente de información para averiguar su verdadero nombre y…
De nuevo aquel ronroneo en su estómago lo sacó de sus pensamientos asesinos contra el detective.
Una oleada de cariño y un suave cosquilleo recorrían su espalda.
- Mamá, Papá – se dirigió a los dos- si vamos a invitar a Misa, ¿Por qué no hacemos lo mismo con Ryuzaki?
Soichiro, Sayu y Light, miraban a su madre a la misma vez.
La decisión la tomaría sin duda alguna la anfitriona de la casa, estaba claro, solo esperaba que su madre no se negara.
- Me da mucha pena que alguien se quede solo en navidad- siseó, aunque dudosa, Ryuzaki le había quitado en cierta manera a su marido y a su hijo- pero sí- sonrió gustosa al fin- creo que será un buen momento para que conozcamos mejor a Ryuzaki.
Light Yagami sonrió ampliamente.