Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Gaining Lives por liuny

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Gaining Lives

Advertencias (deberías leerlas): Seré sincera. Este fic será SLASH, no hay para dónde irse. No escribo Het, sorry kids. Tendrá un OC que a muchos/as les puede parecer un Maldito Stu (House ya es un Stu, jódale a quién le joda la aseveración). Y otro millones de defecto que lo convertirían en un Badfic, bien redactado. No tengo pareja definida yet, pero, si me estoy tomando la tarea de inventarme un OC, por algo será ¿no? Si me comentas para decirme esto, simplemente me daré la tarea de ignorarte y borrar tu comentario, porque, no, no me interesa tu libertad de expresión. Ahora, creo que ya está todo dicho, lo que no, bueno… se dirá en los capítulos posteriores. Enjoy the ride…

NdA: No tengo los millones de dólares que se pudieron gastar los de House MD para contratar doctores que les hicieran los milagrosos diagnósticos que hace G.H en la serie, por lo tanto, médicos y aficionados a… recuerden que no tengo un PH.D en ninguna carrera y que por lo tanto la mayoría de las cosas me las voy a inventar…

Summary: House por fin ha encontrado un caso que le ha logrado poner su mundo de cabeza. No sólo porque, NO puede encontrar una solución a éste, sino que al parecer su ‘tiempo’ también había llegado… SLASH.

Capítulo uno:

Por primera vez en meses, años, tal vez milenios; que ocurría tal acontecimiento. House llegaba temprano, su entrada regular era a las nueve de la mañana, a no ser que existiera alguna emergencia (o, bueno, lo que House entendiera por emergencia); el reloj marcaba que eran las ocho, y un poco más para dar las nueve. Dejó el bolso en su silla, dio una mirada en ciento ochenta grados. Todo estaba como lo había dejado la noche pasada. Se dejó caer en la silla un poco desanimado, o totalmente desanimado. Tenía rato atendiendo sólo casos estúpidos y ayudando en la clínica sólo porque Cuddy estaba en sus días. Miserables dos meses que había pasado en eso. ¿Qué nadie tenía una enfermedad que ningún humano, excluyéndose, por supuesto; no pudiese diagnosticar?

Entrecerró la vista. ¿Esos que estaban allí, eran su pareja de renegados, Cameron y Chase? Se levantó con apuro, agarró su bastón, e irrumpió en la sala de diagnóstico. Wilson, Cuddy, junto a todo su equipo de diagnóstico. ¿Qué significaba todo aquello?

— ¿Aló? ¿Disculpen?

— ¿House? —Dijeron Cuddy y Wilson casi al mismo tiempo.

— ¿No? ¿Caperucita Roja? —Respondió con el acostumbrado tono irónico que tanto lo caracterizaba.

— ¿Qué HACES a-quí? —Siguió Cuddy totalmente atónita.

— Tenía entendido que aquí era dónde trabajaba…

— No son ni las nueve de la mañana…

— Gracias por resaltar lo obvio Jimmy, creo que estoy en mis plenas capacidades para saber la hora. ¿Qué demonios hacen Chase y Cameron aquí? Y por “aquí” me refiero a en este espacio en particular del hospital…

— No te esperábamos hasta después del almuerzo…

— Si llego tarde, es porque llego tarde, si llego temprano, lo mismo. ¿Podrían por favor ponerse de acuerdo? Foreman ¿Qué hacen aquí Cameron y Chase?

— Permiso. Me dijeron que aquí estaban todos reunidos esperándome… Tengo que disculparme por llegar tarde pero, desafortunadamente…

— ¿Por qué estoy escuchando una voz molestamente conocida tras mis espaldas que hace que tenga escalofríos? ¿Será que estoy volviendo a alucinar? ¿Alguien ha vuelto a dispararme y por ello toda la galimatías de llegar temprano y las voces salidas de ningún lado?

— Encantado de verte también, Gregory…

¿Acababa de llamarle, Gregory? Sólo su madre tenía la osadía de llamarle ‘Gregory’ o ‘Greg’. Se dio la vuelta para confirmar sus sospechas. Sí, él jamás se equivocaba, y ésa, no iba a convertirse en la excepción que marcaba la regla. Ahora ¿Qué hacía ÉSE coso allí? Volteó la cara hacia dónde estaba la dueña del hospital.

— ¿Estoy alucinando o ustedes también pueden verlo?

— Si te refieres al hombre que acaba de aparecer, Sí, sí podemos verle… —Soltó Kutner no muy convencido de todo aquello.

— Oh, entonces perfecto. Sigo en el mundo real. ¿Cuddy? —Espetó directamente ladeando la cabeza, mientras esperaba la respuesta correspondiente.

— Te he traído un caso… uno que nadie más puede resolver.

— Momento, momento. ¿Desde cuándo te llamas ‘Cuddy’? ¿O es que de repente decidiste volverte transexual y ponerte injertos de silicona?

— Gregory, estoy curado de tu a maniatada forma de ser, igual que James —House bufó, miró a su único amigo y éste sólo se encogió mirando para otro lado, dándose por aludido.

— Por favor, el pequeño Jimmy aún sigue cayendo en la histeria por mi personalidad… ¿Qué acabas de decir? Retrocedamos. ¿Dijiste que ‘nadie más puede resolver’?

— Sí, eso dije ¿Por qué?

— ¿Un caso que ni siquiera el Gran Doctor Derek Hayes puede Resolver? Y no sólo eso, sino que ¿has venido a pedirme ayuda a ? —El nefrólogo de ojos azules se puso el bastón sobre la cabeza y se escondió—. ¡Rápido! ¡Escóndanse! ¡El Armagedón ha comenzado!

— Sí, Greg, afortunadamente no sufro de megalomanía ni egolatría desproporcionada.

— ¡Ah! Pero aceptas que sí eres ególatra —Trató de truncarlo, saliendo detrás de la pizarra—. Y no me llames “Greg”.

— Bien, House. Crece. No estamos en las bancas menores para ponernos a competir de manera estúpida, puedo seguirte el juego sin cansarme todo el día, mientras que personas mueren por ello…

— Ouuu —Apuntó en voz baja Kutner, mientras trece lo miraba de manera reprobatoria, y Taub se unía a la conversación.

— No es al único que le parece sorprendente que alguien en realidad tenga las agallas para lidiar con House. Ni siquiera Foreman le habría respondido de esa manera.

— Sigo aquí, gracias. ¿Qué demonios te pasa? No soy yo quién se la pasa diciendo que eres mil veces mejor que yo.

— Mi orgullo no es tan grande. No puedo con el caso. Hablé con Cuddy y ella…

— Ah, así que sí es un plan de la malvada Cuddy…

— No, no lo es. House —Interrumpió Wilson, tratando de mediar en la violenta y venenosa conversación que iba a estallar dentro de poco al menos que un réferi se introdujera en ella directo a morir—. El Doctor Hayes fue quién llamó pidiendo tu ayuda… estamos en alerta amarilla…

— ¿Alerta amarilla? ¿Desde cuándo? —Cuestionó con ironía—. Que sepa yo éste mequetrefe trabaja al otro lado del planeta… ¿Cómo nos pusimos en alerta amarilla en New Jersey?

— Desde hoy… una paciente ingresó en emergencias con los mismos síntomas… —Respondió sorpresivamente, Cameron. House entrecerró los ojos, utilizando ese rictus que calmaba sus ansias misántropas y lo hacía pensar con claridad…

— Aquí están todos los registros que tenemos —Siguió Derek, dándole una carpeta azul. House alzó una ceja mirándolo un tanto contrariado—. Hay dos maletas en el hotel dónde me estoy quedando. Sé lo mucho que odias el papeleo así que hice un resumen… —Le arrancó de mala manera la carpeta, abriéndola, para proceder a leerla por encima para poder contraatacar de forma inteligente.

— Gracias, que considerado… ¿Fiebre? ¿Vómitos? ¿Sarpullido? —Bufó casi ofendido—. ¿Estás tomándome el pelo? ¿Qué es esto? ¿Una alergia común y corriente?

— House, hemos probado para cada una de las enfermedades existentes en el planeta…, cada diagnóstico para cada enfermedad ha sido hecha. Autoinmune, Cáncer, Intoxicación, Radiación, Infección…. TODO, inclusive nos tiramos uno de tus métodos ortodoxos pero, terminamos matando al paciente.

— ¿Estás diciendo que yo mato pacientes? —Le acribilló, haciendo un mohín de disgusto.

— No…, estaba por decir que, al parecer ese método sólo puede ser utilizado por ti. La arbitrariedad parece ser una cualidad tuya —House no supo si tomarse ese comentario como algo irónico…. Conociendo al estúpido que le hablaba como lo hacía, prefirió quedarse con la boca cerrada—. Alergias, Enfermedades Crónicas, etcétera… Lo hemos tratado como una enfermedad crónica, y logramos amilanarla, hasta que algo salió mal y… henos aquí —Todos cayeron en un tenso silencio, al ver la cara y las reacciones de House. Obviamente ese momento iba a ser orgásmico, Dios iba a bajar sólo para llevárselo, de ipso facto, pero, el nefrólogo entrecerró sus ojos de nuevo y miró de manera penetrante a la persona que tenía en frente, que lo confrontaba con toda la facilidad del mundo. Movió los labios mordiéndoselos y apretándolos, por algunos segundos que a todos les parecieron demasiado largos—. ¿Y qué esperan de mí? ¿Un milagro?

Kutner quién estaba bamboleándose en la silla se cayó hacia atrás, Forman quién tomaba café lo escupió, la reacción de Cuddy, Wilson, Hadley, Taub y Cameron fueron muy parecidas y sólo presentaban una deformidad, que trataba de simular una mueca en el rostro.

— ¿Eso es todo? —Escupió Chase quién parecía en estado de shock pero, el único con la suficiente fuerza para hacer algún comentario—. ¿House? ¿Eres tú? ¿Qué demonios es eso de ‘Un milagro’? ¡Si hay alguien que puede hacerle frente a esto eres tú! ¿Qué te sucede?

— ¿A mí? —Dijo con un mohín en el rostro—. Nada ¿Qué me puede estar pasando? ¿No me acaban de decir que acaban de testear para cada enfermedad existente en el planeta y que no han encontrado nada? ¿Qué hay de divertido en eso?

— ¿E… es esta enfermedad contagiosa? —Cuestionó un tanto asustada Thirteen. House volteó con cara de “Eres un idiota pero, qué no es obvio”.

— ¿De qué escuela de medicina saliste, disculpa? ¿Estamos en Alerta amarilla y tú preguntas eso? Sé más productiva, Thirteen…

— No es contagiosa… —Rebatió Derek, haciendo que el médico de ojos azules y bastón se volteara.

— ¿No lo es?

— No… los pacientes comenzaron a contaminarse aleatoriamente…, pero, ninguno de nosotros ha sido infectado. Esta enfermedad es de lo más rara, parece como si fuera alienígena… sabemos que no es contagiosa, hemos hecho millones de pruebas para asegurarnos, pero, siempre aparece uno nuevo… —House se sentó, totalmente calmado, sus neuronas parecían comenzar a trabajar al tripe de lo que usualmente lo hacían, podía sentir cada shock electromagnético recorrerle, para poder racionar. Nada de eso tenía sentido… pero… no tenía sentido.

— ¿Todos tienes exactamente los mismo síntomas? —Cuestionó sintiéndose estúpido de tan sólo abrir la boca.

— Ya eso es más tú… —Contestó aliviado, mientras que todos los demás se relajaban—. Algunos varían, pero, en cosas que casi se podrían considerar médicamente irrelevante en estos casos.

— Cuadro de alergia común, no causado por ningún ente u organismo de éste mundo, no es contagiosa pero, mucha gente está teniéndola… —El hombre se levantó apoyándose de su bastón. Se rió en esa explosión famélica, pegándole de manera suave para ser él, la carpeta en el pecho al médico recién llegado—. No, aún no soy Dios, cuando lo sea, avísenme…, no me interesa el caso.

Todos se levantaron para ir a perseguir a House hasta que tomara el caso, eso podía tornarse catastrófico, la enfermedad podía mutar y convertirse en el final de la raza humana… estaban sonando un poco dramáticos pero, si eso hacía que el mejor médico del mundo tomara el caso, lo harían. Sí quería que le rogaran, todos iban a besar su trasero y hacer cualquier estupidez que comandara para que pusiera su mente a maquinar y salvarse a sí mismo.

El de ojos azules pegó fuertemente su bastó del marco que dividía su oficina del salón de diferenciales. Todos se detuvieron, al ver como se volteaban con una mirada fiera.

— No me sigan. Esta es la primera vez que hablaré en serio, No. Estoy. Interesado —Y sin más abandonó la habitación dejando a todos en un estado superior al shock.

— ¿Cómo estamos seguros de que, ése era House? —Preguntó Taub de manera estúpida—. Digo —Al ver que todos tenían gana de descargar su frustración con él—. House jamás niega un caso que nadie puede resolver, y definitivamente no llega temprano aunque pudiera hacerlo…

James observó a Derek… tenía esa mirada perdida que siempre lo había acompañado, pero su cabeza seguía en dirección hacia dónde su mejor amigo había huido, si es que a eso se le podía llamar huir, después de todo, House no estaba loco, siempre lo había sabido, que alguna veces obnubilara su juicio y le hiciera creer lo contrario, no lo consideraba realmente. House era una de las mentes más brillantes del siglo XXI… y si Derek, habiendo hecho todas las pruebas habidas y por haber contando hasta posiblemente con más tecnología de la que Cuddy pudiese desear para el Hospital alguna vez, no había encontrado ni una sola pista de lo que significaba aquello ¿Qué más podía hacer él?

Cameron detalló con curiosidad al agregado temporal que tendría la clínica. Obviamente que nadie se iba a dar por vencido hasta que House, pusiera cuando menos un poco de empeño o revisara cuando menos los registros médicos que tenían… había algo en ese hombre que no le cuadraba era como ver a Wilson y a House al mismo tiempo, algo descontentamente desagradable. Tenía unos profundos ojos grises, el cabello demasiado rubio para ser agradable a la vista, una piel blanca poco saludable. Algo desgarbado, hasta allí, parecía venir todo como House, sin embargo, su esmero en su apariencia personal hacia que todos sus defectos desaparecieran, estaba pulcramente vestido, combinado, peinado, afeitado. Lo impoluto hecho hombre. Otra cosa que la intrigaba, el hombre no parecía particularmente preocupado por lo que había acabado de ocurrir.

— ¿Foreman? ¿Estás bien? —Preguntó Chase, picándole a ver si seguía vivo.

— ¡No! ¿Qué coño acaba de suceder? ¿Ese fue House?

— Ven, mi teoría es ahora apoyada por alguien más.

— Cállate Taub… —Gruñó Hadley.

— Es imposible, es que casi podía ver que no sé iba a desangrase por los ojos de la sobredosis de adrenalina recorriendo su cuerpo…

— Hayes… no pareces particularmente preocupado por lo que acaba de hacer House —Contraatacó Wilson tratando de conseguir algo de coherencia en el mundo.

— ¿Desde hace cuánto que conozco a Gregory, James?

— Eh… ¿Desde Kindergarten?

— ¡¿qué?!

— A… a ¿Soportado a House desde que eran niños? —Preguntó Chase adelantándoseles a todos.

— ¿Era House igual a como es ahora? —Fue la pregunta de Cameron.

— Responda esa primero —Siguieron Kutner y Hadley.

— Vaya —Comenzó, sentándose con tranquilidad en la esquina de la mesa de vidrio que había en el cuarto, y una sonrisa enigmática que parecía ser una tener una marca registrada, mostrando una dentadura blanca y recta—. Parece que Gregory sigue siendo una entidad eclipsante para todo ser humano que lo conoce.

— Hayes —Le reprendió Wilson—. Tú hablas de House, House viene y te mata y luego me mata a mí, por haberte dejado hacerlo.

— Por favor, James. No seas paranoico. No importa cuantas veces Gregory diga que va a asesinarte, no lo hará. Gregory House no está loco.

— ¿Estamos hablando del mismo House? —Inquirió Forman con incredulidad e ironía plasmada en su cara.

— Sí, Doctor Eric Forman. Desafortunadamente, Gregory House es demasiado racional para su gusto. Que se haga pasar por un Bastardo sin corazón descerebrado, es sólo su ‘quiero ser’. Aunque sí, siempre ha sido un Bastardo descorazonado. Lo de descerebrado lo cogió en algún momento que no puedo identificar. Demasiado tiempo conociéndole para prestarle atención realmente. Pregunten lo que quieran —Les insinuó malicioso—. Lo responderé, y créanme que lo haré con la verdad, considérenlo una venganza.

— Esperaba algo así de House, ¿Pero de usted? —Se entrometió Cuddy cortando la diversión, haciendo que el grupo de los Cuatro, recientemente aumentado a Seis, hasta nuevo avisto, había bufado, atrincherándose en la silla, pensando cuando entrometida podía ser la mujer cuando se lo proponía—. Estamos en crisis, ¿Y usted sólo quiere vengarse de House?

— Tranquila, Doctora Cuddy. Gregory House vendrá mañana con una idea totalmente fuera de este mundo que nos hará quererlo matar…

— Sí claro —Apuntó Allison—. ¿Huyó como alma que lleva el diablo porque iba a drogarse con Vicodin hasta el tope para poder mañana aparecer con una idea que salvará el mundo?

— ¿Gregory se droga con Vicodin? —Cuestionó directamente mirando a Wilson.

— ¿Podrías evitar preguntarme nada, por favor? Yo me voy…

— Como quieras, cobarde. Él no va a hacer eso… de verdad, ehhh, ¿Allison, no, espera Remy…?

— Sí, Allison Cameron… ¿Y puede explicarme por qué actuó como actuó?

— Supongo que correrá, figuradamente, puesto que ya no puede correr… —Esto hizo que más de uno ahogara una risilla—. Al lugar más alto de esta ciudad y se quedará allí hasta que el cerebro se le oxigene y venga a iluminarnos con su maravillosa mente. Hasta entonces, esperemos. Gregory House no está loco, tienes mi palabra… Así que, olvidémonos por hoy, de él. ¿Alguna objeción? —Preguntó con una sonrisa invitadora. Cuddy simplemente suspiró, revirando los ojos, largándose de allí. ¿Ahora tendría que lidiar con dos House? ¡Mejor disfrutar lo que le quedaba de vida antes de morir de un ataque cardiaco!

1

Gregory House, como siguiendo las predicciones de Derek, se encontraba en una azotea, dejándole que el vértigo le acosara de tanto en tanto, mirando hacia abajo, acompañado de su inseparable bastón, la cacofonía, y su amado vicodin. Ni siquiera se acordaba que Derek Hayes había regresado a su vida súbitamente, lo único que podía procesar era ese misterio. Hayes era casi tan bueno como él. Se odiaban, aunque la vida bien se había encargado de que, en la media de lo posible siempre estuviesen juntos. Lo soportó invariablemente desde Kindergarten, tuvo la mala noticia que estudiarían la misma carrera, en la misma universidad, en el mismo salón, lo único que podían hacer era cambiar turnos y profesores para evitar matarse… pero, ya habían malgastado absolutamente todas las posibilidades y aún se seguía sin saber la causa de la epidemia. Sólo esperaba poder encontrar la respuesta antes de que la situación se convirtiera en una pandemia en dónde ni siquiera pudiera vivir refugiado en su miseria…

Repasó uno a uno lo poco que había alcanzado a leer de aquel registro antes de salir corriendo de aquel lugar que comenzaba a sofocarlo, si algo odiaba era la personalidad de Hayes. Torció una mueca. ¿Podía su mente dejar de regresar invariablemente a un personaje sumamente anodino y prácticamente olvidado de su pasado, para pasar a la parte importante del asunto que era la enfermedad que comenzaría a matarlos a todos? Aunque todos exageraban, el ser humano no se iba a extinguir así… era, ridículo y no había ninguna prueba científica que abalara una teoría como esa. La histeria era un mal acompañante en esos momentos, no necesitaba tener a Cameron y a Thirteen dando teorías absurdas conducidas por el miedo… necesitaba… necesitaba información imparcial, precisa y totalmente. Miró al horizonte contaminado con demasiada luz eléctrica y demasiados edificios como para apreciar si realmente había un horizonte.

Sonrió ladino y misterioso… algo era algo…

TBC

Sólo tengo retazos de la personalidad de Gregory House…, en ningún momento se tiene una real disertación filosófica acerca de quién es él, y los delirios alucinógenos que presentaron para explicarse un poco a si mismo lo hace más impreciso aún, si se siente totalmente OOC, cuanto lo siento… no puedo hacer más nada. Y bueno, no la verdad no tengo real interés en saber que piensan acerca de la ‘competencia’ de House, porque sé que es lo primero que se viene a la mente. Pero, espero que hayan disfrutado leyendo porque, yo me voy a divertir mucho escribiendo esta historia.

Atte. Liuny.

 

 

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).