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Breaking your limit por Chibi_Diggory

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Notas del capitulo:

Dedicado a todos los lectores

El calor del lugar le era insoportable, la arena que el poco viento esparcía se le pegaba a la piel haciéndole sentir sucio e incómodo, a su lado se encontraba su hermano mayor al cual no pareciera importarle el clima del lugar, no entendía el por que tenía que haber viajado a ese desierto junto con Itachi; “Estrechar lazos” había dicho su padre. Y es que eso era todo, aquel viaje era con el fin de que el mayor de los Uchiha conociera a su prometida.

-Hermano- llamo la atención el menor-¿falta mucho?.

El mayor de los Uchiha el cual apenas contaba con quince años vio como las piernas del menor se tambaleaban mostrando con eso el cansancio del camino tan largo que habían recorrido; esbozó una de aquellas raras sonrisas de aquellas que solo la imagen de su orgulloso hermanito flaqueando podía causar, se inclinó hacia el menor y ofreció cargarlo en su espalda. – venga Sasuke sube, aun falta un poco.

Sasuke incomodó por no tener la resistencia de su hermano paso sus manos por el cuello de éste y se montó en su espalda para así poder proseguir con el tramo que les faltaba.

-¿Por que tenemos que venir a este desierto?, el polvo entra en mis ojos –se frotó uno de ellos- además es feo y caluroso, y sobre todo tu no quieres conocer a esa chiquilla ¿verdad? –Sasuke no entendía la situación, ¿por que su hermano tenia que conocer a una niña de Suna? En Konoha muchas chicas darían cualquier cosa por que Itachi por lo menos las viera pero a este ni siquiera le importaba pese a lo lindas, despampanantes, e inteligentes que estas fueran , entonces ¿Qué demonios tendría de diferente una extranjera?

-No es cosa de querer o no querer Sasuke, nuestro padre así lo ha acordado con el Kazekage y ante eso no se puede hacer nada.

El menor haciendo un puchero insatisfecho por la respuesta que le habían dado acomodó su mejilla en la espalda de su hermano y murmuró.-Las niñas son aburridas.-provocando con esta infantil afirmación que el adolescente sonriera ampliamente.

Sasuke apenas contaba con diez años, por lo cual todo aquello le era absurdo ademas le molestaba el hecho de que sus vacaciones las tendría que pasar lejos de Konoha y que para colmo su hermano no podría jugar con él ya que solo habían viajado para que este conociera a una tal Temari.

Después de unas cuantas cuadras Itachi volvió a inclinarse bajando al menor de su espalda y tomándole solo de la mano y le dijo- hemos llegado.

El menor de los Uchiha miró con asombro a través del portal de piedra una gigantesca construcción, una casi tan grande como donde el Hokage de la aldea en que residía, incluso en la entrada había dos guardias tan grandes que a Sasuke se le figuraron el estereotipo de dos fortachones faltos de cerebro. estos miraban a ambos chicos amenazadoramente. El pequeño apretó por instinto la mano de su hermano y éste solo devolvió el pequeño apretón buscando confortarlo.

-¿Qué desean?- pregunto el soldado mas robusto de los que ahí custodiaban.

-Soy Uchiha Itachi- y como si decir aquel nombre hubiera cambiado por completo la situación ambos soldados abrieron el portal para que ambos chicos pasaran.

-El Kazekage los esta esperando.- concluyó el otro guardia mientras cerraban el portal tras el paso de los jóvenes.

No tardaron en llegar a la entrada donde ya las puertas los recibían abiertas, tras un gesto de agradecimiento a la servidumbre que impolutamente les retiraron las gruesas gabardinas que cubrían su cuerpo caminaron hacia donde un anciano les dirigía.

-En unos minutos baja el señor- anunció el sirviente y tras ofrecer bebidas a los jóvenes desapareció.

Sasuke miraba con maravilla el lugar, todo ahí era muy diferente a lo que conocía sin embargo haciendo control de su innata curiosidad se quedó sentado a un lado de su hermano el cual solo le veía complacido por su comportamiento.

Apenas y algunos minutos habían pasado cuando unos pasos pausados se escuchaban por el corredor adyacente. Cuando estos se detuvieron las pesadas puertas de la sala se abrieron dejando ver la imponente figura del que sería Kazekage de Suna.

Los Uchiha inmediatamente se pusieron de pie y con total respeto inclinaron un poco el cuerpo hacia delante, mientras que con parsimonia el Kazekage tomaba asiento frente a ellos y les indicaba con un gesto de mano que tomaran asiento.

Aquel hombre era mas joven o mínimo menos viejo que el tercero pero a Sasuke se le figuró mucho mas severo ya que el rostro de éste se mantenía serio bajo el tradicional sombrero de Kage. Mientras mas lo veía mas incómodo se sentía en aquel lugar, tenía ganas de estar en su aldea jugando o si quiera perdiendo el tiempo con el dobe rubio.

-Bienvenidos sean a Suna –habló por primera vez el mayor- espero que su estadía sea agradable, mi hija estará aquí en unos minutos, he de admitir que no se que es lo que la ha retrasado.

Los minutos pasaron entre la platica que aquel hombre entablaba con su hermano cuando Sasuke logró escuchar como unos pasos apresurados (que se le figuraron como si alguien corriera) se escucharon justo por donde antes hubiera aparecido el Kasekage, y de la misma manera que este, las puertas de la sala se abrieron dejando ver a una chica la cual lucía agitada.

El Kazekage instintivamente se puso de pie y tras una analítica y severa mirada a la chica que había entrado se dirigió al mayor de los Uchiha.

-Les presento a mi hija Temari- anunció extendiendo su mano hacia la mencionada. Temari lucía agitada por la carrera que el menor suponía había dado para llegar a ese lugar, en su cabello tenía cuatro curiosas coletas (dos a cada lado) y vestía con una fina capa la cual estaba mal colocada, como si se la hubiera puesto con mucha prisa sin cuidar los detalles.

La chica era completamente diferente a como el menor se la imaginó, parecía ser del tipo de chicas que el protocolo y posición no le importaban para nada. Algo que sin duda le agradaba tanto a él como a su hermano.

Las formalidades no se hicieron esperar, la chica saludó a Itachi con una reverencia y éste hizo lo mismo. Al parecer a Itachi le cayó bien a primera impresión cosa que realmente sorprendió al menor de los Uchiha causándole un sabor muy desagradable de boca.

-Tu debes ser Sasuke ¿verdad?- le preguntó al menor en el momento que se acercó a saludar y le dedicaba una gran sonrisa -¿Qué edad tienes?.

-Diez.-contestó con simpleza tratando de no incomodarse por el acercamiento de ésta.

-Que lindo, tiene casi la misma edad que Gaara- anunció en dirección a su padre, mientras que Sasuke gesticulaba molestia por aquel apelativo de lindo- Venga Sasuke por que no vas a la habitación de mi hermanito a jugar – y susurrándole a Sasuke completo- Así no te aburres como lo haremos tu hermano y yo.

Como si aquello hubiera sido una orden, el señor que antes le hubiera conducido a la sala se acercó para indicarle al niño la dirección que tomar, éste solo vió a su hermano en busca de aprobación la cual no tardo en darse. Lo último que Sasuke pudo ver de aquella sala es como la chica de las coletas se sentaba a un lado de su hermano riendo como una tonta.

*****


Enorme, esa fue la primera impresión que tuvo al entrar en la recámara, con increíble tranquilidad para un niño curioso, se adentró a la habitación mientras su guía cerraba la puerta dejándolo solo, el lugar lucía como bien había pensado amplio, pocos muebles eran los que esa área poseía, apenas una cama, un escritorio y unas cuantas repisas de lo que supuso fungiría como librero.

Aquello no parecía la recamara de un niño, la ausencia de juguetes tirados por el lugar le hacían dudar que un niño fuera el poseedor de ese cuarto, camino lentamente agachando de ves en cuando el cuerpo en busca de un balón, un soldadito de plástico vigilando un imaginario fuerte o cualquier cosa indicio del gusto de aquel niño, las paredes se encontraban prácticamente desnudas, ningún póster, fotografía o dibujo hacían gala en ellas, un simple reloj cuadrado era lo único que podía vislumbrar.

Toco el escritorio con las manos observando los cuadernos que en este se tendían, al menos las operaciones matemáticas que en este se resolvían eran basicos y los reconoció como las operaciones que el resolvía el año anterior, por lo menos comenzó a imaginarse que el hijo del Kazekage por lo menos tendría un año menos que el. Con esa información y la anterior recabada con la observación del cuarto hizo un gesto y se imagino a un niño demasiado simplón, y es que, que tan normal podría ser un chico que poseía un cuarto digno de un aburrido ratón de biblioteca.

Con los labios fruncidos conjeturando mil ideas sobre el chico abandono el escritorio y giro su rostro hacia la cama, fue ahí cuando lo vio, como un oasis en el desierto, en el rincón mas alejado de la puerta y tras la cama pudo vislumbrar un pequeño e improvisado campamento realizado con unas cuantas sabanas lizas de color verde y una pequeña soga amarrada en un extremo de la cabecera de la cama y el otro en la manija del closet de madera, los demás lados estaban apresados por libros que fijaban los extremos al piso para evitar que estos se volaran y la sabana tomara forma de pirámide.

Se acerco con rapidez a la casa de campaña lleno de curiosidad imaginando las maravillas que esa simple estructura acogería en su interior.

-Genial- siseo tomando con una de las manos la parte que fungía como puerta y comenzó a levantarla dudando si era correcto o no echar una curiosa mirada-“al diablo”- pensó corriendo por completo la puerta y observando el interior.

El interior lucia completamente diferente a lo que había visto en el resto de la habitación, pendiendo de la cuerda principal habían varios pequeños cristales atados como si estrellas fueran, en el pizo varias almohadas se extendían y sobre una de ellas el moreno descubrió una lámpara de mano la cual inmediatamente supuso la utilizaría aquel niño para pasar la luz por los cristales y crear una pequeña replica del cielo con estrellas de luz. La tela interior lucia manchas de pintura, dandole mas colores a la verde tela.

Tan ensimismado estaba con todo aquello que no noto el ruido que la cerradura hizo al ser girada ni mucho menos los apenas perceptibles ruidos de pasos que el dueño de la habitación hiciera, solo fue conciente de que ya no estaba solo cuando la puerta se cerro haciendo que soltara la entrada al campamento y se irguiera buscando al que ahora le acompañara.

Y ahí estaba un niño el cual con una mirada inquisitiva camino hacia el apartandolo de su fuerte.

-¿Quién diablos eres? ¿Y que demonios haces aquí?

Continuara…
Notas finales: Gracias por leer

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