Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

~Celos...~ por hitomi_no_hikaru

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Dedicado a mi amado forito Only Is Love ;*

Notas del capitulo: Ok, me sentí un tanto irresponsable al no escribir en largo tiempo o.oUUU Y de verdad que me siento mejor al haberlo hecho =w= Este One Shost lo empecé a las 02:30 hrs y del día de hoy y "terminé" a las 6:09 hrs. Hace un rato estaba releyendo y arreglando los errores que encontraba (creo que ya modifiqué más de la mitad xDD) Espero que les guste *-* ya que me siento bastante satisfecha con el n.n Disfrútenlo~ ;D

~Celos…~

Lo odio... De verdad... Cada vez que lo veo cerca de él ciento unas ganas incontenibles de patearlo, de matarlo, de desaparecerlo del mapa... Normalmente soy una persona bastante paciente, pero este tipo me saca de mis casillas... Es que no puedo creer que descaradamente haya aparecido reclamándote como suyo, cuando estuvimos sin noticias suyas por más de un año... LO ODIO...
-Kanon-san~- solo oír ese molesto tintineo al que llama voz, se me erizan los pelos de pura rabia.
-Bou-chan...- él solo se limita a mirarlo confundido, ¿Qué es lo que piensa? ¿Por qué no le cuenta lo que me contó a mí? Cuando te presté mi hombro como pañuelo de lágrimas al enterarse de que su querido guitarrista se iba de nuestra banda ¿Por qué? Le sonrió... ¿Tanto lo amas? ¿Tanto amas a alguien que tanto mal te ha hecho? ¿Tanto amas a alguien, a quien prometiste olvidar...?
-Mi-kun- se dirige el ahora castaño joven que abrazaba el brazo de mi querido moreno. -También me da mucho gusto verte.- esa mirada... ¿Por qué trata de actuar así conmigo? Sabes que te odio, yo se que me odias ¡¿Por qué mierda todo el mundo es tan cínico?!
-Hm...- Teruki parece ser el único que comprende mi situación. -Miku, vámonos de aquí...- dicho esto me tomó la mano y me llevo a la plaza. Ya estando ahí nos sentamos en el borde de la fuente. Miré el agua. Él me miraba a mí.
-Arigatou...- susurre para que solo él pudiera oírme. Una rebelde línea de agua salada apareció en mi rostro. Mi amigo siempre me ha podido leer la mente. Aun no sé como lo hace. Tal vez es porque nos parecemos mucho.
-No te preocupes... Yo estoy contigo.- me sonrió, trate de corresponderle lo mejor que pude. Me ofreció un cigarro, sigues sorprendiéndome.
-Algún día tendrás que contarme tu secreto lee mentes...- articulé mientras recibía su ofrecimiento. Y le prendía fuego con mi encendedor.
-Tal vez lo haga...- me sonrió nuevamente.
-Domo arigatou, Teruki-san...
-No tienes que agradecer. Los amigos de verdad no esperan ser correspondidos.
-...- traté de sonreír nuevamente. Teruki es muy importante para mí, siempre sabe exactamente que hacer cuando estoy deprimido, no le cuesta mucho subirme el ánimo. Mientras apagaba mi cigarro ví a dos personas venir hacia nosotros.
-Miku, creo que necesitas esto más que yo.- dijo con una tierna sonrisa el pelirrojo, tendiéndome una taza con chocolate caliente.
-Arigatou, Taku-chan.- Volví a sonreír melancólicamente. No sabía si sentirme apoyado me alegraba o me entristecía más. Es en aquellos momentos en los que sentimos que tenemos más de lo que creemos.
-Deberías empezar a tragar, antes de que Nyappy-chan quiera ganarte.- dijo el de anteojos, con mi amada mascota en sus brazos, quien me ladró moviendo su corta cola, moviéndose inquieto al ver lo que tenía en mis manos en aquel momento. Otra vez sonriendo. Estar con ellos es tan familiar. Hasta me parece que no me importa su ausencia...
-Chicos... Ya no me quedan palabras para expresar mi gratitud.- hice una leve reverencia.
-Ni lo menciones.- susurró el guitarrista.
-No tienes por que ser tan formal.- exclamó el rubio. Comencé a reír, me sentí tan feliz, tan amado, que apenas terminé mi humeante bebida, dejando el tazón seguramente en el lugar donde antes estuve sentado, me lancé encima de los tres, a pesar de sus quejas y las desaprobatorias miradas de la gente que pasaba en ese día nublado. Ya estábamos todos sucios cuando llegó él.
-Son un montón de pendejos.- dijo divertido.
-Jejejeje, sí lo somos, pero tú no te quedas atrás.-dijo el castaño tomando su pie y tirándolo al piso con nosotros. Estuvimos peleando y forcejeando por levantarnos durante bastante tiempo. Reíamos, ya ni recordaba que antes había estado llorando por mi gran amor...
-Ya, vasta...- dijo él logrando escapar.
-Jajajaja, ne... ¿Y dónde se metió tu novia eh?- me aventuré a preguntarle. ¿Masoquista? Tal vez, pero no. A esas alturas tenía asumido que lo inevitable había sucedido entre ambos.
-Jajajaja, baka, primero que nada, Bou es hombre y segundo, no es más que mi amigo.
-No creo que él opine lo mismo...- agregó nuestro baterista.
-Mmmh... Pues ese es problema suyo.- dijo mirando el cielo. Los demás lo miramos curiosos. -Además... Yo tengo mis pensamientos y sentimientos puestos en otra persona.- la verdad, no sé si en aquel momento estaba tan embobado viéndolo que me puse a imaginar cosas o de verdad me miró al pronunciar esas palabras. Escuché una tenue risa por parte del menor de nosotros.
-Mmmh... ¿A ver? ¿Qué anda tramando esa cabezota tuya eh?- dijo el castaño, cargando su dedo índice en su frente levemente.
-Jejejeje, eso no lo sabrás hasta que llegue la hora.- dijo levantándose del piso y sacudiéndose un poco la tierra que tenía en sus pantalones. –Será mejor que empecemos a caminar, parece que se avecina una tormenta.- afirmó mirando nuevamente el cielo que se tornaba gris. Todos empezaron a levantarse, yo tardaba un poco, ya que por mi posición, mi agilidad no me ayudaba mucho. Me extendió su mano, la cual miré dudoso. -Vamos, tómala, no tiene gérmenes ni nada parecido.- me sonrió como solo él sabe hacerlo.
-Jejejeje, eso lo sé, tonto.- con ambas manos tomé la suya y me dejé levantar por sus fuertes brazos. Estando ya de pie, frente a él, noté que no había soltado sus manos, pero al parecer a el no lo importó, ya que se dedicó a mirarme directo a los ojos. Un extraño calor, bastante concurrido en mí últimamente, me subió por el rostro. Desvié la mirada.
-¿Qué pasa?
-Nada, es que recordé que Yuuki se llevó a Nyappy-chan con él...
-Sou ka. -se volteó para ver a los demás, pero estos ya habían tomado un taxi hacía la casa del castaño.
-Pues parece que hoy te quedarás sin mascota.
-Hai, eso noté...- miré sus manos aún sujetando las mías, luego lo miré a él. -Oye, ya suéltame ¿No? Alguien podría reconocernos y ahí sí que estaríamos en problemas graves con medio... más bien 3 cuartos de mundo.
-Jejejeje, ¿Te molesta?
-Pues... Le molestará a Teruki y a...
-Te pregunté si te molestaba a ti.
-...- no supe que contestar, nuevamente los colores trataban de apoderarse de mi rostro. Buscó mi mirada divertido, pero sin éxito.
-Será mejor que empecemos a andar.- me dijo soltando una de mis manos, pero aún sosteniendo la otra, haciéndome caminar tras él. ¿Por qué será que está tan enérgico? Debe ser que le pasó algo bueno con esa arpía que fue nuestro guitarrista, mientras yo era consolado por mis amigos. De seguro me contará todo con lujo detalle como siempre lo hace desde que somos amigos. -Miku, apresúrate ¿Quieres? Creo que acabo de sentir una gota de agua cayendo sobre mi nariz. Como era de esperarse, se largó a llover. Junto a mi amado bajista corrimos a refugiarnos en cada pequeño refugio que pudimos localizar. -Aquí, aquí.- dijo metiéndome en lo que parecía un viejo pórtico de alguna iglesia. Algo raro de ver en pleno centro de Tokyo. Como había corrido mucho, y debo admitir que no he hecho mucho ejercicio últimamente, recargué mi espalda sobre una de la paredes, respirando dificultosamente con lo ojos cerrados. Traté de regularizarme, aspiré hondo y luego boté el aire lentamente. Al dejar mis “ejercicios de respiración” y abrir los ojos, me encontré con la sorpresa de que un divertido Kanon tenía apoyada su mano en la parte continua de la pared, donde descansaba mi cabeza. Mientras su cuerpo se encontraba ligeramente inclinado hacia mí. Me petrifiqué y sonrojé inevitablemente. Sentí su respiración muy cerca de la mía. La cotidiana mirada melancólica de mi acosador había desaparecido, siendo reemplazada por una mucho más juguetona y hasta sensual. Con su mano libre tomó uno de lo mechones que tapaban mi rostro y lo apartó suavemente. -¿Por qué tan nervioso, cariño?
-...- ¿Había oído bien? ¿Cariño dijo? Debe ser que con la lluvia me dio fiebre y estoy delirando.
-Je.- exclamó como oyendo mis pensamientos, mientras acariciaba mi mejilla izquierda -No pienses tonterías, esto es tan real como la lluvia que ha empapado nuestros cuerpos.- ¿Desde cuando es así conmigo? ¡Que alguien me explique en que dimensión extraña he venido a parar! ¡¡ONEGAI!!
-Yooo... Creo que debemos ir moviéndonos antes de que esto... Se transforme en temporal...- articule nervioso y con mi voz notoriamente temblorosa, había desviado mi mirada, ya que si seguía viendo sus profundos ojos un segundo más, ya no iba a poder contener las ganas de...
-Tienes razón.- volvió a tomar mi mano y nos pusimos a correr cuando este me estiró.

Ya en mi departamento nos sacamos los zapatos y hasta los calcetines.
-Iré a buscar una toalla, por favor espera aquí.- le dije y solo recibí una sonrisa como respuesta. Me sentía muy nervioso, pero no me quería hacer falsas esperanzas antes de tiempo. Tomé un par de toallas que guardaba en el primer cajón del closet en el pasillo. Cuando volví a la entrada vi que mi invitado ya se había liberado por completo de la ropa que tapaba su marcado y ahora mojado torso. Casi dejé caer las toallas al ver aquella deslumbrante escena que solo imaginé en mis sueños más pervertidos. Tuve que ladear un poco mi rostro al pasarle la toalla a mi amado, para que así no notara mi evidente sonrojo. El la recibió ¿Acaso le divertía mucho verme tan complicado? Si no fuera por que lo amo, ya lo habría tirado a la calle tal como estaba por arrogante.
-Arigatou.- un escalofrío recorrió mi espalda. No podía evitarlo, solo oír su ronco tono de voz me derrite, cada cosa que dice, sin importar si es una ofensa para mis principios, todo lo que sale de su boca es como el aire que me mantiene vivo -¿Crees que puedas prestarme algo para usar? Mi ropa esta empapada.- dijo esto desabrochándose el botón del pantalón y bajando levemente su cierre. A lo que me di vuelta entre molesto y un tanto... ¿Excitado?
-Desvergonzado.
-¿Por qué tendría que avergonzarme? No tengo algo que tu no hayas visto antes.- dijo nuevamente con ese tono que me fascina.
-Pero eso fue hace mucho... Ya estas bastante más grandecito y desarrollado.- ¡¿Yo dije eso?!
-¡Hm! ¿Es que acaso te molesta verme así?- dicho lo último se deshizo de sus pantalones, para quedar en puros bóxers. Por suerte para mi sensible nariz no alcancé a ver mucho ya que seguía dado vuelta.
-Ya vasta, deja de burlarte de mí.- dije haciendo un puchero, que creí que el no vería.
-Jejeje, que tierno eres.- dijo abrazándome por detrás, posando su mentón en mi hombro. Si no hubiera sido por la mojada y pesada ropa que llevaba puesta en aquel instante, de seguro no abría podido pensar con claridad, dejándome llevar por mis instintos. Pero...
-No... No me gusta que juegues conmigo de esta manera...- mi volumen y tono de voz disminuyeron considerablemente. Otra vez me sentía traicionado.
-¿De qué hablas?- preguntó aún sin soltarme.
-¿Te parece divertido?- le pregunté zafándome de su agarre y volteándome a verlo con mis ojos llenos de lágrimas. -¿Acaso... No te importa lo que yo pueda sentir cuando tu tratas de jugar con mis sentimientos? ¿Acaso... Ya no me valoras ni siquiera como tu amigo? ¿Acaso... Te sientes tan necesitado como para acudir a alguien que sabes… Daría la vida por ti sabiendo que... Jamás será correspondido de la misma manera…?- mi voz comenzó a quebrarse al preguntar lo último.
-...- Kanon me miró con profunda tristeza. -Tú... ¿De verdad me amas?
-... ¿No crees que eso ya te lo deje claro con mis extrañas reacciones desde hace más de dos años? Aún cuando tú amabas a...
-Calla.- me dijo tapando mi boca con su dedo índice, ya estando a mi altura, frente a mí. -Gomen ne.- me abrazó de esa manera que tanto extrañaba, desde mi disimulado distanciamiento al descubrir mis poderosos sentimientos hacia su ser. -Tu sabes que soy muy despistado y necesito más que señales para ver las cosas como son.- me acariciaba el cabello al hablar, y posaba su cabeza en mi hombro, para así hablarme en susurros cerca de mi oído. -Siento... No haberme dado cuenta antes de lo que fervientemente trataste de expresarme cada día de nuestra existencia... Me siento un completo idiota al no haber notado antes lo importante que eres para todos... En especial para mí.- separé un poco mi rostro para poder mirarle a los ojos. -Te amo Akiharu Tsukiyama y últimamente me he sentido realmente celoso cada vez que noto que te diviertes con la compañía de nuestros amigos, cuando a mi me dejaste raramente de lado. Así que hoy, cuando Bou nos hizo aquella visita, me di cuenta que a la persona que de verdad extrañaba... Era a ti... Tú y tus perfectas sonrisas... Tú y tu melodiosa voz que solo puede pertenecer a un ángel… Tú y tus chistes que me hacen reír aunque sean malísimos o crueles... Tú y esos bellos ojos que jamás logran esconder la verdad... Tú y tu carisma que logra cautivar a cualquier ser vivo... Tú y tu nyappycidad que logra animar hasta a los más odiados por la vida... Tú y ese aroma que me embriaga y me hace desear tenerte por siempre a mi lado... Tú y esos rojos labios que parecen ser frutos prohibidos del paraíso que piden a gritos un beso... Tu y tu ser que me vuelve loco y me hace suspirar...
No podía creer lo que mis oídos escuchaban. Kanon amaba todo lo que yo creía no era notado, todo lo que lo convertía en un ser único entre los mortales, todo lo que era y enorgullecía...
-Miku...Sé muy bien que no merezco nada de ti, que he sido un tonto que jamás notó tu verdadera esencia aún cuando las pistas aparecieran frente a mis narices. Sé muy bien que no te merezco ya que eres una persona demasiado perfecta para alguien tan torpe... Pero aun así... Como soy un bruto vengo a pedirte que me perdones y que no me odies por ser tan lento con estas cosas que me confunden cada día de mi insignificante vida, desde ya 8 larguísimos meses de agonía...- sus ojos mostraban arrepentimiento y vergüenza. Sentí que era mi turno de hablar.
-Baka... Es tu forma de ser... Y aún así te amo, aún siendo torpe y despistado, aún cuando a veces seas arrogante y al mismo tiempo te desprecias, aún cuando seas un baboso que deja charcos en las almohadas, aún cuando tus zapatos y calcetines apesten como el demonio, aún siendo perezoso y poco cooperador, aún cuando prefieres meterte en videojuegos cuando estamos hablando, aún siendo tan infantil, aún cuando no te bañas semanas enteras, todos tus defectos, los amo, porque amo cada cosa eres, amo tu piel que fácilmente podría poner celosa a la nieve, amo esos ojos melancólicos que no logran mentir ni ocultar nada, amo tu loca cabeza matemática y computacional, amo tus fuertes brazos que pueden defender a quien tenga la suerte de ser querido por ti, amo tu amplia sonrisa que me hace querer desear no tener la necesidad de respirar para poder besarte por el resto de mi vida, amo tu tonta risa que contagia hasta el más serio, amo tu supuesta postura ruder cuando en realidad eres el más tierno de todos, amo tu voz ronca que hace que se me ericen los pelos de solo recordarla, amo lo que eres tu cada día de tu vida, porque te amo completamente y ya no me da miedo confesártelo de manera directa.
Nos miramos otro rato más, nos sonreímos bobamente ¿Podía ser más perfecto? Sentía que mi corazón iba a estallar de un momento a otro. Lenta y tímidamente fuimos acercando nuestros rostros. Sentimos como nuestras respiraciones iban en un mismo ritmo. Nuestras miradas se cruzaron por última vez antes de unirnos en un dulce y tierno beso que en poco tiempo se convirtió en apasionado. Cada choque de lenguas producía en mí sensaciones que no logré experimentar antes con otras personas. Porque tú eres el que he escogido. Mis brazos alrededor de su cuello y sus manos en mi cintura, las cuales de repente bajaron a mi trasero, dejando escapar un suave gemido de mi parte, el cual no fue desapercibido por mi bajista. Quien pronto empezó a descender por mi cuello y hombros dando pequeños besos y lamidas. Traté de contenerme, pero la sensación era demasiado placentera como para evitarlo. Aun entretenido en aquella zona, me desabrochó la mojada camisa que traía sobre la playera, la cual también salió volando hacia algún lugar desconocido de la habitación. No tardó en bajar sus "mimos" hacia mi pecho, haciendo un caminito de saliva hasta mi pezón derecho, dando suaves mordidas de ves en cuanto que me robaban más de un suspiro, mientras con su mano me piñizcaba levemente el otro. Mis gemidos ya no eran reprimidos, tales sensaciones tenían que ser expresadas de una forma.
-hmmm... Kanoon... aah...
De alguna manera que desconozco, más bien no recuerdo, llegamos al sillón de mi sala, en donde Kanon prosiguió con el otro pezón. Todavía no podía creer que eso no fuera un sueño, ya que me sentía en las nubes. Mi amado pelinegro procedió a desabotonar mi pantalón y a bajar el cierre con sus dientes. No tardó en quitarlos de su vista para por fin remover los bóxers que tanto daño le hacía a mi erecto miembro. Se quedó largo rato mirándome de pies a cabeza, cosa que hizo que me sonrojara aún más de lo que ya estaba. Rió por lo bajo. Se puso sobre mí para poder besarnos una vez más. Terminado esto me hablo al oído.
-¿Podría ayudarte a calmar esa molestia que te agobia?- como me encanta cuando me habla así.
-Adelante, soy todo tuyo.- le respondí lo más seductor que pude. Me dio un fugaz, pero fogoso beso para luego volver hasta a mi miembro, el cual observó con detenimiento. Sin perder mucho tiempo comenzó a lamerlo alrededor de la punta.
-Aaah... Ka... Non... Hmmmaaah...- mi espalda de arqueaba y pude sentir como una especie de choque eléctrico recorría todo mi cuerpo. No duro mucho en esto ya que se metió de lleno mi virilidad a la boca haciendo que de verdad perdiera el control. Mis gemidos iban en aumento, al mismo tiempo que el aceleraba su velocidad.
-Hmmm... Kaaah... Noon... Yooh... Yaaah... Nooo... Aguan... Tooh...
Terminé dentro de su boca, un tanto avergonzado, pero al ver que mi príncipe me mostraba una bella sonrisa, todas mis preocupaciones desaparecieron. Volvimos a besarnos. Nuestro beso volvió a convertirse en calor y excitación. Me aventuré a mover mi cadera haciendo que nuestros miembros chocaran, provocando que ambos gimiéramos. Repetí esto un par de veces hasta que mi querido Shinya volvió a hablarme al oído.
-Necesito que seas mío.- solo eso me bastó para tomar tímidamente su mano para empezar a lamer sus dedos con la punta de la lengua, de arriba abajo para luego meterlos en mi boca, como si estuviera comiendo un suculento dulce. Él me observaba con evidente deseo mordiendo su labio inferior. Al notar que sus dedos ya estaban lo suficientemente lubricados, los sacó de mi boca mirándome con pasión y ternura. La única persona que me ha hecho sentir realmente amado en ese tipo de situaciones, has sido tú. Metió lentamente el primer dedo, cosa que me causo un dolor terrible y me hizo botar una lágrima, Kanon me acaricio el cabello con su mano libre.
-Tranquilo... Ya pasará...- yo solo asentí, ya me estaba acostumbrando. Así entró el segundo y el tercero, al ver que me sentía más "cómodo", retiró los dedos e introdujo su sexo en mi entrada. Comenzó lento y hasta temeroso, pero con la mirada le di a entender que continuara. Pronto empecé a sentir cosas que jamás creí posibles. Jamás me había sentido tan bien en mi vida. Jamás te pedí más, ya que todo era perfecto. Pude sentir como fuimos uno solo. Pude sentir como esa persona que guiaba mi vida, esa de la que dependía, sentía lo mismo hacía mí. Fui realmente feliz. La habitación se lleno de nuestras palabras de amor y gemidos. Las embestidas aún más profundas y rápidas. Llegamos al climax juntos. Él dentro de mi y yo en su abdomen. Lenta y cuidadosamente salió de mi interior y se acostó a mi lado para abrazarme.
-Ai shiteru, Shinya.- susurré dejándome abrazar.
-Ai Shiteru Akiharu.- me respondió besando mi frente, mirándome con sus sinceros ojos que reflejaban una inmensa alegría.
-No quiero que vuelvas a alejarte de mí.- le confesé abrazándolo con fuerza. Sintiendo así su corazón, que palpitaba en una sintonía perfecta con el mío.
-No temas.- abrazándome con más fuerza de manera protectora. -Ya no me iré jamás…
Nos quedamos dormidos al rato, aún no estaba seguro si todo aquello era un sueño... Pero si así era... Prefería no despertar jamás...

Notas finales: Ojalá les haya gustado *O* Lo que me inspiró fue Bou xDDD así le agradecen a él su les gusto el fic xDDDD Recibo tomatasos, correcciones y alagos n.n saludos~~~

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).