Luego de pasar un rato en su departamento nos fuimos directamente al hotel, Harkar debía tener una vena gigante en la cien, tenía que contarle todo, creía que era necesario ahora que teníamos un nuevo aliado a nuestro favor. Obviamente no le relataría nada de nuestro casual encuentro en el sofá del departamento, pero todo lo demás si.
A él no le parecía en lo más mínimo tener a Steve de nuestro lado, se puso muy arisco cuando entro al dormitorio. Harkar era una de las personitas que nos habían atendido en el circo du freak cuando niños. El muy inteligente de él trato hacerlos hablar, pero le fue imposible.
-Perdona que te lo pregunte tan directamente, pero ¿Qué cosa eres tu?-Harkar parecía no afectarle aquello y le respondió con serenidad, mostrándole todo su rostro dejando a mi amigo sorprendido, este se alucinaba cada vez que le relataba alguna cualidad de su deforme cuerpo.
-¿Se divierten? Pensaba que no te agradaba-Me dirigí a la personita. Este me miro y trato de responderme.
-No es tan desagradable como parece-Steve se sentó y se entumeció de frió.
-¿Les molestaría subir la temperatura?-Nos contó que luego de su encuentro con Mr. Crepsley pescaba resfriados fácilmente y vivía estando enfermo.
Sus manos tiritaban y haciendo caso omiso de que Harkar estaba ahí tome sus manos entre las mías y las puse bajo mi ropa para darle algo de calor. Me sonroje luego de que viera que Steve estaba rojo como un tomate tratando de formular alguna frase.
-Será mejor…Que yo me valla…Ustedes tienen muchas cosas de las que hablar-Harkar era un mentiroso, no se que ideas se le pasaron por la mente, pero él y yo sabíamos que no era necesario para su cuerpo descansar tanto y que por lo general se mantenía despierto alejado de sus molestas pesadillas.
-¿Y este?-Dijo Steve ocultando su nerviosismo, se veía adorable con esa mirada repleta de culpa.
-Me debes algo-Le dije
-¿A que te refieres? Si son los juguetes que me prestaste de digo enseguida que ya no los tengo-Sonrió. Era tan atractivo, algo ardía en mi pecho con sus manos bajo mi ropa.
Era evidente que no pensaba en lo que hacia, sentía como si fuese una placentera obligación que cumplir.
-No se trata de ningún juguete-Me acerque un poco más a él
-¿Me quieres devolver el beso que te di?-Me sorprendí de su reacción, no paso por mi mente que el fuera a decir eso tan despreocupadamente
-¿Te gusto Darren?-Se acerco a mi altura, por dentro era un mar de nervios-¿Quieres que lo vuelva a hacer?-
-Yo…No…No era eso…Yo-Ya imagino la risa de los vampiros a verme en tal situación.
-Solo tienes que pedirlo-Apoyo una de sus piernas muy cerca de las mías.
-No quiero, solo era una broma-Su rostro no cambio para nada.
-¿Una broma? Entiendo-Me susurro sensualmente al oído-¿Quieres que hagamos algo más divertido, Darren?-¿Algo más divertido? Mi mente imaginaba cosas extrañas y morbosas sin saber el porque.
Tenía que salir de alguna forma de esa, algo se calentaba en la habitación y no era la calefacción la que se levantaba con algo de agresividad bajo mi pantalón. Era tan vergonzoso decir que Steve me excitaba solo con acariciarme los hombros.
-Ya basta-Quise resistirme
-No Darren, ya no me puedo contener. Me eh contenido por años desde que éramos niños por acerté mió de esta manera. Ahora eres tan pequeño, entras cómodamente en mi cuerpo…-Me besaba cada vez que terminaba una frase como si yo fuera a desaparecer.
-No sabes lo que dices-
-Tu no sabes lo que dices, te gusta lo que hago esto no miente-Toco mi miembro con delicadeza sacando un pequeño gemido de mi boca-¿Lo vez? Déjame acerté mió solo por esta noche-
-Estas loco-le dije fuertemente. Luego recordé que no estábamos solos y baje la voz-Esto es insano, suéltame-Steve hacia extraños movimientos sobre mí que me estaban volviendo loco. Cuanto deseaba poder gritar de desesperación.
-¿No será que…?-Me avergoncé, lo había descubierto-Mi pequeño Darren, ¿Eres todavía virgen?-Sonrió, yo no dije nada no podía responder a eso.
Tantos años y jamás había experimentando tal placer con mi cuerpo con nadie, apenas me auto complacía y eso con escasa frecuencia
-Que delicia, ser el primero…-
-Supones que yo te lo permitiré-
-Trata de imaginar que soy tu noviecita-Cuando quise hacerlo me di cuenta de que eso solo mataba la pasión que sentía. No duro mucho por que introdujo su mano por debajo de mi pantalón acariciando la punta delicadamente estremeciéndome por completo.
-Ya basta Steve, es enserio. No quiero lastimarte-Mentí, tenia toda la razón, me gustaba lo que hacia. Besaba mi cuello y yo me mordía los labios aguantando el gusto que me daba.
-Al final accediste ¿Quieres que lo hagamos?-No entendía, lo mire pidiendo una explicación-Esto tontito-Me dio la vuelta no se con que fuera y de donde la saco bajándome la ropa. Solo lo deje actuar. Sentía su miembro acariciar las partes bajas de mi cuerpo, apretaba con las manos el sofá enterrando mis uñas en el. Se quito los guantes, llevaba muchos enzima. Inclino mi cuerpo dejando mis piernas a una cierta altura. No disponíamos de mucho tiempo por desgracia.
-¿Qué…?-Me callo con un beso -No vallas a gritar-No supe a que se refería con eso hasta que sentí que algo grande me desgarraba por dentro, fue algo de golpe sin previo aviso. Quise botar algunas lagrimas, pero temía verme demasiado débil ante él
-Buen chico, resiste un poco más-Se quedo quieto dentro de mi por un buen rato, con una de sus manos me masajeaba el miembro con rapidez, cuando ya estaba más tranquilo empezó a moverse. De adentro hacia fuera con un salvajismo insaciable. Teníamos solo unas horas, pero se hacían nada porque ninguno acababa. Quizás la suerte nos dio su bendición…
Estaba casi seguro de que ahí dentro estaba sangrando, no me importaba el placer mezclado con algo de masoquismo era tan sensacional. Perdí toda vergüenza y solté gemidos a diestra y siniestra al igual que Steve. Algo estaba llegando a mi y era el limite, ya no podía gritar con más fuerza quedaría mudo si seguía a ese ritmo. Era tan maravilloso sentir sus manos y sus labios en mi cuerpo, en mi boca todo en Steve era maravilloso, quería que mi primera vez fuera fantástica, resulto ser mejor que eso. El clímax estaba por venir ambos nos movíamos a un nivel mayor que el de un principio.
-Voy…A…Llegar…-Le dije entre jadeos
-Yo…también-Justo después de eso gemimos al mismo tiempo derramando un liquido semi espeso sobre el sofá en una cantidad…No se podía decir que poca.
Steve me dio vuelta y me besaba con dulzura, cuando se separo de mi se dirigió a mi miembro limpiándolo por completo. Su lengua se sentía muy caliente sobre el.
Ambos cansados se abrazo donde mi mordiéndome la oreja…
-Cuando niño te amaba con la misma pación. No sabe cuantas noches me masturbe pensando en ti de esta forma-Me sonroje, la mejor noche de mi vida y no quería que acabara…
Pueden pensar que estoy loco, por lo general solo describo lo que pasa a mí alrededor y oculto lo que siento de verdad, pero no más, en esta historia relatare brevemente como hasta ahora cada sensación de mi cuerpo…