El campo era maravilloso aquel día, lo indicaba cada flor que en integridad de su belleza se unía a todo
el verde claro de la hierba casi transparente, cubiertos todos ellos quizás por una ligera capa de roció
matutino.
Ryuuzaki solo se limito a sonreír, al tiempo que levantaba sus pequeños brazos para bostezar, pero
enseguida adopto una pose muy familiar, casi sentado sobre el piso, sosteniéndose con la planta de los pies completamente pegada al suelo, los mechones se movieron imperceptiblemente con el aire
impregnado de lluvia, las gotas caían hacía un precipitado final sobre su blanca piel, aunque la mayoría
terminaba sobre el polvoroso patio de aquel refugio.
En ese momento aquel pequeño niño se abrazo fuertemente a si mismo, sin angustia, pero con mucha
consternación.
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Un celular rojo sonó en alguna parte del lujoso departamento en el que se encontraba. Primero abrió los ojos
casi de golpe y yéndose de lado sobre el sofá que había tomado por cama se arrastro un poco hasta una
pequeña mesita de cristal, sus dedos se deslizaron presurosamente y tomo la llamada.
-¿Bueno…?
-“L” pensé en tu proposición –El timbre de la voz era inconfundible, y el que le llamara “L” lo hacia reafirmar
la suposición.
-Yagami-kun ¿Qué tal? –hubo un corto silencio. El castaño del otro lado de la línea sonrió de un modo
bastante perverso-
-Me parece en definitiva una buena idea, así que nos veremos pronto -
-En ese caso hasta entonces-
La conversación ya había terminado, pero no así las ansias en su cabeza porque… ¿Tenia deseos de
saber sobre Light?-Sacudió la cabeza ligeramente-
Tal vez no era la forma correcta de interpretarlo. Kira llamaba poderosamente su atención, porque si
bien antes ya había hecho una enorme contribución en todos esos casos difíciles ahora se encontraba
frente a algo mayor.
-Un rival digno…-Susurró en voz baja. Alguien que pensaba como Light…
-Si este tipo es en realidad Kira definitivamente lo sabré- Pensó al tiempo que su mirada se serenaba
paulatinamente, sin ningún interés en especial y su mano izquierda estaba mas bien ocupada,
jugueteando con una cucharilla de té.
El sol de la tarde fue bajando, convertido ya para entonces en una especie de masa naranja indefinible,
cubriendo con una mancha fría y negruzca a la cuidad.
En una habitación del segundo piso Light abrió las ventanas de par en par, el aire nocturno sobre su cara
abatía los delgados mechones de cabello castaño claro, pero el ignoro lo enérgico del clima y se detuvo a
pensar una salida a su situación actual, una estrategia, su siguiente movimiento. No era apresurado el
pensar que había mucho en juego y que probablemente no tendrían piedad…
-De descubrirlo, por supuesto- dijo casi inconscientemente. Ante esto el peculiar shinigami que lo
acompañaba no pudo hacer más que mirarlo de reojo, sonriendo al pensar en lo divertido que le resultaría ver aquello.
-Aceptaste trabajar con “L” por diversión… ¿O te lo has tomado como un reto personal?- Light recargó el
codo sobre la parte baja de la ventana, colocando la cara sobre su mano.
-Oi…seria apresurado sacar conclusiones, Ryuk- Una sonrisa brotó de sus labios
-Entre más cerca este de él, más sabré del caso. No importa lo que haga, aun con esa presión latente de ser descubierto tras de mi, no tengo porque preocuparme. Seré tan normal como siempre, después de todo solo soy un estudiante común.- Le dirigió una ultima mirada a Ryuk antes de echarse sobre su cama a contemplar el techo, pero tratando de ignorar la perversa risita que comenzaba a escuchar.
-“L”…-
-Yagami Light…-
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