Amarte a ti por Angel de Cristal

La tenue luz se colaba por las cortinas iluminando apenas el contorno de aquel cuerpo sobre la cama y arrancando tenues reflojos dorados a la larga cabellera rubia desordenada sobre la almohada.

Harry lo miraba dormir desde el sofá. Observaba cada línea de aquel joven cuerpo. Prestaba atención a cada movimiento que hacía, a su abdomen moviéndose acompasadamente con la respiración.

Draco era tan diferente a Severus. El hombre era frío, calculador, reacio a mostrar sus sentimientos. El sexo era un acto de placer pero no de amor para él. Era serio en la intimidad como lo era frente a todo el mundo. En cambio el chico era un torbellino de emociones y sensaciones. Amaba hasta el límite y odiaba de la misma forma. Para nada meditativo hacía lo que le venía en gana. Pese a haber sido criado en una familia de clase alta, sus modales distaban bastante de serlo.

Y ahí estaba, comparándolos una vez más, pensando otra vez en Severus Snape, el hombre que lo enamoró a los 24 años para luego dejarlo porque se casaba con Hermione, su mejor amiga. Aunque no le dolió tanto eso como enterarse que continuaba teniendo un romance con Sirius Black, su padrino y ex pareja de Severus. Pero qué podía hacer, lo amaba, y contra los sentimientos es difícil pelear.

Sacudió la cabeza varias veces, como queriendo ahuyentar aquellos pensamientos y volvió a concentrarse en Draco.

Esta era la noche de su novio. Esta era la noche de la graduación del rubio. Recordaba como el chico lo había convencido de ir hacía dos meses. Recordaba a un Draco completamente desinhibido haciendo un pequeño streaptese para él en el balcón de un hotel. Recordaba al joven entregándose completamente a él mientras le susurraba al oído palabras tiernas y que excitaban al morocho como jamás lo habían excitado.

“¿sabes que te amo, Harry? ¿Sabés cuánto te amo Harry?” decía Draco mientras Harry le hacía el amor “claro que no sabés…porque es tanto que no yo puedo saberlo Harry…” y así lo había descubierto. Mientras otros gritaban o gemían, Draco le decía palabras cariñosas.

Pero aún así le costaba olvidarse de Severus. De aquella vez en que le dijo que lo amaba, pero no fue más que una mentira.

El cuerpo adormilado se movió unos segundos para luego abrir los ojos. Aquellas esferas de mercurio lo miraron fijo, y una sonrisa triste se dibujó en el rostro de Draco.

“¿Otra vez pensando en él amor?” preguntó mientras se levantaba de la cama desnudo sin pudor alguno y se acercaba a Harry.

“Sabes que te amo, pero me cuesta olvidarme de él…” jamás le había dicho a Draco quién era él, pero el chico sabía que existía alguien más en el corazón del morocho.

A veces dolía, pero no podía hacer nada, lo único que le importaba era tener aunque sea una parte de Harry, aunque no lo tuviera todo. A veces odiaba a aquel otro hombre con el que debía compartir al chico, pero no porque Harry no dejara de amarlo, sino por el dolor que le había causado y que él no podía borrar.

Estaba seguro de que Harry lo quería, y no le mentía cuando le decía que era el único en su vida, pero sabía que no era el único en su corazón y en su mente.

“Vamos amor, tenemos que prepararnos…” decía Draco con un suspiro, sabiendo que otra vez no obtendría una respuesta diferente, volvió a besarlo y se dirigió al baño.

Hacía una semana que Harry había pedido matrimonio a Draco, y desde entonces el rubio se había mudado a su departamento.

Bien, ahora debía cumplir su promesa. Se levantó del sillón y salió detrás del chico. La diferencia de edad entre ambos se hacía más que notoria cuando estaban desnudos. El cuerpo aún de adolescente de Draco carecía completamente de bellos, era delicado y eso le encantaba a Harry. El del morocho en cambio, era masculino y maduro.

Tenía que olvidarse de una vez de Severus, ya no podía seguir pensando en él cada vez que veía a Draco, comparándolos, viendo las diferencias, amándolo y odiándolo al mismo tiempo.

***

Llegaron puntuales al colegio. Draco lo besó para luego despedirse, prometiéndole que se verían en la fiesta, que sólo estarían separados durante la entrega de diplomas y el discurso del director.

El morocho respondió el beso, y le sonrió dejándole en claro que no le molestaba que se fuera. Se acercó a los padres de Draco, y sus futuros suegros. Saludó a Lucius con un apretón de manos y a Narcisa con un cariñoso beso.

-                    ¿Cómo han estado esta semana?- preguntó Lucius con una sonrisa divertida

-                    Ocupados- respondió simplemente el morocho devolviéndole el gesto

-                    Me imagino… en casa extrañamos tanto a Draco- dijo Narcisa- pero si él es feliz con vos…aunque sigo creyendo que todavía es muy chico para casarse…si sólo tiene 16 años…- finalizó resignada

-                    El está enamorado de Harry, Cissa- opinó Lucius- y supongo que también vos estás enamorado de él…

-                    Lo estoy Lucius, amo a Draco más que a nada en el mundo, él me devolvió la vida cuando yo la creí perdida…- explicó Harry sincero

La ceremonia fue tranquila, Harry vio cómo cuando podía Draco le dirigía sonrisas enamoradas, y le tiraba besitos dulces.

***

Una vez en la mesa, Draco buscaba entre la multitud a alguien, pero parecía que su búsqueda no daba resultados.

-                    Buscas a alguien amor?- preguntó Harry tratando de evitar que el chico se quebrara el cuello de tanto girar la cabeza

-                    A mi padrino, me prometió que iba a venir…- explicó dejando de buscar por unos segundos

-                    Habló conmigo en la mañana Draco, dijo que iba a llegar un poco tarde porque tenía algo que hacer- informó su padre mientras el chico dejó escapar el aire retenido

La cena transcurrió entre charlas triviales, anécdotas de un Draco más pequeño que hacían al aludido ponerse rojo, y ls planes que Narcisa tenía para la boda de los chicos.

Nadie pudo negarse cuando ella informó que sería la organizadora, y cuando Lucius dijo que él pagaría todo, y les regalaría una estadía en París, la capital del amor, para su luna de miel.

La música comenzó a sonar, y las voz del director invitó a todos los presentes a bailar.

-                    Vamos amor…- dijo Draco tirando a Harry hasta la pisa de baile entre las negaciones del morocho, que fueron en vano

El más joven se pegó al cuerpo de su pareja, moviendo las caderas descaradamente contra el cuerpo de Harry. Era un baile sensual, y desplegaba amor por dónde se mirara.

-                    ¿Sabes Harry?-dijo en un momento Draco contra el oído del morocho- estoy muy feliz- continuó mientras descendía a besarle el cuello- y ¿sabes por qué Harry?- volvió a preguntar

-                    ¿por qué Draco?- sólo pudo decir el morocho porque el rubio estaba besándole uno de sus puntos erógenos detrás de la oreja

-                    Porque…- la nariz del rubio acarició el cuello y la oreja del Harry, lamió el lóbulo y pegó sus labios al oído- porque estamos esperando un bebé…- finalizó mientras escondía el rostro en el hueco entre el hombro y el cuello de un atónito Harry

-                    Pe…pe…pero…eso no…no puede ser…digo, los hombres no…

-                    No los hombres comunes Harry, volvió a decir Draco, pero si aquellos que tenemos una madre veela- explicó aún con el rostro escondido

-                    En…en serio?- su asombro no cabía en su cuerpo

Sintió cómo Draco asentía, soltaba una risita nerviosa y dejaba una marca en el cuello. Entonces se separó apenas para podr miararlo a los ojos y lo besó… jamás se había sentido tan feliz en su vida. Iba a ser padre…

Tomó a Draco de la mano y salió rumbo a la entrada del colegio, necesitaba tranquilidad para hablar con su pareja pero a mitad de camino una voz conocida para ambos los hizo detenerse en seco, Draco con una sonrisa y Harry con el terror reflejado en sus ojos.

-                    Padrino!- gritó el chico lanzándose a los brazos de Severus

-                    Severus…- apenas murmuro Harry

-                    Harry!- Hermione se acercó a él, cargando una panza de un embarazo avanzado- te extrañe tanto! Ya lo viste a Ron? Está por allá, Diego, el hijo de Charly se graduó hoy y…-pero la chica se quedó muda al percatarse de la mirada insistente de su amigo sobre su abultado abdomen- oh, vamos Harry, ya sabías que esto iba a pasar, además Severus también está muy feliz con la noticia…

Pero no continuó hablando porque el morocho había girado y salido del lugar hecho un desastre de emociones.

-                    Yo… Sev, lo siento, pero tengo que ir con él…- dijo el rubio mientras salía detrás de Harry

Lo buscó por todos lados, y no lo encontró. Las piezas se iban uniendo en su mente como un rompecabezas, pero aún faltaban algunas para saberlo todo. Aunque ya no estaba tan seguro de querer saber la verdad, porque lo que presentía comenzaba a lastimarlo.

Salió a los jardines, allí tenía que encontrarlo. Luego de vario rato tratando de encontrarlo y sin resultados se decidió volver a adentro, tal vez Harry estuviera allí.

-                    Harry…- dijo una voz grave detrás de él

-                    Fue por eso cierto?- susurró dolido- fue por eso que me dejaste

-                    De que estas…

-                    No te hagas el desentendido Snape- su tono destilaba reproche – como yo no podía darte un hijo…entonces me dejaste

-                    Harry no, estás malinterpretando las cosas

-                    Entonces por qué me dejaste? Por qué te casaste con ella y no conmigo?!- le gritó- yo te amaba Severus, aún te amo!

-                    Harry, no digas eso… desde siempre lo supiste- intentó aclarar todo lo que leería haber aclarado hacía más de un año- cuando empezamos a vernos no eras más que un niño… no podías enamorarte a los 17 años…

-                    Pero cuando dejamos de vernos ya no era un niño Snape, tenía 27 años, sabía lo que quería!

-                    Pero lo acordamos aquella vez, lo nuestro no sería más que sexo- le recordó

-                    Entonces por qué me dijiste que me amabas?!- le echó en cara

-                    Porque fue lo que me pediste, porque no eran más que palabras, porque era nuestra última vez… porque no podía negarte nada, porque ya había roto tu corazón…porque tal vez en ese momento era verdad…

-                    Sabes Snape…ya no me importa, porque estoy enamorado y voy a casarme, porque voy a tener un hijo y porque tengo las razones suficientes para olvidarme de vos por completo- la calma con lo que Harry dijo esto último descolocó completamente a Severus, que se esperaba más gritos

-                    Te…felicito Harry, y quién es ella?- preguntó con algo de celos

-                    El Snape, yo me acepto tal cual soy- su voz al decir lo último era de desprecio- es Draco, tu ahijado. Estamos comprometidos y vamos a ser padres

Severus se abrazó a Harry como nunca antes lo había hecho, intentó besarlo, pero el menor dio vuelta su rostro.

-                    No voy a hacerle esto a Draco- le dijo de forma fria

-                    Un beso de despedida- pidió el Severus

-                    Sabes que no va ser de despedida, y ni Draco ni Hermione se merecen esto- terminó de decir estas palabras y le besó la frente

Volvió a mirar el agua del río, jamás pensó que iba a encontrarlos allí, y menos que iba a enterarse de todo de esa manera, pero así había sido, y Harry renunció a Severus por él. Sonrió como sólo un enamorado puede hacerlo y decidió salir de su escondite.

-                    Gracias- le dijo a Harry abrazándolo por detrás

-                    ¿Draco? ¿desde cuando…?

-                    Desde hace un buen rato, el suficiente para amarte un poco más

-                    No estás enojado?- preguntó con miedo

-                    Claro que no, no hiciste nada malo. Te enamoraste de alguien que no te correspondió y gracias a eso ahora estás conmigo- resumió de forma dulce

-                    Y por qué me agradeciste?

-                    Porque no te rendiste ante ese beso, y defendiste mi honor y el de Hermione. Te amo Harry

-                    También yo te amo Draco- llevó sumano hasta el vientre aún inexistente del rubio y lo acarició- los amo