Me gustás
Hacía dos semanas que venía persiguiéndolo... porque le gustaba, le encantaba... y él no se rendía...
Flash Back
...Escribió "Me gustás" en un trocito de papel, lo abolló y lo lanzó al otro lado del salón de clases, hacia Cless, el rubio que se llevaba todos sus suspiros, viendo su rostro desencajado y buscando a quien lanzó el papel;
...Metió miles de papelitos iguales en el casillero del mismo chico y esperó a que la avalancha de notitas le cayera encima y su carácter le hiciera explotar;
...Le dejó caramelos sobre el pupitre y lo espió comerse uno a uno, a escondidas;
...Pasó junto al rubio de sus sueños, rozándole apenas una nalga con una mano al caminar mientras le susurraba "me gustás", para después, mientras se alejaba, imaginarlo furioso, con las mejillas sonrojadas;
...Lo acorraló contra una de las paredes del baño de hombres y bajito le dijo "me gustás" apenas rozándole los labios, dejándolo después ahí parado, con el corazón en la boca, latiéndole a mil...
Fin Flash Back
...Y ahora lo tenía ahí, aporreando con violencia la puerta de su habitación en esa residencia para estudiantes, enfurecido, pidiendo a los gritos que le abriera y le diera una explicación.
-¿Explicación de qué? -preguntó Ian al abrir la puerta. Clavó sus ojos verdes en los amielados del más bajo con suficiencia y lo observó derretirse internamente ante su mirada. Estiró un bazo y con rapidez y fuerza metió al rubio dentro de la habitación, donde lo acorraló contra la puerta misma-. ¿Qué es lo que buscás que te explique?.. ¿Qué por qué lo hago?, porque me gustás, es algo obvio... porque me encantás... -Levemente fue bajando el tono de voz, acercando su rostro al del más bajo. Luego, apoyó una mano sobre el pecho del mismo, sintiendo el acelerado palpitar de su corazón, y se alejó un poco, aunque sin dejarle el camino libre. -Pero no soy yo quien tiene que explicarte por qué te hago sentir así, ¿no te parece?
Cless se quedó callado, sólo sintiendo su corazón latiendo rapidísimo, porque jamás admitiría que era Ian, con sus miradas envolventes, su voz gruesa y su presencia avasalladora, quien lo ponía así, reduciéndolo sólo a un par de mejillas sonrojadas.
-Al final no era una explicación mía lo que buscabas... -dijo Ian con suficiencia y se acercó peligrosamente a los labios del menor- ...y hasta puedo llegar a decir que viniste hasta acá sólo para darme pie a que hiciera esto...
Y sin rodeos lo besó en los labios, con pasión, abrazándolo por la cintura y sabiendo de antemano que Cless no pondría resistencia alguna y correspondería a su beso de inmediato, colgándose de su cuello, apegando más los cuerpos de ambos.
Hasta que respirar fue una necesidad se separaron, para luego volver a besarse, y así hasta que la cordura poco a poco se les fue escapando y los besos ya no eran sólo besos.
-Me gustás... -susurró Ian con agitación, empujando el cuerpo del menor contra la puerta.
-Callate y seguí en lo que estabas -ordenó Cless, sin dejar de lado su parte mandona, y volvió a adueñarse con hambre de los labios del más alto, mientras sus propias manos tironeaban de la camisa del mismo...