Así pasaron 2 meses en aparente calma. Ese día como cualquier otro Camus se encontraba tomando el desayuno mas cuando se levantó de la mesa sintió un fuerte mareo que lo hizo caer al suelo
- ¿Que me pasa?- se preguntaba mientras intentaba reincorporarse aferrandose a la mesa ya que no dejaba de sentir esa molesta sensación siendo hallado en esta condición por Milo quien se alarmo al verlo en ese estado además de que lucia muy pálido
- Camus que te tienes – pregunto alarmado sin poder obtener una respuesta ya que el francés se sintió nuevamente invadido por nauseas por lo que corrió al baño donde vomito lo poco que pudo tomar en el desayuno. Cuando se sintió mejor se acerco a Milo quien solo enarco una ceja
– Creo que el caballero de los hielo esta enfermo, lo mejor es que descanses – esto ultimo lo dijo en tono de orden que no daba oportunidad a replica.
– No es nada. Lo más probable es que el desayuno que he comido me ha hecho daño- respondió el galo
- No me importa hoy no sales de la habitación- dicho esto lo llevo a la recamara donde lo recostó nuevamente.
El francés en otra ocasión hubiese replicado ante la orden pero en realidad se sentía fatal así que no emitió ninguna protesta. Después de esto Milo hablo:
- Camus debo ausentarme unos días del santuario; Regreso a Milos con Aioria a encargarme de un grupo de rebeldes- El nombrado se entristeció con la noticia no le gustaba estar lejos de Milo sin embargo estaba conciente que ellos ante que todo eran caballeros con la misión de proteger a Athena por lo que solo asintió y despidiéndose con un beso le vio partir.
*****
Milo y Aioria habían partido hacia la isla para cumplir con la misión encomendada llevaban mas de tres días ahí y no parecía haber nada fuera de orden
- Oye gato, no crees que es demasiado extraño que no nos hayamos topado a ninguno de los supuestos rebeldes de los que tenemos que encargarnos
- Tienes razón bicho es bastante raro, sigamos buscando esas ratas deben de estar escondidas en alguna parte además no he venido hasta aquí para no tener nada de diversión, mejor continuemos esta isla esta hecha ruinas, tantos destrozos tenias que realizar para acabar con Albiore- pregunto
- Bueno la verdad no; pero era mejor evitarme problemas con el resto de discípulos aunque créeme que lo que hice no es algo que me enorgullezca recuerda que el no era culpable de nada de lo que se le acusaba-
- Esa fue una época algo confusa y que nadie quiere recordar mejor no le demos mas vueltas al asunto y sigamos buscando que ya quiero regresar al santuario…
Así pasaron varios días y nadie tenia noticias del escorpión y de Leo se suponía que la misión sería sencilla y no duraría mucho aunque el galo tampoco había tenido mucho tiempo de preocuparse por ellos; en los últimos días se había sentido peor, las nauseas y mareos no cesaban, los entrenamientos lo agotaban mas que de costumbre; se sentía realmente mal mas su orgullo no permitía darlo a conocer.
Ese día se encontraba en el coliseo entrenando cuando de pronto sintió un cosmo conocido por lo que se apresuro a llegar a la entrada sabia a quien le pertenecía esa aura; no podía ser otro que el guardián de la octava casa, por lo que fue a su encuentro mas al verlo se detuvo en seco ya que Milo que exhibía varios golpes y rasguños.
- Quien te hizo esto- pregunto mitad molesto mitad preocupado el francés
- Hey no hay un abrazo, un beso y un te he extrañado amor mío- intento bromear Milo mas su rostro denotaba la preocupación que le invadía en esos momentos
- Vaya amigos parece que no te fue muy bien- añadió Shura al percatarse que Aioria no venia en mejores condiciones
- ¿Que fue lo que paso? - pregunto curioso Kanon quien no entendía el por que sus compañeros habían vuelto en esas condiciones además se suponía que la misión era pan comido.
Aioria comenzó a relatar lo sucedido en la isla, omitiendo los detalles de los que se habían enterado esos los consultarían con su diosa.
Mas Milo tenia miles de dudas en su cabeza y solo una persona era capaz de aclararselas por lo que le hizo una señal al león para retirarse alegando el tener que dar informe de lo sucedió a Atena sin percatarse lo pálido que estaba el galo. Todos lo observaron el semblante del ambos custodios sabían que algo realmente grave había sucedido para que hubiera vuelto así.
- Parece que al bicho le dieron una tunda- soltó Death Mask al verlo alejarse
-Pero quien pudo dejarlo en ese estado presiento que nos están ocultando algo y algo muy grave- añadió Saga algo pensativo
- Lo mejor será que estemos preparados - Sugirió Shaka
- Eso seria lo mas lógico- añadió el galo quien se disponía a volver al entrenamiento desvaneciéndose ante la mirada atónita de los demás.
Mientras en el templo principal se llevaba a cabo otra discusión
- No logro entenderlo- resoplo molesto Milo -Con que fin quieren a Camus- preguntaba a su diosa
- Milo hay algo que debes saber; tal ves sea mejor que tomes asiento, las cosas son así Camus es la reencarnación de Ganímedes el antiguo amante de mi padre el cual como ya sabes desapareció hace ya varios siglos. Mi padre lo sabe y lo quiere devuelta junto a el- respondió sin mas la diosa
-Pero Camus es Camus- contradijo algo confundido Aioria
- Lo importante por los momentos es que debemos protegerlo mas ahora-
- A que se refiere acaso hay algo mas que yo deba saber- pregunto Milo mas antes de que Athena le pudiera responder llego Mu y haciendo reverencia hablo
-Mi señora; Milo, Camus se desvaneció en el coliseo.
- Con su permiso señora- fue lo único que respondió antes de retirarse
- Reúnan a todos los caballeros de inmediato- ordeno la diosa al quedarse solo con el guardián de Aries y leo.
- De inmediato
En esos momentos Milo llegaba al templo de la Vasija muy preocupado sin embargo cuando entro a la recamara Camus ya había recuperado el conocimiento por lo que suspiro aliviado
- Camus como te sientes, que fue lo que te paso- pregunto sentándose al lado del francés
- No lo se; debe de ser que no he dormido bien además el día esta mas caluroso que de costumbre y a esto le sumo el hecho que apareces todo golpeado quieres que agregue algo mas-
- Te noto algo pálido, por lo que veo no puedo ni dejarte una semana por que mira como te encuentro.
El aguador solo sonrió ante la ocurrencia de Milo.
Mientras que con Atena todos los caballeros se encontraban ya reunidos escuchando atentamente a su diosa
- Pero eso no es posible, Ganímedes no puede haber reencarnado en Camus- decia Saga
- Pero piénsalo ambos son regentes de Acuario, tiene algo de sentido- respondió Mu
- Cualquiera podría serlo- rebatió Saga -No tiene que ser precisamente Camus
- Pero lo mas importante es la obsesión de mi padre por su antiguo amante una ves que lo encuentre no lo dejara libre nunca mas. Es mas fue por esa razón es que ustedes volvieron a la vida mi padre sabia que le seria más fácil recuperarlo- resoplo frustrada la joven
- Aun así Camus no puede siquiera ingresar al Olimpo si es un simple humano no se lo permitirán las otras deidades- razono Shaka
- Estas equivocado Shaka, él al ser la reencarnación de Ganímedes se convierte en inmortal ya que el es un dios; el puede decidir entre una vida mortal o una inmortal.
- Eso es increíble- respondió DM
-Eso significa que no hay ningún impedimento para que vuelva con Zeus.
- Y Milo esta enterado de todo esto- pregunto preocupado Kanon
- Sabe algunas cosas, no se como se entero pero ese fue el motivo de su retraso en Milos- respondió Atena. Kanon iba a agregar algo cuando fue interrumpido por unos soldados avisando que varios caballeros de origen desconocido se dirigían hacia el templo principal.
- Cada uno defienda su templo impidan el paso; me temo que esto es obra de mi padre avísenle a Camus que suba de inmediato y sobre todo sean discretos- ordeno Saori
Todos los caballeros se retiraron a cumplir con la orden impuesta y Camus se dirigió a donde se encontraba Athena mientras sus compañeros se encargaban de los intrusos
- Que extraño estos son demasiado débiles no son oponentes para nosotros- dijo Afrodita mientras eliminaba sin mayor esfuerzo a sus oponentes.
- Tienes razón es muy extraño que envíen a este tipo de cosas aquí- respondió Kanon ya que la mayoría de ellos no tuvieron problemas para derrotar a sus enemigos sin embargo ninguno de ellos se percato de 2 sombras que se dirigían al templo de Atena. Camus al sentir estas presencias pidió a su diosa que se refugiara en el salón continuo; mas esta se negó quería explicarle la situación al francés mas no tuvo tiempo de hacerlo pronto se hicieron presentes 2 figuras.
- Hasta que al fin te encontramos- dijo una figura al galo quien solo les observaba
- Nos has dado muchos problemas vendrás con nosotros de inmediato- añadió la otra figura
- Por que tendría que hacerlo- replico el aludido sin entender la petición de los recién llegados.
- No me hagas repetir la orden, vendrás ahora mismo con nosotros
- Por supuesto que no pienso hacerlo- repitió nuevamente el galo
- No te exaltes Touma
- Pero que dices Odiseus acaso no estas escuchando que se rehúsa
- No te preocupes que si no lo quiere hacer por las buenas no te preocupes que será por las malas- dicho esto lanzo un ataque al francés quien a penas lo logró esquivar, distrayéndolos con su polvo de diamantes logrando que una densa neblina se hiciera presente a la ves que un frió intenso se instalo en el templo principal congelando algunas columnas aprovechando esta distracción dispuso atacarles con sus anillos de hielo intentando detenerlos sonriendo triunfal al ver que aparentemente lo había logrado
- Te creía mas sensato- exclamó Touma liberándose de los anillos que lo aprisionaban - Crees que puedes vencernos con un poder tan débil –
- Esto se esta poniendo mejor- musito el francés mientras se preparaba para su siguiente ataque
- Detente ahora mismo Camus- ordeno la diosa quien intentaba llamar a los demás caballeros por medio de su cosmo estaba preocupada había una clara desventaja de dos contra uno podía observar como Camus era atacado por ambas sombras y que apenas podía esquivar los golpes, sus oponentes eran bastante fuertes pronto el templo estaba destrozado los golpes no cesaban pero el francés nuevamente empezaba a sentir que sus fuerzas flaqueaban y en el momento menos oportuno pronto un ataque lo tomo desprevenido provocando que impactara fuertemente contra una de la columnas y sin darle tiempo de recuperarse le siguió un nuevo ataque por parte de Touma haciendo que perdiera el conocimiento. Atena quiso acercarse mas Odiseus se lo impidió.
- No se acerque tenemos ordenes expresas de llevarlo al olimpo sea vivo o muerto; no debe de interferir además que ese hijo que espera debía ser de nuestro señor ahora tenemos que desaparecerlo; a su padre no le gustara enterarse de este detalle cuando vuelva-
- No harán absolutamente nada retírense del santuario inmediatamente
- Pero ... - iban a refutar mas la diosa no se los permitió
- ¿Están desobedeciéndome acaso? Ustedes tendrán una orden que cumplir pero en este lugar mando yo; luego hablare con mi padre cuando regrese, no lo repetiré retírense ahora mismo –ordeno la diosa a la ves que se acercaba a Camus.
- Deacuerdo nos vamos- acepto Touma
- Pero recuerda que no somos los únicos que te visitaremos- agrego su compañero
- Me estas amenazando acaso- pregunto la pelimorada
- No Athena, tómalo mas bien como una sugerencia y resuelve el problema del bastardo- añadió uno de ellos antes de desaparecer
En ese momento llegaban los demás caballeros al templo principal encontrándose este semi destruido y con su compañero lastimado siendo Milo el primero en reaccionar llegando al lado del galo quien permanecía inconciente sobre el suelo.
- Camus, despierta por favor- pedía a la ves que daba suaves palmadas en la mejilla del francés
- Llévalo a una recamara tenemos que hablar- ordeno Atena mientras fusionaba su cosmo junto al del francés para ayudarle a recuperarse mas pronto. El escorpión obedeció a regañadientes la orden pues no quería separarse de su pareja mas las ordenes de su diosa se respetaban así que cumpliéndola regreso con ella esperando saber que buscaban los intrusos
- Entienden la gravedad de la situación - pregunto la diosa a estar todos los caballeros presentes
- Creo que si señora- respondió Saga
- Estos ataques se repetirán mientras mi padre no obtenga a su desaparecido amante
- Que ni se atreva- exclamo Milo intentado controlar la furia que empezaba a sentir
- Pero tiene que haber algo que podamos hacer- reflexiono Shura
- No lo se pero hay algo mas que debo comentarles- añadió algo nerviosa la diosa
- Aun hay más acaso puede haber algo peor que un loco obsesionado me quiera quitar a Camus- exploto Milo ante la mirada atónita de sus compañeros quien ante su arranque no pudo evitar pedir una disculpa
- Tu mas que nadie debes pensar con la cabeza fria entiendes Milo, lo que te voy a decir tal ves te sea algo complicado de comprender, hace miles de siglos como bien sabes Ganímedes fue el preferido de mi padre al punto de decidir el compartir absolutamente todo con él y eso implicaba sacar a Hera de su vida y por supuesto cumplir su mayor anhelo; el poder tener un hijo junto a él, así que recurrió a la ayuda de la diosa Afrodita puesto que por su condición de hombre esto era imposible mas ella intervino permitiéndole al copero concebir, fue por este motivo que su esposa, se deshizo de Ganímedes antes de que eso llegara a suceder ella sabia que él representaba su mayor competencia y que Zeus no se cansaría del copero tan fácilmente y menos con un hijo. Fue por este motivo mi padre les permitió volver a la vida, él sabia que Ganímedes había reencarnado nuevamente en Camus y por fin cumpliría su deseo de tener un hijo junto a el. Por ahora solo queda esperar a que Camus despierte para explicarle la situación- concluyo la diosa antes de retirarse dejando a todos aun confundidos con la noticia.
Al parecer después de este incidente todo había vuelto a estar en calma y Milo no se había separado del francés esperando a que despertara para darle la noticia. Esa mañana observo que Camus se removía con dificultad en la cama abriendo débilmente sus ojos siendo lo primero que vio un par de turquesas que lo observaban con preocupación.
- Hola – dice en un susurro
- Como te sientes
- Mejor solo un poco cansado
- Es normal, pero por ahora descansa que yo estaré aquí.
Camus solo sonrió quedándose dormido nuevamente ya que sabía perfectamente que Milo velaba sus sueños