Era una rutina de todos los dias verlo al levantarse, habeses lo hacia con pereza y otras mas con entuciasmo, en ocasiones lo hacia rapidamente ya que el tiempo se ponia en su contra.
Pero nunca sin importar que tan apaurado o presionado estuviera, antes de salir se paraba frente a mi.
Si el tiempo se lo permitia podia durar hasta una hora frente a mi arreglando sus cabellos, si no se daba un rapido viztaso a su ropa o revisaba que no tuviera ningun inperfecto en su rostro.
Para mi el nunca lo tenia, quiza fue por que eran años los que tenia reflejando su imagen, todos los dias son falta.
Pero habia algo que habia cambiado en el, ¿como no notarlo?
No era un cambio del que alguien mas pudiera darse cuenta, note, pero no sabia que lo habia causado.
Habia dias en que salia con una extraña emosion en su rostro, esos dias lo veia pararse frente a mi duarante horas, para arreglar su cabello, ver como le quedaban diversos cambios de ropa, y nunca salia hasta estar completamente satisfecho con lo que le mostraba.
Aun que el no me notara, aun que no se diera cuenta. Yo tambien lo miraba fasinado, deseando que fuera mas al tiempo que pasaba frente a mi, y sin darme cuenta comenze a desear saber que era lo que ocurria fuera de la habitacion que reflejaba.
Pero no podia ¿cierto?
Tenia que conformarme con lo que el quisiera mostrarme.
Una verdadera ironia. Aun asi era feliz con ver esa extraña expresion en su rostro.
Ojala fuera eterna. No importaba que yo no pudiera ver mas alla, mientras lo tuviera a el, mientras sin saberlo me sonriera con sus ojos brillantes, mientras todos los dias aun que fuera por cinco minutos o incluso segundos sus ojos fueran solamente para mi, las cosas estarian bien.
Y entonses un dia, senti un temor que no habia creido que podia sentir.
Me parecio un poco extraño que ese dia llegara mas temprano de lo abitual, ya que ese era uno de los dias que su cuerpo desprendia esa extraña y fasinante alegria.
Pero lo vi, lo vi llorar.
Tenia los ojos rojos del llanto y las mejillas sonrojadas, quiza habia intento detenerlas, pero tan pronto estuvo a salvo en su hogar, las lagrimas dejaban sus ojos sin nunguna clase de traba por su parte.
Aun que era fasinante verlo en ese estado tan poco familiar para mi, no queria que continuara asi.
¿que habia pasado con tu sonrisa?
¿donde quedo la mirada brillante con la que antes me mirabas?
Si antes lo deseaba, ahora mas que eso, suplicaba por tener brazos para poder abrazarlo, un cuerpo como el de el para poder confortarlo de lo que fuera que lo atormentaba. Una voz para poder susrrarle palabras de consuelo.
Desee ser humano.
Un repentino ruido lo obligo a desaparecer de mi vista por un momento que me parecio eterno, cuando volvio sus ojos continuaron soltando lagrimas que ahora intentaba contener, se limpiaba el rostro una y otra vez intentando borrar la evidencia de como se sentia.
Detras de el vi a otro hombre que nunca habia visto, no conocia su rostro ni tampoco la emosion que este reflejaba, sus facciones tenia una mueca de lamento, como si le resultara doloroso respirar.
Por alguna razon pense que si yo tuviera un rostro como el de ellos, mi expresion seria similar al del desconocido.
Los vi discutir durante unos minutos en los que el llanto de mi dueño se cortaba a momentos para despues reaparecer con mas fuerza si era posible, el otro desconocido, se contenia a si mismo por no ceder al llanto como mi dueño, pero su rostro reflejaba todo el dolor que sentia, movia las manos mientras daba explicasiones que yo no llegaba a comprender.
En un movimiento que era tanto anelado como temido, atrajo a mi amo a sus brazos y lo rodero con ellos por la cintura, mientras le susurraba dulces palabras y promesas por cumplir a mi dueño, quien no pudo mas y correspondio el abrazo mientras descargaba su llanto en el hombro del desconocido, quien era incapaz de contenerse y tambien comenzo a llorar en silencio mientras aspiraba el cabello de mi dueño.
Eso era lo que yo queria, yo queria ser el que sostuviera a mi amo entre sus brazos, el que le susurrara palabras a su oido, el que llorara con el.
Pero tenia que conformarme con ser un mero expectador.
Desde ese dia aumentaron el numero de visitas de aquel desconocido, mi dueño parecia feliz con ello.
Casi siempre al rededor de la misma hora llegaba a visitarnos, y cuando no podia decir que se quedaban de ver en otro lado, solo por el empeño que mi dueño ponia en su apariencia.
Debo admitir que por un lado tales encuentros me gustaban por que mas tiempo era el que mi dueño pasaba frente a mi, pero luego venia el trago amardo, donde tenia que pasar aun mas horas solo, incluso habia ocasiones en que eran dias los que no volvia nadie a la casa.
Me preguntaba donde estaria.
Que era lo que estaria haciando, ¿sonreia? O ¿lloraba?
Si tenia que ser un expectador, ¿por que no podia serlo siempre? ¿por que solo podia verlo cuando el lo deseara?
Por que asi era, yo solo veia lo que el me mostrara y nada mas.
Que injusticia.
Pero al final siempre volvia a mi, y mi enojo pasaba a segundo termino, incluso lo olvidaba, solo al ver esa sonrisa.
Si fueron, dias, meses o años.
Lo ignoro.
Hubo un dia en que, al menos, en parte mi deseo fue cumplido.
Mi dueño llego en compañia de aquel hombre, cargado de cajas y maletas donde lo vi poner toda su ropa y sus cosas. No estaba seguro de lo que estaba pasando y parte de mi temia a ese desconocido cambio.
Dos hombres que jamas volvia a ver entraron para llevarse todas las cajas, y para terror mio estuvieron apunto de tomarme entre sus manos pero mi amo se los impidio y me tomo el entre sus brazos.
Provablemente seria lo mas cercano a abrazarlo a lo que estaria.
Pero eso me dio una felicidad indiscripitible, fasinado observe como entre sus brazos recorriamos las calles de la cuidad, un mundo nuevo para mi, pero completamente normal para mi amo.
El sol que se filtraba por la ventana de la habitacion donde era exhibido era nada comparado con el sol que cubria la ciudad y nunca hubiera soñado con que el cielo fuera de un azul tan claro.
Uno pensaria que el encanto terminaria tan pronto como ingresamos de nuevo dentro de un edificio, pero no fue asi.
El elegante piso de madera que me resivio me maravillo, al igual que las hermosas paredes beige que se extrendian a lo largo del piso.
Cuando me colocaron en la pared frente a una enorme cama que probablemente era del doble del tamaño que la anterior, comprendi que ese seria nuestro nuevo hogar.
El resto del dia paso con el ir y venir de mi dueño y al hombre acomodando su cosas y preparando todo lo necesario.
La noche los encontro solos en la cama, conmigo como testigo mudo de los besos y caricias que ambos amantes de daban entre si.
Pude ver gestos y expresiones que nunca habia visto en el rostro de mi amo.
Lo ame mas por ello y envidie al causante de ellas.
Durante el encuentro el hombre se acomodo con mi dueño en su regaso de tal forma que su rostro quedaba justo frente a mi, lo vi, su rostro sonrojado y sus ojos vidriosos, los labios entre abiertos librando gemidos se placer, y se que el tambien lo vio.
Vio su imagen reflejada en mi y aparto la mirada avergonzado de lo que habia visto.
Eso me produjo un extraño placer, una satisfaccion que no habia sentido nunca.
Pero al mismo tiempo comprendi que seguiria siendo un observador.
Estaba condenado a ver como aquel hombre cumplia mis deseos frente a mi.
Continuaria siendo un mudo testigo de los encuentros entre amantes.
Un confidente de las sonrisas y lagrimas de mi dueño, y no pude evitar sentir una satisfaccion embriagante al percatarme de que nadie veria lo que yo.
Quiza si soy un mentiroso por que mostrare solo lo que yo quiera que vean, pero nunca mostrare algo que no sea verdad.