A la mañana siguiente en la casa de los Inuzuka empezaron a tocar la puerta y ya que Hana era la única que estaba despierta (porque parecía que Kiba no se levantaría ni por casualidad) fué a abrir, y al hacerlo se encontró con…
-Etto, ¿tú eres…?- preguntó la chica Inuzuka.
-Shino Aburame, compañero de equipo de Kiba.-contestó con la voz fría de siempre. Hana miró al techo tratando de recordar, mientras que el Aburame la miraba con una ceja levantada. Después de unos 10 segundos de tratar de recordar, la castaña sonrió con perversión y pensó “con que éste es el chico que le gusta a mi otötö”. Rió mientras Shino la miraba con una venita en la cabeza.-Etto, puedes pasar, Kiba se encuentra arriba.- “si supiera que mi hermanito está durmiendo en boxers destapado”.
El domador de insectos pasó tratando de esquivar la cantidad de perros que lo olfateaban. Una vez que llegó a la habitación de Kiba la abrió y se encontró con lo que menos esperaba encontrar: al muchacho dormido pero en boxers (negros por si les interesa Jaja). Se quedó como piedra observando el cuerpo de su amado, Kiba era muy…
-“diablos, ya soy un pervertido.”-pensó para si mismo al ver como un poco de sangre caía de su nariz.
-¿eh? ¿S…Shino? ¡Shino!- Aquella voz era del Inuzuka, que se había despertado al sentir el aroma inconfundible de su único amor.- ¿Qué diablos haces aquí?-mientras trataba de buscar algo para taparse.
-Y… Yo quería conversar con vos.- le contestó sin desaparecer la tonalidad fría que tanto odiaba Kiba.
-Mmm… ven.- le dijo el castaño con una sonrisa mientras palmeaba un lugar en la cama al lado de él.
Shino se dirigió hasta donde le indicaba Kiba, y aunque no pareciera, estaba nervioso por el hecho de tenerlo a medio vestir a solo unos centímetros.
-¿De que quieres hablar?-le preguntó el Inuzuka a su amigo.
-Vos me dijiste que íbamos a ser novios si yo demostraba mis sentimientos ¿no?-Kiba asintió.- Bueno, en primer lugar hablé con mi papá al respecto…-el que estaba escuchando se puso más pálido como un papel, siempre creyó que el padre de Shino era la persona más dura y fría de Konoha; al notar esto, Shino lo tranquilizó diciéndole.- y no me dijo nada malo, hasta me enteré que el también es homosexual.-mientras unas cuentas gotitas aparecían en su cabeza.
-Tu papá es homosexual.- se decía para sí mismo Kiba y a los dos segundos empezó a reir.
-Por si no sabías es mi padre del que te estás riendo.-dijo un poco molesto.
-¿eh? Gomen, pero que bueno que lo sepa… mi hermana también está al tanto. Hasta me pidió varias veces que te bese.-le confesó tapándose el rostro de la vergüenza.
-¿Y tu madre?
-No creo que ella esté de acuerdo.-le respondió triste, Shino le acarició la mejilla a su amado haciendo que éste se sonrojara y después le dijo: -pero si llegas a superar las pruebas voy a hacer lo imposible para estar juntos, te lo juro.-
Y lo que menos se esperaba Kiba en ese momento era que el domador de insectos le agarrara el mentón y lo atrajera para sí mismo, mientras le decía:
-con respecto las pruebas, acá va la primera.- y dicho esto, apoyó sus labios en los del Inuzuka; hasta que se separaron por la culpa de Shino que le dijo.-Habrá muchas pruebas más que separaré… no seas impaciente.- al ver como Kiba hacía puchero por que se habían separado ¡quería que Shino lo besara siempre!
Después de hablar un rato acerca de sus planes, y de hacer reír a Kiba, ambos bajaron para dar una vuelta. Cuando Hana los vio les advirtió en forma de burla.
-Nada de hacer cosas prohibidas ¿eh? ¡Apenas tienen 15! Jajaja.-mientras limpiaba la casa. El menor de los Inuzuka se puso más rojo que un tomate y le gritó.
-¡Deja de decir idioteces oneesan!-
-Hai, Hai… solo diviértanse. Ah Kiba, mamá llegará en unas horas. Así que cuidado.-le advertía a su hermano menor mientras le sonreía.
Una vez que ambos salieron de la casa, se pusieron a hablar nuevamente, Kiba no podía creerlo: ¡Shino hablaba más de lo normal!, estaba seguro de que el Aburame si lo amaba de verdad sino… ¿para qué tomarse tantas molestias?
-¡Holaaa!- se escuchaba gritar a Akemi, mientras se dirigíahacia ellos con Gaara.
-Hola.-saludó el pelirrojo
-Etto, ¿y ya están de novios?-preguntó la pelirroja.
-Aún no.-le contestó Shino.
-Waaa… Shino, ¿no podrías ser un poco más conversador? Onegai.-le suplicaba su prima mientras una venita aparecía un su frente.-
Pero un ruido, hizo que los cuatro se dieran vuelta, para encontrarse a Iruka-sensei y a Kakashi-sensei: definitivamente se dejaba en claro que el Umino estaba siendo acosado por el Hatake.
-¡Kakashi! Compórtate, m… mira hay… hay menores.-
-No me importa.-
-¡Pero ami sí!- y ante todo esto, los chicos miraban la situación con una gran gota en su cabeza.
-Etto, no hay problema Iruka-sensei, si quieres nos corremos.-le sugirió la pelirroja con una gran sonrisa.
-Akemi, no ayudas mucho.-le contestó Gaara.-Bueno, no voy a dejar que mi nov…-se quedó callado mientras su rostro se iba poniendo del mismo color que su cabello.
-¿Novia?-le preguntó le ojiverde llena de emoción.- ¿Soy tu novia Gaara-kun?
-B… Bueno, s… si tu… tu quieres.- “¡diablos! Desde cuando estoy tan nervioso” pensaba sonrojado.
-¡Kyaa!-mientras lo abrazaba.
-Je.-rió nervioso éste.- bueno, como decía…-tratando de poner su postura igual que la de antes.- no voy a dejar que mi novia vea estas cosas.-y dicho esto la tomó de la mano y empezó a caminar lejos de esa manga de senseis pervertidos.
Kiba por su parte, al ver la escena de los dos pelirrojos, tuvo deseos de que aquello le pasara a él.
-Kiba…-lo llamó Shino despertándolo de sus pensamientos.
-¿eh?
-Yo tampoco voy a dejar que veas esto.- y como si le hubiera leído la mente, lo agarró de la mano llevándolo por el mismo camino de Gaara y Akemi.
-Sh… Shino.-susurró con una sonrisa. El nombrado sonrió, no iba a dejar que Kiba se separara de él nunca.